sábado, 19 de mayo de 2018

Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol3 cap4.1



Parte 1 – El Sospechoso Emnetwyte

Durante el tratamiento, Willem descubrió que Noft estaba muy delicada. Todo el tiempo, su cuerpo se retorció y sus piernas y brazos se azotaban, haciendo muy difícil su prueba. Él eventualmente consiguió ayuda de Kutori; si no, quién sabe cuánto les habría tomado. Probablemente también terminaría con más que un moretón en sus ojos.

Lantolq, por otra parte, probó ser molesta por una razón totalmente diferente. Todo el tiempo que Willem presionaba sus dedos en su espalda, ella sacaba raros gemidos. Bueno, Lantolq lucía muy madura a su edad, pero si él escuchaba esa voz Willem sentiría como si estuvieran haciendo algo inapropiado y tuvo que pausar su trabajo.

Como resultado, el tratamiento tomó más de lo que originalmente esperaba. La filosa mirada de Kutori paso por atrás de su nuca por casi todo el tiempo que ayudo a Willem.

Más antes, Noft y Lantolq les dijeron que el ataque de esa Bestia había ocurrido esporádicamente luego de caer la Saxifraga. Ninguno terminó siendo una gran amenaza, y el par fácilmente se encargó de los intrusos. Sin embargo, por la inspección, Willem descubrió que ambas sufrieron de un ligero envenenamiento de Venom, lo que llevaba a un tratamiento laborioso.

El Venom actúa como un opuesto a la fuerza de vida. Incinerar el Venom inevitablemente llevaba a un desorden de la energía vital, y si uno incinerara una fuerte flama, continuamente en uso por mucho, o usada repetidamente en lapsos rápidos el estado de desorden podía persistir incluso luego de la batalla, gradualmente siendo más y más difícil de curar.

El tratamiento que Willem acaba de realizarle a las dos chicas es una de las contramedidas para esa condición. Involucraba estimular los puntos apropiadas de la acupuntura con el fin de ajustar el flujo de sangre y forzar el descanso de los músculos. Una vez se conoció bien como una técnica práctica para los médicos de campos de batalla, retrocediendo al mundo anterior.

[Bueno, ¿cómo se sienten? ¿Mejor?] El exhausto Willem pregunto.

Las dos chicas intercambiaron miradas.

[Mi cuerpo se siente tan ligero… da algo de miedo.]

[Si no estuviera fatigada luego de una intensa batalla no es el sentimiento correcto.]

Parece que su tratamiento funcionó apropiadamente, pero luego las respuestas que recibió no parecían entusiastas o de agradecimiento. Ya que Willem se presentó ayer, su actitud hacia él había sido menos astral. Bueno, Willem podía entenderlo. Para ellas, el Segundo Técnico Willem Kumesh no era más que un hombre sospechoso que de pronto apareció en frente de ellas y empezaron a actuar como si estuvieran bajo su control. Mientras él se identificó, y Kutori y Nephren lo respaldaron, Willem todavía no había pasado tiempo tratando de construir confianza a nivel personal. Por lo que entendía que fueran precavidas con él… o eso pensó. Al parecer, había más.

[Pero… eres un Emnetwyte, ¿verdad?] A su pregunta, Lantolq revelo la razón de su actitud. [Si solo fueras un fraude sería otra historia, pero Kutori y Nephren verificaron la verdad. Significa que perteneces a la raza maldita que destruyó la tierra. Aceptarlo tan fácilmente es una opción poco natural aquí.]

Willem podía ver a donde llegaría. Hasta ahora, él nunca recibió ese tipo de respuesta de las personas a las que revelo su identidad, pero tal vez solo era debido a la suerte. Cuando pensaba en ello, el punto de vista de Lantolq tenía sentido como una reacción natural.

[No es como que personalmente hubiera hecho algo…]

[Además, esa indiferente y casual actitud que tratas de mantener es sospechosa. Es como que trataras de esconder tus verdaderas intenciones, o estás acostumbrado a tratar con mujeres… bueno, entiendo eso si me mantengo viendo a las pequeñeces, pero…]

[Entonces no lo hagas… ¿acostumbrado a las mujeres? Un gran malentendido. Demando que retires lo dicho.]

[Te agradezco que salvaras a Kutori de sus planes de muerte. Y de tu tratamiento de hace rato, parece que tus habilidades son confiables. Solías ser un… Quasi Brave, ¿verdad? No tengo duda que fuiste un guerrero con tal título. Probablemente te especializaste más para las batallas que nosotras, que vivimos y morimos por un solo propósito. Pero aun así, no es suficiente evidencia para jugarte como un personaje inofensivo.]

[Qué más diablos necesitas…]

[¿Sabes cómo los Emnetwyte liberaron a las 17 Bestias en el mundo?]

[Escuche algo del Gran Sabio, acerca de cómo las Bestias fueron armas biológicas desarrolladas por la organización anti-Imperial y True World y esas cosas.]

[Armas biológicas.]

[Sí, eso es lo que me dijo.]

[Entonces eso significa que debe haber un ser original del arma que fue hecha, ¿cierto? ¿Tienes alguna idea de qué pudo haber sido?]

[Ni idea. No creo que sea muy importante. Probablemente capturaron una nueva especie de Monstruos o algo así.]

[Ya veo.]

[¿Eso es todo?]

[Es todo.]

[Ya veo…]

Y es como la conversación de Willem con Lantolq prosiguió.

[Particularmente no te odio ni nada.] Noft respondió a su pregunta. [No luces tan alto y fuerte o eso, de hecho luces flácido. Además, si Aiseia y Nephren confían en ti entonces supongo que no tienes esos malos pensamientos. En realidad, parece que no tienes esos pensamientos, pero…]

[No puedo decir si me estás insultado o elogiando…]

[Aunque, no puedo confiar en ti del todo. Confió más en el juicio de Lan, pero mientras ella no confié en ti, yo tampoco puedo.]

[Ya veo…]

Y fue así la conversación con Noft.

[No creo que tengas que preocuparte por eso.] Tal vez era porque el humor sin coraje de Willem aparecio que, Nephren camino a él. [Esas dos siempre han sido así. No son del tipo que odian en serio a alguien, por lo que estoy segura que su actitud se relajara muy pronto.]

[Sí, supongo…]

Ellas no parecían niñas malas. Lantolq solo trata de pensar las cosas con su propia lógica, y Noft simplemente confiaba en ella. Willem no tenía razón para ser hostil a sus sentimientos.

[Gracias, Nephren.] Sus palabras se encontraron a una mirada perpleja. [Siempre me apoyas. Lo aprecio tanto.]

[Nn… no es eso.] Nephren respondió con su usual expresión difícil de leer. [Pareces como si fueras a ceder si te dejo solo.]

[¿…Ahora luzco débil?] Él pregunto, algo dolido. Sin embargo, Nephren, nunca respondió.

El empaquetado de la excavada de la fuente parecía ir lento. Uno a uno, cajas de manera llenaron la aeronave, que olían a hierro y aceite. Luego de recibir permiso de la persona a cargo del trabajo, Willem abrió una de esas cajas y saco un bulto envuelto fuertemente en trapos sucios por dentro.

[Cuidado, si lo tocas puedes tomar la maldición de los Emnetwyte.] Un amable Orco trabajador le advirtió.

[Gracias por el aviso, no tienes que preocuparte. Soy un Emnetwyte.]

[Hahah, ¿no estás algo viejo para jugar a eso?] Con una risita, el trabajador se fue caminando.

[¿…Él creyó que era un delirio de un adolescente?]

Bueno, incluso si decía la verdad, para la mayoría de personas los Emnetwyte eran legendarias encarnaciones del mal. Si alguien de pronto declaraba que ellos pertenecían a tal raza, únicamente asumirían que era un delirio. Willem necesitaba ser más cuidadoso en el futuro.

Cambiando su concentración de la espalda a su mano, Willem sostuvo el contenido del bulto—una larga espada compuesta de docenas de metales fragmentados—en sus ojos. No había duda: era la Kaliyon Lapidem Sybilus.

Él no tenía idea por qué había estado aquí en Gomag. Navrutri estaba al Este de Garmond, y no pensó mucho del imperio. Willem no podía pensar en la razón por qué habría estado aquí, en la frontera del imperio, luego de la batalla con los Visitors y la Poteau.

[Ah, a quién le importa.]

Probablemente fue por algo, no le importo a Willem. Justo ahora la misma espada era más importante. Él realizo una fuerte revisión de la condición de las líneas de hechizos. Como esperaba, cayeron en un desorden. En esta condición, no tendría ningún uso, y Willem no estaba confiado en poder restaurarla con sus habilidades. Necesitaba verla más a detalle.

[¿Qué estás haciendo aquí?] Noft apareció desde atrás de la caja de madera. [Incluso si la robas algo terminaras tratando de todas formas con la Compañía de Trato, así no tienes qué, ¿sabes?]

[Me entristece que asumas que haría tal cosa.] Willem meneó su dedo. [Soy un vil Emnetwyte, después de todo. Si voy a tramar algo, sería un crimen de gran escala.]

[¿En serio?]

[En serio.] Él dijo.

[Bueno, ¿qué tipo de crimen es entonces? ¿Vas a hundir todo el barco.?]

[Entonces, también moriré.]

[¿No sería genial si fielmente llevas tu mal sin un segundo pensamiento en tu propio ser?]

[Qué idiota. Los verdaderos villanos no necesitan de tal cliché orgulloso. Nos respetamos y la naturaleza de las cosas. En serio, bases para ser un villano.]

[¿De verdad?]

[De verdad.] Otra risa. [Oh, eso me recuerda. Le daré mantenimiento a este chico, así que mientras esté en eso puedo hacerlo a sus espadas también.]

Luego de prestar las espadas de Noft y Lantolq, Willem encontró un buen lugar en el almacén. Los muros, los cuales lucían a casuales mosaicos de acero, cobre, y láminas de estaño, estaban cubiertos sin elegantes pinturas. Las tuberías pasaban por todo el techo habiendo pequeñas brechas de aquí y allá. La reja de metal cubría el ducto de ventilación que le hacía falta fijar un tornillo; solo un poco de algo y probablemente se caería. Varias herramientas, probablemente llevadas abordo cuando el trabajo se necesitará permitiendo a la nave cruzar las barreras que rodeaba a Regul Aire, estando dispersas a un lado del cuarto. Tan pronto como Willem puso un pie dentro, un terrible olor de origen desconocido llego a su nariz. Sin más decir, no era muy buen lugar para estar. Pero, proveía de protección del viento y la arena, lo más importante, era la calma.

[Bueno, supongo que no estoy en posición de quejarme.] Willem bajo las dos espadas que había llevado en su espalda contra el muro. Luego recogió una y se sentó. [A empezar el mantenimiento.]

La espada gradualmente se quebró mientras el Venom se derramaba. A penas la mitad de los 38 fragmentos flotaron a su propia voluntad y se colocaron una vez más encontrado su lugar. A diferencia de la vez cuando estaba arreglando a Seniolis en la colina, sería difícil realizar un completo desmontaje debido a las restricciones del especio en el cuarto. Él podía realizar una mejor examinación una vez regresaran al almacén; justo ahora es una simple revisión y tocar la superficie. Por fortuna, nadie parecía estar cerca, así que probablemente terminaría más rápido si consiguiera sus ranuras—

[Ah, aquí estás.] Kutori de pronto apareció en la entre puerta. Ella vestía ropas pasadas de moda y tenía el cabello atado atrás para que no estorbara.

Desde que bajaron de la aeronave, Kutori había estado por ahí y ayudando con varias cosas. Después de todo, ella vino abordo como la asistente del 2do Técnico de Armas Encantadas. Sin algún deber, la única manera que podía encontrar una forma de ser útil era de pedir trabajo.

[Deja de desaparecer. Soy tu secretaria, por lo que al menos debo saber dónde estás, ¿cierto?]

[Ah... um…] Willem, sorprendido de la inesperada visita, pausó su trabajo. [Digo, la secretaria es solo un título que usamos para que estés aquí, no es como que en realidad tengas que trabajar.]

[No quiero escuchar eso de ti.]

Willem no respondió. ¿Pero por qué quería trabajar tanto?

[Además, si no tengo nada que hacer, realmente serías ‘ese chico que abusa de su autoridad y trae a su inútil amante con él al campo de batalla’. No quiero que eso suceda.]

[Eso no es algo por lo que tengas que preocuparte.]

[Bueno, me preocupo.] Las mejillas de Kutori se inflaron, como un niño mimado. [Hey, ¿puedo mirar?]

[No me importa, pero realmente apesta aquí, ¿lo sabes?]

[Está bien. Hay cuartos peores que éste en la nave.]

Si Willem estuviera en la posición de Kutori, definitivamente no llamaría a este hedor ‘bien’, pero si ella estaba bien con ello no había nada que decir. Él le hizo un gesto para que entrara.

[¿Esa es la espada de Noft?]

[Sí.]

Willem ligeramente golpeo los fragmentos de metal, los Talismanes, son la punta de sus dedos. Deslizándose lentamente por el aire hasta llegar al lugar adecuado, cuando se detuvo y emitió un claro ruido, como un metaloide. Mientras tanto, Kutori tomo asiento cerca de la caja herramientas.

[Es muy hermoso, pero en este cuarto no se siente romántico.]

[Es mejor que hacerlo en medio de una tormenta de arena.]

[Cierto.]

Una repentina pregunta llego a la cabeza de Willem. [¿Todavía recuerdas esa noche cuando le di mantenimiento a Seniolis?]

[Sí, lo recuerdo.] Kutori asistió. [Tal vez sea porque tengo cuidado de no incinerar Venom, pero recientemente realmente no siento que más recuerdos importantes se desaparezcan. Puede ser que no lo esté notando, pero me siento bastante bien ahora. Nephren, Noft, Lantolq, Aiseia… todavía las recuerdo a todas. Tal vez mis recuerdos perdieron algunos detalles, pero…]

[Ya veo.] Willem noto que su propio nombre no apareció en esa lista, pero no había necesidad de preguntar por ello. Él no lo había olvidado. Si ese fuera el caso, Kutori no estaría en esa nave con él.

En cuanto a los Talismanes tocaban su descoordinada canción, los dos se sentaron en silencio por un momento.

[¿…Huh?] Willem notó algo extraño.

[¿Ocurre algo?] Kutori preguntó.

[No está rota.]

[Claro que no. Si estuviera rota, Noft habría tenido graves problemas.]

[No me refiero a eso… cómo pongo esto…] Él necesito un par de segundos para pensar en cómo explicarlo. [Las Kaliyons tienen una cosa llamada ‘Nivel Asesino’ el cual indica su habilidad. Esto determina en qué tipo de enemigo la espada es especialmente efectiva.]

[D-De acuerdo.] Kutori lucía algo asustada al repentino uso de términos técnicos, pero parecía entender lo suficiente.

[Las espadas asesinas son más del mismo tipo de enemigo, empiezan a adaptarse, adquieren una especialidad. Puede que lo escucharas de un ‘Dragon Slayer’. Es a lo que las personas llaman una espada cuyo nivel se asesinato tiene un alto nivel de afinidad con los Dragones.]

[A-Ah...]

Para Kutori, quien nunca peleo con nada más que con Bestias, le podía ser un poco difícil comprenderlo. Sobre todo, ella nunca había visto a un verdadero dragón. Para cuando empezó, Willem se había movido.

[Esta espada es una ‘Kinslayer’.]

[¿…Um?]

[Se especializa en asesinar usuarios del mismo tipo, es parentesco. Existe con el sólo propósito de que un humano asesine a otro. No parece muy útil para nada más.]

[Uh, ¿no es un poco raro? Noft pelea contra las Bestias con esa espada.]


[Exactamente, es raro. Es por eso que pensé que estaba relacionado a que el mecanismo especial debía estar roto, pero…]

En cuanto más decía Willem, la espada, Desperatio, sufría un completo desgaste y desgarre, causando que la funcionalidad decayera, pero las mismas funciones todavía están intactas. Willem encontró difícil creer que 500 años habían pasado desde su último mantenimiento. El circuito espinal estaba en buena forma, y las líneas de hechizos no se habían agravado tanto.

[Como sea, hoy es una reparación de emergencia. Puedo resolver el misterio otro día.]

Entonces eso significaba que debía haber un ser original al arma construida, ¿cierto? ¿Tienes alguna idea de lo que pudo haber sido? Willem recordó la conversación que tuvo antes con Lantolq.

[¿…Ahora qué es?] Kutori le pregunto.

[Nada.] Willem sacudió su cabeza.

Ahora, tenía una idea. Una muy mala. Se asentó en el medio de su cerebro y se rehusaba a moverse. Él pensó mucho las cosas. O al menos, trato de convenirlas por el que había pensado de más las cosas.

Es cierto que, si aceptaba esa idea, se resolverían muchos misterios de golpe. Por qué las 17 Bestias fueron capaces de destruir el mundo a una velocidad que da miedo. De acuerdo a la historia del libro, en solo días, dos países desaparecieron del mapa. Para la siguiente semana, 5 países, 4 islas, y dos océanos dejaron de existir. Luego de otra semana, un mapa ya no significaba nada.

[…]

No. No podía ser cierto. Si lo fuera, no habría forma que el Gran Sabio Suwon no se diera cuenta hasta ahora. Si él lo sabía, no había forma en que él no se lo dijera a Willem—

Si no podía aceptarlo, entonces tal vez debería decirle todo. Si le revelas una o dos verdades acerca de lo que esconde la tierra, sospecho que su actitud cambiará.

Él recordó las palabras que Ebon Candle le dijo a Suwon. Así es. El callado Suwon, el que no le dejaría decir más, no era otro más que Willem. Para insistir que necesitan concentrarse en lo que tenían justo ahora y que no podía importar las cosas que perdieron, él rechazó a Suwon. Mirando atrás, tal vez su actitud en esa conversación no fue correcta. Pero no él no se arrepentía.

Que tengo justo ahora…

[Vamos, ¿qué es?] Kutori le pregunto una tercera vez.

Sin una sola palabra, Willem se paró, camino a Kutori, y la abrazo con fuerza.

[¿…Qué ocurre?] Kutori envolvió sus brazos en él y gentilmente palmeo su espalda.

[¿No estás sorprendida?]

[Muy sorprendida.]

[Tengo miedo. Mi corazón late con fuerza ahora. No sé qué sucederá, pero finalmente mostraste tu lado débil, incluso cuando siempre tratas de hacer el fuerte. Mi sentimiento de felicidad y querer animarte le gana a mi pánico.]

[…Kutori…]

[Ahora mismo, parecía que desaparecías si te dejaba sola, ¿sabes? Es en verdad vergonzoso, pero por supuesto que no puedo presionarte más.]

Willem puso más fuerza en sus brazos.

[¡Ah! Hey, eso duele…]

[Eres una buena chica.]

[…Perdón, no lo puede escuchar bien. ¿Puedes decirlo otra vez? Mejor si es en voz alta.]

[Nada.]

[¡Hey! ¡Dilo otra vez! ¡Solo una vez más!]

[Cásate conmigo.]

[Uno más—espera, ¿qué?]

Ahora Kutori empezó a aterrorizarse. Willem la abrazo incluso más fuerte.

Esta vez fuerte. Parece que la esencia de la voluntad de este no se movería. Él solo podía tener un objetivo ahora, él no veía el valor en nada más que esté relacionado con su actual objetivo. Es por eso que no se doblego. No paro. Él se mantuvo presionando sus límites.

Finalmente lo encontró. Encontrarse con Kutori y estar en el almacén de hadas, él, el único que no pudo proteger nada por pelear para proteger, el único que no puedo regresar a casa al lugar que desesperadamente anhelaba, el cascarón de un antiguo héroe, finalmente encontró una nueva forma de vivir.

Él encontró nuevas cosas que quería proteger.

Él encontró un lugar al cual anhelaba regresar a casa.

Él finalmente sintió que estaba viendo que siguiera viviendo. Y es por eso que…

Quería hacer a Kutori feliz.

Willem recordó las palabras dichas por Naigrat en esa noche aburrida en el almacén. No, él las pensó. No quería. Quería hacer feliz a Kutori. Quería llegar a ese deseo. Quería olvidar el pasado. Solo quería pensar lo que aquí y ahora y lo que viniera.

[Unnhhh…]

Notando que Kutori no parecía dar lucha para salirse de sus brazos, Willem revisó a ver cómo estaba. Si era incapaz de respirar, o si fuerza aplastadora proveída de sus brazos sobrepaso su límite, o quizás debido a la combinación de ambos, él no podía decirlo, pero por alguna razón u otra Kutori parecía haberse desmayado.

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