Nivelando el terreno a su paso, el ejército orco avanza hacia el bosque.
¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos!
Mientras levantan la voz, con un brillo en sus ojos, el ejército orco avanzó hacia el bosque.
No había ni un solo pensamiento normal en sus mentes.
Todo lo que se posaba en su vista era comida.
Ellos siempre tenían hambre, y sólo el deseo de comer los empujó hacia adelante.
Colapso.
Una vez más, un compañero había caído.
Pero ellos se llenaron de alegría. ¡Más comida! Ellos pensaban.
Normalmente, él era su querido compañero.
Ahora, él no era más que un trozo de carne para comer.
Todavía respiraba, pero para ellos significaba que la carne era fresca.
Aquellos afortunados de estar caminando cerca de inmediato comenzaron a desmembrar el cadáver.
El hígado fue reservado para el jefe de la escuadra, pero el resto fue para aquel que lo tomó primero.
*Guchaguchaguchagucha*
Un sonido desagradable reverberó a través de la tierra.
Ellos siempre tienen hambre.
Y su fuerza aumenta con el apetito.
Ese es el efecto del skill único [Starving Ones (Los Hambrientos)1].
Por lo que ellos se comen a sus camaradas caídos, siempre y cuando su hambre no disminuya, su fuerza seguirá aumentando.
El ejército orco es de 200.000.
Bajo el control del Orc Lord, un ejército que marcha a través del infierno de la inanición.
Nunca verán la salvación.
Sólo marchando hacia adelante para satisfacer su hambre. Nunca serán capaces de satisfacerlo…
Un infierno sin fin.
Ante ellos estaba la Aldea Ogro.
No son más que monstruos de rango D.
Normalmente, sólo podían sentir miedo hacia los grupos de rango B; el siquiera pensar ser hostiles hacia ellos era una locura.
Sin embargo…
¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos! ¡Pisotéenlos!
Sus pies no se detendrían.
Más bien, ellos corrieron hacia la comida.
¡Desenfrenadamente arrasando a los ogros, su fuerza era implacable!
Cuántos compañeros fueron despedazados, cuántos caían…
¡No obstante! Los orcos veían a sus compañeros caídos como nada más que comida.
Ellos se llenaron de alegría.
Tal vez podrían satisfacer su hambre, aunque sea un poco.
Un simple ogro había caído.
Inmediatamente los orcos se arremolinaron sobre el cadáver y comenzaron a desmembrarlo.
Bebiendo la sangre y devorando su carne. Ah… pero eso no satisfizo su hambre.
Pero, los cuerpos de los orcos habían cambiado– ellos absorbían la fuerza de los ogros.
Al ver a sus amigos siendo devorados por unos simples orcos, los ogros dejaron escapar un grito de agonía.
Lamentando su debilidad por su poder abrumador…
Poco a poco, los que se llenaron de poder aparecieron dentro de los orcos.
¡Devorar a nuestros compañeros, y hacer sus poderes nuestros!
¡Devorar a nuestros enemigos, y hacer sus poderes nuestros!
Y de nuevo devoraban.
Sin ningún temor a la muerte. Algún día, su poder crecerá y superará al de su rey.
Su rey.
¡El último orco, el Orc Lord!
Su marcha continúa.
Y ahora nuevamente la presa ha aparecido ante ellos.
♦
El jefe de los hombres lagarto palideció al oír el informe.
Sus mayores temores se habían hecho realidad.
Según el informe, la poderosa Aldea Ogro había desaparecido después de un solo día.
Ellos fueron devorados por los orcos.
No había más espacio para la sospecha.
El Orc Lord había aparecido.
Si es solo por números, 200.000 orcos rango D- contra 10.000 hombres lagarto rango C+; eso podría haber sido una lucha bastante inesperada.
Sin embargo, ahora que el orc lord había aparecido, ya no eran monstruos de rango D.
Lo mejor sería esperar que sus habilidades hayan subido 1 ó 2 niveles.
Al menos, serían rango C. En el peor de los casos, tendrían el poder de un rango C+.
Sólo con números, el implacable asalto a nuestra posición resultaría insoportable, e incluso una sola perdida puede resultar decisivo.
Por otra parte, debido a la presencia del orc lord, no tenía esperanza de que su comida se agote.
Incluso si sus números disminuyen, su fuerza en cambio aumentará.
Aparte, si había alguna esperanza de refuerzos podrían atrincherarse… pero como están las cosas eso llevaría a la hambruna.
No tienen más remedio que atacar.
El jefe concluye amargamente.
Gabil, a quien envió buscando la cooperación de los goblins, aún tiene que reportarse.
Sin embargo, si ellos pierden demasiado tiempo allí, su enemigo sólo crecerá más fuerte.
En el peor de los casos, él podría tener que llevar las tropas a la batalla antes del regreso de Gabil…
De repente, sintió un aura más fuerte de lo que nunca había sentido antes acercarse.
El jefe decidió no mostrar ninguna resistencia a este ser.
Pidiéndole a un subordinado, ordenó que guiaran al huésped.
Los hombres lagarto habían derrumbado anteriormente algunas de las rutas de su laberinto natural, y que alguien despeje aquello era aterrador.
El ser que se acercó a ellos, sin duda tenía mucho poder.
Ahora, todo lo que tenía que hacer era esperar.
Llevado por su subordinado, había aparecido un solo demonio.
Piel oscura, cabello negro-azul, ojos azules, y una altura de 190cm.
Para un monstruo, él tenía una complexión delgada. Sin embargo, su presencia irradiaba compostura y una fuerza intachable.
Un ser de quien se sentía un poder abrumador.
El jefe mantuvo cien guerreros estacionados a su alrededor.
Con una sola palabra, él podría ordenarles atacarlo… sin embargo, eso sin duda significaría su propia muerte.
Al ver a este demonio, el jefe sentía ese mismo hecho.
─ Discúlpenos, estamos más preocupados por el momento, y no podemos dar una bienvenida adecuada. ¿Qué asuntos podría querer tener con nosotros hoy?
Los jóvenes guerreros hombres lagartos se enojaron ante esas palabras.
“¿Por qué debemos humillarnos ante este personaje sospechoso?” Pensaron.
El jefe normalmente alabaría tales pensamientos, pero ahora solo traería la desgracia.
Si ellos estropean su estado de ánimo, él podría, sin duda, masacrarlos a todos.
Los jóvenes tienen muy poca experiencia con lo fenomenal. Ellos no tienen la capacidad de juzgar el poder de otro.
Sin embargo, en contra de sus temores,
─ No es algo importante. Cálmense.
Mi “nombre” es Souei.
Mi amo desea formar una alianza con usted.
He sido enviado para tal fin. Piensa en mí como un mensajero.
Alégrense. Mi señor se ha negado a abandonarlos.
Además, se ofrece a convertirse en su aliado. ¿Cuál será su respuesta?
Totalmente contraste con su primera declaración, tal discurso que pronunció.
Haciendo a un lado el significado de sus palabras…
Es decir, el mensaje fue breve. Sin embargo, parece exigir una decisión inmediata.
Pero… el jefe necesitaba pensar.
Souei. Así se llamó a sí mismo, este demonio. Un monstruo nombrado con un poder abrumador.
Y semejante monstruo sirve a alguien. Si ellos están del lado de aquel ser, ¿tal vez el incluso el Orc Lord podía ser derrotado?
Por otra parte, están ofreciendo una alianza y no servidumbre. Eso significaría que los hombres lagartos serían tratados como iguales.
¿Qué elección tenía que aceptar? Así que pensó.
Pero en ese momento,
─ ¡Jefe! ¿Por qué le permite que hable de ese modo?
¡No sabemos de donde es oriundo, pero los orgullosos hombres lagarto no deberían adular a un tonto tan pomposo!
─ ¡Exactamente! ¡Gabil-sama debe regresar pronto, y entonces podríamos manejar a esos simples orcos!
─ ¡Cierto! Su amo probablemente teme a los orcos y vino para aferrarse a nosotros. ¿No es que él sólo quiere que lo salvemos? ¡Qué encantador!
Los que gritaban eran los subordinados de Gabil.
Sorprendido con la boca abierta, el rostro del jefe se torció con horror y desesperación.
Incluso si son idiotas que no pueden entender el poder del hombre delante de ellos, para ir y rechazar la oferta de alguien de una alianza…
Sí, su discurso fue un poco de mala educación. Sin embargo, es impropio para algunos soldados de pie mostrar falta de respeto a un mensajero.
Además, para alguien de un estatus tan alto como para viajar hacia nosotros compensa cualquier falta posible de respeto…
Él había pensado que envió a un grupo con una personalidad extrovertida a las negociaciones, pero parece haber fracasado.
¿Lo hemos enfurecido?
Pensando así, miró a Souei.
No había apartado su vista, pero miró directamente al jefe. Parece que no tiene intención de seguirles la corriente a los idiotas ruidosos.
El jefe se sentía aliviado.
No podía permitir que un grupo de personas ignorantes arruinaran la conversación.
─ ¡Silencio!
Con una sola palabra, calló a ese grupo.
Después, envió una señal a sus guardaespaldas.
─ Yo decidiré lo que hacemos. ¡Ustedes no tienen derecho a hablar aquí! ¡¡¡Reflexionen sobre su estupidez esta noche!!!
Los subordinados de Gabil habían sido enviados a la cárcel.
Ellos estaban haciendo ruido mientras se retiraban, pero no tenía tiempo para ocuparse de ellos.
Y, al mensajero,
─ Pido disculpas por su mala educación. Tengo la intención de aceptar la alianza. Sin embargo, me temo que debemos darnos prisa. Normalmente, nosotros seleccionamos una zona neutral para discutir los detalles, pero esto puede ser imposible en la situación que estamos. ¿Podría pedirle que venga aquí, en su lugar?
Ocultando su nerviosismo interno, el jefe hizo esa pregunta.
¡Para solicitar a alguien de tal superioridad clara que aparezca ante ellos! El mensajero tenía todo el derecho de estar enojado.
Sin embargo, el mensajero, sin preocuparse por los problemas del jefe, respondió.
─ Entendido. Para haber recibido una decisión tan rápida, mi amo se alegrará. Tenemos el placer de luchar junto a usted. Ahora entonces, después de que terminemos nuestra preparación nos uniremos con usted. Entonces, usted será capaz de tener una audiencia con nuestro señor. ¡Actúen como mejor les parezca!
Siendo completamente natural, Souei respondió.
Apareciendo como si él nunca hubiera considerado la posibilidad de ser rechazado.
“Si me hubiera negado, ¿él simplemente destruiría a los hombres lagarto?” Este pensamiento llenó la mente del jefe.
Desde luego, no lo sobre pensaba.
El demonio ante él tenía el poder suficiente para hacerlo…
─ Tenemos la intención de unirnos a usted en un máximo de 5 días. Hasta entonces, da lo mejor de ti para sobrevivir. ¡Y, de ninguna manera intente atacar solo!
Dejando esas palabras, el demonio delante de él desapareció.
Sin hacer ruido, como si una sombra pasará.
5 días…
Si sólo tenían que esperar ese tiempo, sin duda podrían manejarlo
Los orcos pueden hacerse más fuertes, pero ahora podían esperar refuerzos.
Qué tan grande seria el refuerzo, que no conocía; sin embargo, incluso si Souei fuera a aparecer solo, podría cambiar el rumbo de la batalla.
Aferrarse a esta esperanza y preservar la fuerza es sin duda la mejor decisión aquí.
Después de haber hecho su decisión, el jefe declaró.
─ ¡Mantengan el Castillo! ¡Hasta que lleguen los refuerzos, manténganlo, no importa lo que se necesite!
Y, a la espera de la batalla decisiva, los hombres lagarto se escondieron en el laberinto.
♦
Gabil despertó.
Luego, él necesitaba un poco de tiempo para recordar lo que había sucedido.
Y, lleno de indignación, se puso de pie.
─ ¡Ha despertado, mi señor!
Un subordinado preocupado había dicho.
─ He causado algo de preocupación. Parece que ellos pusieron una trampa antes de tiempo…
─ ¿Una trampa, dice?
─ Sí. Esos fanb wolves, utilizaron un truco ingenioso…
¡Enviaron a su amo bajo la apariencia de un lobo común!
Invitarme a bajar la guardia, como una mala pasada. Los gobernantes de las llanuras eran llamados, ¡pero son sólo bestias que emplean trucos cobardes y baratos!
¡Tenía la intención de luchar con ellos de manera justa, pero parece que los juzgue mal!
─ Yo, comprendo… así que fue así. ¡Si no fuera por su truco, Gabil-sama sin duda saldría victorioso!
─ ¡Así es como fue! ¡¡¡Esos lobos cobardes!!! ¡Para recurrir a tales trucos sucios!
Gabil asintió ante esa reacción.
Es como él dijo. No puede haber otra explicación o razón para su derrota.
Sin embargo, para una raza orgullosa y poderosa emplear tales tácticas sucias…
Gabil estaba decepcionado de los lobos.
─ Sin embargo, ¡también es cierto que no tenemos ninguna utilidad para adoptar a criaturas cobardes como nuestros camaradas! Con esto en mente, este hecho podría haber sido mejor.
─ ¡Es como usted dice!
─ ¡Bien, bien!
Su grupo se rió en voz alta.
─ Por cierto, esto es sólo mi opinión personal, pero me parece extraño cómo Gabil-sama siempre se ha mantenido como el líder de incursión.
─ ¿Qué?
─ No, no me refiero a que es incapaz. ¡Más bien, todo lo contrario!
Me parece extraño que sigamos a un decrepito jefe….
─ Continua.
─ Sí. Creo que ese decrepito jefe sólo debería retirarse y tener a Gabil-sama sucediéndolo como nuestro Líder.
Si lo hace, entonces los orcos no tendrían ninguna razón para mirarnos hacia abajo.
─ ¡Es como acabas de decir!
Debemos mostrar el poder de Gabil-sama ante todos los hombres lagarto, purgar a los que se opongan, y comenzar una nueva era para nuestra raza. ¡¡¡Eso podría traer a nuestra raza la mayor alegría!!!
Gabil asintió.
─ Así que ustedes también habían pensado lo mismo, ¿eh? ¡Había estado pensando que quizás no era un buen momento para hacer mi movimiento!
¿Lucharían junto a mí?
Miró a su alrededor.
Los hombres lagarto sólo podían imaginar una nueva era desarrollándose ante ellos.
Estaban seguros de que iban a tomarían un poder tremendo…
Y,
─ ¿Usted nos representará?
Uno de ellos preguntó.
Gabil ligeramente asintió.
─ Así que ha llegado el momento… ¡Muy bien! ¡¡¡Luchemos juntos!!!
Él declaró.
Rodeándolo, gritos de alegría se escuchaban desde los hombres lagarto.
Así, el tonto ha tomado el escenario.
Y el telón se levanta como el caos se extiende en el escenario.
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