miércoles, 2 de enero de 2019

Tensei Shitara Slime Datta Ken (wn) 5

Capitulo 05 – Primeros pasos

Ese día, un suceso conmocionó al mundo entero.
El monstruo clase calamidad, Dragón Tormenta Veldora ha desaparecido.
Él que fue sellado hace 300 años, la calamidad viviente.
Su desaparición significa su regreso en algún lugar de este mundo.
Sin embargo, a veinte días después de su desaparición, la Santa Iglesia Occidental declaró que su presencia ha desaparecido por completo.


.


.


El Conde Nidole Maigam permaneció indignado.

“¡¡¡Qué mierda!!!”

Maldijo al recordar las palabras del Cardenal.
El Cardenal Nicolás Shpertas.
Incluso la mención de su nombre provoca la ira del Conde.

『La amenaza conocida como Dragón Tormenta Veldora ha desaparecido. Por lo tanto, las provisiones y el apoyo monetario de la Santa Iglesia serán detenidas inmediatamente. 』

Y unilateralmente exclamó el Cardenal, poniéndole fin a la discusión.
E ignorando todo lo que tenían que decir, incluso los hizo esperar durante tres horas.
Si bien es cierto que los fondos de emergencia se les ha dado para combatir la emergencia…
Pero las tierras que bordean el Gran Bosque Jura – propiedad del Conde – es la primera línea de defensa de todo el Reino Pharmas.
Es decir, que aunque el Dragón Tormenta Veldora había sido sellado, él era, sin embargo, una amenaza latente.
E incluso para los monstruos no era la excepción.
No, en realidad, era una amenaza, especialmente para los monstruos.
El hecho de que esta amenaza ha desaparecido solo puede atribuirse a los movimientos de los monstruos.
Aunque Pharmas debería estar mejorando sus defensas, ellos las están reduciendo en su lugar.
Esta fue la causa de la indignación del Conde Nidole Maigam.
Y aunque la Santa Iglesia Occidental tenía sus razones validas, ninguna de ellas le importaba a Nidole.
¿Cómo debería proteger sus tierras ahora?
Él tiene el dinero para contratar mercenarios.
No es el momento adecuado para estar contratar aventureros.
Como último recurso, podría apelar al Rey… pero sólo recordar la cara del Rey le provoca desesperación.
Sería difícil explicar cómo se utilizaron los fondos de apoyo recibidos hasta ahora.
Sin una amenaza, es natural que los gastos de defensa disminuyan.
Y si esto se maneja mal, tendría que aumentar los impuestos.
La sola idea le causa malestares a Nidole.
En el camino de regreso a su dominio en un carruaje, sus pensamientos estaban llenos de contramedidas a idear.
Centrarse sólo en los monstruos, Nidole no podía pensar en nadie más de quién hacer uso.


.


Sin embargo, Nidole no era el único preocupado por la situación.
El Reino Pharmas es un país de fuerza moderada. Así, se han abstenido de la idea ampliar sus fronteras.
Por eso, hay pocas amenazas que presenten peligros para ellos.
Como Nidole esperaba, muchos ministros del gabinete están planeando reducir los gastos de defensa.
Sin embargo, otros países circundantes al bosque Jura no pueden hacer lo mismo.
Para no lamentarlo más tarde, cada uno de ellos debe tomar algunas contramedidas.
Los reyes y ministros de éstos ahora están organizando apresuradamente un consejo de emergencia para idear estrategias.
Uno de estos individuos con problemas es el Barón Belouard, ministro del pequeño país llamado Brumund.

“Sólo puede haber una razón para que te llame. Usted ha oído hablar del Dragón Tormenta Veldora, ¿no es así?”

Con una gran actitud, el Barón dirigió su pregunta al hombre que había entrado en la habitación.
De baja estatura con un aspecto serio, el hombre nunca dejo de mantener el contacto visual.

“Por supuesto, Milord”

Fue una respuesta sencilla.
Su voz era profunda y gruesa.

“¡Como era de esperarse del Guild Master*!... ¿es lo que debo decir?”
(*NdT: Suena mejor en inglés. Si quieren que lo cambie den sus opiniones. Significa “Maestro del Gremio”*)

El Barón Belouard resopló y continuó como si escupiera cada palabra.

“Así que, ¿qué es lo que el gremio planea hacer?”

“Nada en particular. No soy consciente de ningún plan.”

“¿Qué? Yo realmente no entiendo… ¿estás diciendo que no hay ninguna contramedida?”

“Sí, no vemos necesidad alguna.”

El Guild Master respondió con apatía.
Con un aspecto que preguntaba: ¿Acaso el Barón Belouard está loco?
Y aunque el Barón vio esa actitud, continuó haciendo caso omiso de ello.
En primer lugar, si sus esfuerzos serían respondidos…

“Lo que es necesario depende de la persona, me imagino. ¡La desaparición del Dragón Tormenta Veldora es sin duda un complot de los monstruos!  ¡¿No necesitamos contramedidas contra eso?!”

“Es una cosa divertida lo que has dicho. Las contramedidas se planifican por un país. Somos un gremio gratuito, no un grupo de voluntarios, ¿sabes?”

Así fue.
Su libertad radica en el hecho de que estaban fuera del sistema de un país. En comparación con el trabajador normal, su estilo de vida no está garantizado.
Sin embargo, su estatus social era básico; por otra parte, se les concedió tierras apropiadas. Por lo que, al menos tenían la obligación que pagar impuestos.
Para explicarlo, vamos a considerar el ejemplo de un cocinero.
El cocinero que pertenece a un país paga el impuesto de estatus social junto a un porcentaje de sus ingresos. Por ello, el país protege su vida y propiedad.
Por otra parte, el cocinero del gremio paga mucho menos en impuestos. Por las cuotas que él paga al gremio, él recibe la protección del gremio.
Sin embargo, proteger su propiedad se convierte en su problema.
También, el cocinero de un país puede abrir una tienda en el castillo y sus hijos heredarlo.
En un gremio no tiene ese privilegio, por lo tanto debe abrir su tienda en las cercanías al castillo.
Aparte, en caso de que establezca una tienda de éxito, sus hijos no podrán heredarlo.
Es a partir de este hecho, que los ciudadanos han adquirido un prejuicio y odio profundamente arraigado hacia sus miembros libres.
Este sistema tampoco es exclusivo para Brumund. De hecho, básicamente, todos los países siguen las mismas reglas.
Por otro lado, el Gremio Libre ha superado todo régimen de existencia, y poseen el mayor poder de organización…
Ya sea por coincidencia o intencional, operan directamente bajo la nariz del país manteniendo una apariencia de sociedad subterránea.

“Protección de la propiedad de los ciudadanos es el deber fundamental de un país, ¿no es así? Del mismo modo, tenemos que proteger a nuestros miembros. No la tenemos los dos difícil…”

Al oír estas palabras insolentes, el Barón Belouard ya no podía ocultar su enojo.
Desde la mañana, nada ha estado sucediendo a su manera.

“¡¡Basta de esta charla inútil!! Del Gremio Libre, ¿Cuántos soldados se pueden enviar? ¿Cuántos aventureros sobresalen en combate? ¿Cuántos se pueden utilizar para proteger esta ciudad?”

El Guild Master sólo pudo suspirar.

“No se equivoque, no somos un grupo de voluntarios. De ser movilizado junto con las fuerzas del país, podría reunir el 10% de nuestros miembros, si necesita más, tiene que haber remuneraciones adecuadas.”

Hay diez millones de personas que viven en Brumund.
De los cuales, siete mil son miembros del gremio- sus familias no están incluidas en el conteo.
En el caso de una actividad conjunta, el Gremio Libre puede proporcionar el 10% de sus miembros (alrededor de 700 personas en este caso) que sirvan al país.
Como nota al margen, los miembros del gremio de este país no pueden aplicar para ser miembros del gremio de otro país. Por lo tanto, si bien son libres, hay una lealtad clara.
Además, tomará tiempo para hacer oficial la movilización conjunta, y mientras tanto los impuestos tienen que fijarse sobre el 20%.
La fuerza puede ser utilizada, pero no cabe duda de que ello perjudicará los ingresos.
En primer lugar, no es como que el gremio pudiera inmediatamente subir el nivel de impuesto para sus miembros.
Es más, la aplicación del impuesto y la comunicación con el gremio es casi imposible.
Dado que la mitad de sus miembros son no-combatientes.

Incluso un rey entiende tanto.
Por esa razón, normalmente se evita la extorsión… pero esto ya no es una situación normal.
Los monstruos están en movimiento.
Eso, en sí mismo, es una de las razones.
Pero, no es la principal…

“Suficiente. Hey, Hughes. ¿Qué tienes en mente?”

El Guild Master, no, Hughes se sorprendió de ser llamado de repente por su nombre.
Y por primera vez, él veía al Barón Belouard a la cara.

“Teníamos un pacto de no agresión en la tierra donde fue sellado el Dragón Tormenta. Ahora, el Imperio puede optar por reclamar esa tierra.”

“¡Exacto! Ya sea que se contenían por temor a Veldora o por miedo a dañar al sello… No lo sé. ¡¡De todos modos, han comenzado a moverse!!
¿Lo entiendes? Si ellos reclaman el bosque, todos los países circundantes serán engullidos. ¡Sin menospreciar las habilidades de la Santa Iglesia Oriental!
¡Aquellos países que rodean el bosque Jura que no puedan prepararse apropiadamente terminarán bajo control del Imperio en un abrir y cerrar de ojos!

“La iglesia… no se moverá. Ellos se preocupan poco por las cosas mundanas. Para ellos, derrotar a los demonios es su deber sagrado.”

“Es como dices. Pero si un caballero decidiera moverse, y a menos que el Imperio haga algo estúpido… cuando no luchan contra los monstruos, ellos tienen que ganarse su sustento, ¿no cree?”

“Imposible… para la iglesia, el país entero puede irse abajo y no voltearán para ver sus espaldas. No es como si la iglesia tratara de salvar a cada creyente.”

Mirando la cara del Barón, esto es lo que pensó Hughes.
Se ve tan agotado.
No es imposible, pero él probablemente había estado envejecido un año por día aquí.
La verdad es, que estos dos son amigos de la infancia.
Para el Barón, tener cierta intimidad y amistad siendo revelada al público podría convertirse en algo incómodo.
Y así, los dos habían hecho parecer como que se estaban utilizando uno a otro, y actuando en cuanto a mostrar su odio por los demás.
Este pequeño país sería incapaz de aguantar las tormentas que se vienen solos.
Pero, quizás todo esto sea pánico en vano.
Sí, el Imperio había comenzado a moverse, pero no es como si ya habían invadido.
Sólo por los monstruos, hay un montón de contramedidas.

“El Imperio no ha revelado sus intenciones aún, ¿verdad? De todas formas, voy a ir a verlo por mí mismo.
No esperes mucho, pero voy a tratar de ver lo que está pasando en el Bosque Jura y con ello los movimientos del Imperio.”

“Lo siento… y gracias.”

Cierto, lo que el Imperio hará todavía es incierto.
E incluso si se mueven… más bien, su ataque se convertirá en una guerra a gran escala. Incluso no le iría bien contra las emboscadas y escaramuzas constantes.
Con cien mil soldados, seguramente podrían aplastar a cualquier país circundante.
Pero para ello, se necesita una gran preparación.
Al menos… 3 años.
No se puede decir que es mucho tiempo, pero lo suficiente para planificar cuidadosamente.

“De todas formas, voy a recolectar información. Al que madruga Dios lo ayuda*, ¿cierto?”

(*NdT: Acá originalmente decía: “El pájaro que madruga se lleva la oruga”, personalmente prefiero cambiarlo. Aunque al final ambos apuntan a lo mismo.*)

“Por favor…”

Y asintiendo, los dos se separaron.
Sobre sus hombros, una carga tan pesada como una montaña.


.


El Cardenal Nicolás Shpertas daba una cordial despedida al Conde Nidole Maigam con una leve sonrisa.

“¡Qué sanguijuela!”

Exclamó con una sonrisa benevolente y suspiró.
No cree en Dios pero si en grupos en torno al dinero y el poder de la Iglesia.
Nicolás estaba probando al Conde Nidole Maigam.
Y no sólo él.
Todos los miembros de la iglesia estaban pensando lo mismo.

“¡Aquellos que creen en Dios deben jurar lealtad al Sacro Imperio Ruberios!”

La Santa Iglesia Oriental tuvo tomó fe del Imperio y simplemente eligió al Papa como su gobernante.
En lo que a ellos respecta, el Sacro Imperio es esencialmente el templo principal, y sus ciudadanos son creyentes del Imperio.
Además, los que viven en otros países profesan creer y que el engaño es castigado.
Como Dios viene antes que todos.
Por ello, todos esos idiotas que ponen de excusas a cambio de convertirse en ciudadanos del Imperio no merecen ningún tipo de misericordia.
Esa es la opinión de cada hombre sirviendo bajo Nicolás en cuanto a la Santa Iglesia Oriental se refiere.
El propio Nicolás era de los que opinaban que los herejes que no creen en Dios deben ser todos asesinados.
Pero había una persona que ofreció una sonrisa desdeñosa a esas palabras.
El World Traveler, Sakadachi Hinata.
Ella dijo esto,

『Es una pérdida de tiempo y esfuerzo. Se necesita una tremenda fuerza para cambiar los corazones de aquellos que creen en otros dioses. En lugar de eso, denles una mano y acéptenlos. Ese es el método más probado.』
『Salva a las personas de los monstruos, y convéncelos de que usted representa a la justicia. Y, puesto que las guerras no van a desaparecer, ¡en tiempos de problemas ofréceles apoyo! Los monstruos son el enemigo común de la humanidad, ¿verdad?』
『No hay necesidad de provocar agresión sin sentido. Las personas normales son idiotas, Si usted los salva cuando están en problemas, ellos creerán rápidamente. ¿No es esa la razón de ser de la iglesia?』 

La chica era pragmática.
Sin promover el ateísmo, o rechazando la religión.
Sólo tienes que utilizar a fondo ambos.
Para Nicolás, parecía un enfoque sereno.
Nicolás fue visto con una mirada tan fría, que podría matar.

『¡Todo lo que necesitamos es esperar! ¡Deja que las fuerzas terrenales de los países disminuyan! ¡Y entonces, exige las cuotas!』

Esas palabras le hicieron estremecerse.
¿Era la emoción o el miedo?
Sin embargo, Nicolás obedeció.
Y como resultado, la iglesia ha cambiado mucho durante estos 10 años.
Su influencia habla por sí mismo, en tan solo 7 años se convirtió en un tema discutido en todas las naciones.
Después de haber logrado estas cosas, Nicolás fue promovido de Obispo a Cardenal.
Y todo fue gracias a esa chica.

“Bueno, justo como la chica dijo, hay una forma de darle uso incluso a una sanguijuela…”

Nicolás estaba considerando la situación actual.
Los movimientos del Imperio no son claros, y los monstruos son cada vez más activos.
Definitivamente voy a estar ocupado a partir de ahora.
¿Cómo se moverá esa chica?
Podría ser una buena idea tratar de ponerse en contacto con ella.
En este momento ella debe estar…
Para la Guardia Imperial bajo control directo del Papa, División de Caballeros Santos/Sagrados Sakadachi*.

No hay comentarios:

Publicar un comentario