sábado, 7 de abril de 2018
Kamisu Reina Volumen 1 cap. 3.2
Parte 2
—Doctor, creo que voy a cancelar todas nuestras reuniones.
El doctor Mihara me mira, un poco asombrado y me pregunta:
— ¿Por qué?
—Sólo vine aquí porque necesitaba apoyo desde ese entonces, ¿verdad?
Él inclina un poco su cabeza.
— ¿Así que no hay necesidad de recibas más ayuda?
—Sí, no hay necesidad. Los ataques de depresión que solía tener se han ido al igual que mi antipatía al hablar con otras personas—Le explico y decido añadir algo que he visto el otro día cuando lo estaba esperando aquí—Y no me voy a precipitar fuera de esta sala gritando.
Unas pocas arrugas aparecieron en la frente del médico.
—De Quién…—Me dice después de una breve pausa— ¿Estás hablando?
—Estoy hablando del niño que venía a menudo aquí antes que yo. Si no recuerdo mal, llevaba el uniforme de mi escuela. Él tropezó conmigo el otro día, ¿verdad? ¿Cuál es su nombre?
—...Me temo que no puedo hablarte acerca de mis otros clientes.
— ¿Ni siquiera su nombre? Lo que sea. Ahora que lo pienso, no le he visto últimamente.
Su semblante se oscureció con claridad.
—Él no va a venir otra vez...
— ¿En serio...?"
—Sí.
El doctor asiente con su cabeza.
Dudo que simplemente haya interrumpido su tratamiento mental en esa condición; ¿Paso algo? Al ver cómo escapó gritando, tiene que haber una razón por la que no quiera venir más.
Pero tengo una extraña sensación acerca de esto.
Después de todo, ese niño es un estudiante de la escuela secundaria de Shikura. Dado que estaba bajo tratamiento mental, es muy posible que tuviera una razón para suicidarse, por lo que podría ser una de las tres víctimas de suicidio.
A juzgar por el amargo semblante del doctor Mihara, él debe saber la verdad. Me voy a abstener de preguntar más, sin embargo, dada su personalidad no le permitiría responderme.
—En cualquier caso, ¿has dicho que deseas cancelar nuestras reuniones?—Me dice, consiguiendo volver al tema—En mi opinión, es un poco pronto para eso.
—Lo sé, doctor. Tienes razón en que mis heridas no han sanado; Todavía no consigo mi antiguo yo.
—Ese no es el problema—Me argumenta—Estas heridas te acompañarán durante toda tu vida, y no serás capaz de volver a tu antiguo yo sin ninguna herida nunca más.
— ¿Entonces, dónde está el problema?
Le Pregunto.
—Soy reacio a creer que realmente te hayas recuperado de esa conmoción.
—Pero en ese caso, ¿no estaría viniendo aquí por el resto de mi vida?
El médico hace una pausa por unos segundos.
—Todavía... todavía es demasiado pronto.
Esta intermediando un poco; ¿piensa que soy rara?
Por lo tanto, yo objeto:
—Doctor. Voy a ser franca. No somos una familia rica. El proyecto de ley para esta terapia psicológica corta muy profundamente en nuestro presupuesto.
—......
El guarda silencio como si pensara en mis circunstancias monetarias.
—Tal vez tengas razón y todavía no me he recuperado totalmente de esa conmoción, pero estoy segura de que con el apoyo de mis padres y los pocos amigos que tengo, seré capaz de mejorar.
—No estoy en desacuerdo con eso. Sin embargo, siento que todavía estás en necesidad de un especialista como yo.
— ¿Por qué?
Le pregunto, un poco irritada.
—...Muy bien, permíteme explicar mis preocupaciones: Siento que tienes tendencias delirantes.
— ¿...Tendencias delirantes?
Le pregunto en respuesta a inesperada su demanda. Tengo problemas para ver a lo que se refiere.
—Sí. No sé cómo se desarrolló esta inclinación desde la primera vez que viniste aquí porque tú no te abrías con nadie... pero creo que esas tendencias delirantes se han hecho más fuertes a medida que recuperabas tu vitalidad.
— ¿Eh? ¿Quiere decir que tiré mi sentido común con el fin de llegar a un acuerdo?
Le pregunto.
—No puedo decirlo con seguridad. Yo supongo, sin embargo, que con el fin de protegerte de esa herida profunda que sostenientes, te viste obligada a modificar varias cosas que de otro modo habrían causado más daño, incluyendo en cierto sentido tus valores.
—...En otras palabras, ¿Usted quiere decir que todavía estoy cerrando mis puertas al exterior?
—No estoy de acuerdo plenamente con ese matiz... pero podrías estar cerca. Como ya he dicho anteriormente, de ninguna manera es algo malo cambiar. El problema es la dirección de tu cambio. Por supuesto, creo que es mejor que estar herida, pero no considero que esa sea una solución.
Después de digerir cuidadosamente sus palabras, yo objeto:
—Deje de bromar.
—Wakui-san...
—Todavía soy rara, ¿eh? ¡Eso no es verdad! ¡He vuelto de nuevo a la normalidad!
Yo le grito, evocando más de la ira que viene brotando.
— ¡Basta! ¡Estoy enferma y cansada! ¡Me has visto por última vez!
Con estas palabras, me levanto y me aparto de él.
— ¡Wakui-san!
Haciendo caso omiso de las palabras que me lanza, dejo su oficina.
No hay vuelta atrás nunca más.
Fui a la escuela como de costumbre al día siguiente.
Mi barbilla descansaba sobre el escritorio, estaba esperando a que sonara la campanilla. Debido a la lentitud con que el reloj se mueve, pienso de nuevo en la sesión de terapia de ayer.
Creo que estoy siendo un poco histérica. Lo siento por el doctor Mihara. Lo único que manifestó fue su sincera opinión, nada más.
Dicho esto, me digo a mí misma por que recuerdo sus palabras de ayer.
¿Delirante? ¿Yo?
Lo admito, mi opinión fijada sobre la existencia de energías humanoides podría parecer delirante desde una cierta perspectiva influenciada por sentido común. Sin embargo, he elaborado cuidadosamente la lógica que subyace esta teoría; Estoy en lo correcto. En todo caso, estoy un paso por delante de la media de Joe.
De todos modos, en realidad no importa en este caso: no le he dicho al médico acerca de las energías humanoides.
Soy un paciente; una enferma mental. Porque soy consciente de las implicaciones que esto conlleva, me he mantenido deliberadamente de modo que le informaba cosas para que tuviera una idea equivocada.
Eso significa que... él me ve como una delirante, incluso sin mi historia sobre las energías humanoides.
... Esto no tiene sentido. Soy normal. No importa cuál de mis compañeros me eche un vistazo, me miro completamente normal.
Sin embargo. ¡Aun así! ¡Me tratas como una enferma mental!
Me enfado de nuevo, me tiro sobre Kazuaki que está sentado a mi lado.
— ¡Ay!
¡Idiota! ¿Por qué lloras...?
Como un resultado natural, los ojos de la clase y del maestro se fijan en Kazuaki. Fingiendo ignorancia, miro mi cuaderno y empiezo a escribir caracteres aleatorios.
— ¡¿Por qué hiciste eso...?!
Él se queja en voz baja, con el ceño fruncido me reprocha, después de que la atención de todos regresara a la lección.
—Solo fue porque…
—Así que eres ese tipo de persona que no necesita una razón para golpear a alguien, ¿eh? Shizu-chan... Sob, sob
— ¿Sob, Sob? ¿Eh? ¿Quién es la chica que está entre nosotros?
De repente, suena el timbre y termina nuestro intercambio de susurros. La rutina, nos ponemos de pie, nos inclinamos hacia la maestra y me siento.
Unos momentos después, nuestro profesor de la clase entra en el aula y las clases se acaban con un poco de charla ociosa. Mi oficio en la escuela ha terminado por hoy.
Inmediatamente después de levantarse y decir "Adiós", Kazuaki se me acerca:
— ¿Shizuka, quieres que vayamos a casa juntos?
—Lo siento, pero tengo algo que hacer de nuevo.
Ese parque se encuentra en la dirección opuesta a la estación de tren que usamos cuando vamos a casa.
Con un espíritu visiblemente bajo, murmura Kazuaki.
—... Ajá.
—... Una vez más, Kazuaki, realmente no te estoy evitando
— ¡Lo sé!
—Entonces no pongas esa cara.
—Pero esa cita tiene prioridad sobre mí, ¿no es así?
Tomada por sorpresa, busco algunas palabras.
—Bueno... eso es cierto, pero...
—Aah, Ahh, está bien, está bien. Lo siento por estar de mal humor.
De hecho, él está siendo un poco gruñón. Igualmente, digo lo que tengo que decir:
—...Lo siento que no puedo acompañarte.
Eso fue suficiente para traer una sonrisa a su cara. Vaya, es una persona tan sencilla.
—Nos vemos, Kazuaki.
Le digo mientras me despido. Me devuelve la despedida, sonriendo.
Caminando por el pasillo, me dirijo hacia mi casillero.
Mi ritmo está aumentando gradualmente.
Quiero ir allí, rápido y ver su…
¿Estoy deseando verla a ella? ¿Hmm? Por lo menos, se siente diferente de ir a la venta de un negocio tan esperado. Si tuviera que poner mis sentimientos actuales en una frase... ¿Sería como ir por primera vez a la casa de mi novio? A pesar de que lo único que se siente son cosas negativas como el nerviosismo, el miedo y la vergüenza, no se siente ten mal del todo.
—Um…
Una voz de repente me molesta.
Miro hacia arriba para confirmar de quien es la voz y reconozco a una de las chicas del dúo C2, Hozumi Shiiki, bajando las escaleras.
—Si esa no es más que Hozumi-chan de las C2s.
Comento en respuesta.
—... ¿Qué es “C2”?
—El nombre de tu grupo de chicas. Ah, bueno, olvídalo.
C2 quiere decir "dos chibis."
—De todos modos—Continúo hablando– ¿Qué quieres de mí? Estoy en un apuro.
—Me... me gustaría discutir algo contigo, en relación con Toyoshina-senpai.
Kazuaki Toyoshina.
Como es bastante obvio por su actitud habitual, Hozumi-chan es baja pero tetona (copa D, ¡Lo apuesto!) Esta chica está enamorada de Kazuaki. Obviamente, se todo sobre él. No puedo creer que una mujer que busca la calma, como ella sea tan ofensiva cuando se trata de Kazuaki. Aunque sólo cuando tiene el respaldo de la otra parte del dúo C2, Yoshino Mitsui.
Hm, este asunto es lo suficientemente interesante como para dedicarle unos minutos. No he fijado una hora de mi cita con ella, después de todo. Ni siquiera estoy segura de sí existe el concepto de tiempo para ella.
—Está bien, vamos a hablar.
—Gracias—Ella me responde—Vamos a buscar un lugar mejor para hablar.
—Claro. ¿Qué hay de la cafetería?
Hozumi-Chan asiente y me sigue.
Esperando a que empiece a hablar, tomo un trago de un vaso de papel y saboreo el sabor del zumo de naranja. Hozumi-chan no ha dicho una sola palabra desde que se sentó a pesar de que fue la que propuso que habláramos.
Hm... ¿Debo esperar una discusión seria con ella?
Creo que ella sabe que me he dado cuenta de lo que siente por Kazuaki, y creo que ella también sabe que yo no le puedo dar una mano en esa materia.
Podría haber jurado que había planeado hablar de eso, pero tal vez, ¿estaba equivocada?
Cuando empiezo a mirarla, Hozumi-chan baja su mirada con timidez. Ella es, de lejos, no tan ofensiva como por lo general es... ¿Es debido a que Yoshino-chan no está con ella? ¿O es que sólo va a la ofensiva cuando se trata de conseguir la atención de Kazuaki?
—...Urm...
Finalmente exprime algunas palabras.
— ¿Hm?
— ¿Esto, Wakui-san y Toyoshina-senpai sólo son amigos de la infancia?
Después de haber esperado una pregunta en ese sentido, no muevo ni un músculo.
—Oh, podrías haberle sólo preguntado a Kazuaki.
—Es verdad.
— ¿Hm? Ah, sí, así es más fácil acercarte a mí, ¿verdad? ¿Qué te ha dicho? Ah, no, está bien. Yo puedo decirlo. Pero ya veo... así que te diste cuenta de que es probable que dé una respuesta diferente.
—...
Ella permanece en silencio.
—Fuera de algún interés, ¿Crees que somos meros amigos de la infancia?
Hozumi-chan reflexiona por unos instantes.
—No, no lo parecen...
Asiento con mi cabeza ante su respuesta.
—Tienes razón. Un simple amigo de la infancia no elegiría la misma escuela secundaria sólo para permanecer juntos, ni esa persona le pediría a su maestro poner sus asientos uno junto al otro, ni esa persona estaría feliz por jugar con el pelo de la otra parte.
—... ¿Quién es quién?
— ¿Realmente quieres saberlo?
Hozumi-chan deja caer sus ojos hacia abajo y cae de nuevo en silencio.
Tomo otro sorbo de mi jugo de naranja, ella toma agua deliberadamente de poco a poco así que no sé cuánto tiempo va a permanecer en silencio.
Antes de que poner mi vaso vacío en la mesa, ella habla.
—... ¿Cómo debo lidiar con eso?
Hozumi-chan me susurra.
— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Estás restringiéndote...? No, has sido consciente de eso todo el tiempo. Estás restringiéndote a sí misma por mí, ¿verdad?
Después de unos instantes de vacilación, finalmente asiente.
—No me importa.
Le digo eso.
Sorprendida, Hozumi-chan me mira.
— ¿Qué pasa con esa cara? ¿No esperabas que dijera eso?
—P-Pero... ambos se aman no importa cómo se mire...
— ¿Importa cómo se mire? ¿También cuando nos fijamos en nosotros?
Le pregunto.
—Probablemente...
— ¿Estás segura? ¿A pesar de que estamos hablando del chico que siempre está en tu mente?
—Sí...
Ella me responde con honestidad.
—Ya veo. Eso significa que, Hozumi-chan, tienes una mejor idea de nosotros que esas personas no especificadas que nos ven como una pareja.
— ¿Eh...?
—No sé qué piensa Kazuaki sobre esto, pero por mi parte, no tengo idea de cómo podría describir nuestra relación.
— ¿No lo sabes...?
—Mm.
Hozumi-chan se toma unos minutos para pensar en la razón por la que me expresé de esa manera. Por fin, trata de darme una respuesta.
— ¿Eso significa que no tengo que contenerme por ti?
Ella me pregunta.
Después de una breve pausa, le contesto: "Por supuesto."
—Bueno...—Ella me habla con una sonrisa descarada, que está tratando de ocultar—Siempre me sentí mal por ti.
—Yo sé que lo hiciste—Le confieso mientras llevo pongo la taza vacía contra mis labios—Pero no me molesta eso. No puedo decirte que me ignores y pongas el contenido de tu corazón sobre él, puedo ¿YO?
—Sí...
Hozumi-chan me dice, nuevamente con un rostro sombrío.
—Ah, no estoy siendo sarcástica, ¿de acuerdo? ...De hecho, prefiero que Kazuaki encuentre otra persona que no sea yo.
Ella se sorprendió visiblemente por este hecho. Caray... será su cara capaz de quedarse por un tiempo con la misma expresión.
—No sé si un día llegará el momento en que tenga que responder sus sentimientos. Tal vez no, y me gustaría mantenerlo en espera. Por lo tanto, creo que es por su bien, si lo dejo con una chica como tú, Hozumi chan—Le explico y ella me escucha. Mientras mira hacia abajo y recoge su copa por ninguna razón en particular, yo continúo—Él debe saber que no soy la única chica que hay. Porque él... sólo algunas veces se ha fijado en mí.
Hozumi-chan permanece en silencio. Después de unos segundos, ella mira hacia arriba y me mira profundamente a los ojos.
— ¡No voy a aguantar más...!
Me dice con una voz tranquila pero firme.
Al estar un poco sorprendida por su mirada, aparto mis ojos un poco.
—Te acabo de decir que está bien, ¿verdad?
Le respondo con una voz un poco más tranquila que antes.
Con su mirada fija en mi cara, ella asiente con su cabeza.
—... Ya veo—Ella deja de salir un corto suspiro que casi paso por alto—Gracias por tu tiempo. Nos vemos...
—Sí, nos vemos.
Hozumi-chan coge su bolso y después de darme una despedida con su mano, me deja sin mirar hacia atrás.
Cuando miro mi vaso vacío, me pregunto:
Hey... Shizuka. ¿En serio?
¿Me pregunto? Quien crees que soy. Creo que sí... pero de alguna manera no estoy totalmente conforme con lo que le he dicho. Me siento un poco como si estuviera tratando de hacerle creer que una manzana dibujada es real.
Miro a silla frente a mí que todavía está apartada de la mesa.
Hozumi-chan.
Ella es una buena chica. No hay duda de eso. Aun así tengo que admitir que ella es bonita. Cualquier hombre normal caería casi al instante si ella lo quiere.
Pero ¿y qué?
Ella es una buena chica, ¿y qué? Es bonita, ¿y qué? ¿Eso la hace adecuada para Kazuaki?
Trato de imaginarlo.
... No, no puedo. No puedo imaginar eso.
Sin embargo... hay algo que le agradezco a ella.
Sólo gracias a ella puedo pensar sobre esto, porque no tenía idea de mis sentimientos reales por Kazuaki.
Una sensación de hormigueo pasa a través de mi cabeza como un enjambre de hormigas. Siento náuseas, aunque mi estómago está perfectamente bien.
YO-
Quiebro el vaso de papel en mi mano.
La charla con Hozumi-chan sin duda me ha afectado, pero esta no es razón para cambiar mis planes; Me dirijo hacia donde esta ella.
No sé cuándo y dónde está a la espera, pero sé que ella está allí.
Las energías humanoides parpadean de nuevo, frenéticamente tratando de entrar en el cuerpo de alguien.
{Imperdonable. Imperdonable. Su una nueva página web es imperdonable.}
{Te amo. Te quiero. Te amo, gigante vs Yakult.}
{¡Conozco su secreto! ¡Si uno se quita los pantalones cuando vaya al baño!}
Siento la peligrosidad de sus palabras que están empezando a tener sentido para mí. Poco a poco estoy empezando a ver los sentimientos subyacentes de sus mensajes crípticos.
Un dolor como un hormigueo pasa a través de mi cuerpo.
Instintivamente me doy cuenta de que es peligroso entender su lenguaje. Ser capaz de comprenderlo es equivalente a ser capaz de comunicarse con ellos, y comunicarse con ellos requiere que les dé una apertura durante la duración de la conversación. Ellos no van a permitir dejar escapar esa oportunidad.
Trato de hacer caso omiso e ignoró aquellas personas que distribuyen libremente sus tejidos.
Sólo tengo que evitar el contacto con ellos, eso es todo. Sólo tengo que pasar por alto el hecho de que no son sólo una forma tosca como los seres humanos, pero que poseen siluetas humanas por ahora.
Ignorándolos con todas mis fuerzas, me encuentro en el mismo parque como el otro día. Ella está sentada en el mismo banco que antes.
Lo primero que me doy cuenta es que ella es absurdamente hermosa:
—Hey, ¿es por ti que ahora puedo ver los contornos de las energías humanoides?
—Ti…
Ella me dice eso en lugar de responder mi pregunta. Al parecer, ella no me está afrontando, está repitiendo la palabra que utilizo para referirme a ella.
—Me llamo Reina. A cambio, yo también te llamaré Shizuka. ¿Está bien?
—No me importa...
Le contesto con cautela.
—Shizuka, entonces. ¿Consideraste mi oferta?
Je, mi pregunta ha sido ignorada.
—Tu oferta, eh... ¿No te parece que es un poco demasiado unilateral? Has dicho lo que quería decirme y de repente “desapareciste”. Además, no tengo ni idea de lo que quieres decir con, “¿Quieres venir conmigo?”
— ¿En serio...?
—Es en serio.
Le contesto con un suspiro.
— ¿A pesar de que posees tales habilidades?
Ella me pregunta con un leve asombro.
—Sí. Supongo que hemos adquirido estas habilidades de diferentes maneras. Cuando se sube por una montaña desde diferentes direcciones, todos llegan al mismo lugar, ¿no?
Reina hace una pausa por unos segundos y luego asiente con su cabeza ante lo último.
—Ya veo, es por eso que los llamas “energías humanoides”.
— ¿Lo entiendes?
—Sí. Debido a que no es un nombre mucho más fácil y sencillo para ellos, no es mejor decirles “Espíritus”.
—Tengo que admitir que también se me había ocurrido ese nombre cuando llegué por primera vez a reconocer sus contornos. Sin embargo, hay una cierta discrepancia entre mi definición de la palabra "espíritu" y cómo definir "energía humanoide”, aunque eso es probablemente sólo mi sentido común conteniéndome. Yo no podía darle a este fenómeno un nombre como “espíritu”. Incluso ahora, a decir verdad, son energías humanoides para mí. ¿Lo entiendes?
—Ciertamente. Pero se debe tener en cuenta que no son energías humanoides para cualquier otra persona. Por supuesto, “espíritu” sólo es una respuesta para un número limitado de personas—Ella me explica.
—... Lo siento, me temo que me he perdido.
—En otras palabras, el término "energía humanoide” puede ser tu propia forma de llamarlos a ellos, si 0ellos son nombrados esta manera, asumirán el papel de energías humanoides.
— ¿...Como cuando una naranja se convierte en una naranja con la conciencia debido a su nombre...?
—Hmm, eso está un poco fuera de lugar, me temo. Debes tomar una cosa menos explicable como ejemplo. Por ejemplo... dios. ¿Tú crees en dios, Shizuka?
—Yo, creo que no.
—Está bien, eso significa que es posible que tu propia suerte sea cuando hayas tenido suerte, ¿verdad? Pero tan pronto como acuñamos el término "dios", no le agradecemos a la suerte, porque dios cuidar de usted y eso es un mensaje totalmente diferente, ¿verdad?
—... Sí, creo que entiendo a qué quieres llegar, pero ese no es un buen ejemplo. Es mejor pensar en que el “aire" sólo puede existir como "aire" si uno sabe su nombre. Ese es tu punto, ¿cierto?
Después de todo, no podemos percibir el aire a menos que hayamos oído hablar de él, ya que no es visible ni palpable.
—Me impresionas, Shizuka. ¡Eres rápida!
—Cálmate, por favor. De todos modos, quisiera hacerte algunas preguntas.
—Claro, si yo puedo responderlas.
Me dice ella, aceptando mi solicitud.
—Ok, a continuación, voy a empezar…
Planteo la pregunta que me he estado muriendo en preguntar:
— ¿Quién eres tú?
Aparentemente incapaz de comprender el significado de mi pregunta, Reina inclina su cabeza.
— ¿Por qué lo preguntas?
—No eres un humano, pero tampoco una energía humanoide.
—Pero ya sabes mi nombre, ¿verdad?
—... Reina Kamisu.
Cuando digo su nombre, entiendo lo que está tratando de decir.
—Cierto, soy Reina Kamisu. Eso y nada más.
Ok, la esencia de este fenómeno se llama “Reina Kamisu”.
—... Bien, ya no voy a hacer esa pregunta. Pero... ¿por qué te pones en contacto conmigo?
—Parece que hay un malentendido de tu parte. Tú iniciaste nuestro contacto, ¿verdad?
—... Es cierto. Entonces ¿Por qué me hiciste esa oferta?
—Debido a que tienes poder, Shizuka.
— ¿Qué poder?
—Tienes la capacidad de detectar las “energías humanoides”, tomar prestada su denominación.
—Ya lo sé. Lo que no sé es qué tipo de poder me da esta habilidad.
Reina se queda en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que ella me responde con una sonrisa:
—Es el poder de salvar el mundo.
Sorprendida, mis ojos se abren. Después de todo, mi sospecha era fundamentalmente que la existencia de Reina representa una amenaza para la paz y por eso me puse en contacto con ella.
Si tuviera que darle crédito a sus palabras...
—Fijarme en lo que están haciendo las energías humanoides que están en movimiento, ¿es parte de la salvación del mundo?
—Sí.
— ¡Ahórrate tus mentiras! ¡Sé que tus acciones han tenido varias víctimas!
—Varias—Ella me sonríe— ¿Salvar varias personas es equivalente a salvar el mundo?
— ¿...Que tratas de decir...?
—Tú probablemente hayas dado en el clavo.
En otras palabras, ¿Reina ha sacrificado algunas personas con el fin de salvar a los demás? ¿Al igual que las masas entran en una guerra que se inició debido a un solo dictador? ¿Cómo un elefante que muere de hambre cuando todos se matan para obtener los recursos para sobrevivir?
Mientras peleo con esta confusión, Reina me sonríe y continúa:
—Lo sé todo, Shizuka.
Sus siguientes palabras me desestabilizan aún más.
—Has adquirido esta habilidad después de ese incidente ¿verdad?
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