sábado, 7 de abril de 2018
Kamisu Reina Volumen 1 cap. 2.3
Parte 3
Las facultades de percepción de un ser humano tienen cierto alcance; nuestro cerebro es como una computadora que sólo puede procesar una cierta cantidad de datos. Cuando hay un exceso de información, deja de funcionar correctamente y comienza a producir mensajes de error.
Usar mis ojos para “ver” me priva de cualquier impulso emocional.
Hay un cadáver; el cadáver de mi madre. Hay un cadáver; el cadáver de mi padre. Hay un cadáver; el cadáver de mi hermana. El suelo está cubierto por un charco de sangre. Vaya, ¿cómo se supone que voy a caminar sobre un suelo que esta resbaloso? No, ese no es el verdadero problema, ¿verdad? Whoa, whoa, están muertos, ¿en serio? Tienes que estar bromeando. Esta no es una serie de televisión. Tales muertes brutales no deben suceder a mí alrededor. Dicho eso, esto se ve muy real. Jajajaja, bueno, esto se está saliendo de mis manos. No puedo creerlo. Espera, ¿Qué hace esa chica aquí? ¿Quién putas es esa chica tan bonita? ¿Qué pasa con ese Cu-cuchillo que está llevando y esta empapado de sangre? ¡Whoa, whoa, whoa, whoa! ¿Fuiste tú? ¡A pesar de que tienes un rostro tan hermoso! ¡Espera un segundo! ¡No te metas conmigo! ¿Quién permitió que asesinaras a mi familia? ¿De cualquier manera, quien eres tú? ¡¿Quién eres tú?! ¿Quién diablos eres?!
—Como lo había pensado...
¡¿Cómo lo habías pensado?! ¡Eres extraña! ¡Estás loca!
—La gente muere cuando los apuñalas.
Por supuesto que sí. Hasta un niño lo sabe. Todo el mundo lo sabe, aunque en realidad nadie lo verifica.
Es cierto. Mi familia murió.
¿Murió?
Sí, ellos murieron... ¿verdad?
Murieron. Sí, ellos murieron. MURIERON.
—Un... ah...
Por fin empiezo a gemir.
Están mintiendo. Mi mamá, mi papá, mi hermana, todos están tendidos en el suelo, inanimados. Yo estaba viendo televisión hasta hace unos momentos. Fui arriba porque se enojaron conmigo cuando le di una patada a mi hermana. ¿En que se ha convertido esta escena? ¿Esa chica me quiere matar? ¿Es eso posible? ¿Puede incluso hacer eso?
— ¿Quieres morir tú también?
Ella puede. Esa chica puede hacerlo.
—Uh... ¡¡UWAAAAAAAAAAAAAH!!
Ayuda, ayuda ¡Alguien que me ayude! ¡Ayúdame, mamá! ¡Ah, ella está muerta! ¡Nadie! ¡Alguien que me ayude!
Me caigo sobre mi trasero y me arrastro hacia atrás, literalmente, mojando mis pantalones. Por supuesto que no puedo escapar de esta tipa, pero tampoco no puedo soportarla.
Ella se acerca.
—De-detente...
Sin embargo, mis palabras no llegan a sus oídos sordos. Apunta su cuchillo hacia mí, ella se acerca.
Y entonces ella lo use.
— ¡Basta! ¡DETENTEEEEEEEEEE!
Y entonces me despierto como siempre.
Dejé escapar un suspiro mientras tomo mi sopa de miso.
—Atsushi, ¿por qué estás suspirando cuando el día hasta ahora esta comenzado?
Mi tía me reprocha a la ligera con una sonrisa y pone un plato con un huevo frito delante de mí.
—Tuve ese sueño otra vez...
Le contesto cuando pongo un poco de salsa de soya en el huevo.
—Ya veo. Se ha vuelto frecuente últimamente.
—Sí.
—Oh cielos... ¿por qué esa chica tiene un resentimiento contigo?
Un rencor. Si tuviera un motivo no hubiera sido tan simple y razonable, no estaría tan agrietado como lo estoy ahora.
— ¿Tal vez es porque estas un poco inquieto porque tus exámenes de admisión están muy cerca?
Ella habla con un inusual tono de preocupación. Está preocupada; en otras palabras, la estoy preocupando.
Esto es malo. No debo preocuparla aún más cuando ella ya está preocupada por mi bienestar mental.
—Ajaja, pero ni siquiera he empezado a estudiar.
Me río mientras sostengo mi pecho.
— ¿No? ¡Creo que eso también es bastante problemático!
Cuando mi tía dijo eso, pude leer las palabras "Gracias a dios mis temores eran infundados" en su rostro.
Temores infundados. Cierto, tus miedos deben haber sido infundados.
Sin embargo, es un hecho que ese sueño me ha perturbado más de lo que suele hacerlo.
Empecé a tener esa pesadilla después de que ocurrió aquel incidente. Durante el primer mes, me atormentaba cada noche y estaba tan inestable que no podía comer nada.
Pero uno se acostumbra a cualquier pesadilla con el tiempo: últimamente, yo sólo pienso en eso como un "mal sueño".
Sin embargo, hoy en día es diferente. No sólo me ataca en mi sueño, ella también me hiere de nuevo en la realidad.
Tomo mi pecho.
Mi pesadilla se ha filtrado en la realidad y me está atacando desde allí. Eso es todo, porque me he encontré con Reina Kamisu el otro día. Esa pesadilla no es sólo una pesadilla; es mi pasado que me sigue atormentando.
Al venir de Kamisu Reina, mi pesadilla se ha vuelto real. Ella la está utilizando como un portal para atacarme.
Una y otra vez, ella me va a atacar.
Entonces, ¿cuánto tiempo mi corazón será capaz de soportarlo?
Entro en al salón de clases, sólo para sorprenderme casi tanto como ayer.
Ashizawa tenía la cabeza afeitada, abandonando su largo pelo color marrón.
Dudo que uno de los profesores lo haya obligado a hacer eso; no irían tan lejos. Debe haber sido su propia voluntad.
Ashizawa ha estado con la moral baja últimamente, es difícil decirlo, es porque él se está echando la culpa sobre la muerte de Saito. Antes, cuando la cartera que le dio a Mizuhara fue dañada, se puso tan enojado con Saito que la empujó a un rincón y la intimidó.
Yo estaba allí cuando ocurrió y lo observe, tenía la intención de intervenir si fuera a ponerse complicado... no, no sé si realmente tenía la intención de intervenir. Tal vez, yo sólo fingí estar preocupado por ella. De todos modos, los observé sin hacer nada.
Sólo después de mirar la cabeza afeitada de Ashizawa, mi conciencia empezó a molestarme.
No sé cuánto de ese incidente tomó parte en la muerte de Saito, pero estoy seguro de que sí tuvo un efecto. Es otro aspecto que la llevó al suicidio.
Pero, ¿qué tal si alguien hubiera tratado de ayudar a Saito cuando ella estaba rodeada por Ashizawa y sus amigos? ¿Y si ella hubiera tenido un compañero que no se preocupara por la presión de Ashizawa? ¿El resultado habría sido diferente? ¿No somos nosotros, los que dudábamos en defender a Saito, los verdaderos pecadores?
Ese “compañero" podría haber sido yo.
Ashizawa ha infligido un castigo evidente en sí mismo como un delincuente real. Como un castigo irreflexivo y sin sentido, una prueba de su remordimiento.
¿Y nosotros? Estamos negando cualquier responsabilidad y tratamos de abandonar el asunto con un poco de piedad. No es Ashizawa o Kimura o Mizuhara quienes arrinconaron a Saito y nosotros los que tratamos de mantenernos alejados de ella hasta el final.
De repente, una pregunta cruzó por mi mente.
Ahora que lo pienso-
¿Saito no dijo el nombre de alguien cuando pidió ayuda?
Incluso la hora del almuerzo estaba siendo ocupada con el tema de Saito y Kimura porque la cabeza afeitada de Ashizawa era muy llamativa. Debido a la gran simpatía por Saito que llena el aire (todos ellos parecen sentirse culpables), Takatsuki y sus colegas están en una posición muy incómoda, siendo ellas las que culparon a Saito.
He comido mi almuerzo y estoy observando mi clase, mi codo descansa sobre mi escritorio.
Ashizawa se ve como un monje y el grupo de Takatsuki parecen gatos en una casa desconocida. Me pregunto cómo esta Mizuhara.
La miro.
Su cara bonita se ve aún más abatida que antes. Ella debe estar al tanto del papel central que ha jugado en los suicidios de Saito y Kimura.
Cuando pienso en eso, ella se vuelve hacia mí y nuestros ojos se encuentran.
Aparto rápidamente mi mirada para fingir ignorancia, pero su mirada permanece fija en mí.
¡No me importa!
Le grito en mi mente cuando confirmo que sigo siendo vigilado.
Sin embargo, mi grito silencioso no tuvo efecto; se pone de pie y camina hacia mi asiento.
—Kogure-kun.
Ahora dice mi nombre. Parece que no fue una coincidencia o se haya dado cuenta de mi mirada que ella me estaba mirando.
—Así que... ¿Cuál es el problema, Mizuhara?
Le pregunto mientras levanto mi cabeza, visiblemente molesto.
—Tú eres inteligente, ¿verdad? Quiero decir, siempre eres el número uno en esta clase y te encuentras entre los mejores de nuestro año escolar, ¿verdad?
—Estamos hablando de mis calificaciones, pero hay una diferencia entre ser inteligente y tener buenas calificaciones.
Mizuhara se queda sin palabras por un momento, pero finalmente vuelve a hablar,
—...Pero tú eres el único que se me ocurre para hablar de esto. ¿Me puedes dedicar un momento, por favor?
—Creo que hay muchas otras personas que podrían darte un mejor asesoramiento.
—Mmm... No estoy exactamente buscando un consejo. No hablemos de esto aquí, llegado el caso.
Mizuhara me tira por la manga. Parece que ella insiste en hablar conmigo.
—Whoa, cálmate ahora. Ashizawa va a enojarse si nos ve juntos.
—No lo hará.
— ¿En serio? Él debe ser muy indulgente.
—No, nosotros nos hemos... separado.
Sorprendido, me congelo por un instante.
—Ah... ya veo.
Hablo con un tono de voz deliberadamente desinteresado, pero mi expresión dice todo lo contrario.
Pero ahora que lo pienso, no hay nada que sea tan sorprendente. Mientras que el amor experimentado en la escuela intermedia puede ser ciego y grandioso, también es transitorio. Sus pros no son lo suficientemente fuertes como para resistir los obstáculos interpuestos sobre ellos, eso es todo.
Y esos pros fueron arruinados por Kimura.
Oh bien.
Mizuhara me llevó a la escalera que da a la azotea. Estas escaleras son pocas veces utilizadas, por lo que probablemente no tendremos invitados. Debe de haber utilizado este lugar para reunirse en secreto con Ashizawa.
— ¡He venido aquí de vez en cuando!
Ahí tienes.
—Tú... sabes acerca de la falsa carta de amor que use para bromear con Saito-san, ¿verdad?
Ella me pregunta.
—Sí.
— ¿Alguna vez te preguntaste por qué lo hice?
—No, no en absoluto. Supuse que simplemente no podías soportar a Saito y no creo que haya una razón más profunda.
—Tal vez... eso es cierto... pero yo, yo también quería ayudar-
—No me importa. Ahórrame esa historia.
Esta es sólo una excusa que ella se inventó.
— ¡No, escúchame! A decir verdad... una vez la vimos cuando nos encontramos aquí.
— ¿En serio...? ¿Qué tipo de cosas estaba haciendo Saito aquí?
—Ese es el problema... ella estaba murmurando cosas para sí misma.
— ¿Para si misma?
—Sí, para sí misma, como si estuviera hablando con alguien. Traté de seguir su mirada un par de veces, pero no había nadie allí.
Eso no es algo digno de mención; Saito no tenía a nadie con quien hablar, así que tiene sentido que iba a descargar su deseo de hablar cuando estaba sola.
— ¿Y pensante que era espeluznante, así que se burlaron de ella?
Concluyo.
—Yo creía que era espeluznante, eso es cierto...
Ya veo. Puedo entender que Mizuhara quisiera intervenir después de ver esa escena.
— ¿Y? No es por eso que me trajiste aquí, ¿verdad?
—No...—Ella vacila por un momento—Kogure-kun... ¿Crees en fantasmas?
La conversación ha tomado un giro repentino.
— ¿Fantasmas? Ni idea. Bueno, yo creo que podrían existir, ya que muchas personas afirman que es verdad...
— ¿Qué hay de los malos espíritus?
—Pura mierda.
Espera, espera, ¿por qué Mizuhara trata sobre estas cosas? ¿Cuál es el significado detrás de estas preguntas tan absurdas?
-Whoa-
Espera, ¿esto implica que Saito estaba hablando con un fantasma? Es hora de ser realista, ¿no?
Apenas logro mantener mis pensamientos en orden.
... No, no saquemos conclusiones apresuradas. Mizuhara dijo que se desanimó por ver a Saito hablando consigo misma. Ella no habría sentido asco si ese cuento de fantasmas fuera su primera impresión, sino algo así como miedo o tal vez incluso envidia, ¿verdad?
¿Eso quiere decir que hay algo que la hizo llegar a la conclusión de que Saito estaba hablando con un fantasma?
— ¿Estás diciendo que Saito estaba hablando con un fantasma?
Mizuhara asiente con la cabeza.
— ¿Cómo llegaste a esa conclusión?
Mizuhara se quedó callada. Parece que ella teme que al poner sus pensamientos en palabras, sea algo definitivo.
Sin embargo, ella abre su boca en el último instante.
—Porque...—murmura algo—... ha muerto...
— ¿Debido a que Saito murió? ¿Eso que da a entender?
— ¡No!
Mizuhara objetó.
— ¿Qué? ¿Ella habló con un fantasma y es por eso murió? Eso no-
— ¡Eso no es! ¡No fue porque Saito-san murió!
—Pero-
No, no hay necesidad de pensarlo. Sólo hay una persona que entra en cuestión.
—No Saito-san, fue debido a que Kimura-kun murió.
Tengo que admitir que estoy un poco confundido.
Esto no tiene sentido. No sólo hace que sugiera la existencia de algo poco científico como los fantasmas, ella también está hablando de una forma incoherente.
Puedo ordenar cuidadosamente todo en mi cabeza, pensando en todos los puntos a través de la lógica y llego a una conclusión sorprendentemente rápido.
—Así que... que lo viste, ¿verdad?
Ella asiente con su cabeza lentamente.
—Tú viste a Saito hablar con ese algo y eso la haría un bicho raro. Pero también viste a Kimura hacer lo mismo.
Mizuhara asiente con su cabeza.
Hago una pausa y echo un vistazo a mí alrededor. Si existen realmente los fantasmas, entonces yo no estaría sorprendido de encontrar uno aquí. Ese pensamiento envió un escalofrío a mi espalda, pero por supuesto es sólo mi imaginación jugándome una broma.
Sin embargo, de hecho, alguien murió al otro lado de esta puerta.
— ¿Tu... crees que tal coincidencia es posible?
Mizuhara me pregunta a regañadientes.
— ¿A qué haces referencia cuando dices "coincidencia"...?
—Como he dicho... Saito-san y Kimura-kun, ambos hablaron con un fantasma, los dos vieron un fantasma y ambos se suicidaron. ¿Crees que tal coincidencia es posible?
Coincidencia.
Ella está en lo correcto; esta sería una extraña coincidencia. Sin embargo, no sólo tienen una razón apropiada para suicidarse, tampoco hay duda de que terminaron sus vidas por su propia voluntad.
Para empezar, no hay una relación causal entre la muerte: Kimura no habría muerto si no fuera por la muerte de Saito. Sus muertes no fueron causadas por una coincidencia.
Espera...
No hay lugar para una coincidencia aquí. En otras palabras, es la ausencia de una coincidencia lo que hace que sea sospechosa.
—Tiene tus dudas, también, ¿verdad, Kogure-kun?
Mizuhara me señala y escondo rápidamente mi expresión.
— ¿Sabes lo que pienso?
Ella responde su propia pregunta:
—Creo que ninguno de ellos en realidad se haya suicidado.
Tiene la cara tan pálida como la arena. Por fin, me doy cuenta de que no son los sentimientos de culpa lo que la ha agotado tanto.
Mizuhara tiene miedo.
El miedo que condujo a esos dos a su muerte, la está desgastando.
—Ellos murieron—Habla con una espantosa convicción—Un fantasma los maldijo hasta sus muertes.
Al igual que ayer, empecé a mirar hacia fuera para ver a Reina Kamisu, mientras bebo un batido de descuento en un McDonald’s.
Sin embargo, mientras mis ojos se dirigen a la ventana, casi todos mis cables internos están en otro asunto.
Yo había estado recordando la discusión con Mizuhara varias veces, tratando de sacar mis propias conclusiones.
No tengo forma de saber a qué se refiere con "fantasma" Es decir, si bien considero que este "fenómeno" es capaz de comunicarse, puede entrar en contacto con otras personas y por lo tanto afectar sus vidas hasta cierto punto.
¿Ese efecto mató esos dos?
Condenados a muerte.
Bueno, tal vez puedas llamar a esto una clase de "maldición".
Pero, ¿es tan fácil llevar a alguien a matarse? De ninguna manera. No importa que tanto se diga sobre la vida y la muerte, todo el mundo sabe que la muerte es definitiva e irrecuperable. Las palabras de la gente no te matan; es tu propia voz interior la que te lleva a hacerlo. O un impulso brusco. En cualquier caso, las personas no mueren tan fácilmente.
¿O es que, sea lo que sea, tiene el poder de manipular estos mecanismos con facilidad?
Por otro lado... ambos tenían una razón válida para suicidarse. Mientras que las palabras son inútiles contra la persona estándar, bien podría ser posible darle a alguien con tendencias suicidas el empujón final.
Sin embargo…
Niego con mi cabeza.
Estoy perdiendo el contacto con la realidad; Debería pensar en ello de forma más racional.
Pensamiento racional. Racional. ¿Tengo que calmarme? ...Sí.
Entendido... en primer lugar, debería considerar la posibilidad de que todo lo que Mizuhara me dijo era sólo un producto de su imaginación. En mi opinión personal, ella es una chica obstinada.
Esta compartiendo su culpa por la muerte de Saito y Kimura. Tal vez, no era capaz de asumir la responsabilidad y por lo tanto trató de escapar dándole una razón al hecho de que Kimura hablara con el aire, que a su vez puede que haya interpretado erróneamente una conversación normal para su propia conveniencia.
En otras palabras, el ser no existe, para empezar.
¿No tiene mucho más sentido?
... Tch. Un patético intento de empujar mi razón en este asunto.
Poco convencido por mi propio razonamiento, trato de concentrarme en el otro lado de la ventana y termino asustando a unos peatones con mi penetrante mirada.
— ¿Qué estás buscando con tanta dificultad?
Alguien pregunta detrás de mí.
Estoy a punto de explicar amablemente que estoy buscando a alguien-
Pero…
Mis palabras se atascan en mi garganta y se evaporan por completo.
Mi piel se eriza.
Algo gotea sobre las puntas de mis dedos, mi boca se seca y mis ojos se abren aún más.
—Ah.
Lo sé...
Conozco esa voz.
A pesar de que sólo la he escuchado un par de veces, ha consumido hasta la parte más profunda de mi cerebro y no me va a dejado desde entonces.
— ¿Qué pasa? ¿No me vas a decir lo que estás mirando?
Duele.
La herida en mi pecho duele.
Se ha abierto completamente de nuevo, se desborda un líquido parecido a la sangre, como si reaccionara frente a su creador.
No debo, perder.
Tomo mi pecho y me doy vuelta para ver al visitante con una voluntad de hierro.
Algo penetra a través de mis ojos mientras reconozco su cara, por lo que lucho contra el impulso de cerrar los ojos, el impulso de evitar sus ojos.
Sin embargo, he estado esperando este momento.
Debo mantenerme firme ahora.
—Yo estaba buscando a Reina Kamisu, ¡A ti!
Le frunzo el ceño a Reina Kamisu. Cuanto más afilada mi mirada, más débil es el dolor en mi pecho.
— ¿Oh enserio?
Me sonríe con una sonrisa tan bella que se ve falsa.
— ¿Y qué vas a hacer ahora? ¿Vengarte?
Venganza, dice Reina Kamisu con indiferencia.
—Yo quiero hacer eso.
Le contesto con tanta calma como pueda, mientras suprimo mi rabia en ebullición.
—Así que es eso.
—Sí.
— ¿Estas escuchándote?
—Tal vez piensas que solo es incidente bajo un puente. Pero no para mí. Todavía sufro las consecuencias de eso cada día. ¡Sigues metiéndote con mi vida!
—Bueno, supongo que nadie que haya sido víctima de un incidente de este tipo pueda llegar a aceptarlo tan fácilmente.
Reina Kamisu me dice con una voz indiferente y tengo impulso de saltar sobre ella y estrangularla hasta su muerte. Sin embargo, debo dejar de hacerlo; sin ella nunca voy a obtener la respuesta que busco.
— ¿Y qué quieres de mí?
Reina Kamisu no muestra signos de culpabilidad. ¿Está realmente con una expresión nula o está actuando de esa manera a propósito? Yo no puedo decidir entre esas dos posibilidades.
Antes de que sea demasiado tarde, borro mi ira, que está a punto de estallar; Sí, no la suprimo, la borro. De lo contrario no iba a durar mucho más tiempo. Trato de dejar afuera todo lo que siento por Reina Kamisu.
—Quiero Saber la verdad.
— ¿La verdad?
—Sí. La razón por la que mataste a mi familia.
Encontrar la razón de eso es la prioridad número uno para mí.
Quiero pasar de mi estado de ánimo actual. Sin embargo, con el fin de luchar contra esos sentimientos cada vez más duraderos, la tristeza, el miedo, la desesperación y la ira, tengo que romper a través de una pared.
La pared de preguntas.
Una vez ardiente, el odio no sólo desaparece; existe la necesidad de salir de dejarlo a un lado y borrarlo. En el proceso, sin embargo, las preguntas sin respuesta constituyen un gran obstáculo. Puede ser que sea capaz de soportar este asunto de alguna manera dando una razón o algo para satisfacerme a mí mismo, pero ni siquiera tengo los datos suficientes para compensar eso. Mis preguntas siempre han estado sin respuesta.
A causa de eso, no tengo ningún medio para digerir estos diversos sentimientos oscuros que tengo adentro.
Sin embargo, incapaz de entender mis circunstancias, Reina Kamisu inclina su cabeza:
— ¿Hay un punto en saber la razón de eso?
—No lo hay. Es por eso que te lo estoy preguntando.
—Parece que no lo vas a entender.
— ¡Me importa una mierda tu opinión! ¡Te estoy haciendo una pregunta! ¡¿Por lo menos tienes la menor idea de qué parte de mi 'yo' ya se me fue extraída?! ¡Me debes cierta cooperación, maldita!
Le grito sin darse cuenta. Mierda, no pude reprimir mi cólera. Incluso la más pequeña abertura en mi guardia no pasará desapercibida para mi enojo.
Retenerlo, retenerlo, retenerlo.
—Has cambiado tu actitud.
Me observa con indiferencia sin cambio alguno.
—Escucha, no estoy tratando de burlarme de ti. Me encantaría darte una respuesta, de verdad. Pero por mucho que quisiera hacerlo, no puedo.
— ¡¿Por qué?!
—Debido a que no hay una respuesta que pudiera satisfacerte.
—Bueno... eso puede ser cierto. Mi familia no va a volver, y no voy a ser feliz no importa lo que digas. Pero... no es por eso que estoy hablándote. ¡Soy perfectamente consciente de eso!
—No, eso no es lo que quería decir.
—Entonces, ¡¿qué es lo que quieres decir...?!
—Quieres que te diga la razón por la que hice lo que hice ¿verdad?
—Si.
—Hm...
—Lo creas o no, yo entiendo porque tienes una forma completamente de pensar diferente a la mía. No se puede evitar si no tiene sentido para mí. No me importa. De todas formas es mejor que saber nada.
Por primera vez, Reina Kamisu escuchó con atención mis palabras.
Ella me mira, tratando de comprender mi situación, tratando de entender el significado de mis palabras.
Yo respiro con alivio. Reina Kamisu no es tonta, ni tampoco guarda rencor contra mí. Por lo tanto, no es una sorpresa que no me dé la respuesta que estaba esperando.
Sin embargo-
—Y aun así...
Ella suspira por alguna razón.
—... ¿Qué?
—Todavía no tengo la respuesta que estás buscando.
Mis ojos se abren.
— ¡Y-Ya basta! ¡No me digas que no tenías una razón para matar! ¡Debe haber algún tipo de motivo, no importa cuán loco sea!
— ¿Una razón? Sí, tal vez no lo haya examinado bien.
— ¿...Examinado bien?
—Pero nunca lo he descubierto.
¿Ella...no lo entendía?
—No vas a encontrar una buen esclarecimiento para todo en el mundo, lo mismo pasa con el asesinato que cometí; ¿ya fue suficiente para satisfacerte?
— ¡P-Por supuesto que no!
—Debería haberlo imaginado.
— ¿Tu misma no sabes la razón? ¡No me digas eso! O ¡¿Quiere decir que asesinaste personas como...como si bebieras agua?!
—Por supuesto que no. Y para que lo sepas. No es como si no recordara cómo me sentí en ese momento... tuve que matar a alguien porque tenía que confirmar si las personas podían realmente morir usando mis manos. Yo no tuve más remedio que hacerlo. No sé, sin embargo, porque sentí ese impulso. Creo que no habría una razón tras eso, pero no he encontrado una al final. ¿Beber agua? Lo hacemos
porque nos invade sed; porque moriríamos si no lo hiciéramos. Pero... ¿por qué hemos sido diseñados para morir si no bebemos agua? No lo sé. ¿Por qué tuve el impulso de matar? No lo sé.
En otras palabras... mi intento de entender a Reina Kamisu y sus razones para matar a mi familia no será nada fácil, porque ella no se entiende a sí misma.
No voy a encontrar la respuesta que estoy buscando en cualquier parte del mundo.
—Me rompe el corazón decirte esto, pero como lo he dicho antes...
—No hay ningún punto en saber la verdad.
Ella abre mi herida.
No, una herida que no ha cicatrizado en primer lugar no puede estar "abierta".
—Una cosa más.
Me dice ella.
Duele.
—Has dicho que no tienes en cuenta ese incidente como un asunto del pasado, ¿verdad?
Maldita sea, me duele.
—Creo que sé por qué piensas así.
¡Me duele, maldición, me duele!
—Tú pareces pensar que sólo mate a tu familia, pero eso estuvo mal.
Ah, ya veo.
Es por eso que mi herida no se ha curado; porque he perdido mi capacidad de regeneración.
— ¡También debí haberte matado!
Hazlo ya estoy muerto.
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