martes, 22 de mayo de 2018
The New Gate Volumen 1 Especial
Especial
Hasta el Día del Primer Paso
Después de que se fuera el último cliente, Tiera contó que tantos de cada artículo quedaban en los estantes. Ella tenía un montón de ungüentos usados para curar heridas y pociones de clase 7, que estaban clasificadas como pociones de clase alta restantes; ya que probablemente era inconveniente usarlos. Los artículos más populares actualmente eran las pociones de clase media, pociones de clase 8 y 9. Tenían un precio razonable y al momento de buscar aventuras, querrías llevar al menos una.
“Tenemos sólo dos botellas restantes. Debería hacer más”
Puso el letrero de ‘Por favor, llámenos’ en el mostrador y fue al taller.
“Hillock Herb, agua purificada y una cucharada de polvo de piedra mágica…”
Ella mezcló Hillock Herb seca con el polvo de piedra mágica, añadió agua clarificada y calentó la mezcla. Cuando el compuesto fue disuelto en el agua clarificada, cambió de color a azul claro.
Una vez que se aseguró de que todos los componentes se habían disuelto, vertió la solución en un recipiente cilíndrico que era de alrededor de 20 cemels de altura y 1 cemel de diámetro.
Entonces todo lo que quedaba hacer era ponerle una tapa.
“Si es algo fácil como esto, puede ser que se confíe demasiado de mis habilidades”
Ella suspiró suavemente mientras miraba la poción de clase 8 que había hecho en sólo media hora.
El taller de Tsuki no Hokora estaba equipado con las mejores instalaciones.
Con estas instalaciones, incluso Tiera que recientemente había comenzado a trabajar como una alquimista, rara vez fracasaba a menos que trabajara en compuestos difíciles.
Normalmente, si se utilizaban herramientas ordinarias, se necesitaría un día o más para hacer el mismo trabajo.
Había oído hablar de cómo los alquimistas en su tierra natal habían experimentado tiempos difíciles y vio las grandes obras de Schnee, la gerente en funciones del establecimiento. Eso le ayudó a evitar que tuviera un exceso de confianza.
Entonces, hizo una poción de clase 9 antes de ser llamada y regresar a la tienda.
“Gracias por esperar.”
“Hola Tiera. Tu pelaje se ve muy bien, como siempre”
Un hombre gato se puso de pie en el mostrador. Era un cliente habitual.
A él le gustaba Tiera y con frecuencia visitaba la tienda. Sin embargo, aunque Tiera parecía una mujer gato a su vista, eso era sólo una ilusión creada por Schnee.
“Lo siento, Tiera. Nuestro líder se aferra a ti”.
La mujer gato habló con una mirada molesta en su cara. Ella pertenecía a su grupo y también era un rostro familiar para Tiera.
Tiera miró rápidamente alrededor de la tienda, pero no vio a los otros miembros de su grupo como el hombre lobo o el enano.
“Bienvenido, buen cliente. ¿Quiere lo habitual?”
“Tengo algo que me gustaría decirte hoy, Tiera!”
El hombre se puso serio, mientras que Tiera acababa de poner una sonrisa de negocio. “Una vez más…” Tiera murmuró para sí misma.
En su tierra natal, había sido famosa por su belleza. Los elfos eran generalmente hermosos pero ella era excepcional, incluso para una elfa.
Desde que había comenzado a trabajar para la tienda Tsuki no Hokora, varios hombres se le habían acercado.
Ya que siempre los rechazaba, había un menor número de pretendientes acercándose. Sin embargo, algunos, como este hombre gato aun trataban.
“Lo siento pero aun así no lo aceptaré. Usted es más como un hermano más joven para mi”
Los elfos tenían una vida mucho más larga que las bestias.
De hecho, Tiera lo había conocido desde que era un aventurero novato. A pesar de que creció hasta convertirse en un aventurero experimentado, todavía se sentía como si él era como un hermano pequeño travieso.
Él se decepcionó por la respuesta. La mujer gato tocó su hombro y le dijo: “¿Ves? Te lo dije.”
Oficialmente, su razón para rechazarlos era que como residente de Tsuki no Hokora no quería molestar a Schnee por tener una relación con alguien.
En realidad, sin embargo, tenía miedo de exponerlos al peligro. Ella había sido maldecida y en consecuencia monstruos fuertes eran atraídos a ella. Los aventureros normales se verían abrumados por ellos. Sólo alguien como Schnee podía hacerles frente a los monstruos atraídos.
Ella nunca quiso estar en una situación en la que alguien resultara herido o muerto a causa de ella. Por encima de todo, temía sus reacciones, cuando descubrieran que era una chica maldita que atraía a los monstruos.
Aun era perseguida por el triste recuerdo de cómo las personas en su tierra natal la habían tratado como un monstruo hace 50 años.
“*Suspiro*….”
Se apoyó en el mostrador y miró por la ventana.
No había nubes en el cielo y el sol brillaba sobre los árboles.
Tiera salió para cambiar de ambiente.
Cerrando los ojos, se empapó de la luz del sol y sintió el viento en las mejillas. Sonriendo un poco.
Dejando la puerta abierta, ella abrió los ojos, pero pronto bajó la mirada hacia el suelo.
Entre Tsuki no Hokora y el bosque circundante estaba el límite de la barrera espiritual que protegía a la tienda. Era un límite para Tiera, también.
Si ella daba un paso fuera de la barrera, no podía predecir qué tipo de monstruo aparecería. Por otra parte, fuera el monstruo que fuera, la atacaría sin razón.
Ella suspiró y se movió de nuevo hacia Tsuki no Hokora. Ya que el límite estaba un poco más lejos, ella podría haber ido más lejos, pero sus pies se negaron a moverse hacia adelante.
“Bueno, haré algunos dulces.”
Ella decidió hacer algunos dulces para olvidar las cosas desagradables.
Sus dulces eran unos de los artículos más populares de la tienda. Recordó que tenía que hacerlos como repuestos de todos modos y se dirigió a la cocina.
Ella midió ingredientes, amasó, horneó y los envolvió con una bolsa de plástico para finalmente cerrar las bolsas con cintas.
Había pocos dulces en este mundo, el dulce que contenía la miel llamada “Cayfal” que Schnee llamaba financiera, era popular entre los hombres y las mujeres.
Algunos aventureros que tenían niños llegaban a la tienda sólo para comprar Cayfal.
“Bueno, ahora debo colocarlos en el estante.”
Se sentía feliz cada vez que pensaba en aquellos que le decían lo mucho que los disfrutaban.
Incluso sin poder mágico, le hacía feliz que ella pudiera hacer sonreír a alguien.
“Oop, tengo que cuidar la tienda”
Parecía que nadie había llegado mientras hacía los dulces. Pero eso no significaba que pudiera dejar la tienda desatendida.
Ella reflexionó, se había centrado demasiado en los dulces, así que se sentó en una silla en el mostrador.
En ese momento, como si estuviera programado, la puerta se abrió.
Tiera vio a un hombre armado del Reino Bayreuth. Después de escuchar su historia, ella decidió notificar a Schnee.
Tratar con los clientes, gestionar los artículos y tratar de mejorar sus habilidades en el taller, ella repetía eso día tras día. Aunque ella parecía repetir lo mismo todos los días, ningún día era exactamente igual que otro.
Días mientras esperaba que Schnee encontrara una manera de romper su maldición, días en los que veía a una persona tras otra, mientras que las estaciones cambiaban. Tiera no se dio cuenta de que estos días ordinarios pronto llegarían a su fin.
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