Capítulo 21 - La Raza Supard
1ª Parte
Cuando despierto ya es de noche, y lo que ven mis ojos es un cielo estrellado; aunque puedo oír el sonido de ramillas ardiendo y crujiendo y las sombras provocadas por el fuego que bailan sin cesar.
Estoy durmiendo junto a una hoguera, aunque puedo asegurar que no haber encendido ninguna, y mucho menos haber montado ninguna especie de campamento; lo último que recuerdo es..... Ah, como el color del cielo cambiaba repentinamente y una brillante luz nos absorbía. Tras eso, el sueño... Puta madre.
Mis pensamientos me hacen recordar ese sueño tan mortificante.
"¡AH.....!"
Y acordándome bien, bajo la mirada presa del pánico para observar mi cuerpo, comprobando que no es el grasiento y fofo cuerpo incapaz casi hasta de caminar, sino que vuelvo a ser el joven y fuerte Ludeus. Confirmando este hecho, mi recuerdo de ese sueño comienza a nublarse y hacerse más difuso, mientras dejo escapar un suspiro de alivio.
"Tch."
Maldito Dios Humano, me ha hecho recordar algo tan desagradable una vez más. Pero en realidad estoy tremendamente contento, porque me ha quedado claro que sigo vivo en este nuevo mundo, después de todo hay muchas cosas que aún no hice... Como mínimo me gustaría descartar la posibilidad de convertirme en mago a los 30.
Intento levantarme, la espalda me duele enormemente.
¿Será porque llevo tumbado en el suelo desde que aterricé?
Debajo de ese cielo nocturno y estrellado, veo como un terreno seco y quebradizo se extiende hasta donde la vista me alcanza, apenas puedo ver algo parecido a plantas creciendo por estos lares, ni siquiera veo insectos, a parte del crujido de la hoguera, no me llega ningún otro sonido.
¿Dónde estoy? No tengo recuerdos de este lugar[13], después de todo, el reino de Asura está plagado de bosques y praderas. ¿Habrá cambiado el paisaje por culpa de esa luz blanca...? Ahhh, no, no es eso en absoluto. Hitogami me lo explicó en el sueño, he sido teletransportado al continente demoniaco, Makai. Entonces, por culpa de esa luz debo estar en Makai... Oh. ¡¿Ghyslaine y Eris..?!
En cuanto me levanto, me giro y busco a mi alrededor, justo detrás mía encuentro a Eris durmiendo agarrada al borde de mi camisa.
¿De dónde ha salido esa manta que la cubre? Cuando desperté yo no tenía una sobre mí... Bueno, imagino que las mujeres primero...
A su espalda puedo ver el báculo Arrogancia del Rey Dragón de Agua (Aqua Heartia)[14], aunque en cualquier caso, no parece que esté herida, así que consigo calmarme una vez más. Quizás la manta se la puso Ghyslaine, y es que quisiera despertarla, siento que le molestará si lo hago por lo que prefiero dejarla dormir un poco más.
¿Dónde está Ghyslaine?
Vuelvo a fijarme en cuanto me rodea una vez más, algo más calmado, y descubro a una persona en la hoguera que no noté anteriormente.
"....¡¿?!"
De inmediato descubro que la persona que estoy observando no es Ghyslaine, porque es un hombre.
Está sentado sin mover un ápice de su cuerpo, observándome detenidamente sin quitarme el ojo de encima, aunque no parece estar a la defensiva, sino...
¿Hmmm? ah eso, como una señorita acercándose a un gato asustadizo. Supongo que como somos un par de niños, debe temer que nos asustemos de él, y por eso no muestra ningún tipo de hostilidad.
En cuanto me relajo, me fijo en sus facciones. Pelo verde esmeralda, piel de un blanco porcelanoso, una piedra parecida a un rubí en su frente que aparenta ser un ojo, y un tridente bajo el brazo. Igualito a lo que me han descrito de la raza Supard. Por no hablar de que tiene la cara llena de cicatrices, una mirada penetrante, y una cara impasible; en general parece peligroso, por lo que recuerdo las palabras de Roxy al respecto.
Si te encontraras con una persona con pelo color esmeralda y una piedra parecida a un rubí en su frente, no te le acerques.
En un segundo, me sitúo para tirar de Eris y escapar de semejante ser por todos los medios, pero una vez recuerdo las palabras de Hitogami me detengo.
Cuando te despiertes, te recomiendo que aceptes la ayuda del tipo que estará a tu lado, y además le ayudes.
Tengo claro que no se puede confiar en nadie que se haga llamar Dios, más aún si aparece dice lo que quería decir y justo después aparece alguien como dijo, ¿por qué debería confiar en él? Por no decir que es de la raza Supard.
Roxy ya me contó varias cosas aterradoras sobre esta raza, en ese caso, aunque Dios aparezca y te diga algo como Acepta la ayuda y después ayúdale... ¿qué motivo tendría para hacerle caso?
¿En cuál de los dos debería de confiar? ¿En el supuesto Dios Humano que no sé lo que quiere o en Roxy? No hace falta decir que eligiré creer en Roxy 100 de 100 veces.
Entonces lo que debo hacer es huir inmediatamente... No, es precisamente por la situación actual por la que acepté el consejo, si no supiera la situación en la que me encuentro, ten por seguro que huiría, pero si lo hiciera, ¿qué haría después?
Miro a mi alrededor y este lugar tenebroso es algo que nunca antes había visto, el suelo agrietado y cubierto de rocas es algo totalmente desconocido.
Teleportado al continente demoniaco, Makai. Si hago caso a esas palabras, implica que estoy en ese continente.
Ahora que lo pienso, por la impresión de ver a ese supuesto Dios Humano, se me ha olvidado el sueño extraño que tuve poco antes, en el que volaba sin rumbo alrededor del mundo, y como me veía rodeado de montañas, mares, bosques y valles... lugares donde estaba seguro que perecería.
Si ese sueño fue real, en ese caso la idea del teletransporte no es tan descabellada. Y actualmente nisiquiera sé en qué parte del continente demoniaco estamos, huir implicaría poder acabar perdidos en un sitio enorme y desconocido.
Las opciones no son demasiado numerosas. Escapemos o le vencamos, el resultado sería vagar sin rumbo por el continente demoniaco, lo cuál no suena prometedor, sino más bien una apuesta, ¿qué posibilidades hay de que cuando amanezca encontremos una aldea cerca? Mejor me dejo de bromas, ¿acaso no es fácil comprender lo imposible que sería vagar sin rumbo y encontrar un lugar seguro? Cálmate, respira profundamente.
No confiaré en ese Dios Humano, pero, ¿se puede confiar en este otro tío? Mírale atentamente, obsérvale, ¿qué expresión tiene en este momento? Está inquieto, tiene una mezcla de resignación y ansiedad; como mínimo no es un monstruo sin sentimientos.
Si me paro a pensarlo, Roxy me dijo que no me acercara a la raza Supard, pero también me afirmó que nunca había conocido a ninguno en persona. Personalmente sé lo que son los términos y conceptos de Discriminación, Persecución y Caza de Brujas, en ese caso, existe la posibilidad de que la raza Supard puedan haber sufrido un malentendido, porque dudo que Roxy quisiera mentirme.
Mi intuición me dice que no es peligroso, o como mínimo no me hace querer dudar de él como cuando vi a Hitogami; aunque claro, por su apariencia, soy incapaz de bajar la guardia estando frente a él.
Entonces, mi única opción es hablar con él.
"Hola."
"... hola."
Me responde cuando le saludo.
¿Y ahora qué debería preguntarle?
"¿Eres un enviado de Kami-sama?"
Inclina la cabeza al escuchar mi pregunta.
"No entiendo bien a lo que te refieres con tu pregunta; simplemente os vi caer del cielo, y como tengo entendido que los niños de la raza Humana son bastante frágiles, decidí hacer una hoguera para que no cogierais frío."
No ha hecho mención a Hitogami, ¿es posible que el Dios Humano no le haya dicho nada directamente? Si me creo lo que me dijo de "Porque es interesante", en ese caso no solo se referiría a mis acciones, sino que también le parecerían interesantes nuestras interacciones.
Si es así, en ese caso es probable que este hombre sea de confianza, así que continuaré hablando con él un poco más.
"Nos has salvado, te lo agradezco enormemente."
"¿...Acaso te fallan tus ojos?"
"¿Hah?"
Me devuelve una respuesta en forma de pregunta inesperada.
"No, creo que mis 2 ojos funcionan correctamente ¿?"
"En ese caso, ¿será que creciste sin que tus padres te hablaran de la raza Supard?"
"Más que mis padres, fue mi Shishou quien me advirtió que evitara a la raza Supard, diciéndome más o menos que no me acercara a ellos."
"... ¿Acaso para ti no es un problema ir en contra de las enseñanzas de tu Shishou?"
Continúa su pregunta paulatinamente, como si quisiera asegurarse de algo.
"Tú, incluso pudiendo verme, ¿no me temes?"
No te temo, no siento miedo, pero sí sospecho de ti; aunque esto es algo que no tengo intención de decir en alto.
"Sería muy descortés por mi parte temer a la persona que me ha estado protegiendo."
"Eres un niño realmente extraño."
Se muestra perplejo ante mis palabras.
Extraño ¿eh? Bueno, supongo que lo normal sería evitar a cualquiera de la raza Supard; por lo que pude leer de historia sobre Laplace, tras la guerra, la raza Supard fue perseguida.
Aun cuando las persecuciones al resto de razas demoniacas estaba disminuyendo, con la raza Supard no pasó lo mismo, sino que más bien actuaban como los soldados norteamericanos cuando se cruzaban con un japonés durante la 2ª guerra mundial, en la que gente de todas las razas acabaron con prejuicios hacia una única raza, en este caso, la raza Supard.
Casi es como si existiera una ley no escrita que dijera: Si existe el mal en el mundo, este reside en la raza Supard.
"...."
Lanza una rama seca dentro de la higuera y al prender, chasquea. No sé si es por este sonido, pero Eris comienza a hacer un ruidito Nuuu y parece despertarse, no sé cuánto le falta para abrir los ojos.
Oh-oh, eso es malo, cuando Eris se levante seguramente acabará armando jaleo; antes de que las cosas se vayan de madre, como mínimo necesito presentarme.
"Me llamo Ludeus Greyrat, ¿podría decirme su nombre?"
"Ruijerd Supardia."
La mayoría de las razas demoniacas utilizan por apellido el nombre de su raza; algo como un apellido familiar es básicamente una costumbre únicamente humana, es más, a menudo gente de otras razas lo preguntan por simple curiodidad.
Solo por ánimo informativo, el apellido de Roxy es Migurdia, lo sé porque lo vi en el diccionario que me envió.
"Ruijerd-san, la chica que me acompaña está a punto de despertarse; debido a que es un tanto escandalosa, me voy a disculpar de antemano, lo siento."
"No pasa nada, ya estoy acostumbrado."
Conociendo a Eris, no me extrañaría nada que le diera un puñetazo en la cara a Ruijerd en cuanto le vea. Si quiero evitar tener que pelear contra él, es importante que la detenga antes de que lo haga.
"Un segundo."
Echo un vistazo a la cara de Eris y parece que todavía tengo algo de tiempo.
Vuelvo a mirar a Ruijerd, y bajo la tenua luz puedo observar que va vestido con ropajes diría que tribales o algo similar; me ha dado la impresión de nativo americano[20], porque tanto su chaleco como su pantalón muestran bordados.
"Mu....."
Me siento un poco mal por lo que va a pasar, después de todo no tiene ese aura tan maliciosa como la de ese Dios Humano, sino que todo lo contrario, me ha causado una buena impresión.
"¿En qué lugar estamos?"
"Esto es la zona noreste de Makai, cerca del viejo castillo de Kishirika en Bigoya."
"Makai..."
Si no se equivocaron en los libros de historia, el castillo de Kishirisu estaba casi en la esquina noreste del continente demoniaco.
"¿Cómo hemos venido a parar aquí?"
"Si tú no lo sabes, ¿cómo lo voy a saber yo?"
"Hmm, en eso tienes razón."
Imagino que ya que estoy en un mundo de fantasía, no es extraño que pasen cosas de este tipo... después de todo, alguien tan famoso como el familiar de Pelagius acabó apareciendo y todo; y estoy casi seguro de que esa persona que se llamó el Dios Humano tiene algo que ver. Aunque si hay sido una simple coincidencia que acabáramos involucrados, tenemos suerte de seguir con vida.
"En cualquier caso, agradezco que nos hayas ayudado."
"No es necesario que me des las gracias, pero dejando eso a un lado, ¿a dónde pensáis dirigiros ahora?"
"Al reino de Asura en el continente central, concretamente a la ciudad Roa en la provincia de Fedora."
"Asura... un largo camino."
"Ciertamente."
"Pero no tienes de qué preocuparte, os llevaré a casa."
Del noreste del continente demoniaco al reino de Asura... hablamos de esquinas opuestas en el mapa, algo así como de Las Vegas a Paris; por no hablar de que en este mundo, los barcos solo zarpan de zonas específicas, por lo que tendríamos que ir a pie hasta que encontráramos algo parecido a un puerto.
"¿Tenéis alguna idea de lo que ha pasado?"
"No es exactamente una idea... pero cuando el cielo comenzó a brillar, una persona llamada Arumanfi el Destello apareció ante nosotros, y dijo que quería parar el fenómeno; aunque mientras conversábamos la luz nos tragó de improviso... lo siguiente que recuerdo es despertar aquí."
"Arumanfi... ¿Hasta Pelagius está involucrado? En ese caso, algo grave debe de haber pasado, es bueno que se haya quedado en solo un teletransporte."
"Tienes toda la razón, si en su lugar hubiera sido una explosión u otra cosa habríamos muerto ahí mismo."
A Ruijerd no se inmuta ni mencionando a Pelagius, no me lo esperaba; es posible que sea una persona a la que nada le afecte.
"Cambiando de tema, ¿has oído hablar o conocido a alguien llamado Hitogami?"
"¿Itocani[21]? No, ¿es el nombre de algún humano?"
"Ah, no, no pasa nada si no lo has oído antes."
No creo que esté mintiendo; tampoco se me ocurre un motivo por el que ocultaría conocer al Dios Humano.
"No obstante, el reino de Asura hmmm"
"Está demasiado lejos, ¿no crees? No te preocupes, con que nos dejes en una aldea cercana..."
"No, un guerrero Supard no se retracta de sus palabras."
Se muestra terco pero seguro, solo con eso, sin importar el consejo del Dios Humano, sería capaz de confiar en él; pero todavía desconfío.
"Pero estamos hablando del otro extremo del mundo, lo sabes, ¿no?"
"Un niño no debería preocuparse por esas cosas."
Timidamente coloca su mano sobre mi cabeza y comienza a acariciarme el pelo, se queda más tranquilo al ver que no le rechazo ni le rehuso.
¿Es posible que a este hombre le agraden los niños?............. Pero no hablamos de un viaje de 10 minutos, por mucho que me diga que nos llevará de vuelta a casa, es difícil confiar en él.
"¿Conoces el idioma local? ¿Tienes dinero? ¿Sabes orientarte?"
Me pregunta, y pienso detenidamente como responderle. Hasta ahora he estado hablando con él en el idioma de la raza Humana, y aún así hay sido capaz de hablar conmigo con fluidez hasta ahora.
"Puedo hablar el idioma del Dios Demonio; y sé magia, por lo que podría ganar dinero. Por otro lado, si nos llevas a un lugar con gente, soy capaz de descubrir el camino para volver a casa."
Intento llevar la conversación de forma que parezca que rechazo su ayuda.
Por mucho que piense que este hombre es de confianza, me da la sensación de que si no lo hiciera, estaría haciendo lo que el Dios Humano espera de mí, y personalmente prefiero no seguir su consejo.
Y después de digerir mis palabras llenas de sospechas, Ruijerd me responde con seguridad.
"Ya veo, en ese caso, dejadme ser vuestro guardapesladas; ensuciaría el honor de la raza Supard si dejo a unos niños a su suerte."
"El honor de tu raza debe de ser enorme para acompañarnos."
"Me siento orgulloso de pertenecer a ella, aunque tenga sus defectos."
Entre bromas, me saca una sonrisa y veo como Ruijerd también eleva ligeramente el borde de sus labios, riéndose ligeramente. Es una sonrisa acogedora que no tiene nada que ver con esa sonrisa sospechosa del Dios Humano.
"En cualquier caso y antes de nada, recomiendo que vayamos a una aldea amistosa y cercana."
"Vale."
Puede que no confíe para nada en el Dios Humano, pero siento que puedo confiar en este hombre; al menos hasta que lleguemos a la aldea que nos ha descrito.
2ª Parte
Pasado un tiempo, los ojos de Eris se abren de golpe, de un salto se incorpora y echa una mirada a nuestro alrededor; no tarda en mostrarse intranquila e incómoda, pero cuando su mirada se cruza con la mía se queda visiblemente más aliviada.
Y justo después su mirada se cruza con la de Ruijerd.
"¡¡¡KYAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaa!!!"
Deja escapar un grito proveniente de lo más profundo de su ser. Cae de espaldas y comienza a retroceder, intenta ponerse en pie para salir despavorida pero cae de bruces al suelo. Está suficientemente aterrorizada como para quedarse completamente bloqueada.
"¡NOOoooOOOoooOOOooo!"
Eris está presa del pánico, y aunque intenta forcejear y huir, desde el suelo es incapaz de alejarse realmente, y acaba agazapada, temblando y tiritando, gritando con todas sus fuerzas.
"¡NO! ¡NOOOO! ¡Aléjate! ¡Aléjatealéjateálejate! ¡AYUDAME GHYSLAINE! ¡¡GHYSLAINE!! ¡GHYSLAINNNEEE! ¡¿Por qué no vienes?! ¡NO, NOOO! ¡No quiero morir, no quiero moriirr! ¡Lo siento, perdóname! ¡Ludeus, perdóname por todas esas veces que te he pegado y demás! ¡Lo siento mucho! ¡Y perdóname por ser una cobarde, no podré cumplir nuestra promesa, perdóooonnnn, buaaahhhhhh, buaahhhhhhhh!"
Tras su retaíla, se agazapa como si fuera una tortuga protegiéndose en su caparazón mientras llora; presenciar semejante escena me hace sentir un escalofrío.
Pero si, hablamos de Eris, está tan aterrada...
Eris es una chica con una voluntad de hierro, estoy casi seguro de que su lema es El mundo está a mis pies, y es tremendamente violenta y egoista, hasta el punto de que antes de que te des cuenta está sobre ti pegándote, ¿cómo es posible que una chica así se ponga a llorar de miedo?
¿Es posible que haya malinterpretado la situación enormemente? ¿Podría ser que la raza Supard sea realmente el mal del mundo y deba ser evitada a toda costa como me dijo Roxy?
Observo a Ruijerd y compruebo que no está para nada sorprendido.
No tiene sentido.
"Suelen reaccionar así siempre."
"¿Acaso soy anormal?"
"Lo eres, pero..."
"¿Pero?"
"No en un mal sentido."
Desde mi posición solo puedo observar a Ruijerd de perfil, y sin conocerle, puedo comprender lo solitario que se siente; le doy vueltas por un momento conforme me levanto y me acerco a Eris, que al escuchar pasos dirigiéndose hacia ella tiembla aterrada. Para calmarla, lentamente acaricio su espalda, me hace recordar a las veces que lloraba de pequeño en mi anterior vida asustado por algo, mi abuela me acariciaba la espalda de forma similar.
"Veeennnga, no tengas miedo, no tengas miedo."
"Hicc, ¡¿Cómo no voy a tener miedo?! ¡E-es un Supard!"
No entiendo como puede estar tan asustada, hablamos de Eris, peleando con Ghyslaine, una Reina del Filo, ataca con uñas y dientes si es necesario; no debería de haber nada que la pudiera asustar así.
"¿Tan peligroso es?"
"P-Pero, los ¡S-supard! ¡c-comen niños! Nos comerá, ¿no lo entiendes? Hiccc...."
"No nos va a comer."
No lo hará, ¿no es así?
Echo una mirada a Ruijerd, y el niega con la cabeza.
"No como niños."
¿Ves?
"¿Has visto? ¡dice que no come niños!"
"P-p-¡pero! ¡Pero es un Supard! ¡Es un demonio!"
"Aunque sea de una raza demoniaca, sabe hablar el idioma de la raza humana."
"¡El idioma no es el problema!"
Eris levanta la cabeza y me mira molesta, parece que ha vuelto a la normalidad. Como era de esperar, esta expresión le pega más a la Eris que conozco.
"Oh, ¿ya estás mejor? Si no te haces un ovillo, te acabará comiendo, ¿no es así?"
"¡No me trates como una niña!"
Eris me mira enfurecida después de oírme hablarle como a una niña en tono burlón, tras lo que sin cambiar de cara mira a los ojos a Ruijerd con determinación.
Aunque no puede parar de temblar, con sus ojos llorosos; dudo que sea capaz de levantarse y poner su pose característica, porque seguramente le tiemblen las rodillas.
"E-e-e-encantada. De conocÉeeerte. M-m-me llamo, ERIS, ERIS BO-BO-BOREAS GREYRAT!"
Casi llorando, Eris se presenta.
Verla presentarse tan altivamente y temblorosa es bastante gracioso. Aunque si me paro a pensarlo, fui yo quien le enseñó algo similar; le dije que cuando conociera a alguien, siendo la primera en presentarse sería el equivalente a tomar la iniciativa en combate.
"¿Eris Boboboreas Greyrat? No sabía que la raza humana le ponía nombres tan graciosos a sus hijos."
"¡NO es eso! ¡Es Eris Boreas Greyrat, es solo que tartamudeé un poco! ¡Pero dejemos eso a un lado, debes presentarte tu también!"
Tras gritarle, Eris muestra un ¡Ah! silencioso en su rostro, parece que se ha dado cuenta de a quién le está gritando.
"Ah, entiendo, me disculpo. Soy Ruijerd Supardia."
Eris consigue relajarse ligeramente, y se muestra triunfante, casi puedo leer un No está mal, ¿eh? Ya no le tengo miedo en su cara.
"¿Ves? Te dije que no tuvieras miedo, mientras podamos entendernos, podremos ser amigos."
"¡Tienes razón! ¡Okaa-sama me mintió!"
¿Así que Hilda le contó sobre los Supard? Así que es una cuento popular de miedo para que los niños se porten bien... Bueno, si te paras a pensarlo, hasta yo me asustaría si viera un espíritu sin piernas, el hombre del saco o el Namahage.
"¿Qué fue lo que Hilda te contó?"
"Que si tardaba en irme a dormir algún Supard vendría a comerme."
Ya veo, algún cuento popular para hacer que los niños se vayan a dormir, me recuerda a Shimacchau ojisan.
"Pero te acaba de decir que no come niños, ¿por qué no te haces amigo de un Supard para poder presumir y alardear de ello?"
"¿Puedo presumir de esto h-hasta con Oji-sama y Ghyslaine...?"
"Claro."
Miro a Ruijerd, y veo que en esta ocasión está sorprendido.
Bien.
"Parece que Ruijerd-san no tiene demasiados amigos, creo que si Eris, le pides que sea tu amigo, estará más que encantado de serlo."
"p-pero..."
¿La traté demasiado como un niño...?
Veo como Eris duda, y analizo lo que le he dicho; si lo pienso detenidamente, Eris tampoco tiene muchos amigos, y yo.... no soy exactamente el mejor ejemplo a seguir; es posible que lo que le asuste y haga dudar a Eris es la palabra Amigo, así que imagino que necesita un pequeño empujón.
"¡Ey, Ruijerd-san, dile algo!"
Cuando le urjo a hablar, Ruijerd parece comprender finalmente la situación actual.
"¿Eh? Ahh... Eris, me encantaría ser tu amigo."
"¡! ¡Y-Ya veo, entonces no hay más remedio! ¡S-seré tu amiga!"
Viéndo a Ruijerd inclinarse pidiéndole ser su amigo, algo en Eris se desmorona y acaba cediendo.
Me alegro mucho, aunque viéndola actuar así, recuerdo lo simple que puede llegar a ser, y me siento un poco estúpido por haber pensado en tantas posibilidades.
Aunque, realmente, no me disgusta ese toque inocente que tiene Eris, jujuju...
"Fiuu, en cualquier caso, antes de partir, voy a descansar un rato."
"¿Eh? ¿te vas a acostar ahora?"
"Sí, Eris, estoy muy cansado ahora mismo, tengo mucho sueño."
"¿En serio? Entonces no hay nada que hacer, que descanses."
Me tumbo y Eris se queda a mi lado tras poner algo parecido a una manta sobre mí, imagino que es la manta que tenía ella antes, y que será de Ruijerd. Pero estoy totalmente exhausto, aunque antes de quedarme dormido hago una pregunta.
"¿Ya no estás asustada?"
"Mientras esté con Ludeus estaré bien."
La escucho decir antes de caer dormido.
Mmm, pase lo que pase, me aseguraré de llevar a Eris a casa sana y salva.
Y este fue mi último pensamiento antes de dormirme.
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