domingo, 20 de mayo de 2018
Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol4 cap3.3
Parte 3 – La Auto-Proclamada Hija y la Auto-Proclamada Mascota
Almaria Duffner tuvo un sueño.
Ella estaba parada en una vacía tierra gris la cual se esparcía en todas las direcciones por siempre y para siempre. Ocasionalmente, desconocidas bestias se movían con pesadez en alguna parte del rincón en su campo de visión. El anciano trajo una extraña melodía a sus oídos mientras soplaba.
La vista ante sus ojos debía ser extraña y exótica. Pero, ella sintió una sorpresiva calma. No solo eso, sino que sintió que la nostalgia fluía desde dentro de su pecho.
Ahh, eso es. Es donde pertenecemos. Es lo que significábamos.
Una voz profunda en alguna parte, dentro de lo profundo del silbido de esas palabras.
Almaria despertó.
Su corazón violentamente se agitaba contra su pecho.
Ella tuvo ese sueño otra vez. El mismo que la había atrapado de vez en vez desde que era niña. Bueno, no era una pesadilla en sí. La escena era extraña, ni un baño de sangre ni nada. Simplemente vio cosas inexplicables y sintió sentimientos inexplicables. Pero esa sensación… esa escena de tranquilidad que sentía dentro del sueño la asustaba mucho más. Sentía como que se volvía en una persona completamente diferente, aunque no sentía disconformidad. Esa parte la asustada cada vez más.
Esa era su primera vez teniendo el sueño en un rato. Hace mucho, cuando Almaria aún vivía en la casa de su padre, ocurría una vez cada medio años. Después de perder a su padre y mudarse al orfanato, le ocurría una vez al año. En los años recientes, frecuentemente bajo más, y estaba vez la tomó por sorpresa.
[Una maldición que te pone a dormir para siempre, huh…]
Los rumores que Ted y Navrutri mencionaron ampliaron las preocupaciones de Almaria. Le aseguraron que ese sueño no garantizaba que estuviera maldita, y que la relación entre los dos fenómenos no se probó definitivamente, pero su miedo se rehusaba a irse.
Tengo que despertarme mañana temprano, y necesito regresar a dormir, pensó. Aunque, su latiente corazón no parecía mostrar signos de calmarse. Superando los pensamientos de ver esa extraña tierra aún si volviera a dormir, Almaria ni siquiera cerraría sus pestañas.
No servía. Continuar inquietamente agitada en la cama no resolvería nada. Decidió ir por algo de agua y cambiar de aires, salió de la cama y se puso un cárdigan. Un pequeño escalofrío paso por su cuerpo.
Llegando a la sala, Almaria encontró a una chica dormida en el sofá. Al parecer, se había quedado dormida al leer un libro. La manta blanca sobre ella, la que parecía ser colocada por alguien más, empezó a deslizarse.
[Nephren…]
Todo lo que escuchó Almaria fue que, la chica era un Quasi Brave y un kohai de Willem. Cuando llego por primera vez, tenía el desconocido lenguaje del imperio, debido a que nació fuera del país. Pero ella se tomaba en serio sus estudios, y en apenas unos días aprendió a cómo tener una conversación básica. La misma Nephren usaba la excusa que era fácil porque la gramática se asemejaba a su lengua nativa, pero, su progreso iba muy rápido. Quizás todos los Braves son así.
Sin embargo, viéndola recostada en el sofá, durmiendo con un libro en brazos, Almaria no podía ver a Nephren como un niño. Ella ligeramente palmeo el cabello gris de Nephren. Era suave y cálido. El cabello de una chica. Ella movió su dedo abajo y jalo ligeramente sus mejillas, cuando—
[No no.] Almaria lo dudo. [Eso es. La manta. Tengo que componerla o atrapará un resfriado.] Ella se lo dijo.
Junto cuando Almaria estaba por poner su mano en la manta, Nephren abrió sus ojos. […Almaria.]
[A-Ah. ¿Te desperté?]
[Nnn…] Nephren la miró con ojos dormilones. [¿Estaba durmiendo?]
[Perdón, solo iba a componer tu manta.] Almaria dijo una pequeña mentira. [Ya que estás despierta, debes ir apropiadamente a la cama. Es una noche fría, atraparas un resfriado aquí afuera.]
[Nn.] Nephren asistió, pero no se paró. Como parece, ella todavía está medio dormida.
[…Creo que iré por algo de té. ¿También quieres uno?]
[Nn.] Ella asistió otra vez, en la misma forma somnolienta.
Ella es como un perrito, Almaria pensó.
Y justo así, una pequeña fiesta de té peculiar empezó a media noche. Almaria preparó un té herbal el cual parecía tener un efecto verdadero. Ella solo trajo el té porque alguien se lo recomendó, y aunque no sabía el hombre de la hoja, era el justo para ellas dos. Para botana, Almaria sacó las galletas especiales guardadas los cuales mantenía escondidas dentro del armario. Almaria, al parecer era débil a las bebidas calientes, soplaba repetidamente su té.
[Nephren, ¿cuál es tu relación con nuestro pare?] Almaria se lo pregunto de la nada. Luego que dos palabras salieran de su boca, se dio cuenta que sonaban poco amistosas. […Perdón, tengo qué decirlo mejor. No te acusó por tener ese tipo de relación, es solo que… como decirlo…] Ella la pasaba difícil encontrando las palabras adecuadas. [Escuché que eres su kohai como un Brave, pero siento que hay más de eso.]
Ya que al principio puso sus ojos en ella, Almaria podía decir que Nephren era tratada como muy importante para Willem. Nephren también parecía regresarle el trato especial a Willem. Viéndolo de ese lado, su actitud mutua de cuidarse entre sí parecía muy natural, pero tampoco parecía a una relación romántica en esa forma.
[Nn…] Nephren lo pensó un poco. [Mascota.]
Mascota. Al escuchar la inesperada palabra, la vaga sonrisa de Almaria se transformó a una seria expresión. Parece que ella tenía que hacer un pequeño interrogatorio al padre por esta situación.
[Willem parece que se romperá si se queda solo, y es mi deber quedarme a su lado para preverlo. Recientemente, aprendía a mantener una distancia lo suficientemente cercana a la que pueda considerarse una molestia.] Nephren complico.
[Ah… a eso es lo que te refieres.]
Almaria se había imaginado una situación más radical luego de escuchar la palabra mascota, pero parecer ser que Nephren simplemente solía ser un amigo íntimo. Confiada, su expresión se relajó a la anterior sonrisa. Era fácil de olvidarlo ya que tenían una conversación normal, pero Nephren era hábil con el lenguaje Emnetwyte al nivel primario. Almaria lo tomo como una explicación para la rara palabra que Nephren escogió.
[Pero…] Una débil y melancólica sonrisa se extendió por la cara de Nephren. [Aquí, Willem es diferente. No me parece que vaya a quebrarse.]
[¿…En serio?] Almaria, quien nunca veía a Willem fuera del orfanato, no tenía forma de comprobar su comportamiento.
[Probablemente ya no haya necesidad que me quede a su lado.]
[¿…En serio lo crees?] Almaria, quien conocía a Willem en el orfanato bien, sintió que algo estaba mal en la declaración de Nephren. [Conociendo al Padre, probablemente se irá a alguna parte otra vez pronto. No puedo ir con él, y quizás, así como dices, él parece que está por romperse otra vez.] Almaria se sirvió otra taza de té herbal. [Cuando el momento llegue, ya no tendré más que confiártelo a ti. Serás la única para ocuparse de nuestro inútil y quebradizo padre.]
[…Almaria.] Nephren parecía algo sorprendida. Incluso la misma Nephren encontró las palabras que salieron de su boca algo inesperadas. [Nn. Cuando ese momento llegue, puedes confiármelo.] Débil, pero fuerte, Nephren asistió.
Luego de la pequeña fiesta de té, Almaria limpió los platos y los regresó a su lugar.
Al igual que siempre, Willem estaba rodeado por maravillosas mujeres, ella pensó.
Ahora en un modo animado, ella se fue a la cama. No mucho quedaba para el amanecer, pero ella lo sintió esa vez, fue capaz de dormir en paz.
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