Capítulo 47 - Reencuentro con Paul
1ª Parte
-- Desde el punto de vista de Paul --
Me encontraba bebiendo en el bar.
Debido a que se acercaba la noche, los clientes del establecimiento fueron aumentando, al mismo tiempo que, por el contrario, el número de miembros de mi grupo disminuía.
La mesa en la que estaba sentado se encontraba en el mismo centro del bar, y doy casi que por hecho que mi mal humor estaba cargando el ambiente, ya que nadie se me acercaba. Mi intención era beber toda la noche para ahogar este mal humor que me invade.
Y con esta idea en la cabeza, escuché una voz dirigida a mí.
"¡qué tal, tío, te andaba buscando!"
Alcé la vista y me encontré con un tipejo con cara de mono, se le veía bastante sonriente. Hacía ya 1 año desde la última vez que le vi.
"¿Gisu? Serás malnacido... ¿dónde coño has estado?"
"¿Ohh? ¿Qué te pasa, qué te pasa? Siempre de mal humor."
"¿Qué esperabas?"
Intenté hacer un Tcht con la boca, pero noté suficiente molestia como para llevarme la mano a la cara. Es la zona en la que Ludeus me estuvo pegando.
Todavía me duele... no tenía que haberme hecho el fuerte y dejado que me curaran con magia....... puto niñato de mierda, ¿a qué viene eso de que con magia el continente demoniaco está chupado? Si tan fácil te fue podrías haber aprovechado para buscar gente por allí... y vas y te preocupas más por lo mala que estaba la carne de las Gran Tortugas y como no había otra cosa que comer; enrollándote sobre que necesitaste crear ollas con magia porque no había forma de seguir comiendo una carne tan horrible durante todo un año y era necesario cocinarla y condimentarla... Si te sobra tiempo para buscar condimentos podrías haberlo aprovechado para hacer algo más productivo, ¿no te parece? Puta mierda... ¿encima vas y me acusas de serle infiel a Zenith y a Lilia? ¡Deja de tocarme los huevos! Desde el teletransporte ese ni se me ha pasado por la cabeza algo semejante, me he controlado todo lo posible y lo he aparcado en un cajón, ¿y vienes tú ahora a echármelo en cara algo que no he hecho? ¡Vete a la mierda! ¡¿Cómo se te ocurre decirme que no lo sabías? Si hubieras investigado como es debido mientras dabas un agradable paseo por el continente demoniaco, puede que hasta hubieras encontrado a Zenith o a Lilia... Maldita sea.....
"Jejeje... si estás de ese humor es porque todavía no le has visto."
¿Qué te parece tan gracioso, Gisu?
Mientras se reía tan frivolamente, creo que pidió algo, imagino que alcohol, conociéndole. Le gusta beber más que a Talhand y eso que es minero del carbón (Enano)...
"Paul, mueve tu culo mañana hasta el gremio de aventureros."
"¿Por qué debería?"
"Porque así podrás conocer a una persona interesante."
¿Una persona interesante...? ¿Alguien que supuestamente debería animarme? Si tenemos en cuenta que Gisu vino a verme específicamente hoy... que es el mismo día que me encontré con...
Tras enlazar los hechos, comprendí a quién se refería.
"Ah... Ludy, ¿no?"
Tras escucharme, el cara mono dejó de estar tan risueño, y comenzó a rascarse la parte trasera de la cabeza.
"Vaaaya, ¿ya te enteraste?"
"Le vi."
"En ese caso, ¿por qué no estás más animado? ¿os peleasteis o algo?"
¿Una pelea? Bueno....sí, una pelea. No llegó a tanto como para considerarlo una pelea... pero sí. Puta sea... ahora que lo he recordado me vuelve a doler todo.
"A ver, Paul, cuéntame lo que pasó."
Con su cara amistosa, Gisu se sentó a mi lado.
Desde siempre, al tipo este se le ha dado bien escuchar los problemas de los demás. Imagino que también en esta ocasión, aunque parezca un entrometido, en realidad está preocupado y quiere echar una mano.
"Tú mismo, pues mira, lo que ha pasado..."
Y tras eso, me puse a contarle a Gisu lo que pasó esta mañana. De cómo me alegré al encontrarme con Ludeus, y de cómo al escuchar cosas que no encajaban le pedí que me contara lo que estuvo haciendo; y de cómo el niño se puso a contarme lo del viaje con un tono súper alegre. Vamos, se puso a contar historias sin importancia como chuleando. De como le dije que en lugar de ponerse a contar batallitas, que si no debia haber estado haciendo algo más importante, y de cómo en lugar de darme la razón se cabreó y se puso a atacarme. De como se atrevió a insinuar que había sido infiel y como yo me enfadé. Y de como nos pusimos a pelear y me dio una paliza.
Durante mi charla, Gisu no me interrumpió en ningún momento y simplemente asentía en puntos concretos, diciendo cosas como Entiendo o Ya veo; me dio la impresión de que me daba la razón y de que comprendía lo sucedido, pero al terminar me dijo.
"Una cosa, corrígeme si me equivoco, pero... ¿no te parece que esperas demasiado de tu hijo?"
"¿Huh?"
Noté que había alzado la voz ante sus palabras con un tono un tanto bobalicón.
¿Esperado demasiado? ¿A qué te refieres? ¿O de quién se supone que espero demasiado?
"¿Dices que yo... espero demasiado de Ludy?"
"Eso he dicho, no sé, piénsalo y responde."
Mientras yo me mantenía como anonadado por las palabras de Gisu, él siguió su charla.
"El niño ese es sorprendente, en serio, nunca en mi vida vi a nadie que conjurase en silencio, y cuando me contaron que él solo había acabado con docenas de monstruos el año pasado pude sentir un escalofrío recorriendo mi espalda. Ten por seguro que Ludeus es uno de esos niños prodigio de los que nace solo 1 cada 100 años."
Pienso igual, Ludy es prodigioso, un genio, un superdotado... desde niño ha sido del tipo de persona que podía hacer cualquier cosa. Hubo un tiempo en el que todavía pensaba que algunas cosas se le darían mal, pero fue capaz hasta de conseguir que Philip le ofreciera la mano de su hija. El mismo Philip que no podía ni verme...
"Vaya, pienso lo mismo, ese chico es sorprendente. Si desde que tenía 5 años-"
"Pero eso no quita que siga siendo un mocoso."
Dándome la impresión de que este era el punto importante de nuestra conversación, decidí no decirle nada por haberme cortado.
"Ludeus sigue siendo un mocoso de 11 años, Paul."
Gisu repitió sus palabras haciendo hincapié en ellas, para que les prestara atención.
"Si no, mírate a ti, ¿no se supone que te fuiste de casa cuando tenías 12 años?"
"Así es."
"¿Y no solías decir que hasta los 12 años, todos son unos mocosos?"
"¿Y qué tiene que ver eso ahora? ¿qué me quieres decir?"
Ludy me ha dado una paliza hoy... es cierto que yo iba bebido, pero aun contando con eso, es innegable que se ha hecho fuerte, porque aunque iba bebido, no me contuve. Aunque al principio me contuve, llegué a usar el estilo Nórdico Celestial cuando me lancé en Forma Cuadrúpeda, y hasta tuve que utilizar el Corte Mudo... y aun así, lo único que conseguí fue cortar las bragas que llevaba puestas en la cara...
Y por si fuera poco, durante todo ese rato, Ludy no se lo tomó ni en serio, y la prueba es que ninguno de los compañeros de mi grupo sufrió más que rasguños. Ese niño estaba jugando con nosotros y aun así, yo perdí contra él; soy incapaz de saber lo fuerte que es ahora. Si hasta con 7 años era más espabilado que yo a su edad, y encima como están las cosas ahora, físicamente debería de estar más cuidado que yo, por no hablar de que también tiene la mente más lúcida que la mía. Pero vamos, no me sorprende que sea mejor que yo en todo, ¿qué tiene que ver eso con su edad?
"Paul, ¿qué hacías tú cuando tenías 11 años?"
"¿Eh?"
Si lo recuerdo bien... aprendía el Filo Celestial en casa. Básicamente, todos los días mi padre andaba enfadándose conmigo, hasta cuando me esforzaba; se ponía a pegarme quejándose de las cosas que hacía mal.
"¿Te crees capaz de sobrevivir en el continente demoniaco a esa edad?"
"Jah, Gisu, ¿te estás intentando quedar conmigo? Pero si Ludy llevaba un escolta poderoso de la raza demoniaca... encima sabe el idioma humano, el del Dios Demonio, y hasta el del Dios Feral... ¡Pero si su escolta era capaz de cargarse a un monstruo de rango A de un solo golpe, menudo monstruo llevaba de aliado el chico! Vamos, así, cualquiera habría sido capaz de pasearse por el continente demoniaco como si fuera por mitad de un parque."
"Imposible, nada más lejos; te aseguro de que tú no podrías haberlo hecho; es más, si hoy mismo te fueras al continente demoniaco, serías incapaz de volver con vida."
Rechazó mi opinión al mismo tiempo que intentaba asustarme.
Este Gisu no ha cambiado nada, esa sonrisa frívola suya es tan molesta como siempre.
"¡¡Jah!! ¡Pues más razón todavía! Ludy fue capaz de hacer algo que para mí es imposible, ¡es un prodigio, un genio! Menudo hijo tan especial tengo, ya es todo un hombre. ¿Qué más puedo decir? ¿Acaso es un error esperar mucho de una persona con semejante talento? ¿Eh, Gisu? Dime, ¿me equivoco?"
"Te equivocas, en estas cosas siempre te equivocas."
Sin dejar de reírse frívolamente se puso a darle un buen trago a la cerveza que le sirvieron.
"Puaahh... ¡Que bien sienta! En el Gran Bosque no te sirven nada como esto..."
"¡Gisu!"
"Que sí, que sí, no grites."
Gisu dejó caer la jarra sobre la mesa dando un golpe al apoyarla, tras lo que se puso a hablar con un tono serio.
"Paul, tú nunca has estado en el continente demoniaco, ¿me equivoco?"
"¿Y qué?"
Es cierto que nunca he ido al continente demoniaco, aunque, claro está, he escuchado muchos rumores de mano de varias personas, sobre que es una terreno peligroso, o sobre que te encuentras monstruos aunque vayas por las rutas principales, o sobre que si no te alimentas de la carne de los monstruos no se puede sobrevivir.
Pero, ¿y qué si hay muchos monstruos? Ni que ese fuera un problema.
"Para tu información, yo nací en ese continente, así que, adelante, pregúntame, Gisu, ¿qué tiene de peligroso el continente demoniaco?"
"Ahora que lo pienso, no recordaba eso de ti, pero dime, ¿qué tiene de peligroso?"
"Lo primero, que no hay caminos como tal, sino algo así como rutas; no tienen nada que ver con las que puedes encontrar en Milis o en el continente central, no existe ninguna ruta libre de monstruos; vayas por donde vayas, te acabará atacando algún monstruo de rango C o superior."
Sabía lo de los monstruos, más o menos, pero ¿rango C?
Un monstruo de rango C solo lo puedes encontrar en las profundidades de los bosques en el continente central; poseen esa categoría porque por lo general o atacan en grupos o poseen alguna habilidad especial.
"¿No estás exagerando un poco?"
"No, eso es un hecho sin ninguna pizca de exageración, para que entiendas el tipo de continente que es el demoniaco; pero bueno, básicamente, hay muchísimos monstruos."
La mirada de Gisu me confirmó que hablaba en serio.
Aunque bueno, sé que aunque se ponga así de serio, es capaz de mentir de forma convincente; lo ha hecho antes. No dejaré que me tome el pelo."
"En un lugar como ese, por mucho que se le pueda llamar un prodigio, un niño chico sin ninguna experiencia en combate acabó de repente."
"Ya veo..."
Cuando habla de alguien sin experiencia en combate, seguramente se esté refiriendo a Ludy... Y ahora que lo pienso, es cierto que no me llegaron rumores de que hubiera estado en ninguna pelea real, salvo que habilidosamente fue capaz de deshacerse de unos secuestradores, eso y que la única forma que tenía de vencer a Ghyslaine era alejándose mucho de ella; y no conozco a ningún espadachín mejor que Ghyslaine... Por eso, siempre que Ludy pueda alejarse lo suficiente, no debería perder ni contra 1000 hombres; ¿qué más da que tenga experiencia en combate o no? Además, por lo que cuentan, el Dios Nórdico actual, Aleksander Ryback Karlmann, fue capaz de vencer a un Emperador del Filo en su primer combate real.
"En esa situación, apareció un adulto que les iba a ayudar. Un hombre de la raza demoniaca que sin lugar a dudas era poderoso; un Supard, ya sabes, de esos Supard."
"Sí."
Raza Supard... es algo que me cuesta creer, la verdad. Por lo que sé, no queda casi ningún Supard vivo, ni en el continente demoniaco.
"En una situación tan confusa y complicada como esa, el chico vio ante él una persona a la que podía pedirle ayuda, alguien que se había encontrado nada más despertarse. Pero claro, los Supard son peligrosos y dan miedo, y como no sabía cómo reaccionaría si rechazaba su ayuda, ni si podría regresar vivo, aceptó la mano que le ofrecía."
"Sí, bueno... supongo."
"Pero, al aceptar esa ayuda, el listo de Ludeus pensaría lo siguiente ¿Qué es lo que este tío quiere realmente?"
Es muy posible, es más, me extrañaría que Ludeus no pensara así al ver a un desconocido que ofrece ayuda. A mí ni se me pasaría por la cabeza, pero es un chico espabilado en esos temas... todavía recuerdo su actitud cuando ayudó a Lilia para que Zenith no la echara... no es algo que puedas esperarte de un niño.
"Pero claro, no tenía forma de saber con seguridad lo que el desconocido buscaba."
Tiene sentido. Muchas veces es imposible saber lo que de verdad pretenden las personas que se te acercan, si no, mira a Gisu...
"Se pensaría que aunque ahora viniera a ayudarle, es posible que llegado el momento me acabe traicionando de alguna forma; y así fue a Ludeus se le ocurrió lo siguiente Si quiero que no me traicione, tengo que ofrecerle algo a cambio."
"¿A qué viene eso? ¿Algo a cambio? ¿Con eso será suficiente? Jeje..."
"No te rías de él; lo he descrito como algo a cambio, pero fue más como un favor desinteresado, es algo que puede llegar al corazón, algo que pueda hacer que surja camaradería, entiéndelo de esa forma."
¿Algo que permita que surja camaradería? Eso podría funcionar... si ese fue el motivo, tendría sentido lo que Ludy hizo. Le ofreció al Supard algo a cambio de su protección, al mismo tiempo que mejoraba su habilidad en caso de tener que quedarse solo. Es bastante lógico, es más, podría considerarse la forma más segura de hacerlo. Vaya, ese chico es un prodigio...
"Meh... si lo tenía tan pensado, ¿qué le impedía haber hecho más en su viaje?"
Tras decir esas palabras, Gisu me puso la mano abierta delante y uno a uno fue dándome motivos.
"Era su primera vez en ese lugar; su primera aventura; por inteligente que fuera, había demasiadas cosas que no sabía; para sobrevivir, tuvo que aprender a base de golpes; y por si fuera poco, tenía que depender de un desconocido de la raza demoniaca que no sabía si le traicionaría o no; sin contar con que llevaba a sus espaldas algo similar a una hermana pequeña a la que debía proteger de todo."
Sin cambiar el tono, fue contando con sus dedos; al final, acabó necesitando su segunda mano, con un puño completamente cerrado.
"Si hubiera sido capaz encima de pararse a buscar a otras personas que fueron teletransportadas, no sería un prodigio, sería un superhombre. Vamos, que si hubiera hecho todo eso, no me extrañaría que apareciera entre los 7 Campeones Mundiales."
Vaya... Los 7 Campeones Mundiales... qué recuerdos. De pequeño, soñaba con aparecer en esa lista algún día... Vamos, puede que sea porque soy su padre y espero mucho de él, pero creo de verdad que Ludy podría llegar a aparecer en ella...
"Hubiera sido claramente excesivo por mucho que Ludeus sea un prodigio, como bien sabes, los humanos tienen límites."
"Pues explícame como una persona que supuestamente está rozando el límite de lo que es capaz, es capaz de contar su historia de un modo tan animado. Lo mires como lo mires, dio más la impresión de un niño malcriado entrando en un Laberinto y dar una vuelta antes de salir sin adentrarse, para dedicarse a fanfarronear sobre ello."
Si de verdad fue tan duro para Ludy, no lo habría contado con ese tono, y se habría dedicado a explicarme lo duro y difícil que fue su viaje; en cambio, lo único que me contó fueron sus aventuras en un tono alegre. No me creo que su viaje haya sido tan duro como me está diciendo Gisu.
"Lo hizo de esa forma porque no quería preocuparte."
"...¿huh?"
Mi voz volvió a salir con un tono bobalicón ante la respuesta tan inesperada.
"¿Por qué iba a preocuparse por un tipo como yo? ¿Acaso soy un pobre viejo, o qué?"
"Vaya, eres un pobre viejo, Paul."
"Meh... ya veo. Tienes toooooda la razón, soy un pobre y enclenque viejo que ahoga sus penas en alcohol por tonterías, seguro que al verme alguien como el alabado prodigio sentiría lástima por mí."
Y suspirando, Gisu dijo.
"No hace falta ser un prodigio para sentir lástima por ti, te ves fatal, Paul. Te lo voy a decir una vez, por no traerte un espejo, pero tienes una cara horrible."
"¿Te vas a poner del lado de mi hijo?"
"Vaya, hasta el punto de que no me importaría si no quisieras volver a hablar conmigo. Paul, pregunta a quien quieras, seguro que me dan la razón."
Me llevé las manos a la cara y pude notar el sonido de una barba descuidada crujiendo, indicando que llevaba varias semanas sin afeitarme.
Gisu quiso resaltar lo que intentaba decirme desde el principio
"Paul, lo diré una vez más; esperas demasiado de tu hijo."
¿Qué tiene de malo esperar mucho de tu hijo? Desde que nació, Ludy ha sido perfecto en todo, hasta el punto de que me tiraba de los pelos intentando ser un buen padre, viendo que no necesitaba un padre como yo para ayudarle. Nunca le hice falta.
"Eh, Paul, una cosa, ¿por qué simplemente no te alegraste de reunirte con él? ¿No es eso lo importante? ¿Qué más da el tipo de viaje que hubiera tenido? Como si se ha dedicado a vivir despreocupadamente; como si hubiera estado viajando mientras se dedicaba a tontear con mujeres, después de todo, sois familia... Pero lo primero que deberías haber hecho, era alegrarte de que hubiera vuelto sano y salvo."
"..."
Opino lo mismo; es más, me alegré muchísimo al principio...
"O dime, ¿hubieras preferido que volviera mutilado de alguna forma? Sabes lo probable que era que te reencontraras con tu hijo muerto, ¿no es así? Bueno no, porque en el continente demoniaco, no suelen dejar ni un cadáver para llorarlo."
¿Ludy muerto? Me cuesta creerlo, después de verle hablar tan alegremente, contando batallitas increíbles; pero lo cierto es que apenas un par de días antes, ¿no me desperté en medio de la noche tras soñar que lo encontraba muerto...?
"Ahh~h, pobre chico... Tras sobrevivir sorprendentemente a un viaje tan largo, cuando por fin consigue reunirse con su padre, se entera de que su padre se ha vuelto un alcohólico estúpido e inútil. Si algo así me pasara a mí, ni me pensaría cortar toda relación con él en el acto."
Tcht... mira que está aprovechando la situación para decir todo lo que le venga en gana...
"Ya lo he entendido, Gisu, y tienes una gran parte de razón, pero hay algo que no encaja en lo que me has contado."
"¿Qué cosa?"
"¿Cómo es posible que Ludy no supiera lo que le había pasado a la aldea Bonna? Yo mismo me encargué de que lo publicaran en el gremio de Puerto Santo."
Al fijarme en su rostro, pude ver que tenía algo en mente, es la cara que tiene cuando oculta algo.
"Es probable que tuviera mala suerte y no lo viera, ¿no?"
"Gisu, ¿dónde te encontraste a Ludy? ¿No se supone que lo viste en Puerto Santo?"
Personalmente, no tengo ni idea de donde se ha metido Gisu en todo este año, ni qué ha estado haciendo; pero es un hecho que Ludeus llegó al continente por el norte, y las ciudades más grandes que hay en esa dirección son... no, solo hay una, Puerto Santo, y en esa ciudad está el mensaje en el gremio avisando de los desaparecidos y de donde me encontraba, además de otros miembros de nuestro grupo de búsqueda que intentan informarse de pasajeros de viajes que puedan estar relacionados con los desaparecidos. Y como son aventureros, no hay forma de que no hayan pasado por el gremio ni una sola vez.
"Jum... me encontré con Ludeus en la aldea Dordia. Fue toda una sorpresa, la verdad, por lo visto le habían encarcelado por ser sospechoso de abusar de la Bestia Santa y me lo encontré allí totalmente desnudo."
"¿Que te lo encontraste desnudo y encarcelado en una aldea de los feral...? ¿En serio?"
Ghyslaine me contó algunas historias de su aldea, y por lo visto, los de Dordia conciben como la mayor humillación posible que te encierren en prisión, totalmente desnudo, encadenado y que te empapen con agua helada de vez en cuando. Aunque por lo que me contó, no es algo que le hagan a extranjeros, y si lo hicieran sería por un crimen contra toda la aldea.
Recuerdo que en una ocasión, de broma, le tiré agua a Ghyslaine y se enfadó muchísimo conmigo.
"Entiendo... ¿y cómo acabó?"
"¿Eh? ¿Tu hijo no te contó esa parte?"
"Solo fui capaz de escuchar hasta la parte en la que dejó el continente demoniaco."
Joder, se me olvidó preguntarle por qué no vio el mensaje en Puerto Santo, mira que no preguntarle algo tan importante... ¿por qué hice eso? Ah, ya... dejé de escucharle porque me enfadé. Maldita sea... siempre me pasa lo mismo, pierdo los estribos demasiado rápido. Bueno, relájate, piensa, Ludy es muy listo, pero dime, ¿cómo es que no se enteró de los desaparecidos en Puerto Santo? Con que hubiera estado unos días allí, se habría acabado enterando aunque fuera por rumores, así que básicamente, ocurrió algo en Puerto Santo que le impidió enterarse; por lo que dice Gisu, algo con los de Dordia suficientemente grande como para que lo capturaran... siendo algo tan importante, es probable que hayan llegado aunque sea rumores... piensa, piensa... algo grande en Puerto Santo...
"No te preocupes, aunque realmente yo tampoco sé todo lo que pasó; mientras estaba en la aldea de los Mirdett, me llegaron rumores de un mocoso humano que había sido encarcelado en la aldea Dordia."
"¿Hm? Un segundo... eso último, ¿me lo puedes repetir? ¿Dónde dices que estabas?"
¿Aldea Mirdett? Si no me equivoco, los Mirdett son una raza feral... creo que los que tienen orejas de conejo.
"La aldea de los Mirdett, un patriarcado bastante extendido que hay en el Gran Bosque, y..."
La explicación de Gisu se alargó un poco y me estaba molestando; llegué incluso a querer decirle que era suficiente, pero como está relacionado con Ludy, me controlaré y escucharé hasta el final.
No me gustaría meter la pata 2 veces el mismo día por no ser capaz de aguantar una conversación y cabrearme antes de llegar a la parte importante.
La explicación de Gisu terminó y tras compilarlo todo...
"Gisu, en resumen... ¿me estás diciendo que ibas por las aldeas del Gran Bosque, haciéndoles llegar información sobre que si encontraban humanos perdidos los mandaran a Milis-Sion?"
"¡Así es! Jeje... que no te dé vergüenza darme las gracias."
"Sigue soñando..."
Es cierto que de vez en cuando venía gente de Fedora provenientes del Gran Bosque... pensé que simplemente es porque habían llegado rumores, pero ahora tiene sentido, fue gracias a este tío.
"Bueno, dejemos eso por el momento."
"Sí, mejor."
Le dije eso con la intención de pedirle más detalles en otra ocasión, pero sentía que era mejor aparcarlo para más adelante.
"Bueno, eso, que escuché que un crío humano había sido encarcelado, y me imaginé que podría ser uno de los teletransportados, así que me dirigí a la aldea Dordia. No es por presumir, pero tengo contactos por todas partes, incluso en la aldea Dordia; le pedí a un guerrero de esa aldea, que es amigo mío, que me metiera en prisión para ver al chico."
"Un momento... ¿había alguna necesidad de que te metieran en la prisión para verle?"
"Fue por si fuera necesario ayudarle a escapar, lo que sé de esas cárceles es que es más fácil escapar desde dentro que desde fuera."
Mi pasado con Gisu me hace recordar lo bien que se le daba escapar de la cárcel.
Recuerdo cuando en una ocasión salió por la puerta principal poco después de que le encarcelaran por hacer trampas en apuestas...
"Pues ahora viene lo mejor, llegué con la idea de encontrarme a un pobre niño humano llorando por haber sido c-capturado, t-totalmente h-h-mufu-hundido... mufufujaja..."
"¿Qué te pasa? ¿De qué te ríes?"
"Y voy, y me lo encuentro tumbado plácidamente, totalmente desnudo, mirándome seriamente... y va y me dice Bienvenido al punto más alto en tu vida... tal cual, ¿te lo puedes creer? ¡Me quedé pasmado sin saber cómo responderle a eso! ¡Jajajaja!"
Gisu se puso a descojonarse delante mía.
"Pues... no le veo la gracia..."
"Pues la tiene... es más, nada más verle, supe que ese chico era hijo tuyo."
¿Qué tiene de gracioso? Es más... ¿cómo pudo estar seguro de que era hijo mío solo con eso?
"Era clavadito a como eras en los viejos tiempos. La forma en la que actuaba tan insolemente en nuestro primer encuentro, esa arrogancia sin sentido, hasta la forma en la que le flirteaba con la guardia de los feral... Todavía recuerdo como le decía Puedo oler que estás excitado... ¡Y él, aunque le hubiera dicho eso y supiera que le habían pillado, no tuvo reparos en seguir actuando del mismo modo con ella!"
La escena le pareció tan graciosa de recordar, que volvió a reírse con todas sus fuerzas durante un rato.
Parece que se está metiendo con como era hace unos años, me empiezan a pitar los oídos[33]...
"Bueno, lo cierto es que tardé algo más en estar seguro del todo."
Tras decir esto, Gisu le dio un buen trago a su jarra.
"Bueno, ahí lo tienes, por eso no llegó a escuchar lo de Bonna, por lo visto no llegó a pisar Puerto Santo."
"¿Hmm? No corras tanto, Gisu, si tú compartías celda con él, deberías-"
Habérselo explicado tú mismo.
"Como sabía que se dirigía a Milis-Sion no quise joderle la sorpresa.... Pero bueno, ahora que está todo dicho, yo me voy y ustedes 2 habláis lo que tengáis que hablar."
Casi sin dejarme reaccionar, Gisu quiso terminar la charla, se levantó de su asiento preparándose para irse.
"Eh, no te vayas, todavía no me has explicado todo."
"Ah, casi se me olvida, por lo visto, Elinalise y alguno más se dirigen al continente demoniaco. Me han llegado varios rumores de una devora-hombres de los orejas puntiagudas (elfos) en Puerto Santo, así que la información es de fiar."
"¿Elinalise? ¿Ayudándome?"
Daba por hecho que ella sería la que más me odiaba de nuestro antiguo grupo.
"Jejeje... por mucho que se encabezone en decir lo contrario, nadie del antiguo grupo te odia tanto como para no ayudarte en una situación como esta."
Y con estas últimas palabras, Gisu salió del bar; y como siempre, sin pagar.
Algunas cosas no cambian... pero bueno, por hoy te lo perdono, te invito a esta ronda. Habiendo bebido tanto hoy, mejor me acuesto ya y mañana intentaré hablar con Ludy.
Y cuando llegaba a una conclusión, Gisu regresó rápidamente y me dijo lo siguiente.
"Casi se me olvida, no bebas más, duerme, y mañana, estando sobrio, te acercas a la posada Luz del Alba, ¿entendido?"
"¡Que sí, coño!"
Mira que volver solo a decirme eso...
Suspirando, suelto mi jarra sobre la mesa.
Ahora que lo pienso, últimamente he bebido más de la cuenta... ¿por qué perdí el tiempo con algo semejante? Todavía me quedan muchas cosas por hacer...
"Esto.. Paul-buchou, ¿ya habéis terminado? Me gustaría hablar con usted."
Mientras pensaba, una mujer en solitario se acercó hasta a mí mostrándose un tanto cabizbaja. Por un segundo no la reconocí, quizás por lo borracho que estaba, pero pasado ese tiempo, comprendí que se trataba de Vera, una de las miembros del grupo de búsqueda.
"Claro, sin problema... aunque dime, es raro verte vestida de una forma tan... moderada."
"Sí, es sobre eso..."
Vera afirmó sin entrar en detalles antes de sentarse en la misma silla en la que Gisu estuvo anteriormente. Es raro, pero hoy no está vistiendo esa ropa tan estimulante y algo exhibicionista, sino que va vestida más como la típica y nada desentonante chica de ciudad.
"Me preguntaba... si esa pelea a mediodía pudo ser... por mi culpa."
"¿Por tu culpa? ¿A qué te refieres?"
"No sé... esto... como suelo ir de.. esa forma... ya sabes, tu hijo al verme... no sé, quizás hubiera pensado lo que no es..."
"No te preocupes, no tuviste nada que ver. Ese chico hubiera sospechado de ti llevaras lo que llevaras en cuanto hubiera sabido tu talla de pecho."
La forma de vestir tan exhuberante de Vera tiene un motivo concreto. Al principio era una simple aventurera, pero se vio teletransportada a Milis sin ninguna pertenencia y unos maleantes la capturaron y usaron para divertirse.
Lo general en esos casos es que la persona se cierre en banda, pero Vera poseía una voluntad de hierro y fue capaz de salir adelante.
Muchas otras mujeres no fueron capaces de superarlo y continuar con su día a día, como fue el caso de Shera, la hermana pequeña de Vera.
Esa pequeña... solo con cruzar miradas con un hombre cualquiera se echa a temblar hasta casi desmayarse. Con algunos en el grupo no le pasa, pero la gran mayoría...
Vera, con la intención de proteger a esas jóvenes desoladas de miradas ajenas, hizo todo lo posible por atraer la atención de los hombres, utilizando en este caso, su figura y su vestimenta.
Sin contar que es capaz de apoyar al resto de mujeres que han sufrido ese tipo de experiencias... es una mujer excelente. Yo, personalmente soy incapaz de comprender como piensan o se sienten las mujeres que han sufrido esos abusos, ni de ayudarlas, pero para mí, Vera es una compañera insustituible e indispensable. Pero entre nosotros no ha habido ni habrá una relación física, ni tengo intención ni sería capaz, y menos en una situación como esta.
"Pero eso, no tuviste nada que ver, ¿querías decirme algo más?"
".... No."
Notando que Vera parecía no creerme demasiado y que quería decir algo más, volvió a una mesa en la que varias mujeres estaban sentadas juntas.
Fijándome mejor, varias miradas repartidas por todo el bar están centradas en mí, mirándome con cierta preocupación.
"Cuanto entrometido... ¡Dejad de mirarme de esa forma! ¡Mañana iré a hablar con él! ¡Ahora dejadme en paz!"
Tras esas palabras, me levanté de la mesa que tantas horas me ha acompañado hoy y me dirigí a mi habitación.
2ª Parte
Al entrar en la habitación, encontré a Norn durmiendo sola, tumbada sobre la cama.
Me senté en una mesita que había en el cuarto y me llené un vaso con agua y le di un buen trago; noté el agua algo recalentada llegando a mi seco y algo indispuesto estómago. Pude notar como poco a poco la borrachera iba desapareciendo.
Ya no me acordaba de lo malo que he sido siempre con el alcohol, se me sube enseguida, aunque no me dura demasiado ni aunque no pare de beber...
Poco a poco fue pasándoseme el efecto del alcohol y mi cabeza empezó a espabilarse. Me acerqué a la cama y me puse a jugar con el pelo de mi pequeña que andaba durmiendo en la cama pero agarrando con fuerza las sábanas.
Norn siempre me dio algo de lástima, tuvo que quedarse con un padre tan inepto como yo; estoy seguro de que hay muchas cosas que quiere decirme, pero nunca ha soltado ni una sola queja, y siempre se ha portado bien............ Si hubiera muerto o se muriera ahora, no podría seguir adelante...
"Nmmu... Papá..."
Pude oír a Norn decir esas palabras, pero sigue dormida, así que intuyo que habla en sueños.
Es una niña normal y corriente, no es como Ludy; si no la protejo....
"..."
Si Ludy no fuera tan especial, es posible que estuviera durmiendo aquí ahora mismo... no habría sido un tutor particular, se habría quedado viviendo con nosotros, hubiera sido teletransportado, podría haberse agarrado a mí como Norn... no es difícil de imaginar la posibilidad. Pero imaginar a un Ludy como un niño normal... un niño de 11 años normal y corriente... No sé lo que tendría que hacer para protegerles a ambos, ¿qué tendría que llegar a ....?
Mis piernas se pusieron a temblar en cuanto llegué a este punto, porque por fin comprendí lo que Gisu quiso decir con un mocoso de 11 años.
Tiene razón... ¿qué más da que sea un niño normal o un prodigio? ¿qué importa eso? Sigue siendo mi hijo... ¿Acaso le habría dicho a Norn lo mismo que a él si la genio hubiera sido ella? Imagínate a una Norn prodigiosa que ha estado viajando sin preocuparse por nada y alegremente... ¿acaso le habría dicho lo mismo que le dije a Ludy? Dime, Norn, ¿habría esperado tanto de ti también aunque hubieras sido una prodigio?
Con esa idea en la cabeza, era incapaz de dormir, ni siquiera pude tumbarme en la cama; no podía creer lo que había hecho. Salí de la posada y cogí un barreño con agua que tienen preparado por si hubiera incendios, y metí mi cabeza entera dentro.
Me viene a la mente la cara de asqueado que puso Ludy mientras salía del bar..
¿A quién estaba mirando Ludy con esa cara de asco?
Observo el rostro que se refleja en el agua del barreño y lo que veo es la cara de un hombre inútil y estúpido, la persona menos indicada para ser padre en todo el mundo.
"Jah... Gisu tenía razón... doy muchísima pena..."
Viendo un padre así y después de semejante bronca sin sentido... si fuera yo, no volvería a hablarle a un hombre así en la vida.
3ª Parte
-- Desde el punto de vista de Ludeus --
A la mañana siguiente y tras levantarme algo más tranquilo, bajé a desayunar a una especie de bar que había junto a nuestra posada.
Compruebo que la comida aquí en Milis-Sion no está nada mal.
Ha ido mejorando desde que pasamos por el Gran Bosque, da la impresión de que cuanto más vayamos avanzando más rico sabrá todo...
El menú del día es pan recién horneado y una sopa de un tono claro sabrosamente especiada, junto una ensalada de verduras frescas y para rematar unas tiras gruesas de bacon.
Anoche me lo perdí, pero por lo visto las cenas incluyen, de todas las cosas posibles, un postre. Por lo visto es una gelatina que se ha puesto de moda entre jóvenes aventureros.
Lo espero con ansias... pero vaya... la comida la verdad es que alegra. Cuando tienes hambre te enfadas más fácilmente y cuando te molesta algo pierdes las ganas de comer lo que lleva a tener más hambre aún... Menudo círculo vicioso se monta. Hasta un androide se enfadaría cuando está hambriento.
"¡Irasshaimase!"
Mientras andaba absorto en mis pensamientos y me deleitaba con algo así como un café que me habían servido tras la comida, el dueño del bar se giró hacia la entrada y le dio la bienvenida a alguien.
Observándolo yo también, vi a un hombre en la puerta, cansado y con mala cara; cuando me fijé en su cara, me quedé claramente estupefacto. Ese hombre echó un vistazo por todo el bar hasta que su mirada me encontró.
Llegados a este punto, las emociones que sentí el día anterior volvieron a resurgir, y eso que no habíamos empezado a hablar aún, lo que me llevó a apartar la mirada y evitar mirarle a los ojos.
"..."
En cuanto vieron mi cambio de actitud, mis 2 compañeros de mesa se dieron cuenta rápidamente de quién se trataba. La reacción de Ruijerd fue enarcar una ceja, la de Eris, levantarse bruscamente.
"¿Quién ha sido...?"
Eris pareció buscar con la mirada a quien me había hecho ponerme así, y el causante se acercó a nosotros...
Al darse cuenta, se puso frente a él, colocándose entre nosotros; con su pose característica, sus brazos cruzados, sus piernas separadas alineándose con sus hombros y levantando la barbilla. Con esa actitud tan autoritaria le lanzó una mirada de odio al recién llegado.
"Paul Greyrat, el padre de ese chico."
"¡Como si no lo supiera!"
Alcé la vista y me encontré con la espalda de Eris, pero pude escuchar una voz dirigirse a mí con un tono sarcástico.
"¡Vaya, vaya, Ludy, ¿ahora vas por ahí escondiéndote detrás de señoritas? No sabía que eras de esos."
Su forma de hablar y el tono con el que me estaban hablando me hicieron relajarme un poco.
Ya casi lo había olvidado... pero esas son las típicas bromas que me hacía Paul; qué recuerdos...
Sentí que esa forma de hablarme y el haber venido a primera hora específicamente a su bar, era su forma de indicarme que quería hablarme tranquilamente.
Supongo que tampoco pasa nada por charlar un rato con él.
"¡Ludeus no se esconde a mi espalda! ¡Soy yo la que está protegiendo a Ludeus de un padre horrible!"
Pude ver como Eris estaba temblando mientras sus nudillos se ponían blancos de lo fuerte que tenía cerrados los puños, no me extrañaría que en cualquier momento le lanzara un par de puñetazos a Paul a la cara; por lo que le hice un gesto a Ruijerd con la mirada.
Al verme, se acercó a Eris y la cogió del cuello de su camiseta, levantándola casi sin esfuerzo.
"¡¡Pero qué..!! ¡Ruijerd! ¡Suéltame!"
"Dejémosles hablar a solas."
"¡¿Pero no viste como estaba Ludeus ayer?! ¡¿Qué padre le haría eso a su hijo?!"
"No lo digas así, porque justamente eso son cosas de padres."
Mientras decía esas palabras, Ruijerd fue saliendo del bar con Eris todavía agarrada. Pero conforme se acercó a Paul, mirándole le dijo de pasada lo siguiente.
"Sé qué tienes cosas que decirle, pero recuerda que esas cosas solo se le pueden decir porque tu hijo está vivo."
"S-Sí..."
Las palabras de Ruijerd fueron intensas... seguro que él mismo se ve como el peor padre del mundo; quizás al ver a otro padre cometiendo errores quiso ayudar a su manera.
"Ludy, no vayas dándole órdenes a personas mayores..."
"No es eso, no le di ninguna orden, simplemente le pedí un favor con la mirada."
"¿Qué tiene de diferente...?"
Con esas palabras, Paul se sentó frente a mí en la mesa.
"Ese es el hombre de raza demoniaca del que me hablaste ayer?"
"Sí, ese es el Supard Ruijerd."
"Así que un Supard... Pues me ha parecido un buen tipo, la verdad; imagino que los rumores no son tan ciertos como van por ahí diciendo."
"¿No te da miedo?"
"No seas tonto, ¿cómo me va a dar miedo la persona que ha protegido a mi hijo?"
Su actitud y opinión es muy diferente a la de ayer, aunque... no quiero andar por las ramas.[38]
"Bueno... ¿para qué viniste?"
Me salió un tono mucho más duro del que tenía en mente, a lo que Paul reaccionó quedándose algo bloqueado.
"No... Esto... Quería... pedirte perdón."
"¿A qué te refieres?"
"Por lo de ayer."
"No es necesario que te disculpes."
Agradezco las disculpas, pero después de utilizar el pecho de Eris como almohada y dormir bien, ya he visto en qué me equivoqué.
"Para ser sincero, siento que tenías razón en que me he tomado el viaje como un juego."
Dejando de lado los problemas al principio, una vez que conseguimos adaptarnos, llegué a tener suficiente tranquilidad como para perder el tiempo pensando en espiar a Eris y cosas similares. No puedo negar que fue error mío no reunir información sobre el incidente de Roa, ya que como mínimo, Roa pudo sufrir la teletransportación como nosotros. Es cierto que me fue imposible hacerlo en Puerto santo, pero en Puerto Brisa estuvimos mucho tiempo buscando a los contrabandistas, podía haberle preguntado al intermediario o a cualquier otro informador, pero como ni pregunté ni me informé, fui incapaz de obtener esa información. Eso fue un error por mi parte.
"Por ese motivo, siento que es normal que te enfadaras, padre, ya que tú estuviste ocupado y preocupado todo este tiempo. Así que en lugar de disculparte tú, soy yo quien te pide disculpas."
Cuando pensé en el estado de ánimo de Paul y el estrés que pudo sufrir cuando ocurrió el incidente en la provincia de Fedora, con la familia dividida y sin saber donde se encontraban, soy incapaz de culparle por su actitud.
Si yo lo hubiera sabido antes, no habría estado tan poco preocupado durante el viaje; es cierto que estuve tranquilo y hasta animado durante el viaje...
"¿Cómo te vas a tomar un viaje así a broma, Ludy? Estoy seguro de que hiciste cuanto pudiste."
"No, en serio; me pude esforzar muchísimo más, casi fueron unas vacaciones..."
Sobretodo contando a Ruijerd... en cuanto salimos de Rikaris, el viaje se relajó bastante. Con su ayuda, era imposible que los monstruos nos pillaran desprevenidos, aun sin decirle nada hubiera sido capaz de mantenernos a salvo durante el viaje, y hasta evitar que Eris se metiera en problemas. Por eso, siento que me tomé el viaje muy cómodamente, como si jugara en very easy[39].
"Ya veo... unas vacaciones..."
No tengo ni idea de lo que Paul está pensando, pero lo que sí sé, es que le tiembla la voz.
"Siento muchísimo no haber encontrado los mensajes o avisos que dejaste en el gremio. ¿Qué era lo que tenían escrito?"
"Cosillas sobre que yo estaba bien y que si podías ir a buscar en la zona norte del continente central."
"Entiendo, en ese caso, cuando lleve a Eris de regreso a Fedora, iré a echar un vistazo por ese lugar."
Le respondí de manera automática, como si fuera un robot; las palabras salían de mi boca algo forzadas y secas.
¿Por qué estaré hablándole así...? Quizás estoy nervioso o tenso... Pero no lo entiendo, ya he perdonado a Paul y él me ha perdonado también a mí; puede que nuestra relación no sea como la de antes, pero la situación actual es grave... entonces... estaré nervioso porque el problema es grave... tiene sentido.
"Pero aunque diga eso, no sé demasiado sobre la situación actual en la provincia, ¿podrías contármelo una vez más, pero con más detalles?"
"...Claro."
Su tono también se notaba tenso, y pude notar que seguía algo tembloroso como antes.
Imagino que también estará preocupado... Aunque no sé, lo mismo es mi forma de actuar tan... directa la que no encaja. Puede que no podamos actuar como hasta ahora... ¿pero como es eso exactamente? Creo recordar que hablábamos de cualquier cosa sin pensarlo demasiado, pero no estoy seguro, quizás...
"¿Por dónde empiezo...?"
Con un voz bastante tensa, Paul me contó todo lo que ocurrió en la provincia de Fedora. De como los edificios habían desaparecido y que todos los habitantes de la provincia fueron teletransportado; del enorme número de muertos ya confirmados y del aun mayor número de desaparecidos.
De como consiguió reunir fondos para organizar un grupo de búsqueda con voluntarios; y aprovechar la sede del gremio de aventureros para reunir información sobre varias partes del mundo desde un único lugar. Aunque también me comentó que había otra base de operaciones del grupo de búsqueda que se encontraba en la capital del reino de Asura, organizada por el mayordomo Alphonse; por lo visto, todavía están dando apoyo monetario para los desaparecidos, para que puedan volver.
También me comentó que había estado dejando mensajes en varios lugares, con la intención de organizar e informar a quien quisiera ayudar a buscar a nuestra familia.
Entiendo mi responsabilidad en esto, siendo el hijo mayor de nuestra familia, que casi podría considerarse un adulto independiente. Bueno, realmente mi edad es la de un crío, pero como mínimo, espiritualmente me considero un adulto... Mierda, si hubiera visto ese mensaje, habría comprendido lo grave que era la situación, con Zenith, Lilia y Aisha todavía desaparecidas... Es posible que estén en alguna parte del continente demoniaco, las hemos podido dejar atrás...
Llegado a este punto, solo puedo lamentar lo que no hice, ya que debido a la prisa que nos dimos en el viaje, solo aguantamos 1 semana por ciudad.
"No le pasó nada malo a Norn, ¿verdad?"
"No te preocupes, por suerte cuando ocurrió todo estaba conmigo y fuimos teletransportados juntos."
Por lo que me está diciendo Paul, la teletransporación en este mundo se aplica a todas las personas que estén en contacto con quien sufra el hechizo, acabando todos en el mismo sitio.
"¿Y cómo está? ¿Está bien?"
"Sí, al principio estaba un poco confundida cuando aparecimos en un lugar extraño, pero ahora está mucho más animada y todos en el grupo la tratan con mucho cariño."
"Ya veo, me alegro."
Así que Norn está bien y además animada... me alegro mucho, la verdad; es la parte buena de esta situación tan horrible, no me quiero ni imaginar la situación si Norn estuviera mal... Pero por algún motivo, no me anima; mi mente sigue embotada.
"..."
"......"
La conversación se detuvo, y el ambiente se enrareció. Se siente extraño al pensar que mi conversación con Paul está siendo tan...
¿Tan qué? ¿Cómo era mi relación con él? Recuerdo que solía ser... no sé, mucho más... animada. No entiendo qué está pasando...
4ª Parte
La conversación siguió un rato más.
En un momento dado, Paul dijo algo a lo que no supe bien como responder; y empecé a dar respuestas tensas y cortas a las que no les daba mucha importancia.
Antes de que nos diéramos cuenta, los últimos clientes del bar éramos nosotros 2; no me extrañaría que el dueño se acercara para pedirnos que nos marcháramos para ir cerrando.
Creo que Paul también pensó esto, por lo que me dijo a continuación.
"Ludy, ¿y qué piensas hacer ahora?"
"Por ahora, lo que haré será llevar a Eris de vuelta a Fedora."
"¿Aunque no quede nada en pie?"
"Aun así, debemos regresar."
No nos queda más remedio que regresar. Aun sabiendo que todavía no han aparecido ni Philip, ni Sauros, ni Ghyslaine; aun sabiendo que no encontraremos Roa... Pero no tenemos alternativa.
¿El motivo? Pues que fue el objetivo de nuestro viaje desde el principio, y debemos alcanzarlo. Necesitamos llegar allí y ver con nuestros propios ojos la situación actual, para poder aceptar la situación. Después podríamos ir a la zona norte del continente, y de paso pedirle a Ruijerd que eche un vistazo en el continente demoniaco. O quizás sería mejor ir los 3 al continente Begarito, aprovechando que conozco el idioma.
"Después de Roa, buscaremos en otra parte."
"Comprendo."
Y con esto, nuestra conversación volvió a detenerse. Al menos yo, no sé qué decir.
"Tomad."
Justo en ese momento, el dueño del bar se acercó a nuestra mesa y nos puso unas copas de madera con un líquido que desprendía vapor.
"Invita la casa."
"Se lo agradezco."
Ahora que veía el líquido, noté que mi garganta estaba totalmente seca, mis puños estaban fuertemente apretados y podía notar el sudor acumulándose en la palma de mis manos. Mi cuerpo entero estaba empapado en sudor frío, y el flequillo se me había pegado a la frente a causa del mismo.
"Mira, chico, no sé todos los detalles, pero..."
"...¿?"
"Hazme un favor, y mírale a la cara."
Cuando lo escuché directamente de su boca, me di cuenta, por primera vez en todo el rato que llevábamos hablando, que no había mirado a Paul a los ojos ni una sola vez, pero no solo eso, no había sido capaz ni de verle la cara, desde el momento que aparté la vista en un acto reflejo.
Comprendiendo esto, tragué saliva con fuerza y levanté la vista para ver el rostro de mi padre.
Lo que pude observar fue una cara preocupada y que no sabía qué hacer, a punto de ponerse a llorar... una cara horrible.
"¿A qué viene esa cara?"
"¿Qué le pasa a mi cara?"
La sonrisa que me mostró Paul al hacerme esa pregunta no tenía fuerzas, sumado a su aspecto algo denigrado, parecía una persona distinta; aunque por alguna razón, sentía que había visto una cara parecida en alguna ocasión... No sabría decir cuándo, pero fue algo pasado... anterior a esto... Y lo recordé.
Recordé el día en que me encontraba en mi antigua casa, mirándome al espejo; llevaba ya 1 o 2 años desde que me encerré en mi habitación por lo que me hicieron en el instituto. Recuerdo que por aquel entonces todavía pensaba que saldría adelante, por mucho que fuera incapaz de salir a la calle, por mucho que tuviera un motivo para hacerlo, el pensar cómo me mirarían los desconocidos que se cruzaran conmigo al salir, riéndose a mis espaldas y señalándome con el dedo, recordando las fotos que me hicieran; mis piernas no dejaron de temblar.
Intenté calmar y tragarme ese miedo y forzarme a salir, pero al final no fui capaz. Tras eso, estuve una temporada incapaz de controlar mis emociones.
La cara que estoy viendo me recuerda a esa época, como si Paul fuera a sufrir un ataque de ansiedad.
Y tiene sentido... todavía no tiene noticias de los que lleva meses buscando, no le ha llegado ni el menor rumor sobre ellos, lo que le lleva a preocuparse, e imaginarse lo peor, quizás estén heridos o quizás han caído enfermos, o quizás............... La preocupación va en aumento.
Y cuando por fin aparece uno de ellos, se encuentra a tan risueño y tan distinto a lo que se esperaba, que sin querer se enfada. Es algo que me ha pasado anteriormente.
Recuerdo una vez que, poco después de que me encerrara en mi cuarto, vino uno de mis antiguos compañeros de Secundaria; me estuvo contando cosas de cómo le iba en el Bachillerato, sin importarle lo herido que estaba, lo enfadado con lo que me habían hecho... llegó un punto en el que no pude soportarlo más y me desahogué con él, recuerdo que dije palabras muy duras.
Pensé en disculparme al día siguiente si volvía a venir, pero no lo hizo; y cuando intenté salir, no me atreví. Como si mi orgullo me lo impidiera, qué cosas... Pero mi cara en el espejo en ese momento... era igualita a la de Paul ahora.
"Te propongo algo."
"¿Ludy?"
"En la situación actual, no nos queda más remedio que actuar como adultos."
"Eh... sí, bueno, no puedo negar que no he sido un ejemplo a seguir, pero... Dime, ¿a qué te refieres?"
Y con esto, mi mente por fin se clareó, cuando por fin comprendí lo que Paul sentía en este momento, fui capaz de comprender lo que debía hacer.
Recordé lo que nos pasó en su día, cuando me reprochó lo que hice con un tono duro, sin escuchar lo que tenía que decir. En aquel entonces, pensé que era normal que hubiera cometido ese error, con 24 años y un hijo a su cuidado.
Pero ya han pasado 6 años, tiene 30 años, sigue siendo más joven que yo en mi anterior vida, pero todavía recuerdo, que ya cuando tenía 24 años pensé Guau, me supera en todo; había hecho todo lo que se suponía que yo debía haber hecho con 10 años menos. Lo único que hice yo, fue culpar al que me pegó, a la sociedad, a mi familia...
Pero ya no soy el mismo. Cuando llegué a este mundo juré que no repetiría los mismos errores, y puede que lo olvidara parcialmente, pero juraba y juro, que en este mundo, viviré al máximo. En esta ocasión, aunque haya sido un problema enorme, fue exactamente lo mismo que ocurrió hace 6 años, el mismo error.
Pensé que deberíamos haber crecido, pero me dio la sensación de que no habíamos cambiado en absoluto desde ese encontronazo, como si el tiempo no hubiera pasado por nosotros. Quería ver el error pensando en eso, y esa fue la solución que le encontré al error, y de ahí mi propuesta.
"Volvamos a intentarlo, hagamos como si lo de ayer no hubiera pasado."
Es lo mismo que ocurrió en esa ocasión, seguro, solo que esta vez fui yo el que sufrió. Seguro que mi amigo, después de venir a casa y que me desquitara con él se sintió mal, como si no pudiera soportarlo, por mucho que estuviera preocupado por mí. Pues yo me sentí de forma similar, solo que ayer pude sentir claramente como el corazón se me partía; y eso fue suficiente para él como para no volver... Debo asegurarme de que ese error no se repite, y no permitir que mi relación con Paul se acabe para siempre.
"Hagamos como si ayer no nos hubiéramos visto, ni hubiéramos peleado. Es más, actuemos ahora mismo como si tan solo fuéramos un padre y un hijo que se reencuentran tras 1 año."
"¿Ludy? No te entiendo, ¿qué dices?"
"No te preocupes, y... mira, simplemente separa los brazos así..."
"¿A-así?"
Siguiendo mi ejemplo, Paul abrió sus brazos, y acto seguido, de un salto le di un abrazo.
"¡Papá, te echaba de menos!"
Pude notar un cierto olor a alcohol en su ropa.
Por lo que hemos hablado, sé que está sobrio, pero quizás esté de resaca, quién sabe... pero no recuerdo haberle visto nunca alcohol...
"¿Lu-Ludy?"
Paul no sabía bien como reaccionar, y para ayudarle, apoyé mi cabeza en su hombro y le susurré unas palabras.
"¿No te parece que habría algo que deberías decirle a ese hijo tuyo que llevas tanto sin ver?"
Pensando en lo falso que estaba quedando todo, volví a abrazar a Paul con todas mis fuerzas. Pude comprobar que no solo su cara había flaqueado, todo su cuerpo parecía haber perdido 2 o 3 tallas.
Sé que he crecido, y lo mismo eso me está confundiendo en la impresión de su físico, pero estoy seguro de que Paul ha sufrido mucho para acabar así, muchísimo más que yo.
Sin salir de su estupor, Paul fue capaz de decir las siguientes palabras.
"M-Me alegro de verte, Ludy..."
Cuando por fin fue capaz de decir eso, parece que algún tipo de barrera entre nosotros se desgarró por completo.
"Te he echado de menos... te he echado muchísimo de menos, Ludy.... Estuve esperando, no sabía nada de nadie, pensé que podrías haber muerto... pero estás.... estás aquí, y cuando te encuentro..."
Levanto la vista y veo a Paul llorando frente a mis ojos con un rostro contraido y destrozado; era la primera vez que veía a un hombre hecho y derecho, acabar totalmente destrozado y llorando sin control.
"Perdóname, Ludy, lo siento de veras..."
Y por algún motivo, yo también acabé llorando junto a él, abrazados los 2, mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
Y de esta forma, y tras unos 5 años, por fin fui capaz de reencontrarme con mi padre.
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