jueves, 22 de marzo de 2018

Iris en Días Lluviosos 3.4



BATERÍA =01:28:13

Un viento frío hizo eco a través del curso de agua. Y se detuvo repentinamente en un instante.

Lilith dejó de moverse.

— ¿Lilith? — Pregunté mientras ella retorcía su nariz, volteándose para mirarme con ojos húmedos.

— ¿Escuchas algo? ― Lilith sonrió mientras decía calmadamente.

Yo ajusté mis configuraciones auditivas al valor más sensible. Podía escuchar el sonido de la lluvia, el viento, el agua que fluía, y…

Pasos humanos.

Pasos de muchas personas.

— Parece que todavía nos persiguen.

Lilith mordió sus labios.

El asunto que ella estaba pensando me fue transmitido a través de sus hombros temblorosos. Ya que la armada estaba aquí, eso significaba que la fuerza que había podido bloquearlos se había ido. Sin embargo, ni Lilith ni yo volvimos a mencionarlo. Si lo mencionábamos, Lilith lloraría y yo también me sentiría adolorida. Caminamos hacia delante rápidamente. Usando la iluminación de mi configuración visual, continuamos caminando en los pasajes del curso de agua. A veces, escuchaba las voces de los hombres reflejadas allí dentro.

— ¡Mira! ― Lilith dijo en voz baja.

— La salida.

Miré al techo. Había una escalera en la pared y un agujero sobre ella. Se parecía al hoyo por el que habíamos entrado.

— ¿Ya llegamos a la Ciudad Oval?

— Sí, probablemente estemos en la ciudad ahora.

— ¿Qué deberíamos hacer?

— Solo podemos salir… Tarde o temprano se darán cuenta que estamos aquí si nos quedamos.

Justo desde ahora, las voces y los pasos de los hombres se hacían cada vez más y más fuertes.

— Sujétate con fuerza.

Cargándome en su espalda, Lilith se agarró de la escalera de la pared, y escaló un peldaño tras otro. Después de treinta segundos, la cubierta de metal redondo apareció arriba de nosotras. Esa sería la salida de los canales.

En lugar de Lilith quién había perdido su brazo izquierdo, estiré mi brazo, poniendo cuidadosamente a un lado de la cubierta de los canales. De las junturas salió gradualmente una luz.

Cuando la tapa estuvo entreabierta, Lilith asomó su cabeza.

— ¡Sí, que suerte!

Abrió la cubierta completamente, permitiéndome salir primero, entonces saltó después de mí.

Probablemente porque ya era de día, el mundo esperado por tanto tiempo en el suelo parecía excepcionalmente penetrante. El lugar por donde salimos fue un callejón ubicado entre edificios en el cual había basura dispersa por todas partes y agua sucia en el suelo. ¿Eran los sonidos que venían de lejos los de un motor?

Lilith cerró la cubierta de los canales, y entonces gritó con voz triunfante como si se estuviera alentando a sí misma:

— ¡Bien, este es el segundo acto del escape!

En ese momento, pensé que al fin había escapado del agarre de la armada.

Sin embargo, fuimos demasiado ingenuas. Debí haber imaginado que si eran astutos, colocarían puestos fijos en las entradas del canal.

— Entonces, vamos, Iri…

Sus palabras fueron interrumpidas antes de que terminara de hablar.

Dos rayos de luz penetraron su cuerpo.

BAT ERÍA =01:24:41

―¡Ah…!

Como una marioneta que perdió las cuerdas, el cuerpo de Lilith se dobló, cayendo al suelo.

― ¡Lilith!

― ¡Uuu…! ― Lilith presionó su pecho con la mano, acurrucándose en el suelo. Grandes cantidades de aceite de máquina negro salió de su cuerpo, expandiéndose en el suelo como un charco de sangre.

― ¡No te muevas! ¡Es una orden!

Un rugido furioso resonó en el pequeño callejón, dos hombres que vestían uniformes militares corrieron hacia nosotras. Sostenían pistolas láser con las manos.

― ¿Qué es eso?, hay otro.

Uno de los hombres parecía haber notado mi presencia.

― ¿También vamos a encargarnos de "este"?

― Mnn, así es ― Decidieron despreocupadamente mi muerte como si estuvieran discutiendo el menú de su almuerzo.

Una pistola apuntaba hacia mi rostro. El calor que aún quedaba en ella hizo que saliera humo.

— Ahhhh, ¿Voy a morir?

Observé con la mirada vacía el arma. Como la vez en que fui desmantelada, no podía sentir la muerte venidera, y comencé a huir de la realidad…

En ese momento.

―¡ Kaaaaaaaaa!

Lilith se puso de pie mientras rugía como una fiera, chocando contra el hombre que estaba enfrente. Éste perdió el equilibrio de inmediato.

Utilizando esta oportunidad, Lilith agarró mi brazo izquierdo, escapando rápidamente.

Una frase familiar de "¡Deténganse! ¡Es una orden!" vino desde atrás, pero ella continuó corriendo como el viento.

Después de que atravesamos el callejón, llegamos a un camino amplio. Unos autos estaban pasando por la carretera frente a nosotras.

― ¡Ahh! ¿¡Qué es eso!?

Una mujer que pasó por allí gritó al vernos. Al observarme con solamente la parte superior de mi torso y a Lilith, que tenía aceite de máquina escurriendo de su pecho y únicamente un brazo, la multitud circundante comenzó un alboroto.

Los rugidos furiosos de los militares se acercaron desde atrás. Después de pensar por un momento, Lilith corrió hacia la carretera.

― Lilith, ¿A dónde va…?

― ¡Iremos en eso!

En la dirección a la que Lilith estaba gritando, había un pequeño camión esperando a que las luces cambiaran a verde. En el instante en que lo hicieron y el camión comenzó a moverse, Lilith me lanzó en el remolque y se metió después de mí.

Después de eso, el camión se movió.


BATERÍA =01:16:56

Sonidos de sirenas hacían eco a nuestro alrededor, pero el camión seguía avanzando por la ciudad.

— ¡¿Lilith, Lilith, estás bien?!

En el remolque del camión, llamé frenéticamente a Lilith.

Su rostro se retorcía de dolor. Habían hoyos del tamaño de un puño en su pecho y en su abdomen, los tubos expuestos al aire como serpientes locas salpicaban aceite a su alrededor.

— Iris…

— ¿Qué..qué pasa?

Para que pudiera escuchar mejor sus palabras, acerqué mi rostro hacia ella.

Ella dijo con voz ronca:

— Bájate del auto inmediatamente después de pasar la calle más transitada.

— Pero… — Miré sus heridas. No cabía lugar a dudas, estaba muy mal herida…. No, mortalmente herida. Por otra parte, no podía moverme porque había perdido la parte inferior de mi cuerpo. Mi sistema que tenía tres circuitos principales estaba ileso. Sin embargo, Lilith era otra historia. La gran cantidad de aceite de motor que salía de ella mostraba que sus circuitos de importancia estaban evidentemente dañados.

A pesar de todo, levantó la parte superior de su torso. Entonces, tuvo una tos con aceite de motor negro.

— ¡Lilith!

— Estoy bien. — Ella se limpió el aceite de motor que estaba a un lado de su boca con su mano izquierda, sonriéndome con fuerza. — Este es solo un pequeño problema.

En contraste con sus palabras, un líquido negro salía constantemente de su pecho y abdomen.

Después de que el camión avanzara por unos cinco minutos, pasamos el centro de la ciudad y llegamos a un camino suburbano abandonado.

— Vale, salta.

Lilith me abrazó. Maldije mi incapacidad para moverme mientras me sentía asombrada por su robustez.

Aprovechando la oportunidad cuando el camión desaceleró, Lilith saltó del remolque… en lugar de “saltar” sería más apropiado decir que “rodó”. El camión no reparó en nosotras y se fue como si nada hubiera pasado.

Lilith se puso de pie inestablemente y miró a nuestro alrededor. Tuvimos suerte de que nadie estuviera cerca.

— Ah, entremos.

En frente de Lilith había una casa vieja. El nombre del agente de la corredora y las palabras “Se vende” estaban escritos en un letrero.

Lilith me cargó en su espalda otra vez, y caminó hacia el patio trasero de la casa con pasos inestables. Como era cargada en su espalda, no podía hacer nada. Pasamos por la entrada y caminamos hacia el jardín. Estaba compuesto de tierra desierta llena de mala hierba.

Ella se recostó debajo de la cornisa. Siempre y cuando no entren personas al jardín, no podrán vernos desde la calle.

— Lilith… ― Dije su nombre como si estuviera suspirando.

El cuerpo de Lilith ya no podía seguir resistiendo más. Probablemente ya que su posición no fue buena al saltar, bastantes cables y circuitos sobresalían de los hoyos en los que le habían disparado. Los tubos por los que pasaban corrientes de energía se retorcían como una criatura viva, dando chispazos a su alrededor.

…Si esto continua, el nivel de su batería…

— Jeh… jeh… Esto es malo… — Lilith dijo con tono relajado y tocó su pecho mientras conservaba su postura. Quiso usar sus manos para devolver sus circuitos expuestos a su cuerpo, pero fue inútil.

— Iris.

— ¿Qué pasa?

— Bueno… ― Sacó una caja cuadrada del hoyo en su pecho.

Era una caja de cartón que estaba teñida por el aceite de motor.

— Ábrela.

La abrí siguiendo sus instrucciones, dentro de ella había una tarjeta de plástico. El nombre de un banco estaba escrito en la tarjeta.

— ¿…Una tarjeta de crédito? — Miré a Lilith.

— Así es. La contraseña es HRM019, mi número de certificación.

No sabía qué quería decir. ¿Por qué me pasaba la tarjeta de crédito en esos momentos?

— También, en el fondo de la caja…— Lilith me dio instrucciones tranquilamente. — ¿Hay un papel ahí, verdad? Ábrelo.

Abrí el papel del fondo de la caja de acuerdo a sus instrucciones. Era un mapa de la Ciudad Oval y de una ciudad vecina. Solo había un lugar marcado con un círculo.

— Es una tienda de partes chatarra.

Mientras decía eso, aceite de motor negro goteó de la comisura de sus labios.

— ¿Recuerdas? Te lo mencioné antes. Un robot llamado Lightning.

Lightning… ese parecía ser el nombre del robot que trabajaba en la tienda de partes chatarra que Lilith había mencionado antes. Un robot grande semejante a Volkov.

— Ve allí y pídele que te repare.

— Es… Está bien.

— Ten cuidado al trasladarte. Debes esconderte inmediatamente después de eso, te recomiendo que te escondas debajo de los autos. Y también…

— Es-Espera un momento. ¿T-Tú no vas? ― La interrumpí, inquieta.

— Idiota… Por supuesto que no puedo ir en este estado.

— Cuando llegue a la tienda de partes chatarra, le pediré que venga a ayudarte. Así que solo espera aquí…

— Iris, escucha… ― Esta vez, Lilith me interrumpió.

Su tono era bastante decidió, pero su mirada comenzaba a descolorarse. El brillo de sus ojos se oscureció, indicio de que el nivel de su batería era bajo.

— Ya no puedo seguir adelante.

Al escuchar eso, mi pecho encogió.

— Lilith, no digas eso. Si se lo pido a la persona de la tienda, tú…

Lilith agitó su cabeza vigorosamente, un líquido descendía por su cuello.

— No, no te reparará si no tienes el dinero suficiente. Definitivamente no.

— Lilith, espera un poco. No puedo simplemente dejarte aquí e irme.

Le rogué mientras la observaba. Sin embargo, Lilith agitaba su cabeza y decía:

— No importa, apresúrate.

Abandonar a Lilith y huir sola. No puedo hacerlo y no lo haré.

Le devolví la caja de cartón.

—…No. Definitivamente no quiero escapar sola. Es por eso que no voy a aceptar esto.

En ese instante.

— ¡Iris Rain Umbrella! — Lilith agarró mi hombro con su mano izquierda, ensanchando tanto sus ojos que llegó a ser aterrador. — ¡No seas tan ingenua!

Su rugido de enojo hizo que me encogiera. Su ferocidad hizo que todo mi cuerpo se sacudiera.

— ¡Escucha, debes seguir viviendo! ¡Solo con tener esa tarjeta, podrías ser reparada! ¡Pero yo ya no puedo continuar! ¡Así que solo tú puedes ser restaurada!

— ¡Pe-Pero!

— ¡Sé valiente! ¡Debes ser lo suficientemente valiente como para vivir incluso estando sola! ¡Este mundo no es tan simple! ¡Si eres débil, te convertirás en desperdicios metálicos!

Tosió violentamente con algo de aceite de motor. El líquido negro también se esparció sobre mi rostro. A pesar de eso, prosiguió.

— ¡Muy bien, vete! ¡Más rápido!

— ¡Pero, pero!

— ¡Iris! ¡No me des más problemas!

Lilith me observó con expresión. Mientras sostenía sus manos, dije repetidamente como una niña consentida:

— No, no quiero….

De esa forma, me negué por bastante tiempo.

Una sonrisa gentil emergió repentinamente en el rostro de Lilith.

Ella levantó su mano, tocando a penas mi rostro. Su cara estaba con aceite de motor.

— Iris. Déjame enseñarte algo. ― Me dijo Lilith como si me estuviera instruyendo. — Este mundo… es más fortuito de lo que piensas… Este lugar está lleno de grietas inesperadas, siempre que pienses de muchas formas diferentes, podrás seguir viviendo.

Sus esbeltos dedos me tocaron cariñosamente, mientras yo observaba con la mirada vacía cómo se apagaba poco a poco la luz en sus ojos.

— Es por eso que está bien. Incluso si estás solo, aún así puedes seguir viviendo… Confía en ti. Porque…Ella miró directamente a mis ojos, y dijo con voz ronca. — Eres un robot que fue amado hasta el último segundo.

Después de decir eso, la energía se fue de la mano izquierda de Lilith y cayó de mi rostro.

No hablé.

Lo que Lilith había dicho debía ser corregido. En comparación conmigo, que no sabía nada, ella, que había vivido por cuenta propia probablemente tenía razón.

Sin embargo, a pesar de todo, todavía no puedo estar de acuerdo con ciertas cosas que ha dicho.

¿Qué debo hacer? ¿Si yo fuera la Profesora, que haría en una ocasión como esta?

Cierto, la Profesora…

— Liliht, escúchame.

Abrí la cubierta de mi pecho y saqué el estuche de cigarrillos. Era un recuerdo que guardaba la foto en que salíamos la Profesora y yo. Después de abrir la tapa, tomé el cigarrillo circular en forma de 8 que contenía.

— Hace tiempo, la Profesora me dijo. Somos tal y como cigarrillos circulares en forma de 8… Mira, esto hará que el 8 en dos círculos…

Rompí el cigarrillo en forma de 8 a la mitad. Uno de los círculos lo usaría alguien que quisiera dejar de fumar, la otra parte sería usada como cenicero. Después de eso, junté los dos cirulos otra vez.

— Ves, es un 0 si solo hay uno, y aquí habría otro 0. Pero si los combinas obtienes un 8. Su combinación los hará más poderosos… ese es el número 8, y esas somos nostras.

Ese era un punto de vista que aprendí de la Profesora, una observación casual que hizo ella en una de sus clases especiales. Al ver el cigarrillo circular de la Profesora, lo recordé.

Lilith miró al cigarrillo en mis manos, y balbuceó en un tono de voz casi imperceptible.

— ¿Acaso no es esto… demasiado hipócrita…? — El resplandor de sus ojos ya casi se había ido por completo.

No me importa si lo que hago es un acto de hipocresía. Simplemente no quiero que ella muera, no quiero que pierda los deseos de vivir. Entonces, continué hablando.

— La Profesora y yo, Lilith y Volkov, y ahora Lilith y yo, somos como los cigarrillos en forma de 8, dos de nosotros pueden combinarse perfectamente. Si fueran dos no serviría de nada. Así que, Lilith…

Mi voz electrónica sonó bastante similar a mi voz original en este momento.

— Definitivamente te salvaré.

Lilith no habló.

Solo pestañeó y cerró sus ojos.

En este punto, su batería finalmente se terminó.










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