domingo, 8 de abril de 2018

Kamisu Reina Volumen 2 cap. 3.3



Parte 3

Anna se ha vuelto fiable.

Incluso podrá decir dónde Reina-san va a aparecer, ahora que llegó a la conclusión de que Reina-san está viva.

—Si ella desapareció en la azotea, ¿no será que ella también aparecerá allí de nuevo?

Ya veo. Eso es lógico.

No puedo creer que ella haya sido capaz de deducir esto sin mi guía.

Las otras chicas también se volvieron fiables y fueron capaces de descubrir la respuesta.

Nos dirigimos a la azotea.

Son todavía las ocho de la mañana. A medida que recorremos nuestro camino a nuestro destino, recibimos la bendición del sol que está brillando a través de las ventanas.

¡Un excelente clima durante la temporada de lluvias! Esta debe ser una señal del cielo.

Mantenemos el ritmo mientras caminamos por la escalera. Con sonrisas alegres. Con sonrisas extrañas, hermosas y uniformes. Hemos adquirido una meta que podemos seguir sin ninguna duda y sin distracciones.

La puerta entra en mi visión.

Más allá de esa puerta. Más allá de esa puerta, Reina-san está esperándonos.

Pongo mi mano en la puerta brillante.

—Espera, Sakura.

Alguien me llama por mi nombre desde atrás. Un poco disgustada, me giro y encuentro a Yuko. Ella es una de los tontas y ciegas que no me creen y piensan que Reina-san está muerta.

— ¿Qué pasa, Yuuko?

Lee pregunto con un tono de voz tranquilo porque no hay un punto para enojarme con ella.

— ¡...Esa es mi línea! ¡No tienes permiso para ir a la azotea y deberías saber eso!

Es como dice ella. Mientras yo fui allí una vez con el hermano de Reina-san, ya ha sido oficialmente prohibido desde el incidente de Reina-san. Sin embargo, debido a que las alumnas de esta escuela son generalmente de confianza, no cerraron la puerta.

—Hoy es el primero de julio, ¿verdad?

—Bueno, sí.

Contesto la pregunta obvia de Yuuko.

—Chicas... ¿De verdad, de verdad lo creen? ¿Reina-san está viva?

Me pregunta, mirando vacilante a cada una de las doce de "nosotras". — ¿Ella está en el tejado? Eso es lo que piensan, ¿verdad?

— ¡Sí!

Afirmo sin vacilar.

—... Como ya lo debes saber, mi familia gestiona un hospital.

Asiento con mi cabeza.

—A menudo iba allí cuando era una niña—Me explica—Mi padre me dio entrada libre porque pensó que podía aprender algo. A menudo me hice amiga de las personas de edad avanzada. Y a menudo tenía que verlas morir.

—... ¿Cuál es tu punto?

Le pregunto.

—Tú sabes mi punto. Lo que quiero decir es algo que todos los niños saben: Los muertos no vuelven de nuevo a la vida. Esto no debería ser algo nuevo para ustedes, chicas.

—Reina-san no está muerta.

— ¡Tu simplemente no quieres admitirlo!

—Reina-san no está muerta.

Respondo con calma.

Oh cielos... Yuuko no sabe nada. Como era de esperar.

Yuuko parece un poco desanimada porque no muestra ningún signo de llegar a estar enojada, pero ella continúa:

—... Sólo te decepcionarás si vas más allá de esta puerta, ¡Sakura! Lo que encontrarás no es un futuro brillante, sino la amarga verdad de que Reina-san está muerta.

—Eso no es posible.

—Incluso si fueras a encontrarla... ¡Entonces no sería más que una ilusión!

—Si estás tan segura, ¿por qué no vienes con nosotras, Yuuko?

— ¿Eh?

Ella pronuncia eso con su boca abierta en respuesta a mi propuesta aparentemente inesperada.

Ella debe estar pensando que sólo "nosotras" se nos permitiría estar allí.

—No importa, ¿verdad?

Les pregunto a mis compañeras y ellas asienten con la cabeza de forma pacífica.

— ¿Y? ¿Vendrás con nosotras?

—...Bien.

Ella suspira después de algunas dudas.

No debes suspirar, Yuko... ¡Perderás un poco de tu felicidad!

Pongo mi mano en la puerta y la abro.

Liviana.

— ¡Aah!

El mundo se abre ante nosotras.

Y entonces…

Y entonces…

Hemos llegado.

Al igual que aquel entonces, al igual que nuestro primer encuentro, pensé que ella era agua y que tal vez ella me había acogido.

Escucho atentamente.

En lugar de la tonada heroica Chopin Polonesa, su voz transparente, vacía, falsa, mecánica y que aún es trascendental llega a mis oídos.

—Estoy muy contenta de verlas a todas de nuevo.

En medio de la luz, ella nos habló.

En medio de la luz, Reina Kamisu nos habló.

Mientras yo miraba su hermoso rostro, empecé a llorar y a temblar de la emoción.

—Reina-san.

Le digo. Las demás siguen mi ejemplo y murmuran su nombre, ellas también están llorando y temblando de placer.

Aah, pueden verla al igual que yo. Maravilloso. ¡Ahora nada se interpone en nuestro camino a la felicidad!

Pobre Yuuko parece estar impactada por la visión que estamos mirando.

—Perdónenme por haberlas hecho esperar.

La chica hermosa se disculpa con una sonrisa.

— ¡Está bien! Creímos en tu declaración.

—Gracias.

Reina-san responde mis palabras. ¡Aah! ¡Eso por sí solo me hace tan feliz!

— ¡Reina-san...! Así que fingiste tu muerte para salvarnos, ¿verdad?

—Sí, exacto.

—Si no te importa, ¿podrías explicarnos por qué había la necesidad de hacer eso?

—Me temo que podría ser un poco complicado. ¿Te importa?

—Por supuesto no.

—Como seguramente puedes sentirlo, Kawai-san, este mundo está podrido.

—Ah, así que es como yo lo pensaba.

—Es imposible llegar a ser feliz en este mundo. El sufrimiento es la única opción. Si te engañas a sí mismo y haces la vista gorda a varias cosas, es posible obtener una ilusión de la felicidad. Pero ya que es sólo una ilusión, esto significa que tú no estás realmente feliz.

—Esto suena tan mal.

—Sí. Por lo tanto, no hay felicidad o salvación, siempre y cuando no te desacoples de este mundo. Es por ello que decidí abandonar temporalmente este mundo y buscar uno mejor.

¿Quieres decir estamos muertas en este mundo? ... No, la idea de la muerte no tiene ninguna importancia. De hecho, Reina-san está de pie delante de mis ojos. Eso es todo al respecto. No hay necesidad que investigue más a fondo.

—Yo descubrí nuestro paraíso. Por lo tanto, he aparecido aquí de nuevo.

Todo lo que queda es entender por completo a Reina-san.

—Es un lugar libre de sufrimiento, en el que todo es suave, en el que todo es agradable y donde todo es hermoso.

La escucho completamente en éxtasis. Lo mismo parece aplicarse a las demás.

Vamos a ser salvadas.

Estoy tan feliz de que yo creía en Reina-san.

Estoy tan feliz.

—Me temo que no soy capaz de permanecer en este mundo. De hecho, es cuestionable si se puede decir que estoy aquí en este momento. Puede que acabe de llegar, pero por lo tanto, voy a desaparecer una vez más de aquí temporalmente.

Por favor, no lo hagas. No quiero separarme de ti.

— ¿No vas a llevarnos ahora mismo?

Reina-san niega con su cabeza.

—No puedo ir allí en cualquier momento. Es difícil de explicar, pero... por favor, imaginen cientos y cientos de agujeros. Una vez que nuestras mentes abandonan el cuerpo, son juzgadas en base a diversas condiciones y luego arrojadas a uno de estos agujeros. Algunos de ellos llevan a mundos que son incluso peores que este. Hasta cierto punto, puedo controlar el agujero al cual entro. Sin embargo, en función del “tiempo”, que es una de las diversas condiciones, es posible que no me vaya bien.

—Lo entiendo.

Reina-san asiente con su cabeza con tristeza.

—Voy a aparecer aquí de nuevo mañana a las seis de la tarde. Lo siento... el tiempo se ha agotado. Te veré mañana.

Con estas palabras, Reina-san desaparece.

Ella no se alejó, ella literalmente desapareció.

Miro mí alrededor. Mis compañeras, también parecen todavía estar aturdidas y están mirando el lugar donde Reina-san estaba de pie. Algunas de ellas también están hablando como si estuvieran en trance.

Una de ellas muestra una reacción diferente. Me acerco a ella.

— ¿Qué dices ahora, Yuuko? Reina-san está viva, ¿no era ella?

Yuuko mueve su cabeza como un robot oxidado. En su cara reconozco su desconcierto.

En todo ese desconcierto, poco a poco abre su boca y me pregunta:

— ¿Qué clase de broma es esta?

No entiendo.

¿Por qué diría eso después de tal milagro?

— ¿Por qué están todas mirando hacia el vacío y llorando?

Yuuko está buscando el lugar donde Reina-san estaba de pie.

No, eso no es del todo exacto.

Ella esta simplemente buscando en el lugar en el que nuestras miradas se encontraban, con miedo en sus ojos.

— ¡Sakura! ¡Vuelve a la realidad! ¡Por el amor de dios! -

— ¡¿No fuiste la primera persona que encontró su cuerpo?!

¿Fui yo?

Ah, sí, lo era.

Me olvidé por completo de eso, debido a que no importaba.

Debido a esto, también le dije a su hermano que no había visto cómo Reina-san había caído.

Quiero decir, ¿y qué?

¿Se supone que debo probar la muerte de Reina-san, o algo así?

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