martes, 11 de diciembre de 2018

Mushoku Tensei 47

Capítulo 47 - Reencuentro con Paul

1ª Parte

-- Desde el punto de vista de Paul --


Me encontraba bebiendo en el bar.

Debido a que se acercaba la noche, los clientes del establecimiento fueron aumentando, al mismo tiempo que, por el contrario, el número de miembros de mi grupo disminuía.

La mesa en la que estaba sentado se encontraba en el mismo centro del bar, y doy casi que por hecho que mi mal humor estaba cargando el ambiente, ya que nadie se me acercaba. Mi intención era beber toda la noche para ahogar este mal humor que me invade.

Y con esta idea en la cabeza, escuché una voz dirigida a mí.


"¡qué tal, tío, te andaba buscando!"


Alcé la vista y me encontré con un tipejo con cara de mono, se le veía bastante sonriente. Hacía ya 1 año desde la última vez que le vi.


"¿Gisu? Serás malnacido... ¿dónde coño has estado?"

"¿Ohh? ¿Qué te pasa, qué te pasa? Siempre de mal humor."

"¿Qué esperabas?"


Intenté hacer un Tcht con la boca, pero noté suficiente molestia como para llevarme la mano a la cara. Es la zona en la que Ludeus me estuvo pegando.

Todavía me duele... no tenía que haberme hecho el fuerte y dejado que me curaran con magia....... puto niñato de mierda, ¿a qué viene eso de que con magia el continente demoniaco está chupado? Si tan fácil te fue podrías haber aprovechado para buscar gente por allí... y vas y te preocupas más por lo mala que estaba la carne de las Gran Tortugas y como no había otra cosa que comer; enrollándote sobre que necesitaste crear ollas con magia porque no había forma de seguir comiendo una carne tan horrible durante todo un año y era necesario cocinarla y condimentarla... Si te sobra tiempo para buscar condimentos podrías haberlo aprovechado para hacer algo más productivo, ¿no te parece? Puta mierda... ¿encima vas y me acusas de serle infiel a Zenith y a Lilia? ¡Deja de tocarme los huevos! Desde el teletransporte ese ni se me ha pasado por la cabeza algo semejante, me he controlado todo lo posible y lo he aparcado en un cajón, ¿y vienes tú ahora a echármelo en cara algo que no he hecho? ¡Vete a la mierda! ¡¿Cómo se te ocurre decirme que no lo sabías? Si hubieras investigado como es debido mientras dabas un agradable paseo por el continente demoniaco, puede que hasta hubieras encontrado a Zenith o a Lilia... Maldita sea.....


"Jejeje... si estás de ese humor es porque todavía no le has visto."


¿Qué te parece tan gracioso, Gisu?

Mientras se reía tan frivolamente, creo que pidió algo, imagino que alcohol, conociéndole. Le gusta beber más que a Talhand y eso que es minero del carbón (Enano)...

Mushoku05 06.png

"Paul, mueve tu culo mañana hasta el gremio de aventureros."

"¿Por qué debería?"

"Porque así podrás conocer a una persona interesante."


¿Una persona interesante...? ¿Alguien que supuestamente debería animarme? Si tenemos en cuenta que Gisu vino a verme específicamente hoy... que es el mismo día que me encontré con...

Tras enlazar los hechos, comprendí a quién se refería.


"Ah... Ludy, ¿no?"


Tras escucharme, el cara mono dejó de estar tan risueño, y comenzó a rascarse la parte trasera de la cabeza.


"Vaaaya, ¿ya te enteraste?"

"Le vi."

"En ese caso, ¿por qué no estás más animado? ¿os peleasteis o algo?"


¿Una pelea? Bueno....sí, una pelea. No llegó a tanto como para considerarlo una pelea... pero sí. Puta sea... ahora que lo he recordado me vuelve a doler todo.


"A ver, Paul, cuéntame lo que pasó."


Con su cara amistosa, Gisu se sentó a mi lado.

Desde siempre, al tipo este se le ha dado bien escuchar los problemas de los demás. Imagino que también en esta ocasión, aunque parezca un entrometido, en realidad está preocupado y quiere echar una mano.


"Tú mismo, pues mira, lo que ha pasado..."


Y tras eso, me puse a contarle a Gisu lo que pasó esta mañana. De cómo me alegré al encontrarme con Ludeus, y de cómo al escuchar cosas que no encajaban le pedí que me contara lo que estuvo haciendo; y de cómo el niño se puso a contarme lo del viaje con un tono súper alegre. Vamos, se puso a contar historias sin importancia como chuleando. De como le dije que en lugar de ponerse a contar batallitas, que si no debia haber estado haciendo algo más importante, y de cómo en lugar de darme la razón se cabreó y se puso a atacarme. De como se atrevió a insinuar que había sido infiel y como yo me enfadé. Y de como nos pusimos a pelear y me dio una paliza.

Durante mi charla, Gisu no me interrumpió en ningún momento y simplemente asentía en puntos concretos, diciendo cosas como Entiendo o Ya veo; me dio la impresión de que me daba la razón y de que comprendía lo sucedido, pero al terminar me dijo.


"Una cosa, corrígeme si me equivoco, pero... ¿no te parece que esperas demasiado de tu hijo?"

"¿Huh?"


Noté que había alzado la voz ante sus palabras con un tono un tanto bobalicón.

¿Esperado demasiado? ¿A qué te refieres? ¿O de quién se supone que espero demasiado?

"¿Dices que yo... espero demasiado de Ludy?"

"Eso he dicho, no sé, piénsalo y responde."


Mientras yo me mantenía como anonadado por las palabras de Gisu, él siguió su charla.


"El niño ese es sorprendente, en serio, nunca en mi vida vi a nadie que conjurase en silencio, y cuando me contaron que él solo había acabado con docenas de monstruos el año pasado pude sentir un escalofrío recorriendo mi espalda. Ten por seguro que Ludeus es uno de esos niños prodigio de los que nace solo 1 cada 100 años."


Pienso igual, Ludy es prodigioso, un genio, un superdotado... desde niño ha sido del tipo de persona que podía hacer cualquier cosa. Hubo un tiempo en el que todavía pensaba que algunas cosas se le darían mal, pero fue capaz hasta de conseguir que Philip le ofreciera la mano de su hija. El mismo Philip que no podía ni verme...


"Vaya, pienso lo mismo, ese chico es sorprendente. Si desde que tenía 5 años-"

"Pero eso no quita que siga siendo un mocoso."


Dándome la impresión de que este era el punto importante de nuestra conversación, decidí no decirle nada por haberme cortado.


"Ludeus sigue siendo un mocoso de 11 años, Paul."


Gisu repitió sus palabras haciendo hincapié en ellas, para que les prestara atención.


"Si no, mírate a ti, ¿no se supone que te fuiste de casa cuando tenías 12 años?"

"Así es."

"¿Y no solías decir que hasta los 12 años, todos son unos mocosos?"

"¿Y qué tiene que ver eso ahora? ¿qué me quieres decir?"


Ludy me ha dado una paliza hoy... es cierto que yo iba bebido, pero aun contando con eso, es innegable que se ha hecho fuerte, porque aunque iba bebido, no me contuve. Aunque al principio me contuve, llegué a usar el estilo Nórdico Celestial cuando me lancé en Forma Cuadrúpeda, y hasta tuve que utilizar el Corte Mudo... y aun así, lo único que conseguí fue cortar las bragas que llevaba puestas en la cara...

Y por si fuera poco, durante todo ese rato, Ludy no se lo tomó ni en serio, y la prueba es que ninguno de los compañeros de mi grupo sufrió más que rasguños. Ese niño estaba jugando con nosotros y aun así, yo perdí contra él; soy incapaz de saber lo fuerte que es ahora. Si hasta con 7 años era más espabilado que yo a su edad, y encima como están las cosas ahora, físicamente debería de estar más cuidado que yo, por no hablar de que también tiene la mente más lúcida que la mía. Pero vamos, no me sorprende que sea mejor que yo en todo, ¿qué tiene que ver eso con su edad?


"Paul, ¿qué hacías tú cuando tenías 11 años?"

"¿Eh?"


Si lo recuerdo bien... aprendía el Filo Celestial en casa. Básicamente, todos los días mi padre andaba enfadándose conmigo, hasta cuando me esforzaba; se ponía a pegarme quejándose de las cosas que hacía mal.


"¿Te crees capaz de sobrevivir en el continente demoniaco a esa edad?"

"Jah, Gisu, ¿te estás intentando quedar conmigo? Pero si Ludy llevaba un escolta poderoso de la raza demoniaca... encima sabe el idioma humano, el del Dios Demonio, y hasta el del Dios Feral... ¡Pero si su escolta era capaz de cargarse a un monstruo de rango A de un solo golpe, menudo monstruo llevaba de aliado el chico! Vamos, así, cualquiera habría sido capaz de pasearse por el continente demoniaco como si fuera por mitad de un parque."

"Imposible, nada más lejos; te aseguro de que tú no podrías haberlo hecho; es más, si hoy mismo te fueras al continente demoniaco, serías incapaz de volver con vida."


Rechazó mi opinión al mismo tiempo que intentaba asustarme.

Este Gisu no ha cambiado nada, esa sonrisa frívola suya es tan molesta como siempre.


"¡¡Jah!! ¡Pues más razón todavía! Ludy fue capaz de hacer algo que para mí es imposible, ¡es un prodigio, un genio! Menudo hijo tan especial tengo, ya es todo un hombre. ¿Qué más puedo decir? ¿Acaso es un error esperar mucho de una persona con semejante talento? ¿Eh, Gisu? Dime, ¿me equivoco?"

"Te equivocas, en estas cosas siempre te equivocas."


Sin dejar de reírse frívolamente se puso a darle un buen trago a la cerveza que le sirvieron.


"Puaahh... ¡Que bien sienta! En el Gran Bosque no te sirven nada como esto..."

"¡Gisu!"

"Que sí, que sí, no grites."


Gisu dejó caer la jarra sobre la mesa dando un golpe al apoyarla, tras lo que se puso a hablar con un tono serio.


"Paul, tú nunca has estado en el continente demoniaco, ¿me equivoco?"

"¿Y qué?"


Es cierto que nunca he ido al continente demoniaco, aunque, claro está, he escuchado muchos rumores de mano de varias personas, sobre que es una terreno peligroso, o sobre que te encuentras monstruos aunque vayas por las rutas principales, o sobre que si no te alimentas de la carne de los monstruos no se puede sobrevivir.

Pero, ¿y qué si hay muchos monstruos? Ni que ese fuera un problema.


"Para tu información, yo nací en ese continente, así que, adelante, pregúntame, Gisu, ¿qué tiene de peligroso el continente demoniaco?"

"Ahora que lo pienso, no recordaba eso de ti, pero dime, ¿qué tiene de peligroso?"

"Lo primero, que no hay caminos como tal, sino algo así como rutas; no tienen nada que ver con las que puedes encontrar en Milis o en el continente central, no existe ninguna ruta libre de monstruos; vayas por donde vayas, te acabará atacando algún monstruo de rango C o superior."


Sabía lo de los monstruos, más o menos, pero ¿rango C?

Un monstruo de rango C solo lo puedes encontrar en las profundidades de los bosques en el continente central; poseen esa categoría porque por lo general o atacan en grupos o poseen alguna habilidad especial.


"¿No estás exagerando un poco?"

"No, eso es un hecho sin ninguna pizca de exageración, para que entiendas el tipo de continente que es el demoniaco; pero bueno, básicamente, hay muchísimos monstruos."


La mirada de Gisu me confirmó que hablaba en serio.

Aunque bueno, sé que aunque se ponga así de serio, es capaz de mentir de forma convincente; lo ha hecho antes. No dejaré que me tome el pelo."


"En un lugar como ese, por mucho que se le pueda llamar un prodigio, un niño chico sin ninguna experiencia en combate acabó de repente."

"Ya veo..."


Cuando habla de alguien sin experiencia en combate, seguramente se esté refiriendo a Ludy... Y ahora que lo pienso, es cierto que no me llegaron rumores de que hubiera estado en ninguna pelea real, salvo que habilidosamente fue capaz de deshacerse de unos secuestradores, eso y que la única forma que tenía de vencer a Ghyslaine era alejándose mucho de ella; y no conozco a ningún espadachín mejor que Ghyslaine... Por eso, siempre que Ludy pueda alejarse lo suficiente, no debería perder ni contra 1000 hombres; ¿qué más da que tenga experiencia en combate o no? Además, por lo que cuentan, el Dios Nórdico actual, Aleksander Ryback Karlmann, fue capaz de vencer a un Emperador del Filo en su primer combate real.


"En esa situación, apareció un adulto que les iba a ayudar. Un hombre de la raza demoniaca que sin lugar a dudas era poderoso; un Supard, ya sabes, de esos Supard."

"Sí."


Raza Supard... es algo que me cuesta creer, la verdad. Por lo que sé, no queda casi ningún Supard vivo, ni en el continente demoniaco.


"En una situación tan confusa y complicada como esa, el chico vio ante él una persona a la que podía pedirle ayuda, alguien que se había encontrado nada más despertarse. Pero claro, los Supard son peligrosos y dan miedo, y como no sabía cómo reaccionaría si rechazaba su ayuda, ni si podría regresar vivo, aceptó la mano que le ofrecía."

"Sí, bueno... supongo."

"Pero, al aceptar esa ayuda, el listo de Ludeus pensaría lo siguiente ¿Qué es lo que este tío quiere realmente?"


Es muy posible, es más, me extrañaría que Ludeus no pensara así al ver a un desconocido que ofrece ayuda. A mí ni se me pasaría por la cabeza, pero es un chico espabilado en esos temas... todavía recuerdo su actitud cuando ayudó a Lilia para que Zenith no la echara... no es algo que puedas esperarte de un niño.


"Pero claro, no tenía forma de saber con seguridad lo que el desconocido buscaba."


Tiene sentido. Muchas veces es imposible saber lo que de verdad pretenden las personas que se te acercan, si no, mira a Gisu...


"Se pensaría que aunque ahora viniera a ayudarle, es posible que llegado el momento me acabe traicionando de alguna forma; y así fue a Ludeus se le ocurrió lo siguiente Si quiero que no me traicione, tengo que ofrecerle algo a cambio."

"¿A qué viene eso? ¿Algo a cambio? ¿Con eso será suficiente? Jeje..."

"No te rías de él; lo he descrito como algo a cambio, pero fue más como un favor desinteresado, es algo que puede llegar al corazón, algo que pueda hacer que surja camaradería, entiéndelo de esa forma."


¿Algo que permita que surja camaradería? Eso podría funcionar... si ese fue el motivo, tendría sentido lo que Ludy hizo. Le ofreció al Supard algo a cambio de su protección, al mismo tiempo que mejoraba su habilidad en caso de tener que quedarse solo. Es bastante lógico, es más, podría considerarse la forma más segura de hacerlo. Vaya, ese chico es un prodigio...


"Meh... si lo tenía tan pensado, ¿qué le impedía haber hecho más en su viaje?"


Tras decir esas palabras, Gisu me puso la mano abierta delante y uno a uno fue dándome motivos.


"Era su primera vez en ese lugar; su primera aventura; por inteligente que fuera, había demasiadas cosas que no sabía; para sobrevivir, tuvo que aprender a base de golpes; y por si fuera poco, tenía que depender de un desconocido de la raza demoniaca que no sabía si le traicionaría o no; sin contar con que llevaba a sus espaldas algo similar a una hermana pequeña a la que debía proteger de todo."


Sin cambiar el tono, fue contando con sus dedos; al final, acabó necesitando su segunda mano, con un puño completamente cerrado.


"Si hubiera sido capaz encima de pararse a buscar a otras personas que fueron teletransportadas, no sería un prodigio, sería un superhombre. Vamos, que si hubiera hecho todo eso, no me extrañaría que apareciera entre los 7 Campeones Mundiales."


Vaya... Los 7 Campeones Mundiales... qué recuerdos. De pequeño, soñaba con aparecer en esa lista algún día... Vamos, puede que sea porque soy su padre y espero mucho de él, pero creo de verdad que Ludy podría llegar a aparecer en ella...


"Hubiera sido claramente excesivo por mucho que Ludeus sea un prodigio, como bien sabes, los humanos tienen límites."

"Pues explícame como una persona que supuestamente está rozando el límite de lo que es capaz, es capaz de contar su historia de un modo tan animado. Lo mires como lo mires, dio más la impresión de un niño malcriado entrando en un Laberinto y dar una vuelta antes de salir sin adentrarse, para dedicarse a fanfarronear sobre ello."


Si de verdad fue tan duro para Ludy, no lo habría contado con ese tono, y se habría dedicado a explicarme lo duro y difícil que fue su viaje; en cambio, lo único que me contó fueron sus aventuras en un tono alegre. No me creo que su viaje haya sido tan duro como me está diciendo Gisu.


"Lo hizo de esa forma porque no quería preocuparte."

"...¿huh?"


Mi voz volvió a salir con un tono bobalicón ante la respuesta tan inesperada.


"¿Por qué iba a preocuparse por un tipo como yo? ¿Acaso soy un pobre viejo, o qué?"

"Vaya, eres un pobre viejo, Paul."

"Meh... ya veo. Tienes toooooda la razón, soy un pobre y enclenque viejo que ahoga sus penas en alcohol por tonterías, seguro que al verme alguien como el alabado prodigio sentiría lástima por mí."

Y suspirando, Gisu dijo.

"No hace falta ser un prodigio para sentir lástima por ti, te ves fatal, Paul. Te lo voy a decir una vez, por no traerte un espejo, pero tienes una cara horrible."

"¿Te vas a poner del lado de mi hijo?"

"Vaya, hasta el punto de que no me importaría si no quisieras volver a hablar conmigo. Paul, pregunta a quien quieras, seguro que me dan la razón."


Me llevé las manos a la cara y pude notar el sonido de una barba descuidada crujiendo, indicando que llevaba varias semanas sin afeitarme.

Gisu quiso resaltar lo que intentaba decirme desde el principio


"Paul, lo diré una vez más; esperas demasiado de tu hijo."


¿Qué tiene de malo esperar mucho de tu hijo? Desde que nació, Ludy ha sido perfecto en todo, hasta el punto de que me tiraba de los pelos intentando ser un buen padre, viendo que no necesitaba un padre como yo para ayudarle. Nunca le hice falta.


"Eh, Paul, una cosa, ¿por qué simplemente no te alegraste de reunirte con él? ¿No es eso lo importante? ¿Qué más da el tipo de viaje que hubiera tenido? Como si se ha dedicado a vivir despreocupadamente; como si hubiera estado viajando mientras se dedicaba a tontear con mujeres, después de todo, sois familia... Pero lo primero que deberías haber hecho, era alegrarte de que hubiera vuelto sano y salvo."

"..."


Opino lo mismo; es más, me alegré muchísimo al principio...


"O dime, ¿hubieras preferido que volviera mutilado de alguna forma? Sabes lo probable que era que te reencontraras con tu hijo muerto, ¿no es así? Bueno no, porque en el continente demoniaco, no suelen dejar ni un cadáver para llorarlo."


¿Ludy muerto? Me cuesta creerlo, después de verle hablar tan alegremente, contando batallitas increíbles; pero lo cierto es que apenas un par de días antes, ¿no me desperté en medio de la noche tras soñar que lo encontraba muerto...?


"Ahh~h, pobre chico... Tras sobrevivir sorprendentemente a un viaje tan largo, cuando por fin consigue reunirse con su padre, se entera de que su padre se ha vuelto un alcohólico estúpido e inútil. Si algo así me pasara a mí, ni me pensaría cortar toda relación con él en el acto."


Tcht... mira que está aprovechando la situación para decir todo lo que le venga en gana...


"Ya lo he entendido, Gisu, y tienes una gran parte de razón, pero hay algo que no encaja en lo que me has contado."

"¿Qué cosa?"

"¿Cómo es posible que Ludy no supiera lo que le había pasado a la aldea Bonna? Yo mismo me encargué de que lo publicaran en el gremio de Puerto Santo."


Al fijarme en su rostro, pude ver que tenía algo en mente, es la cara que tiene cuando oculta algo.


"Es probable que tuviera mala suerte y no lo viera, ¿no?"

"Gisu, ¿dónde te encontraste a Ludy? ¿No se supone que lo viste en Puerto Santo?"


Personalmente, no tengo ni idea de donde se ha metido Gisu en todo este año, ni qué ha estado haciendo; pero es un hecho que Ludeus llegó al continente por el norte, y las ciudades más grandes que hay en esa dirección son... no, solo hay una, Puerto Santo, y en esa ciudad está el mensaje en el gremio avisando de los desaparecidos y de donde me encontraba, además de otros miembros de nuestro grupo de búsqueda que intentan informarse de pasajeros de viajes que puedan estar relacionados con los desaparecidos. Y como son aventureros, no hay forma de que no hayan pasado por el gremio ni una sola vez.


"Jum... me encontré con Ludeus en la aldea Dordia. Fue toda una sorpresa, la verdad, por lo visto le habían encarcelado por ser sospechoso de abusar de la Bestia Santa y me lo encontré allí totalmente desnudo."

"¿Que te lo encontraste desnudo y encarcelado en una aldea de los feral...? ¿En serio?"


Ghyslaine me contó algunas historias de su aldea, y por lo visto, los de Dordia conciben como la mayor humillación posible que te encierren en prisión, totalmente desnudo, encadenado y que te empapen con agua helada de vez en cuando. Aunque por lo que me contó, no es algo que le hagan a extranjeros, y si lo hicieran sería por un crimen contra toda la aldea.

Recuerdo que en una ocasión, de broma, le tiré agua a Ghyslaine y se enfadó muchísimo conmigo.


"Entiendo... ¿y cómo acabó?"

"¿Eh? ¿Tu hijo no te contó esa parte?"

"Solo fui capaz de escuchar hasta la parte en la que dejó el continente demoniaco."


Joder, se me olvidó preguntarle por qué no vio el mensaje en Puerto Santo, mira que no preguntarle algo tan importante... ¿por qué hice eso? Ah, ya... dejé de escucharle porque me enfadé. Maldita sea... siempre me pasa lo mismo, pierdo los estribos demasiado rápido. Bueno, relájate, piensa, Ludy es muy listo, pero dime, ¿cómo es que no se enteró de los desaparecidos en Puerto Santo? Con que hubiera estado unos días allí, se habría acabado enterando aunque fuera por rumores, así que básicamente, ocurrió algo en Puerto Santo que le impidió enterarse; por lo que dice Gisu, algo con los de Dordia suficientemente grande como para que lo capturaran... siendo algo tan importante, es probable que hayan llegado aunque sea rumores... piensa, piensa... algo grande en Puerto Santo...


"No te preocupes, aunque realmente yo tampoco sé todo lo que pasó; mientras estaba en la aldea de los Mirdett, me llegaron rumores de un mocoso humano que había sido encarcelado en la aldea Dordia."

"¿Hm? Un segundo... eso último, ¿me lo puedes repetir? ¿Dónde dices que estabas?"


¿Aldea Mirdett? Si no me equivoco, los Mirdett son una raza feral... creo que los que tienen orejas de conejo.


"La aldea de los Mirdett, un patriarcado bastante extendido que hay en el Gran Bosque, y..."


La explicación de Gisu se alargó un poco y me estaba molestando; llegué incluso a querer decirle que era suficiente, pero como está relacionado con Ludy, me controlaré y escucharé hasta el final.

No me gustaría meter la pata 2 veces el mismo día por no ser capaz de aguantar una conversación y cabrearme antes de llegar a la parte importante.

La explicación de Gisu terminó y tras compilarlo todo...


"Gisu, en resumen... ¿me estás diciendo que ibas por las aldeas del Gran Bosque, haciéndoles llegar información sobre que si encontraban humanos perdidos los mandaran a Milis-Sion?"

"¡Así es! Jeje... que no te dé vergüenza darme las gracias."

"Sigue soñando..."


Es cierto que de vez en cuando venía gente de Fedora provenientes del Gran Bosque... pensé que simplemente es porque habían llegado rumores, pero ahora tiene sentido, fue gracias a este tío.


"Bueno, dejemos eso por el momento."

"Sí, mejor."


Le dije eso con la intención de pedirle más detalles en otra ocasión, pero sentía que era mejor aparcarlo para más adelante.


"Bueno, eso, que escuché que un crío humano había sido encarcelado, y me imaginé que podría ser uno de los teletransportados, así que me dirigí a la aldea Dordia. No es por presumir, pero tengo contactos por todas partes, incluso en la aldea Dordia; le pedí a un guerrero de esa aldea, que es amigo mío, que me metiera en prisión para ver al chico."

"Un momento... ¿había alguna necesidad de que te metieran en la prisión para verle?"

"Fue por si fuera necesario ayudarle a escapar, lo que sé de esas cárceles es que es más fácil escapar desde dentro que desde fuera."


Mi pasado con Gisu me hace recordar lo bien que se le daba escapar de la cárcel.

Recuerdo cuando en una ocasión salió por la puerta principal poco después de que le encarcelaran por hacer trampas en apuestas...


"Pues ahora viene lo mejor, llegué con la idea de encontrarme a un pobre niño humano llorando por haber sido c-capturado, t-totalmente h-h-mufu-hundido... mufufujaja..."

"¿Qué te pasa? ¿De qué te ríes?"

"Y voy, y me lo encuentro tumbado plácidamente, totalmente desnudo, mirándome seriamente... y va y me dice Bienvenido al punto más alto en tu vida... tal cual, ¿te lo puedes creer? ¡Me quedé pasmado sin saber cómo responderle a eso! ¡Jajajaja!"


Gisu se puso a descojonarse delante mía.


"Pues... no le veo la gracia..."

"Pues la tiene... es más, nada más verle, supe que ese chico era hijo tuyo."


¿Qué tiene de gracioso? Es más... ¿cómo pudo estar seguro de que era hijo mío solo con eso?


"Era clavadito a como eras en los viejos tiempos. La forma en la que actuaba tan insolemente en nuestro primer encuentro, esa arrogancia sin sentido, hasta la forma en la que le flirteaba con la guardia de los feral... Todavía recuerdo como le decía Puedo oler que estás excitado... ¡Y él, aunque le hubiera dicho eso y supiera que le habían pillado, no tuvo reparos en seguir actuando del mismo modo con ella!"


La escena le pareció tan graciosa de recordar, que volvió a reírse con todas sus fuerzas durante un rato.

Parece que se está metiendo con como era hace unos años, me empiezan a pitar los oídos[33]...


"Bueno, lo cierto es que tardé algo más en estar seguro del todo."


Tras decir esto, Gisu le dio un buen trago a su jarra.


"Bueno, ahí lo tienes, por eso no llegó a escuchar lo de Bonna, por lo visto no llegó a pisar Puerto Santo."

"¿Hmm? No corras tanto, Gisu, si tú compartías celda con él, deberías-"


Habérselo explicado tú mismo.


"Como sabía que se dirigía a Milis-Sion no quise joderle la sorpresa.... Pero bueno, ahora que está todo dicho, yo me voy y ustedes 2 habláis lo que tengáis que hablar."


Casi sin dejarme reaccionar, Gisu quiso terminar la charla, se levantó de su asiento preparándose para irse.


"Eh, no te vayas, todavía no me has explicado todo."

"Ah, casi se me olvida, por lo visto, Elinalise y alguno más se dirigen al continente demoniaco. Me han llegado varios rumores de una devora-hombres de los orejas puntiagudas (elfos) en Puerto Santo, así que la información es de fiar."

"¿Elinalise? ¿Ayudándome?"


Daba por hecho que ella sería la que más me odiaba de nuestro antiguo grupo.


"Jejeje... por mucho que se encabezone en decir lo contrario, nadie del antiguo grupo te odia tanto como para no ayudarte en una situación como esta."


Y con estas últimas palabras, Gisu salió del bar; y como siempre, sin pagar.

Algunas cosas no cambian... pero bueno, por hoy te lo perdono, te invito a esta ronda. Habiendo bebido tanto hoy, mejor me acuesto ya y mañana intentaré hablar con Ludy.

Y cuando llegaba a una conclusión, Gisu regresó rápidamente y me dijo lo siguiente.


"Casi se me olvida, no bebas más, duerme, y mañana, estando sobrio, te acercas a la posada Luz del Alba, ¿entendido?"

"¡Que sí, coño!"


Mira que volver solo a decirme eso...

Suspirando, suelto mi jarra sobre la mesa.

Ahora que lo pienso, últimamente he bebido más de la cuenta... ¿por qué perdí el tiempo con algo semejante? Todavía me quedan muchas cosas por hacer...


"Esto.. Paul-buchou, ¿ya habéis terminado? Me gustaría hablar con usted."


Mientras pensaba, una mujer en solitario se acercó hasta a mí mostrándose un tanto cabizbaja. Por un segundo no la reconocí, quizás por lo borracho que estaba, pero pasado ese tiempo, comprendí que se trataba de Vera, una de las miembros del grupo de búsqueda.


"Claro, sin problema... aunque dime, es raro verte vestida de una forma tan... moderada."

"Sí, es sobre eso..."


Vera afirmó sin entrar en detalles antes de sentarse en la misma silla en la que Gisu estuvo anteriormente. Es raro, pero hoy no está vistiendo esa ropa tan estimulante y algo exhibicionista, sino que va vestida más como la típica y nada desentonante chica de ciudad.


"Me preguntaba... si esa pelea a mediodía pudo ser... por mi culpa."

"¿Por tu culpa? ¿A qué te refieres?"

"No sé... esto... como suelo ir de.. esa forma... ya sabes, tu hijo al verme... no sé, quizás hubiera pensado lo que no es..."

"No te preocupes, no tuviste nada que ver. Ese chico hubiera sospechado de ti llevaras lo que llevaras en cuanto hubiera sabido tu talla de pecho."

La forma de vestir tan exhuberante de Vera tiene un motivo concreto. Al principio era una simple aventurera, pero se vio teletransportada a Milis sin ninguna pertenencia y unos maleantes la capturaron y usaron para divertirse.

Lo general en esos casos es que la persona se cierre en banda, pero Vera poseía una voluntad de hierro y fue capaz de salir adelante.

Muchas otras mujeres no fueron capaces de superarlo y continuar con su día a día, como fue el caso de Shera, la hermana pequeña de Vera.

Esa pequeña... solo con cruzar miradas con un hombre cualquiera se echa a temblar hasta casi desmayarse. Con algunos en el grupo no le pasa, pero la gran mayoría...

Vera, con la intención de proteger a esas jóvenes desoladas de miradas ajenas, hizo todo lo posible por atraer la atención de los hombres, utilizando en este caso, su figura y su vestimenta.

Sin contar que es capaz de apoyar al resto de mujeres que han sufrido ese tipo de experiencias... es una mujer excelente. Yo, personalmente soy incapaz de comprender como piensan o se sienten las mujeres que han sufrido esos abusos, ni de ayudarlas, pero para mí, Vera es una compañera insustituible e indispensable. Pero entre nosotros no ha habido ni habrá una relación física, ni tengo intención ni sería capaz, y menos en una situación como esta.


"Pero eso, no tuviste nada que ver, ¿querías decirme algo más?"

".... No."


Notando que Vera parecía no creerme demasiado y que quería decir algo más, volvió a una mesa en la que varias mujeres estaban sentadas juntas.

Fijándome mejor, varias miradas repartidas por todo el bar están centradas en mí, mirándome con cierta preocupación.


"Cuanto entrometido... ¡Dejad de mirarme de esa forma! ¡Mañana iré a hablar con él! ¡Ahora dejadme en paz!"

Tras esas palabras, me levanté de la mesa que tantas horas me ha acompañado hoy y me dirigí a mi habitación.



2ª Parte


Al entrar en la habitación, encontré a Norn durmiendo sola, tumbada sobre la cama.

Me senté en una mesita que había en el cuarto y me llené un vaso con agua y le di un buen trago; noté el agua algo recalentada llegando a mi seco y algo indispuesto estómago. Pude notar como poco a poco la borrachera iba desapareciendo.

Ya no me acordaba de lo malo que he sido siempre con el alcohol, se me sube enseguida, aunque no me dura demasiado ni aunque no pare de beber...

Poco a poco fue pasándoseme el efecto del alcohol y mi cabeza empezó a espabilarse. Me acerqué a la cama y me puse a jugar con el pelo de mi pequeña que andaba durmiendo en la cama pero agarrando con fuerza las sábanas.

Norn siempre me dio algo de lástima, tuvo que quedarse con un padre tan inepto como yo; estoy seguro de que hay muchas cosas que quiere decirme, pero nunca ha soltado ni una sola queja, y siempre se ha portado bien............ Si hubiera muerto o se muriera ahora, no podría seguir adelante...


"Nmmu... Papá..."


Pude oír a Norn decir esas palabras, pero sigue dormida, así que intuyo que habla en sueños.

Es una niña normal y corriente, no es como Ludy; si no la protejo....


"..."


Si Ludy no fuera tan especial, es posible que estuviera durmiendo aquí ahora mismo... no habría sido un tutor particular, se habría quedado viviendo con nosotros, hubiera sido teletransportado, podría haberse agarrado a mí como Norn... no es difícil de imaginar la posibilidad. Pero imaginar a un Ludy como un niño normal... un niño de 11 años normal y corriente... No sé lo que tendría que hacer para protegerles a ambos, ¿qué tendría que llegar a ....?

Mis piernas se pusieron a temblar en cuanto llegué a este punto, porque por fin comprendí lo que Gisu quiso decir con un mocoso de 11 años.

Tiene razón... ¿qué más da que sea un niño normal o un prodigio? ¿qué importa eso? Sigue siendo mi hijo... ¿Acaso le habría dicho a Norn lo mismo que a él si la genio hubiera sido ella? Imagínate a una Norn prodigiosa que ha estado viajando sin preocuparse por nada y alegremente... ¿acaso le habría dicho lo mismo que le dije a Ludy? Dime, Norn, ¿habría esperado tanto de ti también aunque hubieras sido una prodigio?

Con esa idea en la cabeza, era incapaz de dormir, ni siquiera pude tumbarme en la cama; no podía creer lo que había hecho. Salí de la posada y cogí un barreño con agua que tienen preparado por si hubiera incendios, y metí mi cabeza entera dentro.

Me viene a la mente la cara de asqueado que puso Ludy mientras salía del bar..

¿A quién estaba mirando Ludy con esa cara de asco?

Observo el rostro que se refleja en el agua del barreño y lo que veo es la cara de un hombre inútil y estúpido, la persona menos indicada para ser padre en todo el mundo.


"Jah... Gisu tenía razón... doy muchísima pena..."


Viendo un padre así y después de semejante bronca sin sentido... si fuera yo, no volvería a hablarle a un hombre así en la vida.


3ª Parte


-- Desde el punto de vista de Ludeus --


A la mañana siguiente y tras levantarme algo más tranquilo, bajé a desayunar a una especie de bar que había junto a nuestra posada.

Compruebo que la comida aquí en Milis-Sion no está nada mal.

Ha ido mejorando desde que pasamos por el Gran Bosque, da la impresión de que cuanto más vayamos avanzando más rico sabrá todo...

El menú del día es pan recién horneado y una sopa de un tono claro sabrosamente especiada, junto una ensalada de verduras frescas y para rematar unas tiras gruesas de bacon.

Anoche me lo perdí, pero por lo visto las cenas incluyen, de todas las cosas posibles, un postre. Por lo visto es una gelatina que se ha puesto de moda entre jóvenes aventureros.

Lo espero con ansias... pero vaya... la comida la verdad es que alegra. Cuando tienes hambre te enfadas más fácilmente y cuando te molesta algo pierdes las ganas de comer lo que lleva a tener más hambre aún... Menudo círculo vicioso se monta. Hasta un androide se enfadaría cuando está hambriento.


"¡Irasshaimase!"


Mientras andaba absorto en mis pensamientos y me deleitaba con algo así como un café que me habían servido tras la comida, el dueño del bar se giró hacia la entrada y le dio la bienvenida a alguien.

Observándolo yo también, vi a un hombre en la puerta, cansado y con mala cara; cuando me fijé en su cara, me quedé claramente estupefacto. Ese hombre echó un vistazo por todo el bar hasta que su mirada me encontró.

Llegados a este punto, las emociones que sentí el día anterior volvieron a resurgir, y eso que no habíamos empezado a hablar aún, lo que me llevó a apartar la mirada y evitar mirarle a los ojos.


"..."


En cuanto vieron mi cambio de actitud, mis 2 compañeros de mesa se dieron cuenta rápidamente de quién se trataba. La reacción de Ruijerd fue enarcar una ceja, la de Eris, levantarse bruscamente.


"¿Quién ha sido...?"


Eris pareció buscar con la mirada a quien me había hecho ponerme así, y el causante se acercó a nosotros...

Al darse cuenta, se puso frente a él, colocándose entre nosotros; con su pose característica, sus brazos cruzados, sus piernas separadas alineándose con sus hombros y levantando la barbilla. Con esa actitud tan autoritaria le lanzó una mirada de odio al recién llegado.


"Paul Greyrat, el padre de ese chico."

"¡Como si no lo supiera!"


Alcé la vista y me encontré con la espalda de Eris, pero pude escuchar una voz dirigirse a mí con un tono sarcástico.


"¡Vaya, vaya, Ludy, ¿ahora vas por ahí escondiéndote detrás de señoritas? No sabía que eras de esos."


Su forma de hablar y el tono con el que me estaban hablando me hicieron relajarme un poco.

Ya casi lo había olvidado... pero esas son las típicas bromas que me hacía Paul; qué recuerdos...

Sentí que esa forma de hablarme y el haber venido a primera hora específicamente a su bar, era su forma de indicarme que quería hablarme tranquilamente.

Supongo que tampoco pasa nada por charlar un rato con él.


"¡Ludeus no se esconde a mi espalda! ¡Soy yo la que está protegiendo a Ludeus de un padre horrible!"


Pude ver como Eris estaba temblando mientras sus nudillos se ponían blancos de lo fuerte que tenía cerrados los puños, no me extrañaría que en cualquier momento le lanzara un par de puñetazos a Paul a la cara; por lo que le hice un gesto a Ruijerd con la mirada.

Al verme, se acercó a Eris y la cogió del cuello de su camiseta, levantándola casi sin esfuerzo.


"¡¡Pero qué..!! ¡Ruijerd! ¡Suéltame!"

"Dejémosles hablar a solas."

"¡¿Pero no viste como estaba Ludeus ayer?! ¡¿Qué padre le haría eso a su hijo?!"

"No lo digas así, porque justamente eso son cosas de padres."


Mientras decía esas palabras, Ruijerd fue saliendo del bar con Eris todavía agarrada. Pero conforme se acercó a Paul, mirándole le dijo de pasada lo siguiente.


"Sé qué tienes cosas que decirle, pero recuerda que esas cosas solo se le pueden decir porque tu hijo está vivo."

"S-Sí..."


Las palabras de Ruijerd fueron intensas... seguro que él mismo se ve como el peor padre del mundo; quizás al ver a otro padre cometiendo errores quiso ayudar a su manera.


"Ludy, no vayas dándole órdenes a personas mayores..."

"No es eso, no le di ninguna orden, simplemente le pedí un favor con la mirada."

"¿Qué tiene de diferente...?"


Con esas palabras, Paul se sentó frente a mí en la mesa.


"Ese es el hombre de raza demoniaca del que me hablaste ayer?"

"Sí, ese es el Supard Ruijerd."

"Así que un Supard... Pues me ha parecido un buen tipo, la verdad; imagino que los rumores no son tan ciertos como van por ahí diciendo."

"¿No te da miedo?"

"No seas tonto, ¿cómo me va a dar miedo la persona que ha protegido a mi hijo?"


Su actitud y opinión es muy diferente a la de ayer, aunque... no quiero andar por las ramas.[38]


"Bueno... ¿para qué viniste?"


Me salió un tono mucho más duro del que tenía en mente, a lo que Paul reaccionó quedándose algo bloqueado.


"No... Esto... Quería... pedirte perdón."

"¿A qué te refieres?"

"Por lo de ayer."

"No es necesario que te disculpes."


Agradezco las disculpas, pero después de utilizar el pecho de Eris como almohada y dormir bien, ya he visto en qué me equivoqué.


"Para ser sincero, siento que tenías razón en que me he tomado el viaje como un juego."


Dejando de lado los problemas al principio, una vez que conseguimos adaptarnos, llegué a tener suficiente tranquilidad como para perder el tiempo pensando en espiar a Eris y cosas similares. No puedo negar que fue error mío no reunir información sobre el incidente de Roa, ya que como mínimo, Roa pudo sufrir la teletransportación como nosotros. Es cierto que me fue imposible hacerlo en Puerto santo, pero en Puerto Brisa estuvimos mucho tiempo buscando a los contrabandistas, podía haberle preguntado al intermediario o a cualquier otro informador, pero como ni pregunté ni me informé, fui incapaz de obtener esa información. Eso fue un error por mi parte.


"Por ese motivo, siento que es normal que te enfadaras, padre, ya que tú estuviste ocupado y preocupado todo este tiempo. Así que en lugar de disculparte tú, soy yo quien te pide disculpas."


Cuando pensé en el estado de ánimo de Paul y el estrés que pudo sufrir cuando ocurrió el incidente en la provincia de Fedora, con la familia dividida y sin saber donde se encontraban, soy incapaz de culparle por su actitud.

Si yo lo hubiera sabido antes, no habría estado tan poco preocupado durante el viaje; es cierto que estuve tranquilo y hasta animado durante el viaje...


"¿Cómo te vas a tomar un viaje así a broma, Ludy? Estoy seguro de que hiciste cuanto pudiste."

"No, en serio; me pude esforzar muchísimo más, casi fueron unas vacaciones..."


Sobretodo contando a Ruijerd... en cuanto salimos de Rikaris, el viaje se relajó bastante. Con su ayuda, era imposible que los monstruos nos pillaran desprevenidos, aun sin decirle nada hubiera sido capaz de mantenernos a salvo durante el viaje, y hasta evitar que Eris se metiera en problemas. Por eso, siento que me tomé el viaje muy cómodamente, como si jugara en very easy[39].


"Ya veo... unas vacaciones..."


No tengo ni idea de lo que Paul está pensando, pero lo que sí sé, es que le tiembla la voz.


"Siento muchísimo no haber encontrado los mensajes o avisos que dejaste en el gremio. ¿Qué era lo que tenían escrito?"

"Cosillas sobre que yo estaba bien y que si podías ir a buscar en la zona norte del continente central."

"Entiendo, en ese caso, cuando lleve a Eris de regreso a Fedora, iré a echar un vistazo por ese lugar."


Le respondí de manera automática, como si fuera un robot; las palabras salían de mi boca algo forzadas y secas.

¿Por qué estaré hablándole así...? Quizás estoy nervioso o tenso... Pero no lo entiendo, ya he perdonado a Paul y él me ha perdonado también a mí; puede que nuestra relación no sea como la de antes, pero la situación actual es grave... entonces... estaré nervioso porque el problema es grave... tiene sentido.


"Pero aunque diga eso, no sé demasiado sobre la situación actual en la provincia, ¿podrías contármelo una vez más, pero con más detalles?"

"...Claro."


Su tono también se notaba tenso, y pude notar que seguía algo tembloroso como antes.

Imagino que también estará preocupado... Aunque no sé, lo mismo es mi forma de actuar tan... directa la que no encaja. Puede que no podamos actuar como hasta ahora... ¿pero como es eso exactamente? Creo recordar que hablábamos de cualquier cosa sin pensarlo demasiado, pero no estoy seguro, quizás...


"¿Por dónde empiezo...?"


Con un voz bastante tensa, Paul me contó todo lo que ocurrió en la provincia de Fedora. De como los edificios habían desaparecido y que todos los habitantes de la provincia fueron teletransportado; del enorme número de muertos ya confirmados y del aun mayor número de desaparecidos.

De como consiguió reunir fondos para organizar un grupo de búsqueda con voluntarios; y aprovechar la sede del gremio de aventureros para reunir información sobre varias partes del mundo desde un único lugar. Aunque también me comentó que había otra base de operaciones del grupo de búsqueda que se encontraba en la capital del reino de Asura, organizada por el mayordomo Alphonse; por lo visto, todavía están dando apoyo monetario para los desaparecidos, para que puedan volver.

También me comentó que había estado dejando mensajes en varios lugares, con la intención de organizar e informar a quien quisiera ayudar a buscar a nuestra familia.

Entiendo mi responsabilidad en esto, siendo el hijo mayor de nuestra familia, que casi podría considerarse un adulto independiente. Bueno, realmente mi edad es la de un crío, pero como mínimo, espiritualmente me considero un adulto... Mierda, si hubiera visto ese mensaje, habría comprendido lo grave que era la situación, con Zenith, Lilia y Aisha todavía desaparecidas... Es posible que estén en alguna parte del continente demoniaco, las hemos podido dejar atrás...

Llegado a este punto, solo puedo lamentar lo que no hice, ya que debido a la prisa que nos dimos en el viaje, solo aguantamos 1 semana por ciudad.


"No le pasó nada malo a Norn, ¿verdad?"

"No te preocupes, por suerte cuando ocurrió todo estaba conmigo y fuimos teletransportados juntos."


Por lo que me está diciendo Paul, la teletransporación en este mundo se aplica a todas las personas que estén en contacto con quien sufra el hechizo, acabando todos en el mismo sitio.


"¿Y cómo está? ¿Está bien?"

"Sí, al principio estaba un poco confundida cuando aparecimos en un lugar extraño, pero ahora está mucho más animada y todos en el grupo la tratan con mucho cariño."

"Ya veo, me alegro."


Así que Norn está bien y además animada... me alegro mucho, la verdad; es la parte buena de esta situación tan horrible, no me quiero ni imaginar la situación si Norn estuviera mal... Pero por algún motivo, no me anima; mi mente sigue embotada.


"..."

"......"


La conversación se detuvo, y el ambiente se enrareció. Se siente extraño al pensar que mi conversación con Paul está siendo tan...

¿Tan qué? ¿Cómo era mi relación con él? Recuerdo que solía ser... no sé, mucho más... animada. No entiendo qué está pasando...



4ª Parte

La conversación siguió un rato más.

En un momento dado, Paul dijo algo a lo que no supe bien como responder; y empecé a dar respuestas tensas y cortas a las que no les daba mucha importancia.

Antes de que nos diéramos cuenta, los últimos clientes del bar éramos nosotros 2; no me extrañaría que el dueño se acercara para pedirnos que nos marcháramos para ir cerrando.

Creo que Paul también pensó esto, por lo que me dijo a continuación.


"Ludy, ¿y qué piensas hacer ahora?"

"Por ahora, lo que haré será llevar a Eris de vuelta a Fedora."

"¿Aunque no quede nada en pie?"

"Aun así, debemos regresar."


No nos queda más remedio que regresar. Aun sabiendo que todavía no han aparecido ni Philip, ni Sauros, ni Ghyslaine; aun sabiendo que no encontraremos Roa... Pero no tenemos alternativa.

¿El motivo? Pues que fue el objetivo de nuestro viaje desde el principio, y debemos alcanzarlo. Necesitamos llegar allí y ver con nuestros propios ojos la situación actual, para poder aceptar la situación. Después podríamos ir a la zona norte del continente, y de paso pedirle a Ruijerd que eche un vistazo en el continente demoniaco. O quizás sería mejor ir los 3 al continente Begarito, aprovechando que conozco el idioma.


"Después de Roa, buscaremos en otra parte."

"Comprendo."


Y con esto, nuestra conversación volvió a detenerse. Al menos yo, no sé qué decir.


"Tomad."


Justo en ese momento, el dueño del bar se acercó a nuestra mesa y nos puso unas copas de madera con un líquido que desprendía vapor.


"Invita la casa."

"Se lo agradezco."


Ahora que veía el líquido, noté que mi garganta estaba totalmente seca, mis puños estaban fuertemente apretados y podía notar el sudor acumulándose en la palma de mis manos. Mi cuerpo entero estaba empapado en sudor frío, y el flequillo se me había pegado a la frente a causa del mismo.


"Mira, chico, no sé todos los detalles, pero..."

"...¿?"

"Hazme un favor, y mírale a la cara."


Cuando lo escuché directamente de su boca, me di cuenta, por primera vez en todo el rato que llevábamos hablando, que no había mirado a Paul a los ojos ni una sola vez, pero no solo eso, no había sido capaz ni de verle la cara, desde el momento que aparté la vista en un acto reflejo.

Comprendiendo esto, tragué saliva con fuerza y levanté la vista para ver el rostro de mi padre.

Lo que pude observar fue una cara preocupada y que no sabía qué hacer, a punto de ponerse a llorar... una cara horrible.


"¿A qué viene esa cara?"

"¿Qué le pasa a mi cara?"


La sonrisa que me mostró Paul al hacerme esa pregunta no tenía fuerzas, sumado a su aspecto algo denigrado, parecía una persona distinta; aunque por alguna razón, sentía que había visto una cara parecida en alguna ocasión... No sabría decir cuándo, pero fue algo pasado... anterior a esto... Y lo recordé.

Recordé el día en que me encontraba en mi antigua casa, mirándome al espejo; llevaba ya 1 o 2 años desde que me encerré en mi habitación por lo que me hicieron en el instituto. Recuerdo que por aquel entonces todavía pensaba que saldría adelante, por mucho que fuera incapaz de salir a la calle, por mucho que tuviera un motivo para hacerlo, el pensar cómo me mirarían los desconocidos que se cruzaran conmigo al salir, riéndose a mis espaldas y señalándome con el dedo, recordando las fotos que me hicieran; mis piernas no dejaron de temblar.

Intenté calmar y tragarme ese miedo y forzarme a salir, pero al final no fui capaz. Tras eso, estuve una temporada incapaz de controlar mis emociones.

La cara que estoy viendo me recuerda a esa época, como si Paul fuera a sufrir un ataque de ansiedad.

Y tiene sentido... todavía no tiene noticias de los que lleva meses buscando, no le ha llegado ni el menor rumor sobre ellos, lo que le lleva a preocuparse, e imaginarse lo peor, quizás estén heridos o quizás han caído enfermos, o quizás............... La preocupación va en aumento.

Y cuando por fin aparece uno de ellos, se encuentra a tan risueño y tan distinto a lo que se esperaba, que sin querer se enfada. Es algo que me ha pasado anteriormente.

Recuerdo una vez que, poco después de que me encerrara en mi cuarto, vino uno de mis antiguos compañeros de Secundaria; me estuvo contando cosas de cómo le iba en el Bachillerato, sin importarle lo herido que estaba, lo enfadado con lo que me habían hecho... llegó un punto en el que no pude soportarlo más y me desahogué con él, recuerdo que dije palabras muy duras.

Pensé en disculparme al día siguiente si volvía a venir, pero no lo hizo; y cuando intenté salir, no me atreví. Como si mi orgullo me lo impidiera, qué cosas... Pero mi cara en el espejo en ese momento... era igualita a la de Paul ahora.


"Te propongo algo."

"¿Ludy?"

"En la situación actual, no nos queda más remedio que actuar como adultos."

"Eh... sí, bueno, no puedo negar que no he sido un ejemplo a seguir, pero... Dime, ¿a qué te refieres?"


Y con esto, mi mente por fin se clareó, cuando por fin comprendí lo que Paul sentía en este momento, fui capaz de comprender lo que debía hacer.

Recordé lo que nos pasó en su día, cuando me reprochó lo que hice con un tono duro, sin escuchar lo que tenía que decir. En aquel entonces, pensé que era normal que hubiera cometido ese error, con 24 años y un hijo a su cuidado.

Pero ya han pasado 6 años, tiene 30 años, sigue siendo más joven que yo en mi anterior vida, pero todavía recuerdo, que ya cuando tenía 24 años pensé Guau, me supera en todo; había hecho todo lo que se suponía que yo debía haber hecho con 10 años menos. Lo único que hice yo, fue culpar al que me pegó, a la sociedad, a mi familia...

Pero ya no soy el mismo. Cuando llegué a este mundo juré que no repetiría los mismos errores, y puede que lo olvidara parcialmente, pero juraba y juro, que en este mundo, viviré al máximo. En esta ocasión, aunque haya sido un problema enorme, fue exactamente lo mismo que ocurrió hace 6 años, el mismo error.

Pensé que deberíamos haber crecido, pero me dio la sensación de que no habíamos cambiado en absoluto desde ese encontronazo, como si el tiempo no hubiera pasado por nosotros. Quería ver el error pensando en eso, y esa fue la solución que le encontré al error, y de ahí mi propuesta.


"Volvamos a intentarlo, hagamos como si lo de ayer no hubiera pasado."


Es lo mismo que ocurrió en esa ocasión, seguro, solo que esta vez fui yo el que sufrió. Seguro que mi amigo, después de venir a casa y que me desquitara con él se sintió mal, como si no pudiera soportarlo, por mucho que estuviera preocupado por mí. Pues yo me sentí de forma similar, solo que ayer pude sentir claramente como el corazón se me partía; y eso fue suficiente para él como para no volver... Debo asegurarme de que ese error no se repite, y no permitir que mi relación con Paul se acabe para siempre.


"Hagamos como si ayer no nos hubiéramos visto, ni hubiéramos peleado. Es más, actuemos ahora mismo como si tan solo fuéramos un padre y un hijo que se reencuentran tras 1 año."

"¿Ludy? No te entiendo, ¿qué dices?"

"No te preocupes, y... mira, simplemente separa los brazos así..."

"¿A-así?"


Siguiendo mi ejemplo, Paul abrió sus brazos, y acto seguido, de un salto le di un abrazo.


"¡Papá, te echaba de menos!"


Pude notar un cierto olor a alcohol en su ropa.

Por lo que hemos hablado, sé que está sobrio, pero quizás esté de resaca, quién sabe... pero no recuerdo haberle visto nunca alcohol...


"¿Lu-Ludy?"


Paul no sabía bien como reaccionar, y para ayudarle, apoyé mi cabeza en su hombro y le susurré unas palabras.


"¿No te parece que habría algo que deberías decirle a ese hijo tuyo que llevas tanto sin ver?"


Pensando en lo falso que estaba quedando todo, volví a abrazar a Paul con todas mis fuerzas. Pude comprobar que no solo su cara había flaqueado, todo su cuerpo parecía haber perdido 2 o 3 tallas.

Sé que he crecido, y lo mismo eso me está confundiendo en la impresión de su físico, pero estoy seguro de que Paul ha sufrido mucho para acabar así, muchísimo más que yo.

Sin salir de su estupor, Paul fue capaz de decir las siguientes palabras.


"M-Me alegro de verte, Ludy..."


Cuando por fin fue capaz de decir eso, parece que algún tipo de barrera entre nosotros se desgarró por completo.


"Te he echado de menos... te he echado muchísimo de menos, Ludy.... Estuve esperando, no sabía nada de nadie, pensé que podrías haber muerto... pero estás.... estás aquí, y cuando te encuentro..."


Levanto la vista y veo a Paul llorando frente a mis ojos con un rostro contraido y destrozado; era la primera vez que veía a un hombre hecho y derecho, acabar totalmente destrozado y llorando sin control.


"Perdóname, Ludy, lo siento de veras..."


Y por algún motivo, yo también acabé llorando junto a él, abrazados los 2, mientras le daba unas palmaditas en la espalda.


Y de esta forma, y tras unos 5 años, por fin fui capaz de reencontrarme con mi padre.

Mushoku Tensei 46

Capítulo 46 - Discusión Padre-Hijo

1ª Parte


La posada en la que Paul se alojaba se llamaba Puerta al Amanecer, contigua al almacén en el que nos reencontramos.

La posada en sí es de un tamaño mayor al habitual, y la habitación en la que nos encontramos hay una mesa redonda de madera con 10 sillas; en una de ellas me senté, y frente a mí se sentó Paul.

No pensé que hubiera mucha gente aquí a media mañana, pero todos los asientos han sido ocupados, principalmente por muchas de las personas a las que dejé inconscientes en el almacén.

Imagino que algún aliado de Paul sabrá magia curativa... pero vaya, todos me miran con bastante recelo y molestos conmigo, como era de esperar. Y por cierto, todos ellos son compañeros o aliados de Paul.

La persona que más llamó mi atención se encontraba de pie a la espalda de Paul, por su atuendo, intuyo que es una guerrera. Tiene el pelo corto de un tono castaño con las puntas hacia afuera y sus labios se asemejaban un poco a una boca de pato, sin ánimo de ofender; es más, tiene un rostro encantador.

Pero lo que más me llamó la atención, sin lugar a dudas, fue su físico; pechos grandes que se agitaban llamando mi atención, una cinturita prieta y unas caderas anchas; todo recubierto con la antes mencionada armadura bikini. Por su físico diría que es una adolescente o joven adulta.

Si mal lo recuerdo, Paul la llamó Vera antes... Pero vamos, es fácil darse cuenta de que tiene ese físico que tanto le gusta a Paul.

En este mundo, las armaduras que casi parecen bikinis no son tan extrañas en mujeres guerreras; tened en cuenta de que los rasguños y heridas no mortales se pueden curar con magia, por lo que en la mayoría de ocasiones prefieren esquivar ataques, para lo que las armaduras cuanto más ligeras, mejor. Es una mentalidad muy extendida entre espadachines, imagino que ella pensará igual.

Aunque claro... es la primera vez que he visto una armadura tan escueta... normalmente siempre llevan una camisa o similar debajo para que la armadura no moleste ni arañe en las articulaciones; pero es que estamos en un bar, no sé... podría haberse puesto algo encima. Es lo que solían hacer las onee-san del continente demoniaco, pero es que me está dando frío de verla. Por lo que me han contado, gracias a las 7 torres mágicas de Milis, el clima es estable y agradable, quizás por eso no le importa mantener ese tipo de vestimenta... pero bueno, tampoco es que me moleste, es una delicia visual.

Mientras la observaba, nuestras miradas se cruzaron, a lo que ella me lanzó un guiño. Yo se lo devolví.


"Eh, Ludy... ¡Ludy! ¿me oyes?"


Cuando Paul se dirige a mí, la mujer guerrera y yo apartamos la vista.


"Padre, cuánto tiempo sin verte."

"Vaya, Ludy... Me alegra verte bien."


La voz de Paul parecía como cansada.

No sé si comentarlo o no... pero ha cambiado mucho. Tiene la barba descuidada, la cara tiene un aspecto horrible, su pelo está hecho un desastre, le huele el aliento a alcohol; en general, parece dejadísimo, no se parece en absoluto al Paul que recordaba.


"Sí... Bueno..."


Pero en esta situación, mi mente no sabe cómo reaccionar.

¿Por qué está Paul en Milis? ¿Qué hace en Milis-Sion? La distancia a Asura desde aquí es casi de el norte de África a Mongolia. ¿Habrá venido buscándome? No creo... no debería haber sabido que acabé en el continente demoniaco tras el teletransporte. Si no lo sabía... quizás haya venido por otro motivo, pero entonces, ¿y su trabajo como guardia en la Aldea Bonna?


"Pero dime, padre, ¿por qué estás tú aquí?"


Mi razonamiento me hace preguntar eso primero, y tras hacerlo, Paul me mira sorprendido.


"¿Qué dices? ¿No viste el mensaje?"

"¿Mensaje...?"


Mensaje... ¿Qué mensaje? No recuerdo haber visto nada similar.

Viendo la confusión en mi rostro, Paul parecio como enfadado.

¿He dicho algo que le haya molestado?


"Eh, Ludy, dime, ¿qué has estado haciendo hasta ahora?"

"¿Que qué he estado haciendo? Pues un poco de todo, la verdad."


Lo cierto es que preferiría preguntarle eso yo, pero aun pensando esto, decidí contarle lo ocurrido desde que acabamos en el continente demoniaco.

Empecé por cuando aparecimos en el continente demoniaco, de como me ayudó un guerrero de una raza mágica, sin entrar en detalles, como acabamos haciéndonos aventureros, y el año que pasé junto a Eris en el continente demoniaco.

Visto desde mi perspectiva actual, en realidad puedo casi asegurar que fue un viaje bastante divertido. Al principio tuvimos muchísimos problemas, pero habiendo sido aventureros y tal ha sido una experiencia única.

Debido a esta revelación, poco a poco, me voy poniendo más grandilocuente y animado mientras le contaba lo ocurrido durante nuestro viaje. Todo lo que conté era cierto, pero contado como si fuera una historia para contar en medio de una comida.

El viaje lo dividí en 3 secciones para la historia que iba a contarle: La primera, conocer a Ruijerd y como nos fuimos haciendo amigos, hasta acabar en la debacle de Rikaris; la segunda, la historia del gran mago Ludeus mientras ayudaba a Ruijerd a restaurar su honor mientras viajaban juntos; y la tercera de como los cobardes y astutos guerreros de la raza feral me capturaban y mis peripecias durante mi cautiverio.

Hubo secciones que dramaticé enormemente, pero en definitiva, el relato fue bastante fluido y mi expresión cada vez más animada y alegre, hasta el punto de añadirle efectos de sonido y gestos para acompañara a la historia.

Y por cierto, decidí dejar fuera mis sueños sobre Hitogami.


"Y así fue como por fin llegamos a Puerto Brisa, el paisaje que vimos fue..."

"..."


Más o menos cuando terminé de contarle la segunda parte de mi relato Las Aventuras de los 3 Guerreros en su Viaje por el Continente Demoniaco - Ludeus POV[26], detuve mi relato.

Por algún motivo, Paul estaba de mal humor; su cara mostraba su irritación, y estaba dando golpecitos en la mesa con el dedo.

Es posible que algo de lo que haya dicho le haya molestado.

Pero sin comprender bien su ánimo, decidí continuar mi historia.


"Bueno, por fin llegamos al Gran Bosque."

"Suficiente."


Con voz enfadada, Paul me detuvo.


"Ya he comprendido más o menos que en este año te lo has pasado bien de viaje con tus amigos."


Las palabras de Paul me irritaron ligeramente.


"Que sepas que ha sido un duro viaje."

"¿Llamas duro a eso?"

"¿Eh?"


Cuando me respondió con esa pregunta, la voz se me atragantó.


"Por cómo lo cuentas, no pareció que hubieras tenido ningún problema o contratiempo, ¿no te parece?"


Eso es porque te lo he contado animándolo... bueno, es posible que me haya dejado llevar demasiado.


"Eh, Ludy, al menos dime una cosa."

"¿De qué se trata?"

"Dime, ¿por qué no has ido reuniendo información sobre el resto de personas que fueron teletransportadas mientras viajabas por el continente demoniaco?"


Me quedé en silencio.

¿Qué otra cosa podía hacer? Para esa pregunta solo existe una respuesta posible, no hubo otro motivo.

No lo hice porque no me acordé...... Es cierto que al principio estábamos agobiados simplemente sobreviviendo, pero después fuimos teniendo más y más libertad y menos complicaciones. Pero en todo el viaje ni se me ocurrió siquiera que más personas hubieran acabado en el continente demoniaco.


"N-No se me ocurrió... No tuvimos tiempo cuando..."

"¿Qué no tuvisteis tiempo? Pero si hasta te sobró tiempo para ayudar a un demonio que acababas de conocer, ¿no te sobró ni un poco para preocuparte por otras personas que fueron teletransportadas?"


Me quedé de piedra.

Ahora que Paul me lo dice, es probable que mis prioridades a la hora de viajar no fueron las correctas. Pero joder, no me vengas con esto ahora que ya está todo hecho, en serio, se me olvidó, ¿qué puedo hacer ahora si no se me ocurrió en su momento?


"¡Jah! Ni buscaste supervivientes, ni te dio por escribir una carta siquiera, viajando con esa preciosa ojou-san como si fuerais de excursión, viviendo como aventureros; por si fuera poco, os acompañaba un guerrero poderoso para escoltaros. ¿Y ahora vas y me dices, je, que nada más llegar a Milis-Sions ves un secuestro, te pones unas bragas en la cara y te pones a actuar como un héroe?"


Paul termina su charla con un suspiro bastante molesto y ridiculizante; alarga la mano hasta la mesa más cercana para coger una jarra con alcohol. De un solo sorbo se tragó la mitad del contenido, y escupió a un lado mirándome con cierto despecho.

Viendo un gesto tan claramente ofensivo, me enfadé.

No soy nadie para decirte lo que debes hacer, ¿pero no te parece mal momento para ponerte a beber? La conversación es importante.


"La situación me superaba hasta a mí. Por eso, sin saber bien qué otra cosa hacer, decidí que lo más importante era asegurarme de que Eris regresaba sana y salva... Con todo lo que nos ocurrió, ¿te parece que podía hacer mucho más?"

"No, no, si por supuesto hiciste todo lo que pudiste."


Su tono me pareció que me ridiculizaba, lo que hizo que finalmente empezara a levantar la voz enfadado.


"¡Entonces, ¿por qué te pones así conmigo?!"


Había llegado al límite de mi aguante, no entendía la actitud que estaba teniendo Paul conmigo.


"¿Qué por qué?"


Nuevamente, Paul vuelve casi a escupir sus palabras.


"Yo soy el que no te entiende."

"¿El qué no entiendes?"


No entiendo a dónde quiere llegar.


"Con Eris... ¿te refieres a la hija de Philip?"

"¿Eh? Sí, claro."

"No la conozco de nada, pero imagino que debe ser una ojou-san preciosa, ¿me equivoco? Corrígeme si me equivoco, pero, ¿es posible que no mandaras ni una carta para evitar que sus guardias viajaran con vosotros y que te molestaran mientras tonteabas con ella?"

"¿No te acabo de decir que me olvidé de mandarla?"


Jamás se me pasó por la cabeza algo semejante, aunque claro, es cierto que Eris tiene una buena posición social... los Greyrat son casi mundialmente conocidos, y es posible que si me hubiera acercado al Lord de Puerto Santo nos hubiera concedido 1 o 2 guardias para el viaje. ¿Pero no le he dicho que nada más llegar me capturaron los de la raza feral y que no...? Oh, cierto, no se lo he explicado todavía. Pero bueno, aun así, he hecho todo lo que he creído oportuno durante el viaje; es posible que no lo haya hecho perfectamente, pero eso no le da derecho a echármelo en cara de esta forma.


"Jefe, ¿por qué no lo dejáis en un descuido? Ludeus es aun muy joven y ya está hecho, ya no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo, ¿no te parece?"


Viéndome totalmente en silencio por sus palabras, la mujer del bikini de antes se acerca a Paul y pone su mano en su hombro, la escena me hace resoplar molesto.

Veo que todo se resume en eso, hablamos de Paul después de todo, es un hombre que no tiene miramientos siempre que sean mujeres, ¿y se pone a insinuarme cosas con Eris? No me he propasado con ella ni una sola vez, aunque no voy a negar que estuvo cerca en un par de ocasiones y que hubo veces que me dejé llevar por mis deseos y me costó controlarme, pero aunque puede que haya tocado un poco más de la cuenta, nunca he propasado..


"En temas de mujeres no tienes derecho a decirme nada, padre."

"...¿Huh?"


Los ojos de Paul se vuelve fríos e irritados, algo que no consigo notar.


"Esa mujer, ¿quién se supone que es?"

"Es Vera, ¿por qué?"

"¿Acaso Madre o Lilia saben que viajas con una mujer tan atractiva?"

"...No, no lo saben, ¿cómo van a saberlo?"


La mirada de Paul se va transformando en una de lamentación, pero eso no es lo que veo; lo que veo es que esta discusión la estoy ganando con mis palabras.


"Mejor así, ¿no? De esa forma puedes coquetear con ella todo lo que quieras; y veo que la has hecho ponerse un atuendo la mar de erótico, supongo que se acerca el día en el que tenga un hermanito o hermanita..."


Antes de darme cuenta, sin tiempo de verlo venir, recibo un golpe y acabo en el suelo. Sobre mí, puedo ver la cara enrabietada de Paul mientras me dirige una mirada de enfado.


"Deja de tocarme los cojones, Ludy."


Me ha pegado... pero, ¡¿por qué, maldita sea?!


"Ludy, desgraciado, si estás en Milis-Sion, imagino que pasaste por Puerto santo, ¿no?"

"¿A qué viene eso ahora?"

"¡Si pasaste deberías comprenderlo!"


Llegados a este punto, no comprendo nada; lo único que sé es que hay algo que Paul no me ha dicho, y que aunque no lo sé, le molesta porque tendría que saberlo.

¡Deja de tocarme los cojones, hasta yo tengo un límite para lo que sé, es más, hay muchísimas cosas que me gustaría saber!


"¡Pues no lo comprendo!"


Me levantó y le lanzo un puñetazo a Paul, el cuál lo esquiva; activo mi ojo místico.

Paul ataca mis piernas haciéndome caer.

A la pierna que se acerca le Paul le doy un pisotón con todas mis fuerzas y utilizando mi movimiento circular le lanzo un revés con el puño dirigido a su barbilla.

Esquiva mi golpe y contraataca.

Para estar borracho, sus movimientos son bastante buenos.

Reuno maná en mi brazo derecho, porque aunque vencer a Paul en combate cuerpo a cuerpo me es imposible, si uso magia es otra historia. Conjuro en mi mano un pequeño remolino de viento que lanza a Paul por los aires.


"¡¿Whoa?!"


Paul da vueltas en el aire hasta acabar detrás de la barra del bar. De un estrepitoso golpe, rompe y tira las botellas de alcohol que hay colocadas en un mostrador y cae sobre los cristales rotos del suelo.


"¡Mierda! ¡Ahora sí que me hiciste enfadar!"


Se levanta rápidamente, pero sus piernas ceden un poco.

El capullo ha bebido demasiado. Paul siempre fue más que el borracho que tengo delante, es más, si hubiera hecho lo mismo entonces, seguro que hubiera podido esquivar mi remolino incluso desde esa posición.


"Puto Ludy..."


Una mujer distinta se lanza hacia donde se encuentra Paul tambaleándose.

Míralo, rodeado de mujeres, y todavía se cree que puede venir a darme un sermón por lo de Eris.


"¡No me toques!"


Paul la aparta violentamente y se pone delante mía.


"Paul, dime, mientras no estuve cerca, ¿con cuántas mujeres te has ido acostando?"

"¡Cierra la puta boca!"


Da un puñetazo con su brazo derecho.

Menudo puñetazo tan cutre, descuidado y tan fácil de preveer, casi parece que me avisa con tiempo antes de pegarme[28]; ¿de verdad eres Paul? Ese ataque es tan fácil de esquivar que no necesito ni el ojo místico.

Agarro el puñetazo, lo paso por encima del hombro y usando su propia fuerza le lanzo sobre mi espalda hasta lanzarlo al suelo[29]; aunque en realidad, como no tengo ni idea de Judo, lo que hice fue utilizar magia de Viento para poder levantarlo a la fuerza y poder lanzarlo.


"¡Guhah...!"


Por lo visto, no fue capaz ni de caer correctamente (Ukemi), aunque claro, no estoy seguro de que esa técnica de caída exista en este mundo.

Me siento sobre su pecho, aprovechando la forma tan estúpida en la que cayó, imitando a Eris, mis rodillas bloquean sus brazos y mi peso le hace incapaz de moverse.


"¡Mi viaje no ha sido un paseo por el parque!"


Le golpeé. Volví a golpearle, y seguí golpeándole. Paul sigue mirándome enfadado aguantando mis golpes.

¡¡Maldita sea!! ¡¿Por qué me miras así?! ¡¿Por qué tienes que mirarme así?!


"¡¿Qué coño podía hacer?! ¡Estaba en un sitio que no conocía de nada, totalmente solo y rodeado de desconocidos! ¡Y cuando por fin consigo llegar hasta aquí, ¿por qué coño me echas en cara cosas?!"

"¡! ¡Porque conociéndote, seguro que podrías haberte esforzado más!"

"¡Te estoy diciendo que NO!"


Tras ese intercambio, sin volver a decir palabra, continué pegándole una y otra vez. Paul también se quedó en silencio, y aun con la boca llena de sangre, no dejó de mirarme a los ojos, recriminándome lo que tenía que haber hecho. Su actitud me frustra, como si no quisiera escuchar lo que tengo que decir.

¿Por qué...? Concretamente Paul no debería de actuar de esa forma, no conmigo, no con lo que hemos vivido.... puta sea... ¡Joder!


"¡¡DETENTEEEE!!"

Mushoku05 05.png

Mientras me descargaba a golpes con él, algo vino corriendo por mi flanco y me empujó, lo que me hizo tambalearme ligeramente, lo que aprovechó Paul para hacerme a un lado y ponerse en pie.

Me preparo para un posible ataque suyo, pero Paul se ha quedado inmóvil. Entre nosotros tan solo hay una niña pequeña.


"¡Detente de una vez!"


Su nariz es similar a la de Paul, y su pelo rubio es como el de Zenith... de un solo vistazo sé que es Norn, mi hermana pequeña.

Mira cuanto ha crecido... si mal lo recuerdo... tiene 5 años, ¿o me equivoco? No sé, creo que ya ha cumplido los 6. Pero... ¿por qué está frente a mí con los brazos extendidos? ¿quiere un abrazo?


"¡Deja de meterte con mi padre!"


Sus palabras me dejan anonadado.

¿Me estoy metiendo con él? ¿Que yo le estoy haciendo algo como bullying? No, ¿no? pero si... ¿eh?

Observo que Norn me está mirando con ojos llorosos, lo que me hace observar a quienes nos rodean. Por algún motivo... todos me miran como juzgándome o criticándome.


"..... ¿qué es esto...?"


Mi corazón se endurece e hiela, tras recordar algo que me ocurrió hace ya décadas, cuando me hicieron bullying en el instituto.

Recuerdo que entonces también me miraron de forma tan inquisitiva después de que me ataran desnudo en la cancela del colegio, y todo por quejarme de que ese senpai se había colado... Aunque dime, ¿qué es lo que he hecho mal ahora? Bah, me la sopla.

Me rindo ante esta situación, mi corazón acaba destrozado.

A la mierda, me voy a casa, no he visto nada ni a nadie, no sé nada... iré a la posada, esperaré a Eris y a Ruijerd y nos iremos de inmediato de aquí, quizás mañana o pasado. Mientras estemos en Milis, podremos ganar dinero para el viaje, así que ¿qué más da? Imagino que habrá gremio de aventureros también en Puerto Oeste.


"Ludy, no fuiste el único que fue teletransportado, ni siquiera solo los de Roa. Todos los que vivían en Fedora, incluso en la aldea Bonna fueron teletransportados también."


Las palabras de Paul que casi ignoro me llegan ligeramente.

......... ¿Cómo? Pero... ¿qué has dicho?


"Dejamos mensajes avisando en el gremio de aventureros de Puerto Santo, también en Puerto Oeste. Dices que te enlistaste como aventurero, ¿no es así? ¿cómo es que no los viste...?"


Por mucho que me vengas ahora con eso, no vi nada en... Oh, cierto... no llegué a visitar el gremio de aventureros de Puerto Santo. Cuando fui a por Ruijerd acabamos encerrados en la aldea Dordia y luego la época de lluvias...


"Mientras viajabas tranquilamente, murieron un gran número de personas.


Un gran número... no me imagino la cantidad. Pero hablamos de un desastre mágico, la luz que nos teletransportó... ¿cómo no me di cuenta antes? Pero si hasta Hitogami dijo enorme cataclismo mágico, ¿por qué pensé que no afectaría a la aldea Bonna? Ah... ahora lo comprendo... hay muchísimos desaparecidos


"Eso quiere decir... ¿que Sylphy también está..?"


Al oírme, Paul nuevamente me mira irritado.


"Ludy, ¿de verdad te preocupas más por una mujer que por tu propia madre?"


Me atraganto ligeramente al escucharle.


"¡¿T-Todavía no ha aparecido mamá?!"

"¡No! ¡No sé nada de ella! ¡Tampoco de Lilia ni de Aisha!"


Sus palabras son casi una bofetada para mí, me hacen tambalearme de verdad, me fallan las piernas y siento que voy a desmayarme o al menos acabar de rodillas en el suelo. Aprovecho una silla cercana para apoyarme en ella como puedo.


"Para buscar a los desaparecidos organizamos un grupo de búsqueda."


Así que un grupo de búsqueda... entiendo, quienes están aquí son ese grupo...


"P-pero... ¿si sois un grupo de búsqueda por qué estáis secuestrando gente?"

"Porque muchos acabaron siendo vendidos como esclavos."


Esclavos... es fácil de imaginar, son teletransportados, llegan a un lugar desconocido, los engañan y los esclavizan.... y por lo que dice, muchos acabaron así.

Paul me cuenta como comparan cada esclavo, uno por uno, con los distintos desaparecidos; si coincide, solicitan su puesta en libertad, pero claro, muchos se niegan a liberar un esclavo que compraron.

Lo que sé de las leyes en Milis, sin importar un motivo, un esclavo está totalmente bajo el control de su señor.

Eso llevó a Paul a secuestrar a la fuerza a algunos esclavos, y aunque robar esclavos es un delito, es un poco gris en cuanto a leyes puesto que pueden demostrar que no son esclavos de nacimiento. O al menos, así es como Paul ha estado liberando un gran número de esclavos.

Por supuesto, si hubieran podido, con saber que los esclavos estaban vivos era suficiente, para ir a buscar a más gente; pero la mayoría de antiguos habitantes de Fedora que habían acabado esclavizados les suplicaron con lágrimas en los ojos que los liberaran.

Como por ejemplo, el chico al que había rescatado en esta ocasión, nada más verle, pensé que le conocía de algo; era de los niños que acosaban a Sylphy de pequeña, Somar[30]. Durante el pasado año, lo hicieron prostituirse.

Escuchando los ruegos, súplicas y reproches de los esclavos que aún no habían sido liberados, habiendo visto morir a algunos para los que no llegaron a tiempo; por otro lado, enfadando nobles y ganándose su odio al rescatar esclavos a la fuerza, sin creer su historia del teletransporte.

Criticados tanto por los que rescataban como de los que tenían que ser rescatado... esto llevo a Paul a ir hundiéndose cada día más y más en su depresión, aunque sin ceder ningún día, sin dejar de hacer lo que creía correcto, rescatar a aquellos que habían sufrido el cataclismo mágico en Fedora.


"Ludy, al verte, pensé que ya habías comprendido la situación, es más pensé que te diste cuenta hace mucho y que podrías haber estado ayudando."


Las palabras de Paul, hacen que mi cabeza dé vueltas.

No esperes de mí algo tan increíble... ¿cómo iba a darme cuenta? Aunque, claro... si lo pienso, es posible que me haya cruzado con antiguos habitantes de Fedora en el continente demoniaco, en alguna ciudad. O podía haberles preguntado a gente proveniente de Milis, como los que retaban a Ruijerd... Fallé en informarme de la situación actual, debería de haberlo confirmado al menos... haberle dado más prioridad al cataclismo y esa luz, que a la situación de Ruijerd. En definitiva, he fallado.


"En lugar de eso, te dedicaste a divertirte como aventurero..."


Me quedo completamente en blanco.

Ahh... tiene razón. Piénsalo, tiene toda la razón... mientras me excitaba con las bragas de Eris, mientras me divertía mirando y deleitándome con los físicos de las aventureras, mientras relamía los muslos de la Gran Emperatriz Demoniaca, mientras sobaba a las chicas de la raza feral y sus orejitas de animal...... Mientras yo hacía todo eso, Paul arriesgaba el cuello para encontrar a nuestra familia. Normal que esté enfadado.


"..."


El problema es que soy incapaz de pedir perdón. Porque en todas esas situaciones, siempre pensé... ¿cómo decirlo......? siempre creí que estaba haciendo todo lo que estaba en mi mano.

"..."

Paul no dice nada, Norn tampoco, aunque en su mirada puedo notar claramente como me rechazaba. Ese sentimiento se clava en mí, se clava en mi corazón... se clava en mi alma.

Miro a mi alrededor, y veo que todos los compañeros de Paul me miran criticándome y reprochándome mi actitud. Me hacen recordar nuevamente mi pasado; como, al día siguiente de atarme completamente desnudo y hacerme fotos para que se extiendan por todo el instituto, pegándolas en los tablones de anuncios... como me miraban todos mis compañeros de clase.

Lo que hizo que mi mente se detuviera completamente.



2ª Parte

Sin saber cómo, había regresado a la posada en la que nos alojábamos. Por algún motivo, cuando volví en mí, estaba tirado en la cama.

Mi mente está en blanco, no pienso en nada de nada. Me muevo y puedo notar algo en uno de mis bolsillos; lo saco y veo que es una hoja de papel para escribir, que agarro retuerzo y lanzo por ahí.

No quiero hacer nada de nada, dejádme en paz.

Pensándolo, esta fue la primera vez que mis padres me han tratado de una forma tan fría. Ni los de ahora ni los de mi anterior vida lo hicieron; es más, creo que todos me mimaron bastante.

Pero apenas hace un rato, Paul me trató con despecho, como si no me conociera... es algo... ahhh, cierto... es la actitud que tuvieron mis hermanos cuando me echaron de casa.

¿En qué me equivoqué? No lo sé, no entiendo el error, siento que lo planeé todo correctamente, aunque ahora que lo pienso, noto errores graves en mi juicio, como por ejemplo, cuando dependimos tanto de Ruijerd al principio, aun mientras dudaba tanto de Hitogami, aun así, decidí hacerle caso y ayudar a Ruijerd.

También, quizás hablé demasiado alegremente de mi viaje, me dejé llevar, pero es cierto que por preferí no preocupar a Paul y quitarle hierro a la historia, aunque también ayudó mi ego, como si quisiera decirle mira todo lo que fui capaz de hacer.

Para Paul es posible que esa actitud no le pareciera graciosa, seguramente a sus compañeros tampoco.

Menuda cagada...

Tampoco quise darle más importancia a Sylphy que a mi madre; pero piénsalo, Paul y Norn estaban aquí, asumí que Zenith también estaba por aquí, ¿no es normal que pensara así? Aunque sigue siendo una excusa... porque realmente, cuando oí lo del teletransporte, no pensé en Zenith ni por un segundo, y como Paul había sacado el tema de las mujeres...

Me molestó que me recriminara lo de Eris cuando ni siquiera le he puesto la mano encima, y más con su historial, por eso me puse así y le... ah... ahora lo entiendo... Seguramente Paul no le haya puesto la mano encima tampoco... tiene sentido, se enfadó porque le recriminé algo que no había hecho, normal que se pusiera hecho una furia, yo me puse igual.

Vale, ahora estoy algo más tranquilo... pues hagamos esto, mañana iré a hablar con él una vez más, después de todo, hasta Paul se enfadó más de la cuenta también, y esto ya nos pasó antes, ¿no es cierto? Estoy seguro de que si hablamos, nos entenderemos. Perfecto, todo saldrá bien; no es que no me importe mi familia, en serio, simplemente no se me ocurrió buscar información y se me pasó. No voy a negar que es bastante doloroso pensar que no aproveché este año y medio para buscar desaparecidos en el continente demoniaco, pero sigo vivo, todavía puedo hacer algo.

Así es, todo saldrá bien si de verdad me encargo de buscarlos, estoy seguro de que Paul lo entenderá; además, en este mundo, no encontrarlos de inmediato no implica que nunca los podrás encontrar, así que lo que haré será ir a hablarlo con Paul, y organizarnos y planificar; nos dedicaremos a buscar en sitios que todavía no hayan sido explorados y le echaré una mano después de llevar a Eris a Asura.

Podría llevar a Eris a Asura y seguir a las regiones del norte del continente central... vale sí, ea, pues mañana, lo primero que haré será ir a ver a Paul...... Iré otra vez a ese... bar... y volveré a charlar.... con Paul........


"...Ug."


De improviso, sentí una fuerte nausea, mi estómago se revolvió y salí corriendo al baño para vaciar todo lo que tenía en el estómago.

Porque aunque haya llegado a una conclusión lógica, mi corazón todavía está hecho pedazos tras sentir por primera vez el rechazo de mis padres y tras muchos años, de mi familia en general.




3ª Parte

Poco después del mediodía, Ruijerd volvió a la posada. Tenía un rostro más alegre de lo habitual, y creo que le habían dado algo que parecía un sobre.

Cuando me vio, le cambió la cara y frunció el ceño.


"¿Ha pasado algo?"

"Encontré a mi padre en la ciudad."


Cuando le di esa respuesta, Ruijerd se puso todavía más serio.


"...¿Te dijo algo desagradable?"

"Sí."

"Pero hacía mucho que no le veías, ¿no?"

"Sí."

"Cuéntame lo que pasó."


Sin reservarme nada, le dije lo que ocurrió tras lo que añadió un escueto Entiendo. Y detuvo la conversación, tras lo que salió un rato.



4ª Parte

Por la tarde, Eris regresó. Debió haberle ocurrido algo interesante, porque se le veía animada, aunque tenía hojas por todo su cuerpo y las mejillas llenas de barro. Pero aun así, se la veía bastante contenta.

Por como va, imagino que se ha divertido cazando Goblins... me alegro.


"Bienvenida."

"¡Hola, Ludeus, he vuelto! ¿Sabes? Ah...."


Cuando le sonreí, se quedó estrañada y sorprendida, y tras eso vino corriendo hacia mí.


"¡¿Quién ha sido?! ¡¡Dime, ¿quién te ha puesto así?!!"


Algo agitada y desesperada, me agarró de los hombros y empezó a zarandearme.


"No es para tanto, en serio."

"¡¿Cómo no va a ser para tanto?!"


Siguió cuestionándome durante un rato, y como no paraba de hacer preguntas, al final le conté toda mi conversación con Paul, sin guardarme nada y sin darle importancia. Todo, desde lo que me dijo, lo que yo le dije, su reacción y lo que ocurrió después.


"¿Pero qué me cuentas? ¡Será...!"


Tras escuchar mi relato, Eris se puso furiosa.


"¡Mira que decirte algo tan descabellado y egoista, es imperdonable! ¡¿Pero qué se piensa que hemos estado haciendo?! ¡Mira que atreverse a decir que estábamos jugando...! ¡No se lo perdonaré, NUNCA! ¡No se merece ser tu padre! ¡Le voy a matar!"


Tras decir palabras bastante peligrosas, salió escopetada de la habitación, espada en mano. Yo ni siquiera tenía fuerzas para detenerla, por lo que simplemente la dejé marchar.



5ª Parte

Pocos minutos más tarde, Eris regresó a la habitación.

En realidad Ruijerd la traía cogida por el cuello de la camisa y la llevaba en volandas, como si fuera un gato.


"¡Te he dicho que me sueltes!"

"No te entrometas en una pelea de un padre con su hijo."


Ruijerd responde solo con eso, y baja a Eris al suelo, poniéndola sobre la cama; y como un resorte, se giró para mirarle enfadada.


"¡Aunque sea una pelea padre e hijo, hay cosas que no se pueden decir!"

"Así es, pero puedo comprender un poco como se siente su padre."

"¡¿Y qué pasa con cómo se siente Ludeus?! ¡Mírale, Ludeus, el que siempre está alegre y contento, que está tranquilo aun cuando le pegan, Mírale! ¡Mira lo deprimido que está!"

"Si está tan deprimido, consuélale. Ya sea como compañera o como mujer, es algo que deberías de poder hacer, ¿no es así?"

"¡Wha-!"


Eris se quedó muda y Ruijerd salió de la habitación y bajó las escaleras.

Pasado un rato, Eris, habiéndose quedado en la habitación está inquieta y va de aquí para allá; de vez en cuando me lanza alguna mirada, otras se cruza de brazos y se pone en su pose preferida, en estos casos abre la boca para decir algo, pero se detiene y se pone otra vez a ir de aquí para allá.

Verla así de inquieta me hace recordar a los osos en el zoo...

Al final, Eris acabó sentándose a mi lado, aunque tímidamente, sin decir palabra. Poco a poco, va acortando las distancias, aunque lenta y suavemente.

¿Qué cara estará poniendo?

Pero no consigo verla, porque no me atrevo a mirar a nadie más a los ojos.


Pasan unos minutos, y noto que Eris ya no está sentada a mi lado; cuando me pregunto a dónde habrá ido, siento un fuerte abrazo por mi espalda.


"Todo saldrá bien, yo estaré siempre contigo..."


Con esas palabras, Eris pegó su cabeza a la mía mientras me abrazaba. Pude sentir su suave tacto, su calor corporal, y un ligero olor a sudor; es algo que he podido sentir en varias ocasiones durante el transcurso de este año, la presencia de Eris.

Su presencia me hacía sentir seguridad, además, noté como toda la ansiedad y todo el miedo provocados por sentirme desplazado por mi familia... iban encogiendo y desapareciendo, porque casi podría considerar a Eris parte de mi familia.

Quizás si hubiera tenido a Eris en mi vida anterior, podría haber conseguido salvarme antes de acabar como lo hice.

Su abrazo fue suficiente para hacerme pensar de esa forma.

"Te lo agradezco, Eris."

"Lo siento, Ludeus, pero... estas cosas no se me dan bien..."


Me giré, y agarré su mano con la mía. Pude notar los callos y durezas formadas por agarrar fuertemente su espada y entrenar a diario; no son manos de una hija de la nobleza, sino de alguien que se había esforzado enormemente.


"No te disculpes, de verdad me has ayudado."

"...Mmmn."


Mi corazón que había sido hecho pedazos se había rejuntado nuevamente, y aunque no estuviera recuperado del todo, había conseguido calmarme.

Quiero seguir un rato más aquí con ella...

Y pensando esto, así como mucho más calmado y deshogado, dejé escapar la tensión de mi cuerpo y me apoyé completamente en Eris aceptando su abrazo.

Mushoku Tensei 45

Capítulo 45 - El Año y Medio de Paul

1ª Parte

-- Desde el punto de vista de Paul --


Al despertar, me di cuenta de que me encontraba en medio de una pradera verde, pero eso, una pradera, no había otra forma de describirlo, puesto que no tenía ningún punto llamativo ni distintivo en el horizonte.

Lo extraño es que, por algún motivo, sentía cierta nostalgia o familiaridad con el lugar.

Pasado algunos minutos, conseguí recordar el motivo de esta sensación, y es que me encontraba en una zona al sur del reino de Asura, cerca de un pueblo en el que durante algún tiempo estuve alojado. Fue el lugar en el que estuve aprendiendo el estilo del Cauce Celestial, en otras palabras, cerca de la aldea natal de Lilia.

El pensamiento más natural llegados a este punto es que estaba soñando.

Pero vaya, cuánto tiempo... ¿cuánto tiempo estuve viviendo aquí? ¿1 año? ¿2?

Solo recordaba que no estuve demasiado tiempo en este lugar, ya que la mayoría de mis recuerdos eran en el dojo. Lo que hizo que me acordara de mi senpai del lugar; un capullo despreciable que tan solo se dedicaba a hablar y molestar, así como atosigar y amedrentar a los que le rodeaban para quedarse en la cima.

Odio con todo mi ser ese tipo de relaciones centradas en la jerarquía de más y menos experimentado o de superior e inferiores; fue el principal motivo por el que huí de mi casa, la actitud de mi padre solo permitía agachar la cabeza ante sus acciones, nunca llevarle la contraria.

Pero aunque le odie, mi padre era una persona superior al senpai del dojo, si tuviera que explicar un motivo, sería porque mi padre poseía poder propio y real; mientras que el estúpido senpai que entrenaba conmigo tan solo era un narcisista cuyo ego se había inflado únicamente mediante amenazas vacías y buscando excusas.

Todavía recuerdo cuando conseguí alcanzar el nivel Experimentado mientras el tipo ese todavía andaba atorado como Iniciado; básicamente, ese tipo era solo palabras.

En ese dojo, que era de los más importantes, era el mejor de los alumnos que llevaban años entrenando en el Cauce Celestial; como grupo, tan solo se inventaban excusas para intentar explicar su falta de talento, hasta el punto que llegué a querer demostrarles de una forma clara a esos tipejos lo que significa ser fuerte de verdad.

Aunque al final, eso se quedó en nada, ya que hubo varias cosas que me hicieron marcharme precipitadamente, como la forma en la que abusé de Lilia... que hizo que huyera del lugar.

Desde el principio, mi meta había sido aprender lo que creía necesario y marcharme, hasta que decidí reírme de su incompetencia en combate, así que tampoco fue un problema excesivo para mí marcharme tan pronto.

Recuerdo que esos tarugos sin talento vinieron a por mí, persiguiéndome; me marché del pais en cuanto les ridiculicé...

Pensándolo ahora, me doy cuenta de la actitud tan infantil que tenía en aquel entonces.

¿Qué más da la actitud de ese senpai? Debería haber aceptado el castigo por lo que le hice a Lilia...


"......nn."


Se levantó algo de viento y me entró polvo en los ojos, obligándome a incorporarme para intentar limpiarme; en ese momento, noté como algo tiraba de mi ropa.


"Papá... d-dónde... ¿estamos?..."

"¿Hn?"


Siguiendo la vocecita de mi pequeña, me di cuenta de que Norn estaba fuertemente aferrada a mí, su rostro mostraba su preocupación.

Por lo que finalmente lo comprendí, cogiendo a Norn en brazos, pude notar el suelo bajo mis pies, la textura natural del cesped bajo la suela de mis zapatos de casa, el calor de Norn...

No es un sueño...


"... ¿Qué ha pasado...?"


Soy incapaz de comprender cómo he llegado hasta aquí.

No llega a estar Norn conmigo y hubiera pensado que estaba soñando... Pero Norn sigue agarrada a mi pecho con fuerza y miedo, mi pequeña de 3 años... mi adorable Norn.

Casi nunca estoy con mis hijas, ya que mi idea es que me vieran como un padre estricto aunque confiable, por lo que suelo evitar cogerlas y abrazarlas.

¿Así que cómo llegó Norn a mi regazo...? .... Ahora me acuerdo, hace un rato, no sé cuanto pero creo que no mucho, estaba charlando con Zenith en casa, una conversación sin importancia.


"Conforme tus hijas vayan creciendo empezaran a evitar los abrazos y el contacto con sus padres, así que deja de distanciarte tanto y aprovéchate mientras puedas."

"No lo haré, mi meta es ser un padre honorable para ellas; y a diferencia de Ludeus, Norn parece que será más como los niños de su edad, por lo que debo asegurarme que actúo como un buen padre con ella."

"¿Seguro que no será porque no quieres tanto a tu hijita?"

"¿Cómo puedes decir eso? Vale, vale, deja las bromas y pásamela para tenerla en mis brazos..."


Era una conversación cotidiana con Zenith; mientras tanto, y cerca nuestro, Lilia le daba clases variadas a Aisha, porque por lo visto, quería que se especializara en algo concreto.

En su momento le dije que le dejara más libertad a la niña, pero se opuso fervientemente a mis palabras.

La cosa es que Aisha maduraba muy rápidamente, memorizaba casi de inmediato cualquier cosa que le enseñaras, hasta el punto de que aprendió a andar rapidísimo.

Pero volviendo al asunto, fue en ese preciso instante, en el que de improviso, una luz cegadora nos envolvió a todos.

Por fin recordé lo que pasó, porque cuando esa luz cegadora nos cogió por sorpresa, algo me pasó, tengo recuerdos de un... algo que ocurrió casi de inmediato.

"......¿Papá?"

Norn me miró con cara de preocupación clavándome su mirada.


"No pasa nada."


Con cariño, acaricié su cabeza mientras le sonreía, tras lo que observé los alrededores. Por ninguna parte vi señales ni de Lilia ni de Zenith...

Es raro que ninguna esté cerca... si hubiéramos salido lanzados... ¿por qué Norn está conmigo? Oh... claro...

Recordé una experiencia que tuve en un Laberinto... en una ocasión, acabé siendo presa de una trampa aterradora ya que, por lo visto, la trampa activaba un conjuro de teletransporte.

En aquel momento tuve muchísima suerte y acabé cerca de mi grupo; pero lo importante, es que Elinalise me agarró de la ropa para intentar sacarme de la trampa. Es normal, las trampas por lo general suelen implicar muerte segura, y más si es por magia. Aunque el dichoso mono que iba ojeándolo todo para evitar trampas no se dio cuenta de esa... aunque bueno, cosas que pasan; pero vamos, pero por lo que entendí y pude comprobar, las personas que están en contacto contigo cuando eres sujeto a un hechizo de ese tipo, se teletransportan contigo; por eso Norn está aquí conmigo.

Pero la duda principal sigue sin ser respondida, ¿por qué hemos sido teletransportados? No hubo ningún tipo de aviso ni señal, fue demasiado rápido. Y por otra parte, ¿quién lanzó el hechizo?

Tengo a varias personas que me odian, por lo que no me extraña que hayan llegado a este extremo, pero hablamos de un teletransporte... eso cambia las cosas, no noté ningún cambio en el ambiente, ni escuché el conjuro, por lo que quien fuera, utilizó un objeto mágico de algún tipo, ya sea un círculo u otra cosa, y esas cosas supuestamente son ilegales.

Cualquier objeto mágico que sirviera para realizar teletransporte era algo ilegal a nivel mundial, es un tipo de magia prohibida y casi olvidada en la historia; por lo que no entendía por qué alguien llegaría a tales extremos para vengarse de alguien como yo.

Además, ¿por qué motivo he acabado en un lugar tan apartado? No lo creo... pero quizás... ¿uno de los discípulos del dojo de Lilia? Para vengar lo que le hice a Lilia, me teletransportaron hasta este lugar, para que comprendiera el motivo solo con verlo y lo que tarde en regresar a casa, será suficiente que para cuando llegue, un desalmado o asqueroso hombre se haya aprovechado de Lilia y Zenith en mi ausencia... Mierda, joder... no me extrañaría que esos capullos hayan pensado una venganza así.


"Eh, papá..."

"Norn, no pasa nada. Pronto estaremos de vuelta en casa."


Diciéndolo casi más para mí que para mi pequeña, nos dirigimos a la ciudad.

Doy gracias de que siempre, para casos extraordinarios, guardo 1 Asura de oro en la funda de mi espada, la que siempre llevo encima. Es un hábito que guardé de cuando fui aventurero, y la espada no podía soltarla nunca, ni al dormir; siendo el único momento aceptable para dejarla a un lado el momento en el que acompaño a una mujer.

Otra cosa que ocultaba en la funda, era mi tarjeta de aventurero, también para casos extremos como este.

Me dirigí al gremio de aventureros para cambiar el dinero por el del lugar, acabando con 9 monedas de plata y 8 grandes de cobre...

Han subido las tasas de cambio... aunque con esto será suficinete

Echo un vistazo rápido en el tablón de anuncios del gremio y veo que alguien ha solicitado un envío urgente, que acepto sin dudar, y de paso dejo que la recepcionista recargue el poder mágico de mi tarjeta de aventurero, que hacía años que se había agotado.

Cuando comprobó que mi rango de aventurero era S, se sorprendió mucho, no porque mi rango fuera tan alto, sino porque había aceptado una misión muy simplona.

Por lo general, las misiones de envío no poseen un rango como tal, para que cualquier aventurero pueda realizarlo, aunque normalmente se entienden que son casi de rango E. También por lo general, no me importa explicar el motivo de acciones tan impulsivas como esa, pero en esta ocasión tenía prisa y no quería problemas, por lo que le hice entrega de una moneda de plata.

¿Cuánto hace que no me preparaba para un viaje? Da igual, por mucho que haya pasado, sigo recordando todos los pasos a seguir.

No tardé en prepararlo todo, incluido un caballo que solicité al gremio y que me entregaron en parte por haber aceptado una misión de envío, y en parte porque el rango S ofrece varios beneficios de los cuales, uno era ofrecer caballos gratuitos si era para realizar misiones.

Aunque claro, no es que vaya a devolverlo nada más terminar la misión...

Al partir, me dirigí en una dirección diferente a la del envío que tenía que llevar; me daba algo de pena el cliente, pero lo mío también es urgente.

El caballo que me prestaron era uno excepcionalmente bueno, estaba en racha, mi suerte no parecía tener límites, quizás para ayudarme en la emergencia en la que me encontraba; aunque claro, existía una posibilidad de que me revocaran mi tarjeta de aventurero por aprovecharme de los servicios del gremio... pero que le den, hacía años que había decidido dejar de ser un aventurero...

Coloqué a Norn sobre el caballo y después me monté yo, tras lo que partimos de inmediato hacia la aldea Bonna.




2ª Parte

Norn enfermó durante el viaje. El ritmo excesivo, que era su primera vez a caballo y cabalgar tanto de día como de noche, hizo que tuviera que detenerme en el viaje para cuidarla durante unos días. Por lo que al final, tardamos 2 meses en llegar a la provincia de Fedora.

Joder, eso era lo que hubiéramos tardado si hubiéramos ido en carruaje... y nos hubiéramos ahorrado que Norn cayera enferma.

Además, la misión de entrega urgente había cumplido haría tiempo, aunque no me importaba especialmente. El problema fue cuando llegué a la aldea Bonna... la desesperación se apoderó de mi cuerpo cuando comprendí de verdad la gravedad del asunto.

Toda la provincia había desaparecido y no era capaz de comprender lo que había ocurrido, apoderado por la confusión.

¿Pero qué ha pasado? ¿A dónde ha ido a parar la aldea Bonna? ¿Y Zenith? ¿Lilia?

Me dirigí a la capital, Roa, pero también había desaparecido.

Si Roa no está... ¿Ludeus también ha desaparecido? ¿Pero qué cojones ha pasado...?

Sin darme cuenta, mis rodillas estaban clavadas en el suelo ante el espectáculo.

En mi cabeza, unas palabras rondaban sin dejarme tranquilo de mi época como aventurero: Perdición por trampa de teletransporte.

En varias conversaciones entre aventureros, siempre aparecía esa trampa, encontrada en varios Laberintos, y a la que más miedo y atención hay que tenerle. Hablamos de una trampa que es capaz de acabar con un grupo entero de aventureros, dividiéndoles y haciéndoles perecer sin saber dónde han ido a parar el resto.

Es con creces la peor trampa que te puedes encontrar, un descuido era suficiente...

Varias historias relatan lo ocurrido a grupos que sufrieron el percance de caer en una trampa así, la mayoría de las veces llevaba a la aniquilación del grupo entero. La táctica a seguir si se acaba en una trampa así es detener el avance, retroceder hasta la entrada del Laberinto y reunirse allí; todos los que pasado un tiempo no aparecían se daban automáticamente por muertos.

Cualquiera que escuchaba sobre ellas no podía esconder su asombro y miedo.

Pero, es imposible, ¿no? No estamos en un Laberinto... qué voy a ...


"Papá... casa... ¿dónde?"


Esas palabras me trajeron de vuelta junto con la mano que se agarró a mi ropa, perteneciente a mi pequeña hija de tan solo 3 años... Sin decir nada, la abracé.


"¿Papá, tú bien?"


Sí, soy papá... bueno, un padre. Un padre cuya hija no comprende lo que ha pasado, y haré lo posible para que no se alarme y preocupe demasiado. Soy un adulto, un padre responsable, no puedo dejar ver mis preocupaciones, debo actuar con decisión y demostrando confianza. Mejor así... Las trampas de teletransporte son terribles, y no sé cómo nos hemos visto envueltos en eso, pero seguimos con vida. Zenith ha sido aventurera durante años, seguro que ella también estará viva; Lilia puede que no pueda pelear como antes, pero sabe defenderse; Aisha... Creo... que cuando ocurrió... cuando la luz nos envolvió... ¿iba de la mano de Lilia? Sí, ¿no? Joder.. no lo recuerdo... Olvídalo, no te preocupes por eso, mejor pensar que sí, que Lilia llevaba a Aisha de la mano. Todo saldrá bien.............



3ª Parte

Tras devolver el caballo en la ciudad intacta más cercana, me dediqué a conseguir información sobre lo ocurrido.

Por lo visto, la luz envolvió por completo la provincia de Fedora, que fue lo que provocó el desastre; no se sabe dónde están ni Sauros ni Philip y el control de la región es ahora del hermano de Pilip, aunque por algún motivo, no parece que tenga intención de intervenir y responsabilizarse por lo ocurrido, o al menos no por el momento.

Seguro que están más preocupados por su propio cuello que por ayudar a los habitantes de la región... y el hermano de Philip parece que prefiere mantenerse al margen y no ayudar antes de arriesgarse lo más mínimo. Todos los nobles de Asura me repugnan porque suelen actuar de esa forma.

Mientras reunía información, un hombre algo mayor se puso en contacto conmigo, su nombre era Alphonse, y por lo visto era el mayordomo de Philip cuando ocurrió esto. Por lo que pude comprender, había jurado servir a la familia Boreas Greyrat, y aun en esta situación, no tenía intención alguna de actuar de manera egoista, sino que había incluso ofrecido sus propias tierras y bienes para ayudar en la construcción de un campamento de refugiados.

Me pidió explícitamente ayuda, y cuando le pregunté el motivo, me dijo que porque había oído hablar a Philip de mí; por lo visto las palabras fueron las siguientes:


"Es del tipo de hombre que trabaja duro en situaciones de emergencia, pero es incapaz de preveer los problemas, por lo que acaba metiéndose en líos por ir cometiendo fallos."


Mira lo que va por ahí diciendo... Philip, métete en tus asuntos y déjame en paz.

Por ese motivo, el mayordomo había dudado si intentar contactar o no conmigo, pero debido a que soy el padre de Ludeus, decidió que era mejor ofrecerme su ayuda. Escuchando sus palabras, me siento orgulloso de que Ludeus se haya ganado la aprobación hasta del mayordomo de la casa Boreas; y sin dudarlo acepté su ofrecimiento y ayudé a Alphonse con lo que me iba pidiendo.


Un mes más tarde.

Alphonse cada día busca tanto voluntarios como fondos de aquí y allá para expandir el campamento de refugiados; su habilidad me sorprende muchísimo. Yo, por otro lado, me dedico a realizar batidas en busca de los desaparecidos por la provincia mientras organizo un grupo de aventureros con el nombre Grupo de Búsqueda de Desaparecidos de Fedora; la organización que hemos ido creando se ha ido extendiendo por todo el reino, intentando ayudar a todos los desaparecidos para invitarles al refugio.

Pero mi propósito no es ir salvando desconocidos, sino encontrar a mi familia.

Llegó un punto en el que la fuerza de nuestra organización era suficiente para poder considerarse un reino, lo que ayudó a que Alphonse fuera obteniendo suficientes fondos para la organización y construcción de los campamentos preparados para toda ciudad que hubiera sufrido el altercado.

En todos y cada uno de los campamentos de refugiados, fui dejando una nota informando de lo ocurrido y nuestra situación, además, explicaba que me dirigiría al Sagrado Imperio Milis, concretamente a la sede del gremio de aventureros. Mi meta era enlazar de alguno modo Asura con Milis, para facilitar que la información sobre los desaparecidos llegara a todas partes del mundo, o al menos, mi idea era que encontrar a todos los desaparecidos fuera de una forma rápida y sencilla.

Eso era lo que pensé en aquel entonces, pero fui demasiado inocente...


4ª Parte

Llevo ya 6 meses en Milis, y he de decir que un gran número de personas acabaron aquí.

A todo antiguo habitante de Fedora que encontrábamos, le ayudábamos; aunque algunos fueron vendidos como esclavos... también decidí salvar a estos.

Es un hecho conocido, que si liberas esclavos por la fuerza, estás incumpliendo las leyes del Sagrado Imperio Milis; pero teniendo en cuenta que tanto Zenith como Lilia pueden haber acabado siendo esclavas de alguien, que no quepa la menor duda de que las rescataría sin dudarlo, por lo que extenderé esa idea a todos los antiguos habitantes de Fedora que se encuentren en esa situación.

Esa fue mi actitud en el momento, y desde entonces, siempre recordé que lo hacía por una causa justa, para impedir que cualquier hecho me hiciera dudar de mi convicción.

Y con esa idea en mente, se me ocurrió pedirle apoyo a la familia de Zenith, que son parte de la alta sociedad de Milis, reconocidos por haber concebido a un gran número de caballeros excelentes. No estaba seguro de que fuera una buena idea, pero decidí pedirles ayuda.

Por otro lado, el rescate de desaparecidos avanzaba a buen ritmo; gracias principalmente a la rápida reacción de nuestra organización, un gran número de personas fueron encontradas de inmediato, lo que nos demostró que, como imaginábamos hasta ese momento, muchos antiguos habitantes de Fedora habían acabado en Milis debido al teletransporte.

Lo que teníamos organizado era, que aquellos que pudieran realizar el viaje a pie, recibieran dinero para ayudarles en el viaje de regreso; para los niños y ancianos, encontrábamos un lugar en el que residir mientras organizábamos viajes de vuelta; a los que habían acabado siendo esclavos, se les ayudaba monetariamente para recuperar su libertad o se intentaba presionar utilizando la presión que ejercía la familia de Zenith, Y si todo esto fallaba... nos llevábamos a la fuerza a los esclavos a la mínima oportunidad, cuando no teníamos otra opción para liberarles.

Como era de esperar, empezaron a surgir problemas.

Los nobles de Milis se dieron cuenta de que yo estaba detrás de las desapariciones y secuestros de esclavos, por lo que muchos de ellos utilizaron a su guardia privada para atacarme directamente; estas acciones causaron que varios miembros de nuestro grupo perecieran, pero no me detuve en mi empeño.

Nuestra causa era justa, se habían hecho con esclavos que antes eran habitantes libres que simplemente habían sido teletransportados en un evento fuera de precedentes... teníamos todo el derecho de salvarles.

Por todo esto, los miembros del grupo decidieron seguir a mi lado. Para solucionar las trifulcas que fueron apareciendo, utilicé mi estatus de noble como miembro de la casa Greyrat del reino de Asura, el apoyo de la familia de Zenith y mi pasado como aventurero de rango S.

Por mucho que los problemas fueron allanándose, ni una sola noticia de Lilia o de Zenith llegó a mis oídos, tampoco de Ludeus.

Estoy seguro de que ese hijo mío, iría llamando la atención por donde quiera que fuera, por lo que deberían de haberme llegado rumores suyos... pero parece que por desgracia, nuestra red de informantes no fue capaz de llegar hasta él.



5ª Parte

En total ha pasado ya un año desde el incidente, el tiempo vuela.

Llegados a este punto, los informes sobre ciudadanos encontrados cada vez son más complejos o confusos, además que menos frecuentes; algunos fueron encontrados rondando la zona sur del continente, y alguno menos en la zona norte. También nos llegan noticias del continente central sobre descubrimientos, pero todavía quedan bastantes antiguos habitantes de Fedora que todavía no han sido encontrados y otros que no hemos podido liberar de su esclavitud.

Llegados a este punto, la liberación de esclavos ha seguido el rumbo previsto, y en los casos más problemáticos, necesitábamos tomar custodia de los esclavos para luego liberarlos con negociaciones, pero en muchos casos, teníamos que llegar a usar hasta la fuerza para hacerlo.

Hasta yo comprendo que la aberración a la que nos hemos visto forzados es casi una ofrenta contra casi todos los nobles de Milis, por lo que sé que llegados a este punto, no dejarían las cosas estar en calma sin pelear. Por todo esto, la situación se agravó enormemente debido a que varios miembros de nuestro grupo sufrieron ataques que conllevaron heridas graves o hasta la muerte.

Esto llevó a que algunos miembros me echaran la culpa de la situación en la que nos encontramos en ese entonces.

Claro que podríamos haberlo hecho mejor, nunca imaginé que llegaríamos a estos extremos... pero no podemos permitirnos parar ahora, es demasiado tarde para cambiar lo que ha ocurrido.


Últimamente, cada vez son más los informes sobre refugiados muertos... aunque en realidad nunca han sido pocos, desde el principio gran cantidad de información se refería a Fedorenses muertos... hasta en mayores cantidades que los informes sobre supervivientes. Eto[20], Chloe, Rawls[21], Bonnie, Lane, Marion, Montie...

Cada vez que me llegaba información de uno de mis conocidos, un escalofrío recorría mi espalda; y seguramente por un sentimiento similar al mío, hubo varios miembros de nuestro grupo que se derrumbaron al escuchar sobre fallecidos, otros que se quedaron a un paso del suicidio, y otros a los que nos quedamos a un paso de salvarles... otros acabaron recriminándome mis acciones con preguntas sobre por qué no buscamos en X lugar antes...

Pero en todos y cada uno de esos casos, mi humor se iba hundiendo cada vez más y más... y por si fuera poco, según pasó el tiempo, hasta la información de los fallecidos se volvió difícil de contrastar con mensajes similares a nosequién es posible que esté muerta, un cadáver que se parecía a nosecuál ha sido encontrado, uno que vive en un bosque dice que ha oído sobre otra persona... por todo esto, llegué a la conclusión de que mis acciones habían llevado a la muerte de demasiados.

Porque aun con mis esfuerzos, seguía sin llegarnos noticias de mi familia; dudaba de si había hecho lo mejor, de si debíamos haber ido al continente demoniaco o a la zona norte del continente central... de que puede de que sigan vivos en esos sitios si alguien los ha hecho esclavos, que no deberíamos haber dejado para después los que no eran tan urgentes y haber empezado por los lugares más peligrosos.

Aunque comprendo que esa idea era estúpida, ya que la mayoría de los miembros del grupo de búsqueda no eran combatientes, y que la mayoría son en realidad simples granjeros; por otro lado, sé que a los aventureros o conocidos capaces los había mandado a lugares acordes con su habilidad, aunque no eran muchos.

Los compañeros del grupo que están conmigo son personas que, si hubiéramos ido al continente demoniaco, al norte del central o a Begarito, hubieran sido una molestia en combate; hasta el punto de que tendríamos que rescatar a los que fueron a rescatar...

Por todo esto, creo que hice lo correcto, y que gracias a mis acciones y esfuerzos, miles de refugiados fueron salvados.

Aunque, quizás, si hubiera podido ponerme en contacto con los antiguos miembros de Colmillos del Lobo Negro, yo mismo hubiera podido ir a buscar por Begarito con ellos, y puede que hasta el continente demoniaco. Pero la única persona con la que pude contactar, desapareció en cuanto le informé y ya no sé ni dónde está ni si está ayudando... aunque ninguno de los miembros de ese grupo sería tan desalmado como para no ayudarme con algo así.

Al principio no nos llevábamos bien, luego nos hicimos grandes amigos, aunque luego tuvimos una enorme discusión cuando nos fuimos del grupo.

La peor despedida posible, vaya. Estoy seguro de que todavía me guardan rencor, o al menos, no me extrañaría... pero, ¿por qué permití que tuviéramos un último encuentro tan penoso? Ah... cierto... porque yo era un crío entonces...



6ª Parte

Ya ha pasado año y medio desde el accidente.

Llevo ya un tiempo en el que estoy bebiendo más de la cuenta, hasta el punto de que bebo antes de hacer nada de provecho, borracho desde la mañana hasta la noche, no estoy sobrio ningún momento del día.

Claro que comprendo que no debería hacer algo así, pero siempre que consigo dormir sin estar borracho, me despierto en medio de la noche con pesadillas en las que mi familia ha muerto, o no soy capaz de dormir preguntándome cómo murieron o si quedó siquiera un cadáver... Porque piénsalo, aun con ese hijo mío tan destacable y sobresaliente, no he recibido ni una sola noticia de ningún familiar desde que ocurrió el desastre.

Prefiero no pensar en ellos, ahogar mis penas en alcohol, olvidarme de que pueden estar muertos. Olvidarme de todos los que han esperado en vano mi ayuda durante estos 18 meses y que acabaron encontrando la muerte con lágrimas en los ojos.

Cada vez que pienso en ello, me acabo volviendo loco.

¿Qué coño hago en este sitio? De todos los lugares posibles, ¿qué hago aquí? ¿qué hago que no he ido a buscar a supervivientes a los lugares más peligrosos? Aun yendo solo, seguro que hubiera podido hacer algo por ellos... Cada uno de mis errores de juicio han llevado inequívocamente a las muertes de muchos, gente a la que podía haber salvado, pero que abandoné; conocidos, amigos, amados, hijos.... todos ellos arrebatados y muertos... Antes de ahogarme en mis penurias, prefiero ahogarme en alcohol, es lo único que me permite estar mínimamente alegre.

Pero ese estado me impedía realizar ninguna tarea correctamente, y teníamos previsto volver con los que hubiéramos encontrado a la provincia Fedora en Asura dentro de 6 meses.

Era imposible para mí dejar que enfermos, ancianos, niños y mujeres fueran en solitario nada más encontrarles, sin apenas defensa y en un viaje tan largo... estoy seguro de que muchos de ellos habrían encontrado su fin viajando aunque les hubiéramos cedido 1 Asura de oro para gastos de viaje por cabeza. Ahora sin embargo, la idea es que la mayoría de miembros del grupo de búsqueda de desaparecidos de Fedora les escoltaran, además de tener una enorme ilusión y ganas de volver a casa.

El plan progresaba, y aun siendo yo el responsable de su seguridad, no participaba en las reuniones y me dedicaba a beber todo el día.

Por mucho que todos los miembros principales del grupo de búsqueda, incluyéndome a mí, se quedaran en Milis; la búsqueda de supervivientes se vería casi terminada.

Tras 2 años... Porque en definitiva, la búsqueda de supervivientes terminaría pasados los 2 años desde el evento. Soy de los que opina de que es demasiado pronto para tirar la toalla, mientras que otros opinaban que habíamos hecho suficiente, y que seguir buscando solo sería una pérdida de tiempo y fondos. Pero... al final... no encontré a ningún miembro de mi familia, menuda mierda de padre soy, ¿por qué coño acabé siendo alguien tan inútil? Como si me hubiera estancado siendo un niño, incapaz de madurar hasta el fin de mis días.

Todos los miembros del grupo comenzaron a apartarse de mí, conforme me fui dando a la bebida y empecé a apestar a borracho todo el día. Vamos, lo normal, nadie querría acercarse a un estúpido hombre que tan solo se dedica a beber todo el día.

Aunque existían excepciones, de las cuales una era Norn.


"¡Papá! ¡Acabo de conocer a un señor enorme!"


Aun cuando estaba borracho, Norn se acercaba a mí y me hablaba tan alegremente.

Norn... A día de hoy, Norn es la única familia que tengo, la persona más importante para mí en todo el mundo; no me queda nadie más. Ahora lo recuerdo, ese fue el motivo de que no fuera a Begarito ni al continente demoniaco; es porque Norn me acompañaba, ¿cómo iba a abandonar a mi pequeña de 4 años? ¿qué motivos tenía para dejar atrás a mi pequeña y viajar a un lugar en el que podría morir?


"¿Oh? ¿Qué dices, Norn? Veo que te has divertido."

"¡Sí! ¡Casi me tropiezo antes en la calle y un señor calvo me cogió antes de caerme! ¡Y... mira! ¡Me dio esto!"


Mientras hablaba, Norn me mostró lo que llevaba en sus manos con una enorme sonrisa en la cara. Se trataba de una manzana, roja y con una pinta deliciosa.


"Ya veo, ha sido muy amable, pero dime, ¿le diste las gracias?"

"Sí, le dije Gracias, y, ¿sabes? ¡El señor calvo me respondió acariciándome la cabeza!"

"Bien hecho, Norn, pero ya veo, así que era un hombre amable. Aunque, no deberías llamarle calvo, podría molestarle."


Conversar con mi hija siempre me alegraba el día.

Mi preciada Norn... Sería capaz de enfrentarme a todo Milis si alguien se atreve a ponerte la mano encima.

En esas estaba justo cuando...


"¡Jefe, tenemos un problema!"


Uno de mis compañeros llegó sin aliento a donde me encontraba. El hecho de que me interrumpiera mientras hablaba con mi querida hija me molestó un poco, en estos casos, por lo general, respondía a gritos por venir a molestar; pero con mi hija delante, el poco orgullo que me quedaba me hizo contenerme.


"¿Qué ocurre?"

"¡Mientras hacía el encargo que me pediste nos atacaron!"

"¿Que os atacaron?"


Dice que nos han atacado... pero, ¿quienes? Imagino que son esos nobles desgraciados... Les explicamos claramente que a los antiguos habitantes de Fedora los esclavizaron a la fuerza tras el incidente, putos desgraciados.

En aquel entonces, cuando se lo explicamos, ni recapacitaron ni nos devolvieron a nuestros amigos y vecinos. Por ese motivo, estaba seguro de que hoy también se trataba de mercenarios contratados para recuperar a los esclavos que queríamos liberar.


"Pues nada, ¡todos, coged vuestras armas, y veamos qué pasa!"


Por si acaso, decidí llamar al resto de miembros que estaban en la posada y reunirlos. No es que fueran guerreros extraordinarios, pero dudo que los enemigos fueran tampoco aventureros con años de experiencia en Laberintos; por lo que deberían de servir al menos para disuadirlos.

Mientras se organizaba, me dirigí al almacén donde había aparecido el problema, que se encontraba muy cerca de la posada para poder reaccionar con rapidez si pasaba algo como esto. Aunque claro, el lugar en el que los del grupo de búsqueda se reunían era secreto para que no nos molestaran, por mucho que fuera un edificio cualquiera donde se almacenaban ropajes variados, por lo que sabíamos que tarde o temprano lo descubrirían.

Mierda... es probable que tengamos que cambiar el lugar de reuniones y para llevar a los esclavos liberados.


"Paul-san, solo hay un enemigo, pero es muy bueno, ve con cuidado."

"...¿Combate con espada?"

"No, es un mago, diría que un niño, pero tiene la cara tapada."


Un niñato mago... seguramente sea un novato, pero claro, ¿cómo habrá vencido a tantos adultos? Quizás sea un minero del carbón (Enano) o quizás un cuerpo de niño (Hobbit); si ese fuera el caso, quizás nos esté haciendo creer que es un niño. Por mucho que sea un minero o un cuerpo niño... nah, aun borracho debería poder con él, no creo que un simple mercenario pueda conmigo, pero... nah, dudo que sea un problema.


Y pensando de esta forma, me dirigí al almacen.