Capítulo 33 – Audiencia
El jefe de los hombres lagarto asintió en respuesta al reporte sobre el progreso de la batalla.
Desde que conoció a Souei cuatro días han pasado.
Mañana estarían recibiendo refuerzos. Sin grandes bajas hasta el momento, probablemente verán el sol otra vez.
Los ataques de los orcos se intensificado hasta el extremo.
Dependiendo sólo de sus recursos, los pasajes están repletos de orcos. Los orcos se vieron afectados por el laberinto, y se limitan a pulular a través de él.
Mediante la colocación de trampas a lo largo de los pasajes, se las arreglaron para disminuir su número– un poco.
Pero aun así, gracias al laberinto de los hombres lagarto fueron capaces de evitar las pérdidas reales. El laberinto diverge muchas veces, y pasajes de escape de emergencia aún son utilizables.
Han estado alternando los escuadrones que combaten a los orcos con mayor frecuencia, y refuerzan rápidamente los equipos que enfrentan al enemigo.
Dado que esta batalla está bajo su mando directo, no tiene ninguna intención de ser vanidoso.
Debido a que los refuerzos están llegando, porque hay esperanza, todo el mundo está luchando arduamente.
En realidad, los que han luchado contra los orcos fueron sorprendidos por su fuerza.
Estos orcos eran muchísimo más fuertes que el habitual.
En este momento, un solo orco puede desafiar hasta tres hombres lagartos. Por otra parte, su poder parece ir en aumento.
Esto es, por supuesto, el resultado de las órdenes del Orc Lord.
El jefe también ordenó estrictamente que los heridos deben cambiar inmediatamente de puesto. Dado que, si la lesión fuera a causar la muerte, los orcos se harán más fuertes.
Con cuidado y sin error hasta ahora, han venido manteniendo la línea de defensa.
Y el día llegaba a su final.
Cuando los refuerzos lleguen, probablemente podrán hacer uso del terreno para aplastar a todos los orcos.
Por lo menos, podrían al menos alternar con los miembros estacionados en los puntos de defensa más importantes.
Así, llenando su cabeza de ilusiones, el jefe se relajó un poco.
Fue entonces cuando llegó.
La noticia del regreso de Gabil…
♦
Gabil estaba indignado.
¡¿Qué es esto?! ¡Los orgullosos hombres lagartos eran unos cobardes escondiéndose en agujeros como cerdos! Estaba cegado por la ira.
Sin embargo, pronto todo iría a estar bien. Había regresado, y, como un apropiado hombre lagarto, lucharía con orgullo.
Con ese pensamiento, se dirigió al jefe.
─ Bien hecho, Gabil. ¿Supongo que has sido capaz de obtener el apoyo de los goblins?
─ ¡Sí! ¡Hemos reunido unos 7.000 guerreros.
─ Es así… con esto, de alguna manera podemos lograrlo.
─ ¡En ese caso, vamos a enfrentarnos al enemigo de una vez!
Después de informarle al jefe, se preparó para la batalla.
Ahora que había vuelto, no podía permitir las acciones egoístas de los orcos. Sin duda, el jefe había estado esperando a que regresara.
Ahora entonces,
─ ¿Hmm? No, el tiempo no ha llegado todavía. Mientras no estabas aquí, nos han ofrecido una alianza. Ellos llegaran mañana. Y luego, después de una reunión de estrategia, ¡atacaremos a los orcos!
Estaba estupefacto. Tales cosas impensables que el jefe había dicho.
“¿Qué? ¿El jefe no estaba esperando por mí?”
Ese pensamiento lo dejó insatisfecho, lo que agravó aún más el estado de ánimo de Gabil.
Depender de algún refuerzo desconocido contra unos simples orcos…
─ Jefe, si me envía, voy a aplastar rápidamente a esos orcos. ¡Ordéneme ir!
Con su indignación creciendo, esperaba desahogarse con los enemigos. Sin embargo,
─ No. ¡Lucharemos mañana! Debes estar cansado, así que descansa.
Completamente ignorado.
La mente de Gabil quedo en blanco por la ira. ¡Completamente ignorado, y dependiendo de algunos desconocidos! Imperdonable.
─ ¡Jefe, no, padre! ¡Detén esta locura! Pareces haberte vuelto senil, que simplemente no ves la verdad.
─ ¿Qué fue eso? ¡Gabil, que estás pensando!
Hasta ahora, él estaba conteniéndose en relación con su padre.
De hecho, había muchas cualidades admirables que él poseía. Por ello Gabil fue obediente.
Sin embargo, se negó a reconocer a Gabil, y eso Gabil no podía perdonar.
Su tiempo había llegado, eso es todo.
Así asintiendo una vez, les dio a sus subordinados la señal.
─ Padre, tu tiempo ha llegado a su fin. ¡A partir de ahora, yo soy el jefe de los nuevos hombres lagartos!
Gabil en voz alta declaró.
Con esta declaración, los goblins ruidosamente corrieron a la sala del jefe.
Armados con lanzas de piedra, rodearon al jefe y sus guardias.
Los subordinados de Gabil, la elite escogidos, también se preparaban detrás de los goblins.
─ Gabil, ¿Cuál es el significado de esto?
Incapaz de comprender la situación, el jefe levantó una voz llena de pánico. Algo inusual.
Sin embargo, eso sólo complacía el complejo de superioridad de Gabil.
─ ¡Padre, has hecho buen trabajo hasta ahora! ¡Déjame el resto a mí, y disfruta de tu jubilación!
Sus subordinados luego desarmaron al jefe y sus guardias.
Y luego Gabil tomó la lanza del jefe– no, de su padre en sus manos. La lanza, un objeto mágico llamado Water Vortex Spear (Lanza Remolino/Vórtice de Agua), es el símbolo de los propios hombres lagarto.
Un elemento con desbordante poder mágico. Sostenida por el lagarto más fuerte. Un arma que era más apropiada para Gabil.
Y mirando a su padre y los guardias,
─ ¡Déjame esto a mí! Probablemente habrá que restringirte hasta que la guerra termine, pero aguanta ello, ¿de acuerdo?
Por lo que él lo llamó.
─ ¡Espera, Gabil! ¡Para este egoísmo! ¡¡¡Por lo menos, espera hasta mañana!!!
Haciendo caso omiso de las suplicas de su padre,
─ Que desagradable vista. ¡Llévenselo!
Él ordenó.
Por supuesto, no tenía ninguna intención de matarlo. Él lo necesitaba fuera del camino, sin embargo.
Gabil necesitaba vencer personalmente al jefe.
Desde luego, como un nuevo héroe que estaría en la cima de todos los hombres lagarto, tal evento era necesario.
Sólo así su padre reconocería su fuerza y alabarlo.
La sola idea lo emocionaba.
El nuevo jefe, teniendo a los goblins, procedió a tomar el mando de los hombres lagarto. Pronto escucharan sobre la usurpación de todos modos.
Y una vez que lo reconozcan, partirán a la lucha.
Gabil no podía imaginar posibilidad alguna de derrota.
La advertencia de su padre fue completamente ignorada.
Desde el principio, los seguidores de Gabil estaban animándolo, exigiendo el acto de apertura de la obra.
Los que encontró en la cárcel eran lo mismos.
Borracho en su alabanza, Gabil disfrutó sentarse en el trono.
Su tiempo finalmente había llegado.
Él había ignorado por completo las cosas triviales como la invasión de los orcos.
♦
Qué…
El jefe estaba atormentado por el pesar.
¡No te apresures! Se lo dijo muchas veces antes. Y esta era la situación en la que se encontraba.
Estaba seguro de su control sobre sus hermanos.
Pero haber sido traicionado por su propio hijo…
Esto es muy malo.
Si esto sigue así, los hombres lagarto atacarán sin esperar y conocerán la muerte.
Manteniendo la calma, él miró al Capitán de la Guardia.
Él es otro de sus hijos, el hermano de Gabil.
El Capitán de la Guardia notó la señal del jefe y asintió.
─ ¡Ve!
El momento en que el jefe gritó esa palabra, el capitán de la guardia se liberó de las ataduras y se echó a correr.
Tenían que dejar saber a su aliado sobre esta situación.
Ese mensajero, Souei no ocultó su aura.
De este modo, seguramente al salir del laberinto, sabría a donde ir.
Apostando por esa posibilidad fugaz, el jefe envió a su hijo.
Él había pensado en restringir a los subordinados de Gabil. No obstante, él no tenía el coraje para herir a sus hermanos, por lo que decidió simplemente escapar.
El jefe, con la intención de asumir la responsabilidad, se quedó en la cárcel.
Y oró para que su hijo pueda llegar de manera segura.
Sólo 5 días.
Esa promesa no podía mantenerla, y ahora se lamentaba su fracaso.
Y esperar que su fracaso no resulte en ellos siendo abandonados.
Seguramente le ofreció una alianza a causa de algún valor que habían visto en los hombres lagarto. Tal vez ahora había perdido lo poco de valor que tenían.
Gabil estaba probablemente ocupado haciendo su debut.
En ese caso, nadie será enviado en sustitución de los escuadrones de defensa en los túneles.
Con refuerzos, los orcos crecerán gradualmente más fuertes, y los equipos de defensa serán finalmente invadidos.
Las mujeres y los civiles que se habían reunido en el centro del laberinto estarán entonces indefensos.
Si eso sucede… pero, afligirse no detendrá esto.
Vamos a defenderlos hasta el final.
Esa fue la decisión del jefe.
Para comprar incluso un poco más de tiempo. Eso era lo único que podía hacer.
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Historia Paralela
Una sala de conferencia ancha.
Hecho de madera aromática, una tabla que debe haber costado una fortuna.
Una verdadera mesa redonda, capaz de permitir que más de 10 personas se sienten.
El número de sillas colocadas actualmente: 12. Superando los diseños más extravagantes, incluso la realeza tendría dificultades para adquirirla.
Una alfombra roja que los trabajadores textiles tardaron más de 10 años para tejerla cubría el suelo.
Una de las paredes estaba decorada por una pintura de un paisaje maravilloso por un artista celestial.
Cualquier artículo en la habitación costaría diez años el valor de los ingresos de un aristócrata.
Y junto a la entrada de la sala,
Un solo hombre, vestido como un payaso, se abstuvo de entrar.
Y al parecer para una habitación vacía,
─ ¡Para reunirnos a pesar de sus apretadas agendas, ofrezco mi gratitud!
Respetuosamente ofreció sus saludos.
Con cuidado, como para evitar la pérdida de interés de los seres en su interior.
Los huéspedes de hoy en día. Ellos eran a los que nunca se debe incurrir a su ira. Seres Supremos.
Como si de la nada, una sombra de un hombre apareció en una de las sillas.
A falta de detalles, una sombra borrosa.
─ ¿Con que complot nos quiere complacer hoy? Nos cansamos de esto, ¿qué tal comenzar ya?
Una mujer contestó.
Una habitación que estaba vacía ahora estaba ocupada por un número de auras.
─ Guhahahaha. No te preocupes, será pronto, ¿no? ¿El trágico nacimiento de un nuevo “Maou”?
─ Fufufu. ¿Un Maou? ¡Tenemos un montón de esos aquí ya! Más no será divertido en lo más mínimo, ¿no?
─ Hey, no digas eso. El gobernante del Bosque Jura ha desaparecido. Se necesita uno nuevo, ¿verdad?
─ En ese caso, ¿no deberíamos simplemente reclamarlo para nosotros?
─ Hmph. ¡Es por gente como tú que el pacto de no agresión puede ser anulado!
─ ¡Cállate! Ya lo sé.
Y otras conversaciones egoístas similares se llevaron a cabo en medio de ellos.
El payaso en la entrada de sentía como si estuviera cubierto en sudor por su misma presencia, y lamentablemente no podía limpiarlo.
Porque él es un demonio. Él no suda.
Él, el demonio Gelmudo, simplemente deseaba explicar el escenario que había preparado para ellos.
─ ¡Ahora entonces, señoras y señores! Deseo explicar el juego, ¿si ustedes me lo permiten?
Con miedo los llamó.
La conversación ruidosa se detuvo de repente y todos los ojos se centraron en Gelmudo.
Intimidándolo sin tener que decir una sola palabra.
¿Fueron insultados al ser interrumpidos por un rango inferior como Gelmudo?
La preocupación se extendió en su corazón. Si él gana su descontento, alguien como Gelmudo seria borrado en un abrir y cerrar de ojos…
Contrariamente a sus miedos,
─ ¡Comienza ya! ¿No te dije que ya estaba muerto de aburrimiento?
Ellos le permitieron.
Aliviado, comenzó la explicación.
Él había plantado las semillas del conflicto en el bosque. Hubo algunos que no pudieron florecer, pero había muchos que sí.
También tenía la intención de sembrar algunas semillas entre los Ogros y los Ents, pero esos al parecer se negaron.
Estos que manipuló todavía eran impotentes.
Sin embargo, aquellos que rechazaron ser nombrados por él, los ogros, habían pasado su juicio.
Así que en general estaba satisfecho con los resultados.
─ Ahora, ¡abramos el telón de esta tragedia! ¡La amenaza del Orc Lord hizo que diferentes razas se reunieran en una alianza! ¡¡¡El que se mantenga en pie será el nuevo “Maou”!!!
Correcto.
Todo esto fue planeado para crear un nuevo “Maou”. Esa tarea se le dejo a Gelmudo.
Él estaba encantado con este fin. Si él manejaba esto bien, podría obtener un Maou para su uso personal.
Trabajo duro para ese fin.
Hasta ahora, durante 300 años, había estado planeando una guerra de especies.
Sin embargo, la desaparición de Veldora causó que sus planes se salgan de control.
Así que él renunció a tener una guerra entre los monstruos nombrados nacidos de los goblins, hombres lagarto y otras razas.
En su lugar, envió al Orc Lord. Esto no fue parte del plan original, pero era algo que podía usar bien.
Un orc lord leal a su fin.
Un juego amañado, pero no hay nada que pudiera hacer al respecto ahora.
Después de aplastar a los goblins y los hombres lagarto, el Orc Lord se convertirá en el nuevo “Maou”.
También se deshizo de esos ogros molestos.
Ahora, no había nada de qué preocuparse. Mientras los orcos eviten invadir el territorio de los ents, claro está.
¡Todo de acuerdo al plan!
Él tenía miedo de los diferentes Maou que lo habían estado manipulando hasta ahora, pero finalmente tenía la posibilidad de devolver el favor.
¡El pronto sería capaz de manipular un Maou! Un nacimiento de uno fiel a su mando.
Cómo ocultar su emoción, Gelmudo continuó la explicación.
Ya podía ver al Orc Lord inclinarse ante él.
El día en que sus ambiciones se cumplirían vendría pronto.
Francamente creyó eso…
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