Capítulo 87 - Restos
“¿Por qué…… por qué no gano……?”
2 horas después.
Gasté un montón de dinero en el casino, ahora estaba sentado pasmado en un sofá.
La cantidad gastada fue de 500.000 Kol.
Un millón de Kol, uno que teníamos vía libre para gastar, fue dividido entre Afrodita y yo.
Si convertimos 500.000 kol de este mundo al Japón moderno, serían 600.000 yenes
Mi corazón se inundó de culpa al darme cuenta de que gasté 600.000 yenes en solo 2 horas.
“Definitivamente es raro....... puede ser que estén operando remotamente en algún lugar……”
El juego en el que sufrí una aplastante derrota fue en el póker.
Pensando en lo sucedido, no pudo haber sido mala suerte.
De hecho, al principio ganar era bastante sencillo, y había veces en las que el dinero se incrementaba de una forma interesante.
Sin embargo.
La segunda mitad del juego fue cuando se puso horrible y aposté un montón de dinero.
“Souta~a…… lo siento…… lo perdí~i”
Después de un tiempo, Afrodita aparece con la cara llena de lágrimas y una nariz mocosa que le mancha la cara.
Probablemente es por el impacto de haber perdido en los juegos.
Afrodita me mira y entierra su cara en mi pecho.
Oye oye.
Mis ropas no son pañuelos.
“D…… tú también……”
“…… hic. Lo-Lo siento.”
“Está bien. Yo acabo de gastar lo mío. Aun así, aún quedan 10 millones de Kol en la bola.”
Mi decisión de solo gastar 1 millón de Kol en el casino, que eran para los gastos diarios, fue la correcta.
Afrodita y yo dividimos ese dinero en dos y lo gastamos en el casino.
“Volveremos a trabajar. Una vez que regresemos hay que disculparnos con Caro, ¿sí?”
“………”
¿Tal vez esa era una mala forma de confortarla?
Cuando se lo dije a Afrodita, enterró su cara aún más fuertemente en mi pecho.
“Lo… siento, Souta. Por haberlo gastado…”
“Ya ya. Yo también me lo gasté. Vamos a ir juntos a disculparnos con Caro…”
“¡Los ahorros que tenías en la bola, los gasté todos!”
“……………………………………………………………………………………… ¿Cómo?”
En el siguiente momento que intenté retirar los fondos que se suponían estaban en la bola——.
Tuve una seria incomodidad.
¡Nada!
¡No hay nada!
No está ninguno de los ahorros que se suponía deberían estar ahí en la bola……
“¿Puede ser que… cuando volvías a la bola, era porque te llevabas dinero aparte del que te correspondía?”
“…… Sí.”
“¿¡Qué es lo que pensabas!?”
“E-Es que…… ¡Iba a perder los 500.000 kol si no lo hacía! Es solo… que no habría podido mirar a nadie a la cara si no lo hacía.”
“…………”
“…………”
Es una… siempre hace una mala bandera el tratar de recuperar el dinero que perdiste en el casino, en el mismo casino.
No puedo hacer nada más que sentir lástima por Afrodita porque me entristece su cara miserable.
Hay un aire de amargura fluyendo entre nosotros.
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