martes, 10 de abril de 2018

All You Need is Kill cap 1.8



Parte 8

El libro de bolsillo que había estado leyendo estaba al lado de mi almohada.

Yo suspiré.

- Keiji, firma esto. - Yonabaru estiró el cuello hacia abajo de la litera de

arriba.

- Señor, sí, señor.

- Escucha. No hay nada con la operación de mañana. El sudor es demasiado, te convertirás en un loco, terminaras perdiendo tu cordura antes de que incluso tengas la oportunidad de volarte los sesos.

- No estoy sudando nada.

- ¡Oye, no es nada de qué avergonzarse ! Todo el mundo está nervioso la primera vez. Es como echar un polvo. Hasta que lo has hecho, no te lo puedes sacar de la cabeza. Todo lo que puedes hacer, es pasar el tiempo masturbándote.

- No estoy de acuerdo.

- Hey, estás hablando con un hombre que ha jugado el juego.

- ¿Qué pasa si, hipotéticamente, se repitiera tu primera vez, una y otra vez?

- ¿De dónde sacaste esa mierda?

- Sólo estoy hablando hipotéticamente eso es todo. Al igual que resetear todas las piezas en un tablero de ajedrez. Tomas tu turno, y entonces todo vuelve a empezar.

- Depende. - Todavía colgando de la litera de arriba, su rostro se asomó. - ¿Estás hablando de follar o luchar?

- No estoy hablando de follar.

- Bueno, si me pidieran volver a pelear e n Okinawa de nuevo, les diría que se lo metan por el culo. Pueden enviarme a un maldito pelotón de fusilamiento si quieren, pero yo no volvería.

¿Qué pasa si no tienes opción? ¿Y si tuvieras que revivir tu ejecución una y otra vez?

Al final del día, cada hombre tiene que limpiar su propio culo. Tampoco hay nadie para tomar las decisiones por ti. Y cualquiera que sea la situación en que te encuentres, eso no es más que otro factor en tu decisión. Lo cual no quiere decir que todo el mundo tiene la misma gama de opciones como todos los demás. Si hay un chico por ahí con un as en la manga, seguro que habrá otro que ha sido tratado como un pedazo de mierda. A veces llegas a un callejón sin salida. Pero tu caminaste por tu cuenta cada paso de ese camino que te llevo allí. Incluso cuando te llevan encadenado a la horca, tienes la opción de hacer frente a la muerte con dignidad o ir pataleando y gritando al más allá. Pero yo no tengo esa opción. Podría haber una cascada gigante justo más allá de Tateyama, el borde de todo el maldito mundo, y nunca lo sabré.

Día tras día he de ir y venir entre la base y el campo de batalla, donde soy aplastado como un insecto que se arrastra en el suelo. Siempre y cuando el viento sople, naceré de nuevo y moriré. No puedo llevar nada conmigo a mi próxima vida. Las únicas cosas que voy a mantener serán mi soledad, el temor de que nadie pueda entenderme y la sensación del gatillo contra mi dedo. Es un mundo jodido, con reglas jodidas. Así que a la mierda.

Tomé una pluma al lado de mi almohada y escribí el número "5" en el dorso de mi mano izquierda. Mi batalla comienza con este número. Vamos a ver cuánto puedo llevar conmigo. ¿Y qué si el mundo me tira un montón de mierda? Voy a pasar a través de el como si fuera maíz. Esquivare las balas enemigas por un pelo. Voy a matar a los Mimics con un solo golpe. Si Rita Vrataski es una diosa del campo de batalla, voy a observar y aprender de ella hasta que pueda igualarla, muerte por muerte. Tengo todo el tiempo del mundo. Nada mejor que hacer. ¿Quién sabe? Tal vez algo vaya a cambiar. O tal vez, encontrare la manera de tomar este maldito mundo y orinarle en los ojos. Eso estaría bien para mí.




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