Capítulo 13 - Muñeca de Trapo
1ª Parte
Cuando me despierto, descubro que estoy en una especie de almacén sucio y pequeño, la luz del sol se cuela por entre los barrotes metálicos de una pequeña ventana situada en la pared.
Me duele todo y aunque no sea un problema, tengo las manos atadas a la espalda; tras asegurarme de que ninguno de mis huesos está roto, conjuro magia curativa pronunciando las palabras del hechizo tan bajo como puedo.
"Mejor."
Estoy completamente curado, y mi ropa no tiene ninguna rasgadura, todo en orden; el plan para domesticar a la Ojou-sama avanza sin contratiempos.
Los pasos son los siguientes:
1º Acompañar a Ojou-sama a comprar ropa.
2º Sabiendo lo gamberra que es, intentará escapar sin que nos demos cuenta de alguna tienda.
3º Dejar que de casualidad Ghyslaine, su guardaespaldas, no se dé cuenta de que ha escapado.
4º Seguirla aprovechando que para ella tan solo soy un crío más débil que ella, convenciéndola de que no se preocupe por mí después de darme unos cuantos golpes al darse cuenta que la sigo.
5º Que quienes nos rodeen entiendan que voy con ella, acompañándola donde vaya, y poco a poco dirigirnos a una zona menos concurrida de la ciudad, aprovechando que le atraen los aventureros.
6º En ese momento, los secuestradores contratados por la familia Boreas Greyrat deberían de aparecer.
7º Dejándonos a los 2 inconscientes atacándonos por sorpresa, y después llevándonos a una ciudad vecina en la que nos encerrarían.
8º Usando mi magia conseguiré que escapemos de nuestros asaltantes.
9º Darnos cuenta de que estamos en otra ciudad.
10º Utilizar el dinero que guardo en mi ropa interior para pagarnos el viaje de vuelta en un carruaje.
11º Aprovechando la experiencia, conseguir que Ojou-sama decida aprender de mí una vez volvamos.
Hasta ahora, todo ha ido como la seda y hemos alcanzado el 7º paso. Lo siguiente sería escapar de aquí usando mi magia, conocimientos, sabiduría y valor para impresionarla. Aunque para que parezca realista, es necesario que improviste y represente mi papel; esto último me hace dudar sobre si lo conseguiré, y me hace sentir cierta preocupación...
"..... ¿Hm?"
Todo sea dicho, este lugar es ligeramente diferente a lo que había acordado con Philip, una gran capa de polvo recubre todo el almacen, y por las esquinas puedo ver una o dos sillas rotas y alguna armadura completamente agujereada.
¿No me dijeron que buscarían un lugar un poco más decente que esto...? Bueno, imagino que para representar mejor la situación, era necesario utilizar un escenario realista, así que mejor no darle más vueltas.
"Urgh...... hmm¿......?"
Pasado unos minutos, Ojou-sama también despierta. Abre los ojos y poco a poco entiende que está en un lugar desconocido; intenta levantarse, pero se da cuenta de que tiene las manos atadas a la espalda y acaba cayendo al suelo tumbada como un gusano.
"¡¿Pero qué...?!"
Ojou-sama se da cuenta que no puede moverse y comienza a gritar.
"¡DEJAOS DE BROMAS! ¡¿ACASO SABÉIS QUIÉN SOY?! ¡SOLTADME AHORA MISMO!"
Sus gritos son descomunales, cuando estábamos en el palacete lo pensé, pero creo que de verdad no se para a controlar la potencia de su voz.
¿Será quizás porque intenta que de un solo grito la oigan todos? ¿En ese enorme palacete? No creo...
Estoy casi seguro que ni se le ha pasado por la cabeza; más bien, lo que opino es que al ver a su abuelo, el Lord de Fedora, utilizando su voz para presionar a la persona con la que habla, ya sea para intimidar a Philip o a los sirvientes, le habrá impresionado y como niña que es, ha querido imitarle.
Después de todo a los niños les gusta imitar lo que ven, sobretodo lo malo.
"¡Deja de gritar, maldita mocosa!"
Mientras la Ojou-sama armaba jaleo, la puerta se abrió de golpe y un hombre entró en la habitación.
No viste nada bien, apesta desde aquí, es calvo y tiene una barba descuidada de varios días; si me ofreciera su tarjeta de presentación con la profesión bandido en ella, no me extrañaría o al menos sería bastante persuasivo. Además que está actuando de maravilla, me quedo más tranquilo pensando que la Ojou-sama no se dará cuenta de que esto es una farsa.
"Apestas, no te me acerques. ¡uff, te huelo desde aquí! ¿No sabes quién soy? ¡Como me pongas la mano encima, llamaré a Ghyslaine y te cortará en 2!"
Bam.
Doliendo nada más que de oírlo, veo como el hombre le da una patada a la Ojou-sama, dejó escapar un sonido que jamás imaginé en una dama y todo su cuerpo salió disparado chocando violentamente contra la pared.
"¡Qué te jodan! ¡¿A qué viene tanta arrogancia?! ¡Ya sé que sois los nietos del Lord!"
Y sin cuidado, el hombre le pisa la cabeza a la inmóvil Ojou-sama cuyas manos continúan atadas a su espalda.
Esto... ¿Acaso no te estás pasando un poco?
"Au... Duele....Duele mucho.... Para.... Ah...... Déjame.... Au....Para...."
"Tcht."
El hombre siguió dándole patadas a la Ojou-sama durante un rato hasta que se hartó y acabó escupiéndole en la cara, tras lo que se dio la vuelta y me miró enfadado, a lo que aparté la mirada para evitar mirarle a los ojos. Pero por algún motivo, me dio una patada y caí de espaldas.
"¡....Auu!"
Eso dolió de verdad, aunque tengas que escenificar un secuestro, ¿podrías por favor no pegarme tan fuerte?
Aunque quiera decir esto, no tengo problemas porque puedo usar magia curativa para sanar mis heridas.
"¡Jum! ¡Así está mejor...!"
Y finalmente el hombre salió de la habitación. Desde el otro lado de la puerta pude escucharle brevemente.
"¿Se han callado de una vez?"
"¿No lo notas?"
"No la habrás matado, ¿verdad? Recuerda que si le dejamos alguna secuela, nos pagarán menos."
¿Hm? Ese intercambio me ha parecido ligeramente extraño, si solo estuvieran improvisando de una manera absurdamente buena........ supongo que no pasaría nada, pero algo me dice que algo anda mal.
¿Habrá pasado? ya sabes.... ¿eso?
"¿En serio? Bueno tampoco ha sido para tanto, en el peor de los casos, con el dinero que saquemos por llevarles vivo al crío será suficiente."
Esto no va nada bien.
"......."
En cuanto fui incapaz de oírles, empecé a contar hasta 300, y cuando concluí, quemé mis ataduras con magia de Fuego y me acerqué a la Ojou-sama. Aún habiendo pasado todo este rato, veo como sigue sangrando por la nariz; su mirada está perdida y balbucea cosas.
Escuchando atentamente sus palabras, escucho algo como esto no va a quedar así, en cuanto mi abuelo se entere, y el resto son amenazas y cosas sobre las que mejor no hablo.
Dejando esto a un lado, compruebo lo herida que está palpándo sus moratones con mi mano.
"¡Ahhh!"
Nuestras miradas se cruzan entre temblores, despertándose seguramente por el dolor producido al tocarla.
Coloco un dedo sobre mis labios, indicándole que no haga ruido, y termino de confirmar las heridas por la reacción que tiene al hacerlo y compruebo que tiene 2 costillas fracturadas.
"Oh misericordiosa matriarca de los dioses, te imploro que sanes las heridas de este ser y le permitas recuperar la vitalidad de su cuerpo, 『VITALIS-AMPLIA』"
Y tan silencioso como soy capaz, le lanzo el hechizo más potente que conozco de Curación, para sanar sus heridas; aunque estoy preocupado porque la magia de Curación no tiene un efecto más potente cuanto más maná inyectes al hechizo, así que no estoy seguro si conseguiré sanarla al completo.
Espero que al menos los huesos se suelden correctamente...
"¿Eh? ¿Ehhh? Ya no duele..."
La Ojou-sama se mira sorprendida, por mi parte, me acerco a ella y le susurro al oído.
"Shh, no hables tan alto; tenías huesos rotos y acabo de usar magia Curativa en ti. Ojou-sama, parece que nos han secuestrado, y parecen tener una mala relación con el Lord; por eso deberíamos...."
Y Ojou-sama me ignora completamente.
"¡Ghyslaine! ¡Ghyslaine, ayuda! ¡Quieren matarnos! ¡Aparece, rápido!"
Escondo las cuerdas que quemé antes bajo mi camisa, y salgo corriendo hacia la esquina, dándole la espalda a la pared y ocultando mis manos libres a mi espalda, para que no noten que me he soltado.
El hombre vuelve a entrar, abriendo la puerta de una patada a consecuencia de los gritos excesivos de mi compañera de celda.
"¡TE HE DICHO QUE TE CALLES!"
Y vuelve a darle patadas a la Ojou-sama durante más rato que antes.
Me sorprende que no haya aprendido la lección con lo de antes.
"Puta mierda... ¡si vuelves a gritar, te mato!"
Esta vez me da hasta 2 patadas.
Pero si yo no he hecho nada, no me pegues, por favor.
Me dan verdaderas ganas de llorar... pero al rato vuelvo a acercarme a la chiquilla.
"Urgh... Uuu....."
Se ha pasado, y mucho. No estoy seguro de como tendrá las costillas o el esternón, pero a juzgar de las bocanadas de sangre que escupe y vomita, da la impresión de que sus pulmones o su estómago están rasgados. Además, los huesos de sus brazos y piernas parecen completamente destrozados.
No sé mucho sobre medicina, pero si la dejo así, seguramente acabaría muriendo, ¿no?
"Que el poder de dios se convierta en una abundante cosecha para ser ofrecida a aquellos que han perdido la fuerza para mantenerse en pie, 『VITALIS』."
En cualquier caso, comienzo curándola solo un poco con la magia básica de Curación, tras lo que deja de echar sangre por la boca, así que imagino que no se acabará muriendo por ahora, o eso creo.
"Uuu.... T-todavía duele.. a-ayúdame, cúrame, rápido... Ah..."
"No lo voy a hacer, si te curo, te vas a poner a gritar y te volverán a dar una paliza, ¿no es cierto? Si quieres curarte, hazlo tú misma."
"¿C-Cómo voy a hacer algo.... así?"
"Si te hubieras parado a aprenderlo, ahora podrías hacerlo."
Suelto líneas en ese plan y me acerco a la puerta, colocando mi oído contra ella y escuchando con atención al otro lado.
Cuanto más lo pienso, menos me gusta esta situación; es imposible que darle una paliza a la Ojou-sama hasta dejarla medio muerta sea parte del plan.
"Entonces, ¿se los vamos a vender al tío ese con el que hablamos?"
"Nah, es mejor pedir un rescate."
"¿No sería demasiado arriesgado?"
"No pasará nada si lo hacemos desde fuera del pais."
Por lo que dicen, su intención es vendernos de verdad...
Pidiéndole a alguien conocido que se haga pasar por un secuestador o agresor para atacar a alguien, y al final, que aparezca uno de verdad; mira que pasarnos semejante evento...
¿En qué momento se nos fue de las manos? ¿Acaso atacaron a los que iban a secuestrarnos? ¿O acaso éramos el objetivo desde el principio? ¿Podría hasta ser que Philip de verdad pretenda vender a su hija? Esta última no me parece demasiado realista....... ¿Pero qué más da?
No es momento de pensar en esto, ahora lo primero de todo, es seguir el plan como estaba previsto; porque lo único que ha cambiado es la seguridad de nuestro plan.
"¿Cuánto ganamos de más si pedimos un rescate en lugar de venderlos?"
"Bastante, pero en cualquier caso, tenemos que decidir qué hacemos esta misma noche."
"No tengo problemas, siempre que saque tajada."
Parece que no tienen claro si vendernos o pedir un rescate al Lord, pero en cualquier caso piensan irse de aquí esta noche. En ese caso, no tengo tiempo que perder, y mejor huir mientras sea de día.
"Eso por un lado..."
¿Y ahora qué?
¿Atacarles directamente tirando la puerta abajo para incapacitarlos? Seguramente Ojou-sama me respete más cuando me vea darles una paliza... Pero lo dudo, seguro que acaba pensando que ella hubiera podido con ellos si no hubiera estado maniatada, por no decir que lo que le estoy transmitiendo es que la violencia lo resuelve todo, así que mejor otro plan.
Es importante transmitirle que la violencia es el último recurso, sino me acabará pegando a diario; lo importante es hacerla sentir indefensa y conocer sus límites.
Bueno, también existe la posibilidad de que no pueda con los secuestradores...
Tengo claro que si los secuestradores están al nivel de Paul, no podré vencerles, en cuyo caso, me matarán, lo tengo claro... Vale, en ese caso, mejor escapar de aquí sin entrar en contacto con los secuestradores.
Me giro y analizo el estado de la Ojou-sama, veo que me mira enfadada.
¿Hm? Ni que fuera a irme sin ti, pero las cosas hay que hacerlas en orden.
Lo primero, usando magia combinada de Tierra y Fuego, fundo la puerta con la pared tras lo que lentamente con magia de Fuego derrito las visagras y las uniones para bloquear aun más la puerta, convirtiéndola en un muro con forma de puerta.
Aunque de una buena patada estoy seguro que la tirarían abajo, aunque mejor prevenir.
Lo siguiente, la ventana; se me pasa por la cabeza derretir el metal de una de las barras con magia de Fuego, pero me da miedo la cantidad de calor necesaria y opto por tomar otra opción. Tras experimentar varias opciones, decido usar magia de Agua para reblandecer el marco de la ventana y poder sacar sin dificultad todas las barras, consiguiendo un agujero suficientemente grande para que quepa un niño por ella.
Ya he asegurado la vía de escape, lo siguiente...
"Ojou-sama, creo que los secuestradores son enemigos jurados del Lord, están discutiendo si esperar o no a la noche para que sus compañeros vengan para torturarnos hasta la muerte."
"Estás m.....mintiendo....¿Verdad?"
Claro que miento, pero por la cara descompuesta que se le pone sé que me ha creído.
"No quiero morir, así que me marcho... hasta otra."
Me alejo y alcanzo hacia la ventana a la que ya he sacado los barrotes, y justo en ese momento, escucho ruidos provenientes de la puerta.
"Eh, ¡¿Por qué no se abre la puerta?! ¡¿Qué puta mierda pasa?!"
Escucho golpes enfurecidos viniendo del otro lado de la puerta. Girándose hacia la puerta, la Ojou-sama se asusta imaginando lo peor, y vuelve a mirarme, repitiendo varias veces la siguiente frase.
"Ah.... N, no me dejes aquí... sálvame..."
Ara... Qué rápido te has derrumbado, me sorprendes.
Imagino que aun siendo tan bravucona, cualquiera en esta situación se acobardaría, sin darles tiempo a los de la puerta, me acerco a la chica y le susurro al oído.
"..... Hasta que lleguemos a tu casa, vas a hacer caso de todo lo que te diga, ¿lo prometes?"
"Lo haré... Lo haré, te haré caso, ¿vale...?"
"¿Me prometes que aunque te cure no vas a gritar? Porque Ghyslaine no está por aquí."
"Lo prometo, lo prometo.... C-corre, ¡vienen... ellos, vienen...!"
La pelirroja asiente bruscamente, todo su rostro muesta su miedo y ansiedad, nada que ver con cuando me estuvo dando una paliza. Por eso, era de vital importancia que sientiera en sus carnes la sensación de recibir una paliza sin posibilidad de defenderte.
"Si no cumples esa promesa, ten por seguro que te dejaré atrás."
Le digo con el tono más frío que puedo usar, y aprovecho para llenar de grava y arenilla la puerta para darle más resistencia usando magia de Tierra; después quemo sus ataduras con magia de Fuego, y la curo usando la magia de Curación potenciada, tras lo que por fin, salimos por la ventana ayudándola a trepar.
2ª Parte
Tras escapar por la ventana del almacen, descubro que estamos en otra ciudad, no veo los muros, así que es imposible que esto sea Roa. Por su tamaño diría que está entre un pueblo y una ciudad, si tuviera que decidir lo tomaría como una ciudad pequeña, así que si nos quedáramos por aquí, no tardarían demasiado en encontrarnos.
"Uff, ahora que hemos escapado todo debería ir bien."
Ojou-sama habla con un incontrolado torrente de voz.
¿Acaso se piensaque ya estamos a salvo?
"¿No me prometiste que no ibas a hablar tan alto? Tienes que cumplirlo hasta que lleguemos a tu casa."
"¡JUM! ¡¿Por qué debería cumplir semejante promesa?!"
Y la chica me suelta eso como si fuera lo más normal del mundo, maldita niñata...
"¿Que sí? Pues ahí te quedas, adios."
"¡JUMM!"
La niñata resopla por la nariz sin darle importancia y se gira para marcharse, justo cuando en la lejanía se oye un furioso estruendo.
"¡Jodidos niñatos! ¡¿Dónde creéis que vais?!"
Seguramente ya han tirado la puerta abajo, o quizás han comprobado la ventana desde fuera y visto que faltaba la reja, pero han descubierto que hemos escapado y andan buscándonos, o eso imagino.
".... Ahh..."
La Ojou-sama deja escapar un pequeño grito ahogado y se vuelve conmigo de inmediato.
"T-Tan solo bromeaba... No volveré a gritar, pero deberás llevarme a casa."
"Ni soy tu sirviente, ni tu esclavo, Ojou-sama."
Estoy un tanto cabreado por su actitud tan condescendiente.
"¿Q-Qué? ¿No eres mi tutor particular?"
"Creo que no has entendido la situación."
"¿Eh?"
"Ojou-sama, desde un principio usted dijo que no estabas conforme, y por lo tanto, no se me ha contratado de manera oficial."
"E-Estás contratado..."
Noto cierto recelo en su respuesta, como si no estuviera del todo conforme , y es necesario obtener de ella algo más seguro y concreto.
"Eso es lo que dices ahora, pero seguro que cuando lleguemos al palacete, vas a hacer lo de hace un rato y negarte a cumplir tu palabra."
El tono de voz que sale de mis labios intento que sea tan frío como el hielo, sin emoción alguna, simplemente informándole que no me creo sus promesas.
"No... Te juro que cumpliré mi palabra... así que... por favor, ayúdame..."
"Podrás venir conmigo si me prometes que hasta que llegues a tu casa ni hablarás demasiado alto ni me llevarás la contraria en nada de lo que te diga."
"D-De acuerdo."
Esta vez, su actitud parece más obediente.
Mejor, ahora el siguiente paso.
Antes de ponernos en marcha, saco de mi ropa interior los 5 gran Asuras de cobre[15], que representan todo cuanto tengo, no es una cantidad excesiva pero por el momento bastará.
Para clarificar, comentar que cada pais tiene su propia moneda a partir del nombre del pais, en este caso, un Asura de plata se puede cambiar por 10 gran Asuras de cobre o 100 Asuras de cobre normales; y 10 Asuras de plata serían un Asura de oro.
"En ese caso, sígueme."
Me alejé de los berreos enfadados, dirigiéndome hacia la entrada de la ciudad. Cuando llegamos, había un guardia un tanto aburrido en la torre del vigía, al que le di una de mis monedas.
"Si ves a alguien que viene buscándonos, dile por favor que hemos salido de la ciudad."
"¿Eh? ¿Cómo? Anda, niños... sí, sí,a os he escuchado, ¿acaso estáis jugando al escondite? jeje, guau, cuánto dinero.... ¿Sois nobles? Hay que ver..."
"Diles eso, por favor."
"Ehh, vale..."
Su respuesta no me ha convencido mucho, pero si sale bien conseguiremos algo de tiempo.
Tras este evento, nos vamos hacia la zona de espera para los carruajes públicos. Cuando llegamos, confirmo los precios escritos en un cartel, y de paso veo exactamente en qué ciudad estamos.
"Esta ciudad se llama Widin y está cerca de Roa."
Le susurro al oído a la Ojou-sama, que parece está cumpliendo fielmente su promesa al ver que me responde susurrándome.
"¿Cómo lo sabes?"
"Es lo que pone ahí, ¿no lo has visto?"
"N-No sé como leerlo..."
Genial, está saliendo bien.
"Saber leer es bastante útil, porque también pone en ese sitio cómo podemos coger el transporte público."
En serio, mira que llevarnos a otra ciudad en un solo día... me incomoda estar en un sitio que desconozco y más en esta situación, es casi como si volviera a sufrir el trauma que me impedía salir de casa.
No, no pienso caer, ya no soy la misma persona que en su día ni siquiera sabía como ir a Hello Work. ¿? Ahora que lo pienso, Paul ha actuado casi como si fuera Hello, me buscó un trabajo y alojamiento, vamos, que me lo puso a la carta.
Justo cuando le daba vueltas a algo tan estúpido, volví a escuchar los gritos de furia acercándose.
"¡Malditos criajos! ¡¿Dónde os habéis metido?! ¡Salid ahora mismo!"
"¡Corre, escondámonos...!"
Tiro de Ojou-sama, y nos escondemos en uno de los aseos de la zona de espera, cerrando la puerta. Al poco tiempo, escucho pisadas apresuradas deteniéndose cerca nuestra.
"¿Dónde se habrán metido esos malnacidos?"
"¡No penséis que podéis huir!"
Woahhh, dan un montón de miedo.
¿No podríais hacer menos ruido mientras buscáis? Además, creo que deberías usar una voz más suave, eso podría conseguir que nos tranquilizáramos y salir... Nah, no realmente.
Finalmente, las voces van haciéndose más distantes, y por fin consigo relajarme; aunque no puedo confiarme, algunas veces, la gente presa del pánico busca en el mismo sitio en varias ocasiones.
".... ¿L-Lo conseguiremos?"
Con una mano temblorosa, la Ojou-sama se tapa la boca para no dejar escapar sus sollozos, viéndola tan asustada nadie se imaginaría lo odiosa que puede llegar a ser.
"En todo caso, si nos descubrieran, tendríamos que defendernos si queremos salir de esta."
"E-Entiendo..... ¡Val-!"
"Aunque dudo que podamos con ellos."
"¿E-eso crees...?"
La violenta Ojou-sama casi se anima con la idea, por lo que rectifico ligeramente, porque si de repente saliera disparada para pelear contra ellos, sería un problema.
"Una cosa que no te pude comentar antes es, que cuando me fije antes por el servicio de transporte, vi que tenemos que hacer trasbordo hastsa en 2 ocasiones para llegar a Roa desde aquí."
"......... ¿Trasbordo?"
La cara de Ojou-sama parecía decir No sé que es eso, y tampoco me importa.
"El servicio de carruajes comienza desde las 8 de la mañana, y sale uno cada 2 horas, como en el resto de ciudades. Pero si tienes en cuenta que el recorrido en este caso es de 3 horas, y que el siguiente carruaje será el de las 4, implica que..."
"¿Qué implica?"
"Que cuando lleguemos a la próxima ciudad, no habrá otro carruaje hasta el día siguiente que vaya a Roa. Por lo que tendríamos que pasar la noche allí."
"¡!........ Y-ya veo, sí."
Parece que mi compañera de travesía estuvo a punto de gritar, pero consiguió calmarse.
Ten cuidado, y no sé te ocurra gritar, ¿vale?
"Con los 4 gran Asuras de cobre tenemos el dinero justo para ir a la siguiente ciudad, dormir una noche y coger el primer carruaje a Roa de la mañana siguiente."
"Justo... es que será suficiente, ¿no?"
"Sí, suficiente."
Ojou-sama respira aliviada, pero no puedo dejar que se relaje.
"Siempre y cuando no nos timen con el cambio."
"¿El cambio...?"
La expresión en su rostro muestra un claro ¿Qué es eso?, da la impresión de que nunca en su vida ha pagado ella misma por nada.
"Las personas que nos atiendan, tanto en la posada como en el transporte público, podrían aprovecharse de nosotros al pensar que somos niños, y darnos menos cambio del que nos corresponde; si le indicamos que se han equivocado, no creo que tengan problemas en darnos la cantidad real, pero solo si sabemos calcularlo..."
"¿Y qué pasa si no supiéramos calcular ese.. cambio?"
"En ese caso, no nos llegaría el dinero para coger el carruaje de mañana y seguramente los secuestradores nos acabaran encontrando..."
Otra vez se pone a temblar, casi como si se fuera a orinar encima.
"Ojou-sama, si quiere, puede usar el baño."
"V-Vale... sí."
"Entonces, si me disculpa, aprovecharé para observar los alrededores."
Cuando hice por salir del habitáculo, noté como algo tiró de mi manga.
"N-No me dejes sola."
Tras ser testigo de un evento glorioso y excitante, los 2 salimos del baño. Daba la impresión de que los hombres se habían ido, aunque no estoy seguro de si están buscando aún por la ciudad, o si han ido a las afueras.
Mientras esperábamos el carruaje, estuve sopesando la situación y llegué a la conclusión de que si nos descubrían, mi única alternativa viable sería inmovilizarlos con magia y rogar que eso fuera suficiente para escapar de ellos.
Cuando por fin llegó la hora, pagamos al cochero y nos montamos en un carruaje tirado por caballos.
3ª Parte
Tras 3 horas, por fin llegamos a la siguiente ciudad.
Para dejar más marcada a la Ojou-sama y enseñarle cuán cruel es el mundo, decidí buscar la posada más cochambrosa en la que tuviéramos que dormir sobre montones de paja.
Esa noche parecía tan perturbada que creo que no consiguió dormir siquiera, y es que cada vez que escuchaba un ruido, se incorporaba y observaba asustada la puerta de nuestra habitación, quedándose en esa posición hasta comprender que no eran nuestros secuestradores, tras lo que suspiraba tranquila y volvía a acostarse. Esto lo hizo cada pocos minutos.
Al día siguiente, cogimos el primer carruaje que salía hacia Roa.
Los ojos de la ahora cansada jovencita estaban tremendamente enrojecidos, seguramente por falta de sueño, aunque en ningún momento se atrevió a cerrarlos y se mantuvo alerta durante todo el trayecto, observando por la ventanilla por si nos seguían.
En un par de ocasiones, algunos jinetes venían corriendo hacia el carruaje, pero en todas las ocasiones no eran los secuestradores y simplemente nos adelantaban.
Ya no sé si conseguimos dejarles atrás o si quizás se dieron por vencidos.
Fue el pensamiento que tuve, ahora más despreocupado.
Y cuando por fin pasaron unas horas en el carruaje, conseguimos regresar a Roa. Tras pasar las resistentes murallas de la ciudad, fuimos capaces de ver a lo lejos el palacete de los Boreas Greyrat y por fin mi mente consiguió sentirse a salvo; no fue un pensamiento consciente, sino una acción inconsciente que tuve una vez pasamos las murallas de la ciudad.
Una vez nos bajamos del carruaje, nos dirigimos hacia el palacete. Nuestros pasos eran ligeros y apresurados, aun tras el cansancio que sentía del viaje junto a haber dormido por primera vez en mi vida en un montón de paja. Y como aprovechando el momento de debilidad...... de un repentino tirón Ojou-sama desapareció dentro de un callejón.
Menudo descuido.
".....¿Eh?"
Tardé 2 segundos en reaccionar al evento, junto con los 2 segundos que perdí de vista a la Ojou-sama, hizo un total de 4 segundos en los que Ojou-sama fue secuestrada y desapareció de mi vista sin saber donde acabó.
Por un segundo pensé que había desaparecido mágicamente, pero por el rabillo del ojo, pude descubrir un jirón de ropa en una zona puntiaguda de la esquina, del mismo color de la ropa que la pelirroja llevaba.
Le seguí la pista sin más dilación, nada más entrar en el callejón, pude ver a 2 personas, una de las cuales llevaba a Ojou-sama al hombro.
"¡Hmph!"
Sin tomarme más tiempo, conjuré un muro mágicamente, y apoyando las manos en el suelo, conseguí colocar el muro justo en frente de ambas figuras, a lo que tan solo pudieron detenerse frente al pasaje sellado que un muro de tierra había bloqueado.
"¡¿Pero qué demonios?!"
"¡¡MMMPH!"
Me fijo en que la pequeña ha sido amordazada y que tiene lágrimas en sus ojos; además, puedo notar una zona rojiza en su cara, parece que le han dado algún golpe.
Mira que son buenos... le han tapado la boca en 1 o 2 segundos.
Analizando un poco más la situación, compruebo que ambas figuras son humanas, y ambos son hombres. Uno de ellos es el salvaje que me dio patadas y el otro seguramente la persona con la que hablaba en ese almacen. Ambos parecen bandidos, y llevan en sus cinturas una espada cada uno.
"Es el otro crío, te llegas a quedar calladito y te hubieramos dejado irte tranquilamente a casa..."
Parecieron sorprenderse por la aparición de la pared, pero en cuanto vieron que era yo, sonrieron. El salvaje se dirige hacia mí sin ningún tipo de cautela, mientras que el otro llevaba a la Ojou-sama.
¿Habrá alguno más por la zona...? Aunque lo hubiera, intento intimidarles casteando una pequeña bola de fuego en la punta de mi dedo.
"¿Cómo? ¡Serás bastardo...!"
En cuanto la vio, el salvaje desenfundó su espada y el otro aumentó su cautela, decidiendo colocarle la espada amenazantemente en el cuello de Ojou-sama, retrocediendo lentamente.
"Puto mocoso. Ya decía yo que estabas demasiado tranquilo, mira que ser uno de sus guardaespaldas... Así que gracias a ti consiguieron escapar. ¡Maldita sea, me confundiste con tu físico! ¡¿Acaso eres de las razas demoníacas?!"
"No soy su guardaespaldas. Ni siquiera me han contratado oficialmente aún."
Y tampoco soy de la raza demoniaca, pero no veo porqué tendría que corregirle.
"¿Cómo? ¿Entonces por qué te entrometes?"
"Porque me van a contratar cuando todo esto termine."
"Ahh, así que por el dinero."
¿Es por el dinero? Supongo que tiene razón, mi meta después de todo es que me paguen la entrada a la universidad.
"No puedo negarlo."
El que me pegó patadas en el almacen sonrió al escuchar mi respuesta.
"En ese caso, ayúdanos. Tenemos un cliente que es un noble bastante lujurioso que le encanta comprar chicas de clase alta. Otra opción es pedir un rescate, después de todo, tengo entendido que es el ojito derecho del Lord de esta ciudad, así que nos pagarán lo que les pidamos."
"Ohhh..."
Hago un sonido como diciendo que estoy impresionado, y la cara de la Ojou-sama se retuerce poniéndose verde de miedo. Puede que sepa que el pago por ser su tutor es que me paguen la entrada a la universidad.
"Entonces, ¿cuál sería mi parte?"
"No hablamos de niñerías como 1 o 2 de oro al mes, sino de un saco con 100 monedas de oro."
El violento parece estar orgulloso de lo que ha dicho. Y aunque no entiendo bien las cantidades de las que habla, me lo imagino diciendo cosas como Guau, 1 millón de dólares, es sorprendente, ¿no crees?, casi como un niño chico.
"Jejeje... chaval, puedes parecer joven, pero estoy seguro que en verdad tienes muchos años a tu espalda, ¿no es cierto?"
"¿Hmm? ¿Qué te hace pensar eso?"
"Solo me ha hecho falta verte un instante, viendo la magia que usaste y lo tranquilo que estás. Hay varios como tú dentro de las razas demoniacas, estoy seguro que aparentar ser tan joven es una molestia, ¿me equivoco? Bueno, lo importante es que conoces la importancia del dinero, ¿no es así?"
"Ya veo."
Si no conoces mi situación, es normal que lo veas de esa forma, pero tiene razón, mi edad mental es de más de 40 años.
Tienes buen ojo, bandido-san.
"Tienes razón, a mi edad, conozco lo importante que es el dinero. En una ocasión hasta acabé en un lugar extraño sin un solo centavo."
"Jejeje, ¿ves como tenía razón?"
Y eso que, antes de ser echado de casa, vivía sin ningún tipo de preocupación, casi 20 años de mi vida los pasé como un NEET, todo el día entre juegos, internet y eroges, así durante la mitad de mi vida; pero tras eso, aprendí una lección.
Tengo dos opciones, traicionar a Ojou-sama, o empezar en este preciso su ruta[17] ayudándola.
"Pero aún así, tengo bien claro, que hay cosas más importantes que el dinero."
"¡No digas tonterías!"
"¡No son tonterías!¡El Dere no se puede comprar con dinero!"
Mierda, dije en alto lo que pensaba.
"¿Dere? ¿De qué hablas?"
El más violento de los 2 parece confuso, pero lo cierto es que comprende que las negociaciones han terminado. La sonrisa tan molesta que tenía ha desaparecido, y su compañero muestra una expresión seria mientras continúa amenazando a Ojou-sama con la espada en su cuello.
"Tenemos a tu amiga como rehén, ¡Aleja esa bola de fuego!"
"......... ¿La puedo disparar al aire?"
"Hazlo, pero ni se te ocurra lanzárnosla a nosotros. Por muy rápido que seas, mi espada lo será más y rajaré el cuello de esta puta antes de cubrirme con su cadaver."
No me ha ordenado que la deshaga... Quizás, no sepa que se puede, lo normal es que cuando pronuncias el hechizo para conjurarlo el lanzamiento sea automático, aunque esto es algo que si no has estudiado magia no lo vas a saber jamás.
"De acuerdo."
Alteró la composición de la bola de fuego antes de lanzarla, la resultante bola de fuego deja escapar un extraño ruido conforme sale disparada hacia el cielo, y finalmente una explosión bastante llamativa y ruidosa cubre el cielo.
"¡Wha!"
"¡¿Quo?!"
"¡¿Mmmmph?!"
La potente explosión emite un potente sonido que nos deja algo ensordecidos, y en el momento que alzan sus cabezas para observarla, un fogonazo los ciega y la temperatura aumenta en la zona casi quemándonos la piel.
Aprovechando la distracción, comienzo a correr, conjurando mientras avanzo y en mis dos manos preparo los hechizos que más suelo usar.
En mi mano derecha la magia de Viento 『VENTI-ACUTUS』 u hoja sónica, y en mi mano izquierda la magia de Tierra 『PETRA-CANNON』 también llamado cañón petreo, al mismo tiempo los lanzo contra ellos.
"¡Ahh!"
La hoja sónica golpea al que lleva a la Ojou-sama al hombro.
"¡Urgh!"
Consiguiendo liberarla y con magia me lanzo para atraparla al vuelo, alejándola de sus captores llevándola como a una princesa.
"¡Tch! ¡Ni se te ocurra reírte de mí!"
Me fijé en nuestro otro asaltante y vi como conseguía partir el proyectil en 2.
"Uwah........"
Mierda, consiguió protegerse del cañonazo. Lo peor es que no he visto qué estilo ha usado, y eso no es bueno, como además sea tan bueno como Paul, estaré en problemas; tengo dudas sobre si seré capaz de ganar a un oponente así.
"¡Awawa...!"
Utilizndo magia combinada de Fuego y Viento creo una onda expansiva cerca de mis pies que me lanza en la dirección opuesta a mi agresor, el impacto es suficiente para hacerme sentir como si los huesos de mis piernas se hubieran partido en 2. Medio segundo después, una espada corta el lugar que acabo de abandonar.
He podido notar el corte rozando cerca de mi nariz, y el silbido del corte me dice que es bastante habilidoso.
Eso ha sido peligroso.
Aunque por suerte no es tan rápido como Paul, así que si centro toda mi atención en él, y con mi experiencia imaginándome varios combates contra espadachines para vencer a Paul, solo tengo que aplicar lo que aprendí para conseguir deshacerme de él.
El primer paso es preparar el siguiente hechizo para que se vaya originando frente a mí, es una bola de fuego dirigida contra su cara, aunque no le he dado toda la velocidad posible.
"¡Sólo con esto...!"
El tío comprendió que la bola de fuego no era un problema y se preparó para recibirla levantando su espada, aprovechando el momento en el que golpea el anterior hechizo, conjuro uno nuevo combinando Agua y Tierra para crear arenas movedizas bajo sus pies.
Como esperaba, consigue romper la bola de fuego de un golpe, pero sus pies acaban hundidos hasta las rodillas dentro del barro tan viscoso que creé, consiguiendo dejarle inmóvil.
"¡¿Pero qué?!"
Perfecto, hemos vencido.
Estoy totalmente seguro de ello, nuestros enemigos no pueden perseguirnos, y aunque se ha defendido de las bolas de fuego, ya estamos fuera de su alvance. Por mucho que tuviera que cargar con Ojou-sama, tengo claro que en cuanto nos encontremos con gente habremos ganado. En el peor de los casos podría gritar pidiendo ayuda.
.......................Y justo cuando pienso esto.
"¡No pienses que os voy a dejar escapar!"
El tipo ese va y lanza de improviso su espada hacia mí, haciéndome recordar las clases de Paul, en las que me comentó que el estilo Nórdico Celestial tiene una técnica en la que lanza su espada si ambas piernas acaban inutilizadas, para impactar a distancia al oponente.
La espada lanzada vuela a una increíble velocidad hacia mí, e instintivamente supe que no tenía forma de esquivarla, veo como a cámara lenta acaba hundiéndose en su destino, mi cabeza.
Muerte. Dead End.
La palabra muerte cruza mi mente en cuanto comprendo que es el fin.
Algo color té entre rojo y marrón vuela colocándose frente a mí, y al mismo tiempo, oigo como un jarrón impacta contra el suelo rompiéndose en mil pedazos, y en su lugar veo la espada que venía en mi dirección destrozada contra el suelo.
"¿Eh?"
Frente a mis ojos aparece la espalda de alguien, una espalda ancha. Y al levantar mis ojos veo unas orejas sobre la cabeza, comprendiendo que se trata de Ghyslaine Dedorudia.
"Yo me encargo del resto."
Nada más decir eso, el parpadeo en el que su mano se dirigió a la espada de su cintura, un brillante corte rojo recorre el aire.
"......¿Ah?"
La cabeza del asaltante que había atrapado cae al suelo, ¿desde esta distancia? Es imposible que la espada le haya tocado desde aquí.
"¿D-De dónde saliste...?"
En apenas una décima de segundo, vi como la cola de Ghyslaine se movió, y al momento la cabeza del otro agresor también acababa por el suelo, haciendo un sonido que puedo oír hasta desde la otra punta del callejón.
SMACK.
Mi mente fue incapaz de comprender lo ocurrido.
"........"
Me quedé perplejo observando los dos cuerpos inertes a varios metros de mí, varias incógnitas rondaban mi cabeza.
Esto no puede ser real, ¿pero qué ha pasado? No consigo comprenderlo. Esto... ¿han muerto?
"Hm, Ludeus. ¿Sólo hay 2 enemigos?"
Esa pregunta me hace volver en mí.
"Ah, sí, gracias, Ghyslaine-nee-chan."
"No es necesario el nee-chan, Ghyslaine está bien."
Ghyslaine se giró y se puso a hablarme tras, seguramente, comprobar que estábamos bien.
"De repente vi una explosión en la ciudad, y vine corriendo a ver qué era, veo que fue la elección correcta."
"L-les venciste rápidisimo..."
He tardado poco más de un minuto entre que lancé el primer hechizo, agarré a Eris e inmovilicé al otro, y ella nada más aparecer los m-mató, no importa como lo mires, ha sido excesivamente rápida.
"Me encontraba cerca, y tampoco fui tan rápida. Cualquiera de los guerreros de Derudoria podría haber matado a alguien así más rápido que yo. Aunque dime, Ludeus, ¿es tu primera vez combatiendo contra el estilo Nórdico Celestial?"
"No, pero sí la primera vez que he luchado por mi vida."
"Entiendo, pero debes tener cuidado, la gente así no se dá por vencida hasta estar muerta."
Hasta estar muerta... No me extraña, en el momento que ese tío me lanzó la espada contra mí, mis piernas temblaban y pude notar que tenía al menos uno de mis pies ya en la tumba.
Un momento de descuido fue todo lo que hizo falta para estar a punto de morir.
"V-volvamos al palacete."
Si cualquier cosa llega a salir mal, estaría muerto, eso es algo que no había pensado hasta ahora. Estoy en otro mundo, uno en el que hay espadas y magia.
¿Pero qué me pasaría si volviera a morir una vez más...?
Un miedo irracional me hiela la sangre.
4ª Parte
Cuando volvemos al palacete, Ojou-sama cae de rodillas al suelo como si toda su energía se hubiera desvanecido, como si su cuerpo al perder la tensión por la situación hubiera perdido la fuerza para sostenerse.
Las sirvientas asustadas corren hacia Ojou-sama, y viéndolas, la Ojou-sama aparta las manos de ayuda que le ofrecen y se levanta con su propia fuerza temblando como un ciervo recién nacido.
Consiguio ponerse en pie, con sus brazos cruzados bajo su pecho y con la cara del rey Deva, parece haber recuperado su actitud cuando por fin llegó a casa. Viendo su extraña postura, las sirvientas esperon a ver lo que iba a hacer. Finalmente, Ojou-sama me señaló con el dedo y dijo fuertemente.
"¡Prometí que no hablaría hasta llegar a casa! ¡Ahora puedo hablar, ¿no es cierto?!"
"Eh.. sí, ahora puedes hablar, Ojou-sama."
Siento que este evento ha sido un fracaso al escucharla hablar con un tono tan fuerte, un incidente de este calibre no permitiría que un niño violento y arrogante volviera a las andadas. Sobretodo si contamos esa pelea hasta la muerte, al menos yo todavía estoy temblando de miedo, quizás se ha dado cuenta de esto y piensa que hablo mucho pero en realidad soy un miedica.
"¡Te concedo el honor de que me llames Eris!"
Pero su frase me deja patidifuso.
"¿Eh?"
"¡Te he dicho que te concedo el honor de llamarme así!"
.......... Eso implica, que ha ido, ¿bien? ¿Puedo ser su tutor particular? G-Guau,¡¿En serio?! ¿L-Lo conseguí? ¡Fantástico!
"¡Se lo agradezco mucho, Eris-sama!"
"¡No es necesario el -sama! ¡Llámame Eris!"
Viendo a Eris imitar a Ghyslaine, manteniendo esa postura hasta que le fallaron las fuerzas y acabó sentada en el suelo con un suave plop.
Y así fue, como me convertí en el tutor particular de Eris Boreas Greyrat.
Ficha
Nombre: Eris Boreas Greyrat
Posición: Nieta del Lord de Fedora
Personalidad: Agresiva
Su actitud conmigo: Me escucha a veces
Idioma: Solo sabe escribir su nombre
Cálculo: Sumas de 1 cifra
Magia: Está ligeramente interesada
Espada: Iniciada en el estilo del Filo Celestial
Etiqueta: Petición al estilo Boreas
Gente que le agrada: Su abuelo, Ghyslaine
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