sábado, 7 de abril de 2018

Kamisu Reina Volumen 1 cap. 2.4



Parte 4

No debo preocupar a mi tía. Sin embargo... He estado saltándome la escuela en los últimos días, siendo incapaz de mover siquiera un músculo.

Estoy muerto.

Obviamente esta es una forma de hablar; desde un punto de vista biológico, estoy perfectamente vivo y soy capaz de pensar.

Sin embargo, hay una herida en mi pecho que está vinculada al pasado. Mientras tenga está herida, voy a seguir siendo llevado de vuelta a ese día para ser maltratado por Reina Kamisu.

Reina Kamisu seguirá quitándome todo lo que tengo, mi alegría, mi tristeza, mis reproches, mis sueños, todos serán anulados.

La única cosa que me queda son los sentimientos de ese incidente. Los sentimientos que me dan descanso donde quiera que vaya y sin importar el tiempo que espere.

Por lo tanto, estoy encadenado a un lugar, se me prohíbe avanzar hacia el futuro.

Por lo tanto, mi vida ha llegado a su fin.

Por lo tanto, se puede decir que estoy "muerto".

...Mierda.

Perdí completamente contra Reina Kamisu.

¿Cómo se supone que voy a vivir ahora? ¿Que se supone vaya a hacer? ¿Tengo que seguir viviendo un año tras año junto con este dolor en mi pecho?

¿Cómo puedo responder?

No... No del todo.

¿Cómo puedo decidir?

Estoy en medio de un torbellino de valor, a pesar de que es inútil, trato de salir.

Sin embargo:

— ¿Atsushi? ¡Voy a entrar!

Una voz me llama y me arrastra de nuevo a la realidad.

—Bien...

Después de escuchar mi respuesta, mi tía entra en la habitación con una bandeja que tiene un plato de arroz con leche.

Mi culpa se hace más fuerte. Estoy fingiendo estar enfermo y le oculto la verdadera razón de mi ausencia; No quiero preocupar a mi tía diciéndole que en realidad es un problema mental.

— ¿Todavía te duele la cabeza?

Ella me pregunta después de poner la bandeja sobre el escritorio.

—Sí...

Mi conciencia me perfora; Estoy acostado con ella.

... No tengo otra opción. Lo siento, pero no tengo otra opción.

— ¿De verdad crees que estás bien? Ya han pasado 3 días. ¿Quieres que te lleve al hospital?

—Estoy bien.

Ella mira mi rostro en silencio durante unos instantes y finalmente asiente con una suave sonrisa.

Su sonrisa desencadena una débil hipótesis dentro de mí: ¿Tal vez ella ha visto desde hace mucho tiempo a través de mi mentira y lo ignora, porque ella se siente impotente?

— ¿Atsushi? Hoy es miércoles, ¿lo recuerdas?

—Mm... Ah.

— ¿Deseas cancelar la cita de esta semana con tu médico? Puedo contactarme con él si quieres.

Normalmente, es en estos momentos en los que uno debe buscar asesoramiento mental, pero ya que estoy fingiendo estar enfermo, no debo ser atrapado.

—Sí, por favor. ¿Puedo pedirte que te pongas en contacto con él, mamá?

Justo antes de que termine de hablar, sus ojos se abren. Sorprendido por la reacción de ella, recuerdo mis propias palabras.

Ah... acabo de llamar a mi tía "mamá".

No está segura de cómo hacer frente a esta situación incómoda, la miro en silencio. Su cara de sorpresa se convierte lentamente en una suave sonrisa familiar.

—Por fin lo has dicho.

Ella sonríe con un toque de alegría.

—Eso fue... eso fue sólo un error.

—No me importa, Atsushi. En ese caso, te gusto tanto que me confundiste con tu madre por un instante.

¿Es eso verdad...?

Claro, yo estoy agradecido con ella, lo estoy en realidad, pero ¿no es esa una prueba de que no somos una familia de verdad? Si yo fuera su verdadero hijo, probablemente no estaría tan agradecido. Yo consideraría el amor que ella me da como una cosa perfectamente natural. Me acaba de dar su amor y no le doy nada a cambio.

Sin embargo, si le dijera a mi tía eso, yo solamente voy a entristecerla.

Mantengo mi opinión solo para mí y le pido otra cosa en su lugar.

— ¿Entonces, puedo llamarte mamá a partir de ahora?

— ¡Por supuesto que sí! ¡Tú eres nuestro hijo, Atsushi! ¡Mi marido puede parecer frío contigo, pero se siente muy unido a ti!

—Si lo sé.

Soy un niño. Como tal, cuesto mucho dinero. Además de eso, voy a costar aún más una vez haya terminado mi educación obligatoria y entre a una escuela secundaria. A pesar de todo, mi tío no ha dado ni una sola queja.

—No hay nada de qué preocuparse. Estamos incluso reconocidos como tus padres por la ley.

—Sí...

—Puedes... ¿Puedes decirlo de nuevo?

— ¿Eh?

— ¡Rápido!

Luchando contra mi torpeza, digo: "mamá".

Mi tía asiente alegremente con su cabeza.

Mamá.

Sí, me siento reacio a llamarla de esta manera.

¿Debido a que estoy acostumbrado a decirle tía? Claro, pero hay algo más.

¿Por qué siento eso? ¿Por qué?

Además, he sabido por mucho tiempo que ella quería que la llamara mamá, que a ella no le gustaba la palabra tía, ya que pone un poco de distancia entre nosotros.

Siempre he estado agradecido con ella y quería hacerla feliz, si fuera posible. Si puedo hacerla feliz con algo tan simple como cambiar la forma en que me dirijo a ella, lo haría en cualquier momento sin pensarlo dos veces.

Entonces ¿por qué es que yo he la he seguido llamando tía hasta ahora?

—Tengo una pregunta, mamá.

— ¿Sí?

—Tu…

Quedo a la mitad de mi frase. No hay retorno una vez que haya dicho la continuación de estas palabras.

No... Me he dado cuenta ya, así que no puedo de toso modos no puedo detenerme.

— ¿Has escuchado sobre una tal Reina Kamisu?

Estoy sentado en el sofá dentro de la oficina del doctor Mihara.

Ocultar mi verdadera razón para quedarme en casa era algo que estaba en mi lista de prioridades, no me importaba mucho. Pro necesito asesoramiento. Más precisamente, tengo que hablar con el doctor Mihara.

—Hola Atsushi-kun

Me dice mientras entra en la habitación.

—Hola.

Le contesto.

Se sienta en el asiento enfrente de mí.

—Entonces— Menciona la frase de costumbre— ¿Cómo has estado?

Ya he preparado una respuesta para esa pregunta.

—Muchas cosas han sucedido.

— ¿Oh? ¿Te importaría contarme sobre eso?

—Claro, es por eso que estoy aquí.

—Es cierto.

Asiente con su cabeza. Debido a que es un psicoterapeuta, es muy difícil de leer sus verdaderos pensamientos en base a su expresión, pero puedo decir que él se ha dado cuenta de que algo ha cambiado en mí.

—Primero que todo, tuve un sueño.

— ¿Ah, sí? ¿Qué clase de sueño?

A menudo me pide que le diga acerca de mis sueños. Creo que él está tratando de analizarlos y buscar a fondo en mi conciencia.

—Un sueño en el que soy asesinado por Reina Kamisu.

El Dr. Mihara observa de cerca mi rostro mientras estoy hablando, yo también observo el suyo, tratando de tomar nota de cada cambio.

—Lo que significa que es ese sueño en el que una chica te mata, ¿verdad? ¿Con un cuchillo de cocina?

—Sí. Además, Doc, su nombre es Reina Kamisu.

Mirándome de cerca, él responde:

–Ya veo.

—Doctor.

— ¿Sí?

—Yo he tenido ese sueño desde hace un tiempo, ¿verdad?

Después de pensarlo un poco, él asiente con la cabeza.

—Eso es correcto.

—No es difícil ver por qué me gustaría tener un sueño así: es porque no he asimilado ese incidente aún ¿es correcto?

Parece que lo he golpeado un poco fuera de su rango.

Durante todos los años que he venido aquí, me he dado cuenta de que nunca me da respuestas. Lo único que hace es escucharme. Se trata de ayudarme a encontrar el mismo resultado escuchándome. Eso es todo lo que realmente hace. Ha habido momentos en los que estaba molesto por eso, pero supongo que eso es sólo lo que hace un psicoterapeuta.

Debe ser un problema desde su punto de vista que lo obligue a declarar sus propios pensamientos.

—... Creo que sí.

Me dice, sin embargo, después de llegar a la conclusión de que no habrá ningún daño al decírmelo.

— ¿Eso es todo?

Le pregunto.

—... ¿Todo?

— ¿Ese es todo de su punto de vista sobre ese sueño?

Él frunce e seño y evita mis ojos. Después de permanecer en silencio durante unos segundos, me mira de nuevo y abre la boca.

—Atsushi-kun. Es cierto que he reflexionado sobre tu sueño y formado mi propia opinión. Esto es, sin embargo, mi punto de vista personal y de ninguna manera es perfecto. ¿Lo entiendes?

—Sí.

—El problema es, Atsushi-kun, que al revelar mi opinión, podría afectar tu propia opinión. Podrías confundir accidentalmente mi respuesta con la tuya. ¿Comprendes el problema que estoy señalando?

—Sí. Eso significa que no hay problema si digo mi propia opinión, ¿verdad?

—...Supongo que sí.

—Está bien. Creo que mi sueño es el resultado de mi deseo de "escapar”.

—...

Él permanece en silencio.

—Déjeme cambiar el tema un poco. Me gustaría decirle algo totalmente diferente, otra cosa que sucedió esta semana.

—Adelante.

—Me encontré de nuevo con Reina Kamisu.

—... Ya veo sólo para estar seguro: Ya no estamos hablando de ese sueño, ¿es correcto?

—Sí, por supuesto que no. Esta vez no sólo me miró, sino que también habló.

—...

— ¿No quiere saber de qué hablamos?

—...Sí por favor.

—Sentía la necesidad de conocer la razón por la que mató a mi familia. Y eso es lo que le pregunte.

— ¿Qué...? ¿Qué te respondió?

—Ella me dijo que no tenía idea.

—Hm...

—Estoy seguro de que ella no me mintió. Kamisu Reina tuvo un impulso asesino y mató a mi familia. Sin embargo, no había ninguna razón más profunda sobre ese impulso. Por lo menos, eso es lo que parece pensar.

El Dr. Mihara mantiene su silencio, sin saber cómo reaccionar.

—Quería poner fin a ese incidente al aprender acerca de sus razones. Yo quería obtener algo podría ayudarme a entenderlo todo. Sin embargo, mis esperanzas fueron traicionadas. En su lugar, ahora estaré siempre cautivo por mi pasado. Sin embargo, hay algo que me di cuenta. Incluso si, simplemente e hipotéticamente, había tenido una razón adecuada para el asesinato que cometió, no habría aceptado esa razón sin importar qué. Desde el principio, yo no tuve alguna posibilidad al enfrentarme a Reina Kamisu. Debido a que es sencillamente imposible apaciguar los sentimientos de alguien cuya familia ha sido asesinada.

Él todavía me está mirando. Por fin, a regañadientes empieza a hablar.

—Dime, Atsushi-kun, ¿en dónde te la encontraste?

—En el McDonald’s cerca de la estación. En la vida real, por supuesto.

Con los brazos cruzados, él cae en el silencio de nuevo. Una vez dicho todo lo que quería decir, también me callo.

Silencio. Durante un tiempo, sólo ruidos sin sentido llegan a mis oídos, como el ruido del tráfico y las manecillas de un reloj.

Voy a esperar sus siguientes palabras, no importa cuales sean.

Por fin, despliega sus brazos y mira fijamente a los ojos.

—Atsushi-kun... ¿puedo hacerte una pregunta?

El Dr. Mihara me pregunta.

—Por supuesto.

—Anteriormente, tú me habías mencionado tu deseo de escapar de ese sueño, ¿verdad?

—Correcto.

—Por otra parte, hiciste hincapié continuamente en que la conociste en la vida real, ¿verdad?

—Si.

—Tú ya conoces la verdadera respuesta, ¿verdad, Atsushi-kun? A pesar de ello, me pediste mi opinión, ¿es eso correcto?

—...

—Está bien, Atsushi-kun. Lo confirmo una vez más.

— ¿…Confirmar qué?

—Fue un asesino a sangre fría quien mató a tu familia. ¿Cuál es su nombre? ¿Reina Kamisu?

—Si. Reina Kamisu. ¡Reina Kamisu sacrificó mi familia!

Pronuncio su nombre con agitación, confundiendo al médico un poco.

Él se mantiene calmado y el me responde:

—Sin embargo…

—Esa persona no existe.

Aun cuando esperaba esa respuesta, todavía estaba en shock. Mi hipótesis resultó ser correcta. Y como yo ya la sabía de antemano, agrava mi dolor.

— ¡Eso no es cierto! Lo niego. Yo debo hacerlo.

— ¡¿Por qué todavía dices que estas escapando?! ¡Eso está mal y lo sabes!

— ¡No…eso no es verdad! ¡Lo sé, sé que es un hecho que ella no existe!

Esto no es una mentira. Al menos, yo no creo que sea una.

—Atsushi-kun...

— ¡Reina Kamisu existe! ¡Ella está aquí con nosotros!

Yo grito.

Tengo que asegurarme de ello.

Dejo al perplejo Dr. Mihara atrás, me doy la vuelta y corro fuera de su oficina. Al salir de la habitación, me encuentro con una chica que estaba esperando su turno, y me estrello con ella. Salto con mis pies y sin disculparme, me dirijo al lugar donde puedo asegurar la existencia de Reina Kamisu.

Mientras que en realidad nunca he estado allí, sé la dirección. Mientras sigo corriendo hacia esa dirección, trato de recuperar mis pensamientos. Necesitar confirmar el hecho de que la estoy buscando y yo debería ser capaz de hacerlo, puesto que ya lo he demostrado suprimiendo mi cólera mientras hablaba con Reina Kamisu.

Calma. En primer lugar, me detengo un poco. El funcionamiento de mi corazón no va a cambiar; su destino se mantiene igual.

Por fin, me las arregle para recuperar la compostura, justo cuando llegué a mi destino.

Hago sonar el timbre.

— ¿Sí?

Alguien me responde después de unos segundos.

—Urm... mi nombre es Atsushi Kogure. Ah, sí... Soy un compañero de clase de Kyouhei-kun.

Mientras le explico quién soy, miro la placa de identificación.

La placa dice Kimura.

Con la expresión más mansa que puedo dar, yo oro en el altar de Kimura, ya que eso fue lo que le dije a su madre. Debo hacerle creer que éramos buenos amigos. Ella no va a ser capaz de hablarme a menos que previamente le haya contado en detalle todo acerca de mí.

—Fue un verdadero shock.....

Le explico con una cara triste.

Entonces yo divagó sobre lo mucho que estoy supuestamente afligido por la muerte de Kimura. No es tan difícil: sólo tengo que exagerar mis propios sentimientos, ya que es un hecho que yo era su compañero de clase, sorprendido por su repentino fallecimiento. Su madre asiente con la cabeza ante mis palabras, unas cuantas lágrimas salen de sus ojos. Mi conciencia mareada se limpia inmediatamente ante el rostro de mi objetivo.

—De hecho, la señora Kimura, estoy hoy aquí con una petición.

Le digo, llegando finalmente al grano.

—... ¿Sí?

—Quiero saber lo que Kimura-kun pensó en sus últimas horas, cuáles fueron sus preocupaciones y me gustaría escuchar sus propias palabras. Por lo tanto, puedo-

Las probabilidades son altas. Por un lado, ha habido otros que la han visto, de lo contrario no habría ningún rumor y ella no parece haberse dado cuenta de que la estoy engañando. No veo por qué se negaría.

— ¿Leer su nota de suicidio?

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