sábado, 19 de mayo de 2018
Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol3 cap4.4
Parte 4 – La Chica Más Feliz del Mundo
Cuando llego, la chica se encontró parada en medio de unas ruinas sombrías. Una niña familiar al borde de las lágrimas estaba parada ante ella.
¿Qué sucede, Elq? La memoria de la chica apenas recordaba ese nombre. ¿Tuvo un mal sueño?
El cuerpo de Elq de pronto tembló. […Kutori…] Ella miró hacia la chica y murmuró el nombre de alguien.
La chica se preguntaba por ese nombre. Sonando extrañamente familiar. Luego de pensarlo, ella se dio cuenta, en efecto, su propio nombre. Un nostálgico sentimiento doblego a la chica, como si ella fuera a reunirse con un viejo conocido. Escuchándolo ahora, sonaba más como un raro nombre. Era difícil de recordar, difícil de decir, y, lo más importante, no muy encantador.
[Lo siento.] Elq dijo.
¿Por qué?
[Sabía que sería así. Sabía que sería difícil.]
Ah, no te preocupes. De hecho, debería agradecerte. Debido a ti, debido a que mantienes los ojos cerrados, fui capaz de mantener mi promesa. fui capaz de regresar al lugar al que pertenecía. Aunque lucía casi como si estuviera pérdida no quiero perder…
[Kutori.]
Tengo un deseo. Este probablemente sea el último.
[Pero…]
No puedo recordarlo con precisión, pero siento que hay alguien a quien quiero salvar. Hay sentimientos que quiero transmitirle.
[¿No importa qué?]
No importa qué.
[Es hora, en verdad iras, ¿sabes?]
Quiero decir, estoy lista para irme. Además, lo entiendo ahora. Es solo quien soy, ¿cierto? Esa es la razón por la que fui escogida por Seniolis, ¿no es así?
[……]
Ahora entiendo todo. Pero te lo pido. Por favor. Solo una vez más. Deja que regrese.
Una chica con cabello rojo lentamente se levantó de la cama.
[Umm…]
¿Dónde estoy? ¿Quién soy?
Ella no podía recordar nada, como si fuera una densa niebla en su mente, o más como una obstrucción con lodo. Con un alto ruido, todo el mundo parecía sacudirse violentamente. De algún lugar lejano en la distancia, ella escuchó el sonido del mental aplastándose. ¿Este es un campo de batalla?
La chica encontró el camino a la salida y se paró de un pasillo. Ella vago sin rumbo hasta que encontró un lugar con buena vista. El muro casi por completo caído, revelando el vasto cielo. Mucho del vivido azul ya se había oscurecido a una luz purpura, y algo de ella ya se había tornado a un rojo profundo. El crespúsculo.
[¿Kutori?] Una voz casi como un grito sonó detrás de ella.
Dando vuelta, ella vio a una chica colapsada en el sucio suelo del corredor, yaciendo con sus piernas y abrazos esparcidos. Una gran e intensa cantidad de Venom parecía emanar de ella, pero las pesadas heridas por su cuerpo debieron hacerle incapaz de moverse.
[¿Eres idiota? Es peligroso… si estás despierta, ve a esconderte a alguna parte.]
¿Conozco a esta persona? La chica pensó. La persona en el suelo parecía reconocerla. La chica, sin embargo, no recordó en nada la nueva cara. Quizás ese fragmento en su mente ya había desaparecido desde hace tanto.
Aunque el gran hoyo en el muro, por fuera las rodantes formas de rojo y azul, la chica miro la pequeña figura de una persona. Con cada segundo, se hacía más y más pequeño, amenazando con perder en cualquier momento.
[Ah.]
La chica lo recordó. Era él. Ella no podía recordar su nombre, pero él siempre fue una persona importante. Ella no podía tener la certeza, pero vagamente no tenía el sentimiento que él fuera una persona que necesitara más problemas y ponerlos todos juntos. Pero de todos modos, ¿por qué él está cayendo? Ella estaba muy segura que él no tenía alas ni nada, así que si continuaba su curso, ¿él no colisionaría con el suelo y moriría?
[Supongo que no me queda de otra.]
Una buena espada yacía cerca, así que la chica lo recogió. El nombre de la persona grabada en el mango era ‘Desperatio’. Servidor de Esperanza. Un nombre acorde, la chica pensó.
[Deja. No te vayas.] La del suelo lo dijo. [Ya no tienes que pelear. No necesitas sacrificarte. Nosotras pelearemos por ti. Así que—] Quizás porque sus pulmones estaban heridos, ella necesito una pausa para toser. [—Si no necesitas pelear más, entonces no. Al fin puedes perseguir la felicidad, así que hazlo. Si no tienes, ¿para qué estamos peleando?] Ella desesperadamente lo dijo. Parecía como si su consciencia empezara a dudar, probablemente de incinerar Venom.
[Perdón. Pero nunca seré capaz de vivir feliz ahora.] La chica lo dijo al empezar a derramar Venom en Desperatio. La espada aceptó el poder, como si siempre hubiera sido parte del cuerpo de la chica. [Es porque me di cuenta. Ya he sido feliz por un largo tiempo ahora.]
Entonces, luego de mostrar una extraña sonrisa, la chica dio un paso a lo que quedaba del muro y se lanzó al interminable cielo.
Su cabello floto en el viento. El Venom dentro de su cuerpo ya había pasado todo su potencial.
Muchos libros quemados cayeron. Una serpiente nadando en llamas. Una luna planteada.
Extrañas imágenes y voces llenaron la cabeza de la chica. Fragmentos de su mente estaban desapareciendo una tras otro.
Un barco pasando por las estrellas. Un filoso carámbano. Una cúpula rota.
Todo se fue. Divertidos momentos. Momentos dolorosos. La chica podía sentir que su mente firmemente desaparecía, blancas piezas de papel.
Buena suerte.
Una sonrisa naturalmente se esparció por la cara de la chica.
Willem ahora en verdad se arrepentía de nunca completar su análisis de técnicas del aire. Bueno, desde luego, es cuestionable si él sería capaz de producir resultados incluso si terminaba el tratamiento, dado por su falta de talento, pero no podía dejar de pensar ‘¿qué sí?’.
Él había sido rodeado por Bestias y aseguro a la inconsciente Nephren en sus brazos. Luego, con la absoluta cantidad máxima de Venom en su cuerpo pudo incinerarse, él se las había arreglado para rechazar una gran cantidad de la caída de impacto. Sin embargo, la colisión con el suelo haría papilla su cuerpo. Ahora, él simplemente rodaba en la arena cenicienta, aunque sostenía a Nephren. La fricción indicaba que su piel se había rasgado, partiéndose y luego hiriendo la piel expuesta.
[Agh… ah…]
Al final, él se detuvo. Se las arregló para toser una mezcla de aire y sangre de sus pulmones aplastados. Un sentido de entumecimiento había sobrepasado cada parte de su cuerpo. Eso probablemente era algo para agradecer. Si sus receptores de dolor trabajaban apropiadamente, él probablemente estaba loco. Eso es en cuánto daño había sido infligido en su cuerpo.
Esto es malo.
Willem había sobrepasado al punto donde podía hacer un último esfuerzo. Lo más probable, él nunca sería capaz de moverse otra vez. Por desgracia, el inminente daño no lo dejo del todo. Las Bestias que no había muerto durante su caída empezaron a reunirse por la arena que los rodeaba. Sobre todo, las Bestias que se quedaron atrás en el suelo cuando la aeronave despego empezaron a acercarse más. Probablemente el número no era más que a 100.
Algo. Debe haber algo.
Su consciencia se sentía que podía cortarse en cualquier segundo, pero por ese momento él se las arregló para apenas mantenerse conectado y desesperadamente forzó a sus pensamientos correr. Pero nada salía por su mente. Todas las posibles situaciones lo llevaban al mismo final: su muerte. Él crujió sus dientes, los cuales casi la mitad estaban rotos.
No puedo… no puedo dejarlo al futuro ahora.
[Y luego te quedaste a su lado para protegerla por siempre ¿cierto?]
Él recordó la repentina sonrisa de su maestro que salió de la cabeza de Willem. ¡Cállate! No es tiempo para recordarlo. La imagen, sin embargo, no si iba tan fácilmente.
[¡Regocíjate, Quasi Brave! Nunca serás capaz de convertirte en un Regal Brave.]
Cuando escucho que dijo eso, Willem lo había medio escuchado y no pensó en mucho, pero ¿qué significaba para su maestro? Convertirse en un Regal Brave requería un trasfondo especial. Willem, sin embargo, absolutamente no nació, creció o el destino con algo único. Y él sabía eso mejor que nadie. ¿Y por qué su maestro sentía que necesitaba decírselo otra vez?
¿¡A quién le importa eso ahora!?
Una de las Bestias se acercó junto en frente a sus ojos. Willem quería pelear, pero no podía levantar un solo dedo. Era el fin. Un pequeño brote de resignación empezó a esparcirse de su interior. Al mismo momento, su consciencia empezó a desparecer rápidamente.
Lo lamento, Nephren. No pude protegerte.
Lo lamento, Kutori. No puede traerte felicidad.
Y… y…
En el segundo antes que toda la consciencia de Willem fuera tragada por oscuridad, él pensó que vio a alguien aterrizar justo a él.
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