Capítulo 42ː Otra Conferencia en el País Demonio
"¿¡Qué estás tratando de hacer exactamente!?" (Marione)
Golpeando la mesa que estaba en frente de él, Marione, el
Debido a que el Puente
"Su Majestad... Nos dará una buena explicación, ¿verdad?" (Marione)
Al ver la cara roja de furia de Marione, la
"Un momento, un momento~, no te pongas tan furioso, ¿vale? Estoy segura de que Su Majestad, sin duda, nos lo explicará." (Shublars)
Al escuchar esas palabras, Marione dirigió su mirada con el ceño fruncido hacia Shublars. Sin embargo, se dio cuenta de que si seguía hablando, la conferencia no sería capaz de progresar. Por lo tanto, Marione de mala gana se controló. Sentado en su asiento, Marione lanzó una mirada asesina a Aquinas, que estaba sentado a su lado. Pero Aquinas, que había cerrado los ojos, no reaccionó a la mirada.
Después de confirmar que el silencio había envuelto completamente la sala, Eveam comenzó a hablar.
"En primer lugar, debo pediros disculpas a todos por las molestias. Especialmente a Marione, me disculpo por no haberte informado de nuestras acciones." (Eveam)
La razón de su engaño era evidente. Cualquiera podía adivinar la razón. Si Marione se hubiese enterado de sus planes, él no se habría quedado de brazos cruzados. Por lo tanto, habría que malgastar tiempo con el fin de convencerle de los planes de Eveam y Aquinas. En el peor de los casos, no habrían podido ejecutar su plan a tiempo.
Si se extendiese la información sobre un plan tan indignante como destruir el puente de antemano, incluso los soldados estarían confundidos. Además, si los Gabranth hubiesen averiguado su plan, podrían haber tomado medidas para prevenirlo.
Es precisamente por esto que Eveam solamente consultó la ayuda de Kiria y Aquinas acerca de su plan.
"Pero, ¿no cree que exageró? Las ideas de Su Majestad ya habían sido establecidas en la última reunión. Al destruir el puente, se las arregló para retrasar la guerra, evitando cualquier daño que pueda suceder hacia los Evila." (Greyald)
Tras la declaración del
"Hablando de eso, destruir ese puente, ¿no contradice la filosofía de Su Majestad?" (Shublars)
"Sí. Es exactamente como dice Shublars-nee-san. Ese puente era lo único que unía a nuestras dos razas. Destruyendo el puente, ¿no es como decir que Su Majestad ha renunciado a la posibilidad de tener juntas a las dos razas?" (Greyald)
Lo que Eveam deseaba era un mundo donde todos dejasen las armas y se unieran para apoyarse mutuamente. Ella no solo quería hacer la paz entre los continentes, sino que también quería que cada individuo viviese en igualdad bajo el mismo cielo.
En un mundo en el que las distintas razas se odiaban entre sí, el puente era el último símbolo restante que actuaba como un hilo conductor entre los dos países. Mientras existiese ese puente, aún había esperanza de que los países podrían eventualmente ser capaces de tratar a los demás como vecinos amistosos.
Sin embargo, Eveam había decidido romper ese hilo. Era algo muy bueno que la guerra pudiese evitarse, sin embargo, para los Gabranth, que habían gastado tanto esfuerzo en preparar la guerra, sentían como si su orgullo hubiese sido pisoteado. Ahora, la oportunidad para una reconciliación exitosa entre las dos razas se había reducido drásticamente.
De hecho, los Gabranth probablemente nunca perdonarían a los Évila por huir de la llamada fase de combate.
"Nuestros preparativos han sido en vano... esto es probablemente lo que están pensando los Gabranth. Haa~" (Shublars)
Las crueles palabras de Shublars traspasaron el corazón de Eveam. Fue, sin lugar a dudas, que Eveam no eligió este método de buena gana. Sin embargo, con el fin de prevenir el estallido de la guerra, no podía pensar en otra forma.
"Incluso nosotros, los Évila, estábamos preparados, ¡ya sabes! Y ahora, ¡todo ese trabajo se desperdició por culpa de Su Majestad en un segundo!" (Marione)
Marione liberó, una vez más, sus quejas reprimidas.
"...No tengo palabras para rebatir su angustia. Sin embargo, ¡todo lo que quiero es proteger a los Évila!" (Eveam)
"¿¡Protegerlos!? ¡No importa qué tipo de poder tengan los Gabranth, los Évila, sin duda, conseguirían la victoria!" (Marione)
"Eso no es lo que quiero decir." (Eveam)
“...¿Eh~? (Marione)
"Si hubiéramos ido a la guerra, podríamos haber salido como vencedores como dice Marione. A nosotros los Évila siempre nos ha enorgullecido nuestra fuerza sin igual." (Eveam)
"Entonces, ¿¡por qué!?" (Marione)
"Incluso con nuestra fuerza... se seguiría derramando mucha sangre, ¿verdad?" (Eveam)
"Grrr... ¿¡Qué gilipolleces estás escupiendo!? Estamos hablando de una guerra, ¿lo entiendes? ¡Es obvio que haya sangre de por medio!" (Marione)
"¡Eso es lo que yo no quiero!" (Eveam)
Eveam alzó su voz con firmeza negando eso. Fue en ese preciso momento en que la sala se quedó en silencio.
"No sólo habrá heridos, sino montones de cadáveres vendrán de ambos lados. ¡No seremos capaces de salir de esta batalla ilesos!" (Eveam)
"S-sí, aunque ese sea el caso, lo único que importa es nuestra victoria, ¿¡no!? ¡Todo el mundo desea dar sus vidas en la batalla y luchar hasta la muerte por el bien de este continente!" (Marione)
"¡Arriesgar sus vidas en una guerra plagada de malentendidos es completamente ridículo!" (Eveam)
“...” (Marione)
Eveam claramente no tenía ninguna intención de luchar. Sin embargo, las otras razas deseaban acabar con el Señor Demonio de los Évila, ya que estaban bajo el malentendido de que el Señor Demonio quería erradicarles a ellos.
"La era del difunto Rey ya ha pasado. Se nos ha confiado la tarea de crear nuestro propio futuro. ¿Por qué las otras razas no lo entienden? No vale la pena gobernar un mundo donde todo se ha convertido en basura. Padres, hermanos, amigos, amantes... ¿Por qué no podemos vivir en paz en este mundo que ya tiene este tipo de cosas maravillosas?" (Eveam)
"¡Qué ignorancia! ¡Su Majestad, es usted totalmente ignorante respecto al estado actual de las cosas de este continente! ¡Entiendo que el que provocó la llama de esta contienda entre las otras razas, no era otro que el difunto Rey! Sin embargo, esa llama ya se ha transformado en una guerra. Con el fin de proteger a los Évila, no, para proteger a nuestra familia, ¡no tenemos más remedio que coger las armas y luchar!" (Marione)
"¡Si hemos empezado el fuego, entonces debe haber una manera de que podamos apagarlo!" (Eveam)
"¡Y yo estoy diciendo la única forma de apagar esa llama es con la fuerza! ¡Esa llama no es tan débil como para ser apagada por palabras vacías que Su Majestad repite sin parar! ¡Si así fuera, entonces esa gente habría pensado lo mismo y habría venido para iniciar una conferencia! ¡Como nada de eso pasó, sólo puede significar que se han preparado para una batalla! ¡Acumulando rencor y odio, la cadena de venganza no puede romperse tan fácilmente!" (Marione)
Como los dos estaban discutiendo, Aquinas fue el único que intentó entrar en la conversación.
"Ya basta, vosotros dos." (Aquinas)
“Aquinas...” (Eveam)
"¿¡Y quién coño te crees que eres para decir eso!? ¡Estás en el mismo bando que Su Majestad!" (Marione)
"No digas nada más que eso." (Aquinas)
"¿Q-Qué...?" (Marione)
Aquinas lanzó una mirada furtiva a Marione, abrumándolo.
"Si continuas hablando, será considerado como un insulto." (Aquinas)
"Tsk..." (Marione)
Es verdad, no importa cuán enfadado estuviese Marione. Decir que las acciones de Eveam eran tonterías, sin duda podría ser considerado como una calumnia hacia la realeza. Incluso para Aquinas, que era una posición más alta que él. No se lo perdonaría a alguien con el rango de Marione.
"Tiene razón, sabes~~ ¿Por qué no vas a enfriar tu cabeza sólo un poco? ¿Eh, Marione?" (Shublars)
Aceptando las palabras tranquilizantes de Shublars, Marione exhaló y decidió contenerse.
"Bueno, creo que tanto los sentimientos de Su Majestad como los ideales de Marione tienen sus propios motivos, ya sabes~. Sin embargo, el puente ya no está y, además de eso, el tiempo se está agotando. Dicho esto, en vez de soltar quejas sobre cosas que ya han pasado, ¿no sería más constructivo empezar a pensar acerca de lo que va a pasar a partir de ahora o algo así?" (Shublars)
Ni Eveam ni Marione pudieron refutar su razonamiento.
"Bien, entonces, ¿Su Majestad? Evidentemente, habrá pensado en qué hacer ahora, ¿verdad?" (Shublars)
"Claro. Es inevitable que los Gabranth vengan con algún otro método para tratar de atacarnos de nuevo. El tiempo que tenemos antes de eso es valioso." (Eveam)
"Sí~" (Shublars)
"En este momento, tenemos que hacer que los Gabranth piensen que es imposible atacarnos." (Eveam)
De hecho, si hubiese una manera de impedir que los Gabranth ataquen, ya no habrá ninguna amenaza contra los Évila. Sin embargo, cuando hizo esa propuesta, todos en la sala miraron a Eveam con duda.
"¿Existe un método para eso?" (Shublars)
Eveam tranquilamente cerró los ojos mientras abría la boca para hablar.
"Nosotros, los Évila, debemos formar una alianza con los Humas." (Eveam)
En ese momento, el ambiente en la sala inmediatamente se congeló. Todos en la habitación dudaban de sus propios oídos. No podían creer que en una situación así, esas palabras salieran de su boca.
"¿Q-qué cree que está diciendo, Su Majestad?" (Marione)
Marione fracasó, una vez más, en controlarse cuando habló.
"Voy a repetirlo tantas veces como haga falta. Los Évila formaran una alianza con los Humas." (Eveam)
"¡Increíble! ¿¡Qué crees que estás diciendo!? En el lapso de esta reunión, ya has dicho muchas estupideces, ¿¡pero una alianza con los Humas!? ¡Deja de bromear, por favor!" (Marione)
"¡Estoy siendo completamente seria!" (Eveam)
"¿Q...qué...?" (Marione)
"A la luz de esta guerra, los Humas que eran espectadores deberían, al menos, estar dispuestos a convertirse en aliados de los Évilas." (Eveam)
"...¿Qué estás intentando decir? (Marione)
"La carta." (Eveam)
"¿Carta? Ah, sí... ¿El tratado de paz que fue enviado tantas veces, pero que nunca recibió respuesta?" (Marione)
Aunque las palabras de Marione contenían algo de sarcasmo, Eveam procedió a explicarlo con tranquilidad.
"Eso es. Debido a los acontecimientos de la guerra anterior, la credibilidad había desaparecido considerablemente. Probablemente debido al hecho de que fueron traicionados después de haber creído en esa carta." (Eveam)
Los Humas han experimentado caer en una trampa debido a la carta, por lo que, naturalmente, dudaban. Por supuesto, todo esto sucedió en la época del Rey anterior.
"Sin embargo, gracias a nuestras acciones, creo que nuestras intenciones de no desear el conflicto han sido transmitidas a ellos. Por lo menos, van a tener algunas dudas sobre nuestros motivos." (Eveam)
Cierto, el Rey Humas Rudolph había dedicado un poco de su tiempo a evaluar la veracidad del tratado de paz.
"En tal caso, dependiendo de las circunstancias, debemos ser capaces de llevar a cabo una conferencia con ellos." (Eveam)
"¿Una conferencia, dices?" (Marione)
"Así es. Por supuesto, una vez que la conferencia sea aprobada, tengo pensado viajar al continente de los Humas." (Eveam)
"¡Imposible! Si acepta una cosa así, ¡esta vez seremos nosotros quienes sean engañados!" (Marione)
"Sí, soy consciente de que podemos ser traicionados." (Eveam)
"¿¡E-Entonces-!?" (Marione)
"Pero si no acepto el riesgo, entonces no vamos a ser capaz de recuperar su confianza." (Eveam)
“Uu...” (Marione)
Al ver los ojos sombríos de Eveam, Marione finalmente entendió que Eveam estaba siendo completamente seria.
"Por supuesto, voy a prestar la máxima atención. Yo me haré cargo de investigar el funcionamiento interno del mundo de los Humas, mientras me preparo para la conferencia."
"¡P-pero aun así...!" (Marione)
Así era, si los Évila querían llevar a cabo una conferencia, debían a cambio aceptar cierto nivel de riesgo. El número de escoltas que podían tener estaba limitado probablemente. También era posible que ella fuese rodeada y emboscada por las fuerzas de los Humas. Después de todo, era su territorio.
A decir verdad, el envío del Señor Demonio a un lugar tan peligroso era una locura.
"T-Te das cuenta de que eres el Señor de los Demonios, ¿verdad?" (Marione)
En un intento de apartar la preocupación de sus miradas, Eveam respondió con una pequeña sonrisa.
"Sí, lo soy. Es por eso que no voy a vacilar de cara a la muerte." (Eveam)
“...”
Aceptando esas palabras, todos miraron hacia ella en silencio.
"No me importa lo peligroso que sea el lugar. Voy a arrastrarme por el barro. Incluso si arrastro mis manos y rodillas. Si es para el bien de los Évila, con mucho gusto voy caminar a través del valle de la muerte."
Marione siempre pensó que Eveam era una chica estúpida con la inteligencia de una niña. Una idiota que se negaba a ver la realidad frente a sus ojos, cuya cabeza sólo estaba llena de pajaritos e ideales.
Una idiota sólo puede avanzar como una idiota, supongo... (Marione)
En los ojos de Eveam no había duda. Puso en sus palabras su convicción seria y firme. Aunque su forma de pensar era todavía inmadura. Su declaración no se parecía a la de un Rey cuando emitía una orden. Siendo inmediatamente elegida como la sucesora del difunto Rey que murió de repente, cualquiera diría que ella era una chica estúpida.
"...Lo siento, pero no puedo dar mi aprobación. Usted está tratando su propia vida muy a la ligera." (Marione)
"Lo sé. Sin embargo, debo seguir adelante con esto. Porque creo que puedo cambiar el futuro. Si no hago esto, estoy segura de que voy a lamentarlo profundamente." (Eveam)
Ella nunca permitiría que una guerra sin sentido como esto volviese a suceder. Ella ya ha meditado lo suficiente.
"Al final, todo dependerá de los Humas." (Marione)
"Así es. Bien, hasta que tengamos la aprobación de los Humas, por favor preguntad cualquier cosa de la que no esteis seguros. Si no tenemos claro este plan, la Conferencia del Tratado de Paz no será muy útil." (Eveam)
"Ya veo~ Incluso si formamos una tregua con los Humas, ellos no van a intervenir necesariamente en la guerra entre los Gabranth y los Évila, ¿Verdad~?" (Shublars)
Eveam asintió con la cabeza a las palabras de Shublars.
"Pero aún así, dudo que los Gabranth vayan a permanecer en silencio sin hacer nada. Podrían hacer algo inesperado, ¿sabes? Y además, esos tipos podrían conocer otras maneras de llegar al mundo de los demonios..." (Greyald)
Lo que Greyald dijo también era cierto. Incluso si ganaban algo de tiempo, sería inaudito que los Gabranth se sentasen y no hagan nada. Básicamente, tenían un límite de tiempo.
"Es como dijo Greyald. Kiria, por favor, prepara el envío de correspondencia ahora mismo. Te lo ruego." (Eveam)
"Como desee." (Kiria)
Kiria, que había estado de pie en silencio además de Eveam a lo largo de la reunión, respetuosamente bajó la cabeza.
"Esta Conferencia termina por hoy. Si la situación cambia, entonces voy a convocar inmediatamente otra conferencia. Podeis iros." (Eveam)
En respuesta a sus palabras, la
"Hay algo de lo que quiero hablar contigo, Aquinas." (Ornoth)
Ornoth quería escuchar los pensamientos de su amigo Aquinas sobre algo que no tenía nada que ver con la destrucción del puente.
"Me siento mal por ti. Parece que algunos de los subordinados de Marione han husmeando en tus asuntos." (Aquinas)
"Es verdad. Marione-dono parece tener poca fe en mí." (Ornoth)
"Bueno, si llega a ser un dolor de cabeza para ti, trataré de hacer algo al respecto." (Aquinas)
"No, por favor, no me involucres en esto. Si tienes ganas de hacer algo, por favor, hazlo con discreción." (Ornoth)
Ornoth habló mientras se reía en sus adentros.
"En cualquier caso, ¿qué piensas de la decisión de Su Majestad?" (Ornoth)
"¿La alianza?" (Aquinas)
"Sí. ¿No crees que es un poco imprudente?" (Ornoth)
"Incluso si es imprudente, no es imposible... al parecer." (Aquinas)
"...Ya veo." (Ornoth)
Por un momento, el rostro de Ornoth mostró una expresión perdida. Si leías el significado de las palabras, ser imprudente significaba que existía la posibilidad de tener éxito
"Pero aún así, una alianza, eh... Los Gabranth seguramente no se quedarán en silencio." (Ornoth)
“Obvio.” (Aquinas)
"Y además, ¿los Humas no habían invocado Héroes con del fin de derrotarnos a los Évila?" (Ornoth)
“Así es." (Aquinas)
"Aquinas, amigo mío, ¿crees que este plan tendrá éxito?" (Ornoth)
"...No podría asegurarlo. Pero..." (Aquinas)
"¿Pero?" (Ornoth)
"Nuestro deber es proteger al Señor de los Demonios. Incluso si... tenemos que erradicar a todo lo demás." (Aquinas)
"...Yo realmente espero que eso no suceda. Incluso yo no quiero privar imprudentemente a un pueblo de su vida." (Ornoth)
Aquinas se puso de pie y comenzó a moverse. De repente, se detuvo.
"Su Majestad ha cometido muchos errores. Sin embargo, ella sigue siendo nuestra Señora. No podemos permitir que ella muera." (Aquinas)
"Sí." (Ornoth)
Y así, los dos hombres salieron de la sala de conferencias.
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