Gabil continuó la lucha sin esperanza.
Las probabilidades estaban claramente en contra de ellos.
Sin siquiera cansarse, sin descanso, los orcos atacaron constantemente.
Los goblins y los hombres lagarto, por otro lado, fueron asesinados lentamente uno por uno.
Ellos sólo necesitaban recuperar su formación y romper el cerco, pero al hacerlo, significaría abandonar a los goblins que carecen de la movilidad necesaria.
Además, muchos hombres lagartos agotados y heridos se perderían en la carga…
A pesar de que se había negado a ordenar la retirada, tal vez ahora no tenía más remedio que tratar de salvar algunas vidas.
Normalmente, la guerra terminaría cuando el enemigo haya sufrido un golpe decisivo. Sin embargo, los orcos buscaban la erradicación completa de los hombres lagarto.
No hay posibilidad de rendición tampoco. Simplemente ser asesinado y devorado.
Este hecho provocó el miedo. Los débiles monstruos voluntarios perdieron su voluntad de luchar y abandonaron su puesto. Los goblins, de hecho, ya no podían ser considerados una fuerza del todo.
Algunos goblins se dieron por vencidos y trataron de escapar, pero eso no les fue permitido por los orcos. Cazando a los goblins que escapan, los mataron y se los comieron.
No más de mil goblins permanecían ahora. Pronto serán completamente aniquilados…
A los hombres lagarto no les fue mucho mejor. Los originales ocho mil soldados estaban reducidos a menos de seis mil.
Siguieron perdiendo terreno, haciendo movimientos organizados difíciles de funcionar.
Gabil todavía se mantenía alentando a sus tropas. Aunque poco a poco tratando de romper el cerco orco…
De repente un escuadrón de orcos vestidos con armadura negra comenzó a moverse.
A diferencia de los orcos comunes, éstos tomaron el mando de la batalla. Cada uno llevaba una armadura completa.
Tal vez su fuerza base no era mayor a la del orco promedio. Sin embargo, su equipo hizo toda la diferencia.
Ellos, a su vez, estaban al mando de un solo orco. Desprendiendo un aura de fuerza a su alrededor, él estaba claramente por encima de los orcos comunes.
El General Orco.
Poseyendo la fuerza de un ejército entero, el General de la Armada Orco. Y, siguiéndolo a él están 2.500 caballeros orcos.
Hay cinco individuos iguales. Su poder puede ser clasificado como B+.
Un cuarto del verdadero ejército del Orc Lord se había movido.
Se acabó.
Ese poder podría decidir la batalla allí.
El escape es imposible. Su única opción es caer en la batalla…
“Al menos, quiero caer siendo cortado como un guerrero.” Así pensó.
─ ¡Guhahahahaha! ¡El general cobarde de los cerdos! ¡¡¡Tienes el coraje de reunirte conmigo solo en el campo de batalla!!!
Él gritó en voz alta.
Él no podía ganar. Su armadura estaba hecha pedazos.
Por otra parte, parece que la armadura de su oponente se fortaleció con magia.
Si él acepta esta solicitud, Gabil podía morir como un guerrero. Si todo salía bien, tal vez podía llevarse a un general. Esos eran sus pensamientos.
─ Gugugu. Muy bien. ¡Yo seré tu oponente!
Respondiendo así, el general orco, saltó de su caballo.
Los enfrentamientos circundantes se congelaron, paralizados por su aura. Más allá, la lucha continuó, pero no llegó a oídos de Gabil.
Gabil podía sentir su concentración creciendo como nunca había hecho antes.
─ ¡Estoy agradecido!
El resto fue un duelo silencioso.
Gabil preparó el arma mágica: Water Vortex Spear (Lanza Vórtice de Agua).
─ ¡Ven!
El general orco bramó, y al mismo tiempo.
─ ¡Muere! ¡¡¡Water Vortex Style, Tornado Triturador!!!
Gabil lanzó un ataque lleno con todas sus fuerzas. Combinando técnicas de lanza y energía mágica, una cierta técnica de matanza.
Estaba lleno con toda la fuerza que Gabil tenía. Sin embargo,
─ ¡¡¡Kanrangue!!! (Caos Devorador)
Señalando su lanza a Gabil, el Orc Lord1 devoró el propio vórtice.
Pero eso no es todo; la lanza también comenzó a emitir un aura. Una ominosa aura amarillenta que atacó la carne de Gabil.
“¡Trata de comerme!” Tropezando, Gabil se dio cuenta al caer. Sin embargo, el aura no lo dejaría escapar.
─ ¡Guguguga! Lagarto lamentable. ¡Rodar en la suciedad te queda bien!
El General Orco se rió de Gabil.
Pero él no se rendiría. Si tan solo pudiera asestar un solo golpe…
Recogiendo un poco de suciedad, lo arrojó al orco. ¡Llámenlo cobardía, pero Gabil desea la oportunidad para cortar!
Sin embargo, ese ataque también fue en vano, ya que el aura amarilla rápidamente lo devoró.
Gabil sintió el ataque dirigido a él.
Estaba desesperado por evadir esa aura, pero no sabía cómo.
Hasta aquí, eh…
Gabil pensó, y cerró los ojos.
De repente, un rugido ensordecedor.
El paisaje previamente silencioso cobró vida de nuevo.
Ese rugido asalto al general orco, impidiéndole conseguir un golpe final en Gabil.
¿Qué fue eso?
Incluso en medio de la batalla, Gabil estaba confundido. Por ahora, la marea comenzó a cambiar.
Sin ningún tipo de preocupación por los sentimientos de Gabil, acontecimientos se desarrollaron rápidamente ante él.
♦
El ataque de Shion acribilló a muchos orcos.
Eso se convirtió en la señal para comenzar la batalla.
Benimaru no estaba sorprendido por el impacto repentino que venía detrás de él.
Más bien, sólo murmuró.
─ Qué demonios está haci… esa idiota…
Benimaru no tembló, para bien o para mal, y los jinetes de lobos también estaban estoicos.
Más bien, él estaba amargo ya que no pudo conseguir el first blood2. Sin embargo, finalmente podía ponerse salvaje. Así que aguanto la molestia anterior.
Avanzando a toda velocidad, colisionaron contra las tropas de orcos.
Los orcos estaban preparados para los ataques repentinos por individuos no identificados, pero ellos no pudieron reaccionar a tiempo por la velocidad a la que los jinetes de lobo atacaron.
Frágil.
Así es como Benimaru los había descrito.
No había necesidad para que nosotros salgamos, los goblins podrían encargarse de esto solos.
Esto no era divertido, pensó él.
─ ¡Todas las tropas deténganse!
Él ordenó.
Para dejar el ímpetu que habían construido normalmente sería impensable.
Además, para una unidad especializada tal velocidad era innecesaria...
Pero los jinetes goblins, sin lugar a dudas, se detuvieron de inmediato.
─ Ranga, ¿podrías utilizar tu movimiento sombrío3 en el lagarto llamado Gabil?
Benimaru preguntó. El skill de Ranga también es como el de Souei. Ya que son lo mismo debería ser posible, ¿verdad? Él no lo sabía, así que preguntó.
─ Es posible.
Una simple respuesta.
─ ¡Muy bien! Sigue adelante y protégelos. ¡Voy a pasear por allí!
¡Qué cosa tan extraña él había dicho! Para pasear hacia adelante en medio de un campo de batalla repleto de orcos.
El grupo de Gabil debería haber sido rodeado de muchos guerreros, ya que un número de tropas nunca podría abrirse camino.
Y en lugar de avanzar rápidamente, ¿decide caminar hasta allí? Qué cosa más extraña dijo… nada que uno esperaría oír.
─ Entendido. Y por favor, tómese su tiempo para llegar ahí. ¡Me voy adelantando!
Con esas palabras, Ranga salta en una sombra.
Benimaru se mantiene firme en el suelo, y se prepara lentamente a sí mismo.
Al ver sus acciones, los orcos estaban confundidos. ¿Debería atacar o no?
Los goblins pensaron que su aspecto era magnífico.
Bueno, entre ellos,
Gobuta: ─ ¿Hmm? ¿Por qué nos detenemos~su? ¿Está mal correr hacia adelante~su?
No puede ser, ¿debemos caminar hacia adelantes~su? ¡No me gusta caminar~su!
Hubo un goblin que había dicho eso, pero vamos a ignorarlo.
─ Muy bieeen. Yo4, bastardos. Sí, ustedes cerdos de más allá, muévanse. ¡Si lo hacen, los dejaré ir!
Terminando de estirarse, Benimaru llamó a los orcos delante de él.
Pero ni un solo orco se movió.
─ ¡No jodas con nosotros! Como te atreves…
─ ¡Entonces, mueran!
Como no tenían ninguna intención de retirarse, Benimaru decidió dar un paso el mismo.
En su mano derecha, una llama esférica negra apareció.
Incrementando el diámetro de esta esfera a un metro, la disparó a los orcos.
Sintiendo el peligro, los orcos trataron de huir. Pero fue demasiado tarde.
La cada vez más acelerada esfera los persiguió. Su velocidad fue alrededor de 600 km/h, claramente más allá de las capacidades de los orcos.
Los afectados fueron engullidos y quemados de inmediato sin dejar cenizas.
Sin embargo, el terror de la llama no estaba en esto.
La esfera también absorbe la energía mágica de los orcos que golpeó y lo utiliza para alimentar su crecimiento.
En lugar de una esfera, ahora era una cúpula con un radio de 100 metros.
Y en un segundo, otro rugido resonó en todo el campo de batalla.
Bueno, en realidad no era tan alto, pero los que lo oyeron, podían sentir su sangre congelándose en sus venas.
Skill de destrucción en grandes áreas5… [Hell Flare (Llamarada Infernal)].
Un skill que Benimaru había adquirido. La cúpula negra había desaparecido, y dejó la tierra arrasada detrás de él.
Se suponía que iban a estar luchando en los pantanos, pero el suelo se quemó hasta ser vidrio.
¡Quién podía imaginarse ese terrible calor!
Debe ser evidente, pero es fácil adivinar lo que paso con los orcos que quedaron atrapados en esa gran bola de fuego de 2000-5000 grados. Incluso se quemaron sus cenizas.
Sólo había pasado un minuto desde que Benimaru lanzó la llama.
Y con una sonrisa malvada,
─ ¡Despejen el camino, cerdos!
Él declaró de nuevo.
Los orcos fueron presas del pánico y del miedo.
A pesar de que estaban bajo el efecto de [Los Hambrientos], ni siquiera deberían conocer la emoción llamada miedo.
Sin embargo, ese ataque despertó ese terrible sentimiento.
Sin importar lo mucho que se esfuercen, no podían escapar.
Una fuerza irresistible que no podían ni siquiera imaginar. Sólo hechizos prohibidos podían igualar tal fuerza impresionante.
No tenían forma de contrarrestar el skill, e incluso si ellos intentaban hacerse más fuertes alimentándose, los cadáveres fueron quemados hasta ser cenizas.
Él era verdaderamente un gran demonio mucho más allá de su alcance. Y por ello le temían.
Los orcos en pánico comenzaron a dispersarse.
Pronto, ellos apenas podían mantener el orden.
Al verlos actuar así, Benimaru tranquilamente caminó adelante.
Para él, los orcos no eran más que un estorbo.
♦
Gabil estaba preparado para la muerte, pero, curiosamente, él no sentía más que un golpeteo en un costado de la cara.
Sentía que algo andaba mal, con temor abrió sus ojos.
Lo que vio ante él era un lobo negro.
Uno que había visto antes… ¡Cierto! ¡El sustituto6 líder de los fang wolves!
─ ¡O, ooooh! Sustituto-dono, ¿has venido a ofrecer ayuda?
Le preguntó sin pensar.
Lo que había sucedido, Gabil no lo sabía, ni tenía la fuerza para mirar a su alrededor.
Nervioso, finalmente miró a su alrededor.
En algún lugar en la distancia, cierta conmoción estaba ocurriendo.
Y para Gabil,
─ Yo no soy un fang wolf, ni sustituto .
Reverberando desde el fondo de su estómago, dijo Ranga en voz baja.
Y teniendo cero interés en Gabil, él se quedó mirando al General Orco.
Se miraron uno al otro.
El mismo General Orco estaba confuso. De repente un monstruo de gran poder había aparecido.
Sintió que una poderosa energía rezuma del cuerpo de la bestia.
Y por otra parte, desde la dirección de donde la bestia había llegado, podía sentir una energía mágica aterradora.
Alguna gran desgracia ocurrió allí. Así lo sentía el General Orco.
Pero siendo despistado en este lugar,
─ ¡Que revelación! Entonces, si usted no es un fang wolf… ¿sería el líder de los black wolves?
Gabil preguntó sorprendido.
Sorprendido de que Gabil no lo había reconocido por lo que es. Ranga declaró con un suspiro.
─ Cállate por un minuto. ¡Soy Ranga! ¡¡¡Aquel que sirve a Rimuru-sama!!!
Y para el orco,
─ Cerdito, si te retiras no voy a perseguirte; si atacas, ¡no voy a perdonarte!
Ranga ladró.
Los soldados orcos temblaban, pero no de miedo.
Su general, por su lado, fortaleció el efecto de [Los Hambrientos].
─ ¡Guguguga! ¡Qué insolente! ¡¡¡Una mera bestia se atreve a desnudar sus colmillos ante mí!!!
El General Orco replicó.
Y así comenzó una batalla entre ellos.
El general ordenó a los soldados orcos rodear a Ranga.
Para una bestia, él no veía la necesidad de una lucha justa.
Pero Ranga se limitó a reir.
¡Él estaba muy alegre! Finalmente podía mostrar sus verdaderas habilidades.
*¡¡¡Uooooooooooooon!!!*
Aullando con todas sus fuerzas, Ranga liberó su aura.
¿Cuánto tiempo él se había ocultado en la sombra de su querido Rimuru-sama, absorbiendo el aura, mientras que constantemente re-imaginaba su cuerpo.
“¡Aspira a esta forma!” Desde que su amo se lo dijo, Ranga trabajo diariamente.
Y ahora llegó el momento de que el verdadero poder de Ranga despierte.
Poder brotó de su cuerpo.
Sus músculos se hincharon, sus garras se endurecieron, y sus colmillos se afilaron.
Y, dos cuernos aparecieron sobre de su cabeza…
Esa apariencia, era igual que la de su señor. Así Ranga se convirtió en un Tempest Storm Wolf.
Ranga miró al General Orco.
Y él sabía, que no era una amenaza. Para tener una idea de su poder y para probar su intuición, se movió.
Ranga sintió el flujo de energía, y dirigió la energía mágica hasta sus cuernos.
Después de observar la transformación de Ranga, el General Orco percibió el peligro.
¡Vayan! Quería gritar la orden…
Un destello, y un rugido
Muchos pilares de relámpago aparecieron, uniendo el cielo y la tierra.
Y varios torbellinos de viento.
Era un skill que Ranga adquirió, [Death Storm (Tormenta de la Muerte)]. Un skill de área más amplio que [Relámpago Negro].
En un segundo, el General Orco fue vaporizado, y los orcos que lo rodearon cayeron presas de la tormenta.
Después de que había pasado la tormenta, no hubo orco alguno en los alrededores.
La amplia zona del skill [Death Storm] era verdaderamente terrorífico.
Ranga observo esta situación.
No hubo bajas entre los hombres lagarto, y él había lo utilizado con el rango más amplio posible.
Como era de esperar, utilizó una gran cantidad de energía mágica como combustible para este skill, pero Ranga todavía podía seguir luchando.
Teniendo el dominio confirmado de este skill,
*¡¡¡Uooooooooooooon!!!*
Un aullido de victoria.
Mirando hacia sus pies, vio a un Gabil desmayado.
Sin embargo, eso no era de su preocupación. Se le ordenó proteger a los hombres lagarto, y tenerlos desmayados no plantea ningún problema.
Tal vez ahora ese estúpido lagarto arreglaría sus ideas erróneas.
Pensando eso, Ranga se sentó.
A lo lejos, podía ver a Benimaru lentamente caminando hacia ellos.
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