lunes, 7 de enero de 2019

Tensei Shitara Slime Datta Ken (wn) 30

Capítulo 30 – Emisario


Gabil había adquirido fácilmente el apoyo de las Aldeas Goblin.
Sin ni siquiera tener que mostrar nuestro poder, los goblins rápidamente se rindieron ante mí.
Son una raza patética, después de todo. En caso de que no muestren intención de obedecer, rápidamente los obligaré a obedecer.
Gabil había olvidado por completo las palabras del Jefe.
Tenía a cada aldea sacando la comida de sus almacenes.
Y, a cada guerrero armado delante de él.
Los guerreros goblin se enumeraban por los 7.000.
Estaban vestidos con armaduras de cuero maltrecho, y armados con lanzas de piedra.
Una fuerza de combate lamentable, pero lo suficientemente bueno por ahora.
Los que no tienen la voluntad de luchar ya han huido.

─ ¡Jefes de clanes! ¿Hay otras aldeas por aquí?

Los jefes se miraron.
Uno nerviosamente respondió,

─ No…aunque no es exactamente una aldea, pero hay una comunidad…

¿Qué hay con eso?
La forma en que están tratando de evitar el asunto alteraba los nervios de Gabil.
Y cuando el presionó aún más, ellos empezaron a contar una historia extraña.
Que había un grupo de goblins cazadores que montaban fang wolves.
Sin embargo, eso no tiene sentido, pensó. Los fang wolves son monstruos poderosos que se mueven en manadas.
Llamados los gobernantes de las llanuras, que han frustrado los avances de los hombres lagartos muchas veces.
Para que unos simples goblins… ¡Imposible!
Y por otra parte, han concluido con una declaración realmente absurda.
Esos goblins obedecen a un slime.
¡Un slime, lo más bajo de los monstruos! ¿Qué un lobo, o incluso un goblin sirvan a tal basura?
Él decidió confirmar sus palabras.
Probablemente hay algún truco, pensó. Si él maneja bien esto, podría obtener el control de los fang wolves.
Gabil así lo decidió… por el bien de su ambición.

La aldea no estaba donde le dijeron.
Eso le había enfurecido, pero decidió ser impaciente. Con el fin de controlar a los lobos, tenía que ser lo más paciente posible.
Para lograr su deseo de derrocar al actual jefe, él necesitaba tener más autocontrol.
Por eso, por el bien de sus objetivos, decidió se paciente.
Gabil percibe un solo obstáculo para sus planes a falta de un ejército.
Si tan sólo él pudiera comandar a los lobos, los otros hombres lagartos seguramente lo seguirán.
Y con los gobernantes de las llanuras y los gobernantes de los pantanos bajo una sola bandera, ¡cómo podrían siquiera pensar en temerle a los patéticos orcos!
Gabil lo cree, no tiene un atisbo de duda.
Al expulsar a los orcos, se convertirían en los verdaderos gobernantes del Bosque Jura. Y así, sin duda Gelmudo-sama lo distinguiría por su servicio.
Para tal gran sueño, él esperaría todo el tiempo necesario.
El ejército principal ya había sido enviado de vuelta al lago Shisu, ordenándoles que estén en modo de espera.
Puesto que no tienen mucha disposición, tuvieron que actuar con rapidez. El tiempo era esencial.
Y después de recibir reportes de que encontraron un camino, rápidamente dio sus órdenes.
Incluyéndose a sí mismo, seleccionó a diez élites.
Montando los Overlizards1, se dirigieron hacia su objetivo.
Los lobos no eran de temer, ya que a pesar de ser moderadamente fuertes, obedecieron a algunos simples goblins. Probablemente son restos de una manada.
”¡Yo mismo voy a entrenarlos, y hacerlos recobrar su antiguo poder!”. Así pensaba él.
Oh, pero, ¡cómo podría él haber imaginado que se opondrían ante él…!
Su cabeza se llenó con el sueño de convertirse en el gobernante del bosque y servir a Gelmudo-sama.





Para encontrarme con el mensajero de los hombres lagarto, procedí a la entrada de la ciudad.
Allí, habíamos construido una pequeña cabaña que los guardias utilizan para descansar.
Los miembros que asistieron eran, Rigurdo, Benimaru, Hakurou y Shion.
Le había pedido a Shion que prepare algo de té, pero terminé lamentándome.
Ella no entiende la belleza del suave refinamiento y la simplicidad natural. Ella hace todo con todas sus fuerzas.
¡Como si gritara, la fuerza es todo!
Durante la limpieza, “Todo debe ser borrado”, concluyó, e intento destruir el mismo edificio.
Por suerte, fuimos capaces de detenerla a tiempo y no tuvimos que reconstruirlo.
“¡Le ruego sinceramente su perdón!”, exclamó con desanimo, pero eso no quiere decir que podemos bajar la guardia a su alrededor.
Ella solo trata de solucionar cualquier problema con su fuerza. Así que me preocupa dejarla fuera de mi vista.
Sin embargo, ella estaba muy emocionada cuando le permití hacerlo por mí.
Sólo lamento que ella no estuviera tan feliz por ello.
Y como esperaba, el té era horrible. ¿Pero siquiera es té…?
Siento que había una extraña hierba, luciendo como wakame, flotaba allí. En pocas palabras, eso no era algo que uno bebería.
Rigurdo, con miedo, preguntó, “¿Qué es esto…? ¡Explícate!, tímidamente se dio la vuelta.
Siendo un hombre…
Benimaru, manteniendo los ojos cerrados como si su vida dependiera de ello, se negó a mirar de esa manera.
Maldición chicos…
Y ajena a nuestros problemas, esperando por una alabanza– Shion.
¡Espera! ¿Qué hay que alabar?
Habiendo dicho mis oraciones, me moví para tomar la taza de té,

─ ¡Ah! ¡Té, eh! ¡Estaba poniéndome sediento!

Con esas palabras, Gobuta que acababa de llegar tomo taza y se bebió todo.

*¡¡¡Guuuuuuuuudo!!!*

¡Bien hecho! ¡Estoy orgulloso de ti desde el fondo de mi corazón!
El rostro de Shion, sin embargo, se torció en una sonrisa desprovista de cualquier emoción positiva…
Hmm, Gobuta no se dio cuenta… no podía darse cuenta.
Un último *¡Gobu~!* escapó de su boca antes de antes de que ésta se llenara de espuma. Y, *¡Bikun bikun!* cayó al piso convulsionando.
Esquivando la bala. Ese podría haber sido yo.
Su rostro se tiño con sorpresa, Shion ligeramente inclino su cabeza.
Pero no voy a ser engañado. Ella tiene prohibido cocinar a partir de ahora.

─ Ah, Shion. ¡Al hacer comida o bebidas para las personas, asegúrate de que primero lo pruebe Benimaru!

Vamos a asegurarnos de que ella lo haya entendido.
Benimaru, atragantándose con algo, me mira fijamente  en respuesta.
“Nop. Ella es tu problema ahora, ¡la dejo a tu cargo!”, le dije con mis ojos.
Y así ambos con desanimo bajan sus cabezas.
Ruego que no haya más víctimas de ahora en adelante.

Dado que la alarma sonó, había pasado una hora.
Y el mensajero finalmente había llegado.
Y, con una actitud algo “diferente”, un hombre lagarto desmontó un lagarto gigante.
¿Sería… su líder?

─ ¡Excelente recepción! Voy a permitir que te conviertas en mi sirviente. ¡¡¡Siéntete honrado!!!

¿Todavía está dormido?
De alguna manera… no tengo palabras para decir. ¿Qué demonios está diciendo este idiota?

─ Hmph. ¿No has oído? El ejército orco está avanzando hacia el bosque. ¡El único que puede salvarte pequeñín soy yo!

Así que los orcos ya están viniendo. Estaba esperando el reporte de Souei, así que está dentro de mis expectativas.
Supongo que tendría sentido unirse en contra de ellos, pero…

─ Oh, cierto. He oído que hay alguien entre ustedes que ha domado un fang wolf. Lo haré un oficial. ¡Tráiganlo ante mí!

Umm…
Luchar en conjunto es algo bueno. Pero, ¿qué si nuestro aliado es un idiota?
Un aliado incompetente es peor que un enemigo fuerte. Eso es sentido común…
Tomé un rápido vistazo de Rigurdo. Su boca estaba completamente abierta.
Benimaru se rasco la cabeza, y me miro como diciendo: “¿Puedo matar a este idiota?”
Por supuesto, no había considerado su oferta.
Nos negamos. ¡No, no se trata de la cocina de Shion– su oferta!
Hakurou simplemente se cruzó de brazos y cerró los ojos… ¿o está durmiendo?
Y Shion, que está sosteniéndome, está doblando sus brazos…
¡Alto! ¡Estás aplastándome!
Pero cuando se dio cuenta de mi pánico, aflojó un poco.
Ser sostenido en el cuerpo de slime sin duda se siente bien, pero es peligroso.
Bajé la guardia. Ser abrazado hasta la muerte no sería divertido. Parece que ella no puede controlar su fuerza del todo.
En cualquier caso, esto es bastante preocupante. Quién hubiera pensando que el mensajero sería un idiota.

─ Umm, el que domestico al fang wolf… o más bien le hizo su siervo sería yo…

De todas formas, vamos a continuar la conversación.

─ ¿Haaah? ¿Un simple slime? Entonces convócalo ahora. Si lo haces, te creeré.

¡Qué grosero!
Ahora estoy molesto. Este tipo… él nos está ignorando por completo, va a su propio ritmo. Nos está menospreciando mirándonos hacia abajo.
He conocido a muchos políticos y trabajadores de oficina, pero nunca antes he conocido a alguien tan descaradamente tonto.
Para un imbécil como él, debería estar bien ignorar las reglas de cortesía.
Y además, no hay ningún beneficio en hacernos aliado de alguien como él.
Decidí cambiar mi enfoque,

─ ¡Ranga!

─ ¡Sí! Escucho y obedezco.

Ranga aparece desde dentro de mi sombra. Recientemente, acechar por ahí se ha convertido en su hábito.

─ Oh. Parece que tengo asuntos contigo. Te permito que hables.

Prefiero dejar estas cosas a los demás.
Dado que siempre hay alguien mejor que puede manejar este tipo de cosas.
Pero realmente, el único quien no me trato –mientras soy un slime– como basura fue Rigurdo, ¿no?
Bueno, no hay nada que pueda hacer al perder el interés en tratar bien a este sujeto.
Y a propósito, parece que por cada persona que reconoce mi aura mientras lo oculto hay un idiota que ni siquiera se percata mientras lo expongo.
Eso es algo en lo cual tengo que pensar.
Notando mi disgusto, Ranga,

─ En lugar de mi señor, me han ordenado hablar contigo. Estoy escuchando. ¡Habla!

Mientras intimida a los hombres lagarto, él confrontó al mensajero.
Quien, a su vez, perdió la compostura por un momento, pero rápidamente se recuperó.

─ Cie… cierto. ¿Así que tú eres el Fang Wolf? ¿El jefe aquí? Soy el líder de incursión de los hombres lagartos, Gabil.
Encantado de conocerte. Como acabo de decir, he recibido un nombre. Así que en lugar de ese slime, ¿qué tal si me sirves?

Él descaradamente respondió.
¡Quiero golpearlo!
No, no, tengo que actuar como un monstruo maduro aquí. Vamos a perdonarlo.
Soy un adulto. Cálmate.
Pero más que nada, quiero que Shion se relaje. ¡Espera, un poco más de fuerza y voy…!
Al darse cuenta de mí retorciéndose, Shion se disculpó acariciándome. En serio, cálmate.
Sin embargo, no es ese tipo demasiado arrogante para ser un simple lagarto…
Ranga también está enfadándose.

─ Guruu. Humilde lagarto… yo ya no soy un Fang Wolf. Para que no puedas reconocer eso, insignificante ser…

Ranga apretó sus dientes y una peligrosa luz carmesí llenaba sus ojos. Él calmó su ira.
Ranga-san… no lo hagas. ¿Sobrevivirá el lagarto?
Si él no fuera un mensajero, me reiría de verlo hecho pedazos por su estupidez, pero…

─ ¡Muy bien! ¡Te voy a mostrar mi poder! ¿Quién será mi oponente?

Oi, oi… esa es una pésima broma.
Por favor, lee el estado de ánimo, lagarto. Eres el más débil aquí.
A lo sumo, podrías ser más fuerte que Rigurdo…
Quiero decir, incluso Rigurdo posee la fuerza de un rango B.
Siendo el Rey Goblin, él es el guerrero más fuerte entre los goblins.
La media de un hobgoblin es C+, pero él está por encima de eso.
Y eso sin contar sus armamentos.
Claro, el lagarto es un monstruo nombrado y tal vez es fuerte entre los suyos, pero palidece en comparación con cualquiera de aquí.
¿De dónde diablos proviene tanta confianza?
Intercambiamos miradas.
¿Quién va a luchar contra él…?

─ Kukuku, bien. En ese caso, lucha con uno de los storm wolves, en caso de que lo derrotes, te escucharé.

Ranga continuó la conversación.
Gracias a dios. Estamos totalmente de acuerdo en contra quien debía luchar.
Todo el mundo quería golpear a este tipo sin insensato, y tenían un brillo peligroso en sus ojos.
Pero de alguna manera, al verlos actuar de esa manera, me hizo relajarme.
Y cada vez que alguien tenía un arrebato de ira, el resto de nosotros parecíamos calmados.
Para tipos como este, parece ser que soy capaz de mantener mi lado sereno en todo momento… ah, como sea.

─ ¿Eso está bien? Estoy dispuesto a enfrentarte a ti, ¿sabes?
Bueno, si te apetece poner excusas cuando pierdas, ¡eres libre de enviar a tu subordinado!

¡¡¡Uoooooo!!! Ranga aulló.
¡Maldición! Justo cuando la ira se había calmado, el lagarto tenía que provocarnos de nuevo.

Ranga convoca con calma a un lobo.
No sabía que había aprendido tal skill de invocación.
Además, un lobo negro apareció, tengo que admitirlo, se ve jodidamente genial.

─ Garuu. ¡Silencia a ese estúpido lagarto!

─ ¡Gau! (¡Sí!)

Y entonces, para el lagarto,

─ Si tú deseas pedir prestada mi fuerza, primero debes mostrar la tuya. ¡Ahora, comiencen!

Ranga grito.
Ante el sonido de su voz, la batalla comenzó.
El lagarto, no, Gabil preparó un tridente, y observó con atención los movimientos del storm Wolf.
El lobo, por su parte, estaba tranquilo.
*¡Ton!* Dio una patada al suelo, cubriendo la distancia hacia su oponente en solo un salto.
Superando la capacidad de percepción de Gabil, con una velocidad abrumadora.
Completamente incapaz de reaccionar, Gabil nunca supo qué lo golpeó.
En una fracción de segundo, recibió un golpe en el pecho. Entonces el lobo se puso detrás de él y lo sostuvo por el cuello –con su boca, claro está–  en el aire.
Lanzó a Gabil por el aire una vez más, y luego lo aplastó contra el suelo.
Todo eso había sucedido en un abrir y cerrar de ojos.
Sin contar a Ranga, algunos storm wolf habían sobrepasado el rango B en el que se encontraba el líder de incursión, Gabil.
Sabía que Ranga se había estado poniendo más fuerte recientemente, pero pensar que los demás lobos se han desarrollado hasta este punto…
Como resultado del ataque, la armadura de escamas de Gabil se vino abajo, y el lagarto se había desmayado.
Los subordinados de Gabil, que estaban ocupados animándole hace un segundo, ahora estaban en problemas.
No podían entender lo que había sucedido.

─ Oi. El ganador se ha decidido. Rechazo tu oferta.
Si vienes pidiendo ayuda para luchar contra los orcos, puedo considerarlo.
Hoy, sin embargo, toma ese camino y vete.

Al oír mis palabras, los hombres lagartos finalmente comenzaron a irse.
Y así, el mensajero problemático de los hombres lagartos finalmente se había ido.

Sin embargo… los orcos todavía nos van a invadir, y no tenemos un plan sólido todavía.
Además, parece que nos hemos topado con un dolor de cabeza, “aliados” poco fiables conocidos como los hombres lagarto.

Cuanto más pensaba en estas cosas, más profunda era la melancolía en que caí.

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