sábado, 7 de abril de 2018

Kamisu Reina Volumen 1 cap. 4.5



Parte 5

—Vamos a casarnos cuando hayamos crecido.

Esa es la promesa típica hecha entre dos amigos de la infancia. Se oye tan a menudo en manga, anime, videojuegos y así sucesivamente se ha convertido en un cliché. Es la forma más sencilla de garantizar un vínculo inquebrantable entre el protagonista y la heroína.

Pero en la vida real no hay sentido en tal promesa.

Cuando crecemos, no recordamos esas promesas infantiles, e incluso si lo hacemos, se han vencido porque ni siquiera sabemos el verdadero significado del matrimonio. Sólo un tonto sin esperanza tomaría esa propuesta en serio y le pediría matrimonio a una chica con ese pretexto. Incluso si dos amigos de la infancia siguen juntos, esa promesa no cuenta como un recuerdo, sino como una historia divertida.

Estamos en constante crecimiento, dejando atrás el pasado. Por lo tanto, es esencial vivir siempre en el mismo tiempo que la otra parte con el fin de mantener intacta tal promesa.

Al principio, ninguno de los dos puede saber cuál es la diferencia entre niños y niñas, ni lo que significa casarse o convertirse en una pareja. A partir de ahí, tienen que seguir caminando y creciendo juntos, ellos lentamente pero de forma segura entenderán lo que significa encontrar un compañero para la vida. Cuando hacen eso y todavía continúan valorando la promesa de casarse cuando hayan crecido y sólo entonces esa promesa adquiere alguna importancia.

Considero eso como un milagro. Es imposible no retirar la promesa después de conocer todos los rasgos buenos y malos de la otra parte, o las sucias diferencias entre niños y niñas, o el atractivo del otro sexo. Tal vez se den cuenta de sus sentimientos el uno al otro después de separarse una vez para encontrarse con otras personas, pero es imposible mantener constantemente la creencia de que puedan casarse. Estoy seguro de que tal cosa es imposible. Es por eso que considero que es un milagro.

Y nuestra relación se basa en tal milagro.

A pesar de que sólo es posible a causa de una visión estrecha y llena de necedad, me sentí muy a gusto con ese tipo de relación.

Era muy querida para mí.

Con estas ideas en mente, miro alrededor nuestro parque.

Aquí nos sentábamos juntos en un columpio. Aquí no pude construir un túnel de arena. Aquí hicimos nuestro primer avance dando vueltas hacia arriba en la barra horizontal. El gimnasio ha sido eliminado por ahora, pero este lugar sigue siendo, sin duda, el parque que consideramos nuestro.

Aquí es donde pasé tiempo con la pequeña Shizuka.

Este parque nos formó, nos protegió y nos destruyó.

Eso es correcto.

Incluso el más querido de los lugares nos puede apuñalar por la espalda.

Eso es correcto.

La realidad trata a santos y pecadores por igual, atacando de forma mecánica, al azar, sin ninguna consideración ni selección.

Eso es correcto.

Cualquier cosa en todo en este mundo, exceptuando Shizuka, me traiciona.

Siento el contenido del bolsillo con mi mano. El collar con forma de cruz está ahí.

Yo cierro mis ojos. Porque no quiero ver.

Me tapo los oídos. Porque yo no quiero escuchar.

Me cierro al mundo. Porque yo no quiero creer.

Sólo hay una cosa que necesito ver ahora: el fenómeno que existe a mí alrededor con una apariencia similar a la de Shizuka.

Reina Kamisu me está esperando en el centro del parque.

— ¿Terminaste de despedirte de tus amigos?

Ella me pregunta.

—No hay nadie al que tenga que decirle adiós.

—Ya veo...

Señala con una sonrisa un poco triste.

—Hay alguien que necesito.

Le digo evitando sus ojos.

—Lo sé.

—Estoy indefenso sin ella. No me puedo mover a este ritmo.

—...Lo sé.

—Necesito absoluta e incondicionalmente a Shizuka Wakui.

—...Lo sé.

Mientras me dirijo a ella, le pregunto:

— ¿Tienes una persona que me necesite?

Después de una breve pausa, Reina Kamisu me responde:

—supongo que sería, Kazuaki Toyoshina.

—... Ya veo. Tienes razón. Eres dependiente de mí, después de todo.

—... Eso también es parte de la razón.

— ¿También?

—Supongo que es debido al papel que me diste, pero me parece que...estoy muy apegada contigo. No puedo evitar querer estar a tu lado.

— ¿Tu posees sentimientos…?

Le pregunto.

— ¡Los tengo!

—Pero... los que fueron concebidos por mí.

—Sí, pero no son falsos... ¿O dices que los sentimientos de alguien que cree en ti son falsos?

Puedo responder con una sonrisa débil.

—No.

— ¿No? Yo siento lo mismo que un ser humano común cuando me manifiesto frente a ti, a pesar de que yo pueda ser un simple ideal.

— ¿A pesar de que existes solamente por el bien de otra persona?

—Sí.

Para ser honesto, creo que es posible que se parezcan entre sí. Yo era dependiente de Shizuka y perdí mi lugar en este mudo cuando ella murió.

—Somos muy parecidos.

Le digo en voz alta.

—... Supongo que tienes razón. Nos llevaremos muy bien—Reina Kamisu me sonríe—Yo sólo existo para cumplir con el papel que me diste. Voy a ser lo que necesitas y permaneceré a tu lado.

— ¿...Como mi amante?

—Sí. Vamos a caminar de lado a lado por toda la eternidad. Vas a abandonar este mundo y sólo te preocuparas por mí. Sé que ese es tu deseo. Que esa es tu felicidad.

—Estás totalmente en lo correcto.

Con esas palabras, tomo el collar de mi bolsillo.

—Ese es un precioso collar.

Ella comenta.

En silencio, pongo el collar que Shizuka llevaba al final alrededor del cuello de Reina Kamisu.

— ¿Qué tal?

La miro sin soltar el collar y le doy una respuesta:

—Se ve muy bien en ti.

Al oír mi respuesta, Reina Kamisu, que se parece a Shizuka, sonríe.

De repente, me pregunto a dónde voy a ir. Donde Reina Kamisu va a guiarme.

Pongo mi atención en ella otra vez; el collar se adapta a ella en gran medida.

Recuerdo que le ordene a través de Internet porque me daba vergüenza entrar en la tienda de un joyero. Me sorprendí cuando me di cuenta de que el objeto real era bastante diferente al de las fotos, pero a Shizuka le encantó mi presente.

Cuando ella se lo puso, ella se rio y bromeó. “Tal vez soy un poco joven para esto". Entonces le dije que no se esforzara, pero ella me aseguró que quería usarlo.

Es una pena, pero el collar no se ajustaba a ella.

Sigo sosteniendo el collar.

— ¿... Kazuaki?

Oh, dios sigue siendo cruel conmigo.

— ¡No me llames así!

Yo le grito.

— ¿Eh?

Reina Kamisu tiene sentimientos y se siente atraída por mí. Ella no es diferente de un ser humano.

—De lo contrario sonaras como si Shizuka pronunciara mi nombre, ¿no?

Pero yo soy el que creó esta escena. Deseé todo esto.

— ¿Qué quieres decir...?

Ella me pregunta.

Es lo que deseaba con el fin de ganar.

— ¡Eres Reina Kamisu y nadie más!

Antes de su final, Shizuka llevaba este collar. En realidad, nunca le quedo bien. Pero fue una muestra de nuestro amor.

Y con esta gargantilla, yo…

…Estrangulo a Reina Kamisu.

Su hermoso rostro que se asemeja al de Shizuka se distorsiona con dolor.

— ¿...Por qué...?

La desesperación aparece en su rostro.

— ¿No lo entiendes?—Le pregunto, sin aflojar el collar—Tú no puedes convertirte en Shizuka, ni puedes sustituirla. No me puedes satisfacer en nada. Al ser similar a ella es de lejos, para nada suficiente. Si realmente vas a sustituirla, tendrían que parecerse como dos gotas de agua.

—... P-Pero... pero entonces... ¿cuál es mi papel...?

—La respuesta la tienes de frente.

Estrangulo el cuello de Reina Kamisu con tanta fuerza que ella ya no puede decir ni una palabra. Ella gime dolorosamente.

—Si tu papel no es ser mi amante ni la sustituta de Shizuka, entonces tu papel deber ser el de…

— ¡Mi enemigo!

Reina Kamisu. Nunca te perdonare.

Detesto el enemigo que me atormentaba a mí y a Shizuka.

Detesto el parque que nos ha traicionado.

Detesto el destino que nos llevó a este resultado.

Detesto todos esos enemigos inexistentes.

Es por eso que le doy este papel a ti, Reina Kamisu.

Este papel detestable te pertenece.

—Reina Kamisu, eres un…

—Monstruo: un fenómeno que debe morir.

Reina Kamisu.

Puede que seas un fenómeno intangible, pero todavía puedo matarte.

¿Qué te parece?

Después de todo, los enemigos existen para…

…Ser asesinados.

—Muere.

No me importa si todo el mundo se distorsiona borrar a Reina Kamisu.

No me importa si matarla no resuelve nada.

No hará feliz a nadie, ni siquiera a mí.

Lo haré sólo por mí, ya que ir al infierno, porque es la única cosa que puedo hacer.

Voy a…

— ¡Por favor, ya muérete!

Matar a Reina Kamisu.

Puedo sentir claramente su cuello mientras la estrangulo. La sensación de matar; la realización mientras dreno su vida.

Puedo sentirlo claramente.

Siento algo de distancia. Tal vez sea algo que es insignificante para otros, algo invisible, pero mi instinto me da una señal de alarma.

Pero por mucho que intente atraparla, se acaba de escurrir a través de mis dedos.

Sea lo que sea, no se puede hacer nada.

Y antes de que lo sepa, he llegado a donde se suponía que Reina Kamisu iba a guiarme.

Reina Kamisu es algo más.

El collar se ha roto.

... No me importa nada más.

No hay más enemigos.

Ya no hay ninguna Reina Kamisu.

Reina Kamisu ya no está en ninguna parte.

Voy a la frontera de los mundos y me encuentro en otro mundo desconocido.

Es el mundo normal, vacío y racional, se supone que lo conozco muy bien. Sin embargo, este mundo me parece poco familiar.

Pero es la realidad. La dura verdad.

Por lo tanto, la visión ante mis ojos es real.

— ¿Por qué no me escuchas?

Le asigné a Reina Kamisu el papel de mi enemigo; con el fin de enfrentarla y que ella cumpla ese papel, era necesario desbloquear el filtro de mi sentido común.

Es por eso que cerré mis ojos, tapé mis oídos y me aleje del mundo. Necesitaba hacer eso para deformar los datos originales de las formas.

Mi enemigo.

Mi memoria fue manipulada para que pudiera matar a mi enemigo, Reina Kamisu, manipulando el flujo de información de una manera que presentara su muerte como mi primera prioridad. El sistema giró totalmente alrededor de su papel.

Reina Kamisu es un fenómeno.

Ella no puede matar físicamente a nadie y nadie puede matarla físicamente a ella.

Pero Reina Kamisu era mi enemigo.

Ella tuvo que ser asesinada. Tuve que experimentar la sensación física de asesinarla. Existía la necesidad de sentir su muerte con mis propias manos.

Como resultado...

¿No te lo advertí?

Por eso te dije que te mantuvieras alejada de mí.

—Hozumi-chan.

Bajo mi mirada. Su cara está tan distorsionada por el dolor que es doloroso mirarla directamente, sin embargo hay un atisbo innegable de satisfacción en su rostro.

¡¿Por qué?!

Es suficiente si Reina Kamisu asume los papeles de los demás, así que ¿por qué tuvo que asumir el papel de Reina Kamisu?

¿Mantenerse en contacto conmigo es tan importante para ti? ¿Me prefieres pese a que te deje atrás?

¡Eres incomprensible, Hozumi-chan!

Yo sólo pienso en Shizuka y en nadie más. Tú no puedes convertirte en Shizuka, ni puedes reemplazarla. Tú no me puedes satisfacer.

¿Por qué quieres meterte con un tipo como yo hasta el final...?

Es una pena. De Verdad. Eras tan cerca.

Tú estuviste a punto de cambiarme…

Miro hacia el cielo ya que siento que mi lucha ha terminado.

¡Hey Shizuka, he ganado!

¡Vencí a Reina Kamisu y a Hozumi Shiiki!

¡Voy a seguirte amando!

Pero me siento solo. Increíblemente solo.

No hay nadie a mi lado. No permito que cualquiera pueda ocupar tu lugar.

Estoy seguro de que voy a seguir así, continuas permaneciendo conmigo.

Alguien, por favor.

Por favor, cualquier persona.

Pero… no voy a permitir que nadie haga esto.

Shizuka. Shizuka.

No me importa si eres un fantasma, o una falsificación, o incluso una energía humanoide.

No me dejes solo.

Pero Reina Kamisu ya no está.

El ser que podía reemplazarte ya no existe.

Ella no está aquí.

Estoy completamente solo.

Lo único que me queda es el símbolo invaluable de mi conexión con Shizuka.

El collar con forma de cruz que ella me dejo. No…ella me dejo…

…sus restos.

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