lunes, 11 de junio de 2018

Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol5 cap4.5


¿Puedo Quedarme a su Lado?

Normalmente, la vida diaria siempre está al borde de llegar al final.

La repetición de cada día, todo al borde del fin, formaba esa normalidad.

Algunas veces recién llegados podían entrar, pero al mismo tiempo otros debían irse.

Cambiando de poco en poco, continuando con todo hasta ese momento cuando te encuentras con el verdadero final.

Los periódicos reportaban el ataque por un grupo de Bestias realizado por la Orden del Servicio de Aniquilación Histórica. Debido a su ya esparcida reputación como un grupo de violentos buscapleitos, los periódicos naturalmente lo asimilaron y se lo hicieron creer a la población.

En cuanto a qué tipo de transacción tomo lugar entre Elpis y Collinadiluche, y también la Guardia Alada, nadie lo sabía. Moralmente hablando, decir la verdad sería lo ideal, pero, en el peor escenario, eso podía llevarnos a una guerra.

Sin embargo, sin nada más, la Fuerza de Defensa Nacional Elpis sufrió una mayor pérdida de influencia como resultado del incidente. Al parecer también hubo un gran cambio de personal en los altos mandos de la Guardia Alada, por lo que es seguro decir que Elpis ya no será capaz de hacer algo similar pronto.

— También vale la pena mencionar que, en una esquina del periódico, había un pequeño articulo reportando el descubrimiento de la mutación de un Ogro en las afueras de Collinadiluche.

Elq Harksten regreso a casa.

Este hecho literalmente conmociono a la 2da Isla Flotante, una tierra consagrada y también el lugar más secreto en todo Regul Aire.

[WaaaaaaahhhhhhElqqqqqqq.] Gritando un gigante esqueleto negro. Aquel que Duerme en la Muerte. Aquel que Brilla en la Oscuridad del Jardín de Luz. Conocido por varios nombres, Ebon Candle, uno de los tres del Poteau, arrojando toda dignidad y simplemente gritó y gritó.

Una extraña luz brillaba y se apagaba violentamente en el interior del socket al interior de sus ojos, y sus dientes sin labios resonaban vigorosamente. [E-Estoy tan alegre que estés a sssaaalllvvvooooooooo.]

[Cierra el pico inútil zoquete.] Un gran pez rojo flotante lo regañó. También uno de los tres del Poteau, Carmine Lake se movía en el aire alrededor con inquietud, sin intentar ocultar su irritación. [En primer lugar, ¿¡qué diablos has estado haciendo por 500 años!? Quiero decir, entiendo que usaste el alma del maestro para proteger al mundo y todo eso, pero, después de todo ese tiempo, ¿cómo es que no hiciste ningún progreso en las reparaciones de la nave estrella?]

[¿¡Q-Qué se suponía que hiciera!? ¡Mírame! Ni siquiera tengo el poder suficiente para reparar mi propio cuerpo físico.]

[¡Eso es porque malgastas tu energía! ¡Solo hunde esta estúpida isla flotante y ya!]

[¿¡Crees que puedo hacer tal cosa!?]

[¡Tranquilos ustedes dos!] Elq grito, metida entre los dos Dioses.

[Pero Elq, si no nos damos prisa y hacemos que este chico recupere su poder y deshacemos la maldición, estarás en ese cuerpo medio muerto para siempre, ¿sabes? ¿No quieres regresar a tu forma original lo más pronto posible?]

[E-Eso es un poco optimista, pero…] Ebon Candle comentó.

[Estoy bien.] Dijo Elq.

[¿Huh? ¿Hm?] Los dos Dioses levantaron su voz en confusión.

[Estoy bien de esta manera.]

[¿¡P-P-Por qué!? Si no regresas apropiadamente a la vida, incluso si arreglamos la nave estrella, tu cuerpo no será capaz de montarlo, ¿sabes? No serás capaz de dejar este mundo, ¿lo sabías?]

[No quiero ir a ninguna parte. Me gusta este mundo.]

[¡No no no! ¡Este mundo va a su fin! ¡Difícilmente hay algo aquí! ¡Es solo cuestión de segundos antes de que no haya nada!]

[Pero, todavía quedan unos cuantos segundos.]

[¿¡De dónde viene esa actitud!? ¡Hey, Ebon Candle, di algo también!]

[¿H-Hm?] El ruidoso esqueleto dientón estaba confundido mientras de pronto era arrastrado a la conversación. [¿Te encontraste con alguna buena persona mientras vivías en las Islas Flotantes?]

[…Sí.]

[Ya veo, ya lo veo. ¿Encontraste a alguien especial en el que estés interesada?]

[…......No, exactamente no.]

[¡Aguarda! ¿¡Qué tipo de preguntas haces!? ¿¡Y qué tipo de respuestas son esas!?]

[Él solo es un poco apuesto. Kutori y Leila bajaron mucho sus estándares.]

[Ya veo, ya veo.] Como un amable y gentil anciano, el esqueleto se río levemente y asistió repetidamente.

Alrededor de ellos, el pez flotante daba vueltas y vueltas, gritando de esto y aquello.

Mientras tanto, Nephren veía el intercambio sin emociones. Carmine Lake todavía no adquiría una forma física o lo que fuera, a cambio residía en una parte de la mente de Nephren. Aunque, mientras Nephren se quedara en esta barrera especial que rodeaba la 2da Isla, Carmine Lake podía moverse y actuar libremente sin límites. Ella menciono acerca que la isla es un archivo de los modelos primarios del mundo, y Carmine nunca explico los detalles. Nephren deseo tener un libro.

[Kaiya.] Ella lo dijo a la joven Ayrantrobos, sirviente de Ebon Candle.

[¿Sí, señorita Nephren?]

[¿Qué hay para cenar hoy?]

[Aún no lo decido, pero, ya que las frutas del jardín de verano están buenas, creo que haré algo con ellas.]

[De acuerdo, te ayudaré luego.] Nephren lo dijo, luego empezó a salir del cuarto.

[¿A dónde vas?]

[Con Willem.]

El cadáver de Willem Kumesh había sido llevado a la 2da Isla Flotante y se almaceno en un profundo y aislado lugar. Ebon Candle sugirió que lo volvieran a colocar en un pedazo de hielo, pero Elq y Nephren rechazaron esa idea. En lugar, lo colocaron en una decorativa y ordenada cama, donde él ahora yacía muerto, casi como si simplemente durmiera en paz.

[¿…Tienes frío?]

Nephren tocó la mano de Willem. Fría.





[¿Te sientes solo?]

Ella tocó su mejilla. Fría también.

Ella quería poner una manta sobre él, pero, claro, hacerlo no tendría ningún significado. Ella quería recostarse a su lado y dormir, como lo hacía a menudo en ese entonces, pero, otra vez, hacerlo ya no tendría ningún significado.

[Ebon dijo que no sería difícil revivirlo.] Ella llego sin que Nephren lo notara, pero Elq se paró en la entre puerta. [Él es igual que yo. Si la maldición de Seniolis se desaparece un poco, él se convertirá en un no-cadáver y volverá a la vida.]

[Aunque, como una Bestia, ¿cierto?]

[Desde luego, pero no te importa, ¿cierto? Al cabo que también eres una Bestia.]

[Es absurdo.] Nephren agito su cabeza. [Tomar a un Willem roto para mi sola no me traerá ninguna dicha. Yo no…] Ella pensó un poco. [No quiero hacerlo infeliz.]

[Hmph. También tienes un mal sabor de boca.] Elq lo dijo, sin sorprenderse, y dio un paso adentro del cuarto. Luego, animosamente, se tiró al lado de Willem.

[¿Qué estás haciendo?] Nephren pregunto.

[Descansando.]

[¿Por qué aquí?]

[Sin ninguna razón en particular. Solo me sentí calmada aquí… ¡Ow!]

Jalando su oreja, Nephren arrastro fuera de la cama a Elq y la saco del cuarto.

[No se duerman juntos.]

[¿¡Por qué no, por qué no!? Ambos somos cadáveres, así que no hay problema, ¿cierto?]

[Ese es mi asiento asignado. No lo dejaré por ningún cadáver o Dios.]

[¡Eso es tiranía!]

Dentro de un sueño, él podía ver el naranja del cielo crepuscular mientras se hundía en el oscuro horizonte. Parado sobre un pequeño apoyadero el cual parecía estar hecho de hexágonos cenicientos. Además de ese apoyadero, solo un vacío de nada más de negro yacía debajo.

Solo la mitad del sol de la tarde desapareció y apenas permanecía el existente apoyadero allí. Nada más. Era un mundo envejecido, al borde del final, al borde de perecer.

En ese lugar, estaba un joven. Con nada que hacer ni pensar, él simplemente veía al sol hundirse sin emociones.

De la nada, el joven notó una presencia a su lado: una pequeña lámpara de cristal yacía en el suelo. ¿Qué es eso? Como lo veía, la lámpara empezó a emitir un ruidoso ruido luego se separó, hinchó, encogió, y, al final, tomo una forma similar al de una persona,

— Ah, ya veo.

Esta es la Bestia en mi interior, el joven se dio cuenta. No era más que la mitad de su ser el cual despertó luego que el tragara los fragmentos del Shiantor. Como cuántos cientos o miles de años él no lo sabía, pero él debió ser el prójimo con esta cosa en la historia humana. Sin embargo, ellos nunca se conocieron. Nunca notaron la existencia del otro.

[Hey, tú.] Él fue llamado, pero no se movió. [Gusto en conocerte… esto suena algo raro. Ya que hemos estado juntos todo este tiempo.] Aún sin responder. La Bestia simplemente estaba parada allí, sin ver a algún lugar en particular. [Perdón por siempre ignorarte. También eres una víctima, huh.]

Como antes, aún sin respuesta. En lugar—

[—Yo.]

Escuchando una voz familiar, él se dio vuelta. Allí, iluminado por el desvanécete cielo escarlata, él encontró la vieja y nostálgica cara de un hombre.

[Maestro bueno para nada.]

[Parece que has pasado por muchas cosas. ¿Te arrepientes de algo?]

[Tantas que no puedo contar.]

[Me alegra escucharlo.] Sentándose a la par de Willem. Nils se río. [Eso prueba que llevaste una buena vida hasta el final.]

Willem no pensó que era algo para reírse.

[Al fin lo entiendo. Esos chicos querían ir a casa.] Él lo dijo mientras veía el terrón de cristal a su lado.

[¿Hm?]

[Ellos quieren reclamar ese océano ceniciento. Los Visitors lo robaron. Además, ellos lo robaron porque ellos anhelaban un hogar. Como resultado de esa choque de nostalgia, la tierra cayó en ruina, y esos quienes perdieron su hogar fueron llevado arriba a Regul Aire. Todos querían regresar a casa. Solo querían reclamarla.]

Los movimientos del sol movieron ligeramente la sombra de Nils.

[No hay necesidad que el mal destruya el mundo. Siempre empieza con un pequeño donde nadie puede encontrar al culpable. Esa pequeña cosa nos lleva a un simple final.]

[Tienes razón. Este mundo no tiene salvación.] Nils lo dijo mientras rascaba su cabeza. [Casi es tiempo para que me vaya también. Solo puedo detenerme en un mundo y usar mi poder como Visitor seis veces, y usé el último en sellar tus recuerdos. Ahora necesito buscar un nuevo mundo y empezar otro viaje.]

[…Así que eras un Visitor, huh.]

Debía ser un hecho impresionante, Pero Willem no estaba particularmente sorprendido, quizás es debido al extremo cansancio de su mente, o quizás porque, desde el comienzo, él se dio cuenta que no importaba qué la verdadera identidad de este hombre no fuera al menos un poco sorprendente.

[¿Quieres ir?]

[¿Huh?]

[Este mundo ya está llegando al fin. Estás muerto, y no hay nada que puedas hacer. ¿Qué tal si vienes conmigo a un nuevo dominio? Si todo va bien, puedes ser capaz de vivir una vida más fácil. Al menos, serás capaz de vivir una vida más buena que solo estar muerto por toda una eternidad aquí.]

[Ah…] Willem pensó un poco. [Y en otras palabras, ¿me dices que también me vuelva un Visitor?]

Nils asistió amargamente.

[Eso suena divertido.]

[Creo que puedes estar bien no importa a dónde vayas.]

[Quizás.]

Es duro perder tu hogar. Doloroso. Pero él era capaz de respaldarlos. Él era capaz de pensar en un nuevo lugar como hogar. Esa experiencia y esos recuerdos ahora se volvieron en valiosas posesiones para él.

[Al final, no pude hacer nada por ti o este mundo. Y esta es la última cosa que puedo hacer por ti como un maestro bueno para nada.] Nils lo dijo, viendo al terrón de cristal con sus ojos. [Justo ahora, ustedes apenas están separados. Puedo dejar a la Bestia aquí y sacarte.]

[Ah… de eso es lo que estás hablando, huh.] Willem lo dijo mientras se rascaba su cabeza. [Perdón, pero, no puedo ir.]

[Ya veo.] Nils asistió.

[Perdí mi hogar, perdí mi lugar al que regresar, ha sido doloroso y miserable. Pero. Siempre es posible encontrar un nuevo lugar. Cualquiera puede.]

Esas valientes personas que llaman hogar a Regul Aire una vez fueron residentes de la tierra. ¿Cuánta sangre fue regada antes que fueran capaces de aceptar su nuevo hogar?

[Pero no va bien si tratas de apresurar las cosas. Toma tiempo.] Willem continúo. [Soportarlo luego del dolor de perder. Encontrarse a alguien nuevo. Acostumbrarse a un nuevo lugar. Todos ellos fallaron. Los Visitors, y las Bestias también. Trataron de reclamar su hogar con todo, por lo que escogieron el método equivocado. Bueno, al principio tampoco me di cuenta. Pero, si tratas de levantar tu cabeza y ver a tus alrededores, algunas veces, justo a tu par, allí estará alguien que te lo enseñará.]

Willem cerró sus ojos. En su caso, ¿quién estuvo a su lado? Grick, Naigrat, Nephren… Kutori. Ellos le enseñaron tanto que casi parecía un desperdicio. Ellos lo salvaron, quien había sido arrojado más allá del fin del mundo.

[Quiero estar al lado de esos chicos.]

[¿Estás diciendo que quieres hablar con ellos? Es imposible. Tu estructura mental y modo de vida es diferente, ¿lo sabías?]

[Lo sé. No estoy soñando en grande.] En un gesto de amistad, Willem envolvió en sus brazos el terrón de cristal. [Esos chicos no pueden ver nada excepto el mundo de su hogar. Lo que perdieron está a su vista. Es por eso que ellos no aceptan a Regul Aire, y es por eso que están desesperados en acabarnos. Es frustrante, ¿no? Es por eso que quiero hacer algo por ellos. Dejando el pasado, algo extraño está a mi lado ahora. Quiero ayudarlos a pensar así.]

[¿Eres estúpido?]

[He estado empezando a sospechar de mí mismo últimamente.]

Los dos se rieron juntos por última vez.

[En serio que eres un chico ocupado, preocupándote por el fin del mundo incluso luego de morir.]

[Bueno, parece que es todo lo que puedo hacer, viendo como nunca pude ser alguien.]

[…Ah—] Mientras empezaba a decir algo, la silueta de Nils de pronto empezó a desvanecerse. [Eso está bien, ¿no? Es de ti.]

[He estado empezando sospechar eso de mí últimamente también.]

Con eso, su conversación llego a un alto.

Sentados lado a lado, los dos veían el sol de la tarde sin emociones.

Al repentino saque de su trance y viendo a su lado, Willem ya no vio más señales de Nils por ninguna parte.

Él ahora estaba solo con el terrón de cristal, el fragmento de las convicciones de una Bestia ilusionaría, en este fin del mundo.

[…Bueno, parece que vamos a estar juntos por un rato.]

Willem se acostó. El apoyadero tenía el suficiente espacio para ello. Arriba, no había nada, ni el cielo nocturno.

[Oh, sí, será inconveniente si no tienes un nombre. ¿Debería de darte uno?] Él lo dijo sin prisa, entonces cerró sus ojos.

— Un corto tiempo después.

[¡Hey! ¡Espera, Eudea!]

[¡Oh, cerca!]

Dos chicas corrían por el vestíbulo de una casa inservible. El suelo se veía como si pudiese colapsar en cualquier momento, pero, las dos se acostumbraron a eso, las dos chicas corrían a toda velocidad, esquivando habilidosamente los lugares particularmente peligrosos.

[La cena de hoy es una celebración para nuestras Senpais que regresan a casa, así que no podemos comer antes. Se los dije, ¿cierto?]

[Bueno, huele delicioso. ¡Tú cocina es muy buena! Estoy segura que nuestras hermanas estarán contentas, mhm. Claro, yo también estoy satisfecha.]

[¡Aah, eres una molestia! ¡Déjame golpearte una vez!]

[¡No!]

[Las dos, quietas.]

[¿Qué, esas dos otra vez?]

[Hey hey, hagamos una apuesta. ¿Quién crees que ganara hoy?]

[Ooh, buena idea. Apuesto el postre de hoy para Eudea.]

[Bien, entonces yo iré al contrario… Tazeka, ¿también te quieres unir?]

[¿Hm? Ah… entonces le apuesto a Kana. También el postre de hoy.]

[Eh, ¿por qué? Esto es con Eudea y Almita.]

[Sí, lo puedo ver.]

Sacando sus cabezas fuera de la ventana de aquí y allá, las chicas observaban al par escapar dramáticamente.

[—Hoy es tan vivido como siempre, huh.]

En otro sitio dentro de la misma casa, en el cuarto de referencia, una chica de cabello rubio se sentaba en una silla de ruedas riendo animosamente.

[Están levantando polvo, así que apreciaría que no corrieran tanto. Limpiar nos llevara mucho tiempo.] Mientras pasaba un bulto de documentos, una señorita de cabello rosado se río.

[Este es el destino de este domicilio. Creo que realmente puedo tener una buena renovación en algún momento pronto.]

[Es cierto.]

La señorita de cabello rosado, Naigrat, puso un dedo en su mejilla e incluso su cabeza. A menudo decía que la verdadera edad de un Troll rara vez se veía por fuera. Como prueba de ese estereotipo, la apariencia de Naigrat difícilmente cambió desde aquellos momentos.

[Los recueros están gravados en todo el lugar, siempre que pienso en contratar trabajadores, me detengo en el último momento. ¿Recuerdas los entallados en el muro de la cafetería? Son de cuando Noft y Lantolq lo usaban para comparar su estatura.]

[Ah, también hacían esas marcas a menudo y no podíamos decir qué marca pertenecía a quién.] La chica de cabello rubio sonreía con una nostálgica mirada en sus ojos. [Hablando de ellas, ¿parece que podrán venir este año a casa?]

[Lastimosamente, no parece que vaya a suceder. Su actual trabajo está muy lejos.]

[Ah, es una lástima.]

Muchas cosas pasaron. Por ejemplo, las reglas que restringían la libertad de las hadas, algunas condiciones adjuntas. Como resultado, unas cuantas hadas adultas ahora viven fuera del almacén de las hadas.

Lantolq tiene un puesto extraoficial en la Compañía de Trato Orlandri manejando los asuntos relacionados al almacén de hadas y las Armas Excavadoras. Por otra parte, Noft actúa como un soldado de medio tiempo para la Guardia Alada, escoltando las travesías de los salvadores a la tierra para garantizar su seguridad. Amabas estaban trabajando muy lejos de la 68ava Isla Flotante. Ellas no podían regresar a casa tan simplemente.

[…Oh sí, ¿qué hay de Collon y las otras? ¿Aún no regresan?]

[¿Eh? No, aún no. Debe ser por la tarde.]

[Oh, pues bien, no tiene nada que ver. Hace un tiempo, pensé que vi a una aeronave no-civil aterrizar en el distrito puerto.]

[¿Hace rato? Es extraño, no escuche de nada de eso.] Naigrat inclino su cabeza otra vez.

Justo entonces, un suave golpe sonó en la puerta, y una chica metió su cabeza. [Disculpen, Naigrat y Aiseia. ¿¡Han visto a Riel!?]

Las dos mujeres se vieron.

[No. ¿Por qué?]

[No puedo verla por ningún lado. Si ella salió a jugar al bosque otra vez eso es peligroso, así que me preocupe un poco.]

Más que un denso bosque rodeando el almacén de hadas, grandes charcos de agua en difíciles lugares que ver. Para las inexpertas o jóvenes, podía ser un terreno muy arriesgado.

[¡Oh no! ¡Necesito encontrarla!] Arrojando los documentos en su mano, Naigrat de inmediato se paró.

[No creo que necesitemos preocuparnos mucho. ¿No estás siendo un poco sobreprotectora?] Aiseia comentó.

[¡Ser sobreprotectora es el privilegio especial de un guardián!] Naigrat lo dijo con casi un grito, luego salió apresurada del cuarto de referencia.

[Umm… ¿Qué debería hacer?] La joven dejada atrás lo dijo con una mirada confusa.

[No creo necesites preocuparte.] Aiseia hundió sus hombros.

[¡Kana! ¿Qué estás haciendo?]

[Hehe. Tomar ventaja de esta deliciosa situación.]

[¡E-Espera un segundo! ¡Espera que serás nalgueada!]

[Ah… supongo que Tazeka ganó la apuesta.]

[Hmm, nunca pensé que en realidad estuviera en lo cierto.]

[¡E-Esperaaaaaa!]

[…El lugar de verdad es vivido, huh.] Aiseia, sola en el cuarto de referencia, sonrío con un poco de melancolía.

Aún sentada en su silla de ruedas, ella llegó y tocó el cristal de la ventana. Una vez hace tanto, él y ella habían estado allí, más allá de la ventana, ese joven y esa chica que apresuradamente fueron por un final a su tiempo corto de vida.

[Muchas cosas ocurrieron, pero estoy muy bien.] Ellos ya no están allí, por lo que Aiseia no tenía más que dar su reporte en la vaga dirección más allá del cielo azul. [¿Qué de ustedes? ¿Dónde están? ¿Qué están haciendo?]

Una chica cayó del cielo. Juzgando por su figura, ella probablemente tenía menos de 10. Debió haber dado un paso en falso mientras caminaba en la rama de un árbol, ella ahora caía boca abajo. A ese paso, no habría duda que tendría una colisión violenta con el duro suelo, dejando una escena no apta para una pacífica tarde de primavera.

[Uh oh.]

El joven estiró sus manos y trató de atrapar a la chica. Sin embargo, al hacerlo su pie se deslizo, causando que él perdiera completamente el balance y cayera. Como resultado:

[¿¡Ahggh!?]

Él terminó bajo el cuerpo de la chica y dejo salir un gritó similar a un sapo aplastado.

[…Ouch.]

[¡¡L-Lo siento!!] Luego de unos minutos de retraso, la chica, parecía haber entendido la situación, saltó en pánico. [¿¡T-Te lastimaste!? ¿¡Estás vivo!? ¿¡Tienes algún órgano aplastado!?]

[Ah—Estoy bien. Soy más duro de lo que parezco.] Limpiando el sucio de su ropa, el joven se levantó. [Pero mira que me ensucie. Estás—]

Él vio a la chica. Ella tenía el cabello azul de un cielo claro y ojos con el profundo color de la superficie del calmado océano. Él sintió que la vio antes.

[¿—Hm?] Los dos cerraron los ojos y se congelaron. [¿Nos conocimos en alguna otra parte?]

[¿N-No? No pienso así… probablemente…] La chica inclino su cabeza. [Nunca deje esta isla, y no eres de por aquí, ¿verdad?]

[Ah—bueno, ha pasado tiempo.] Él respondió vagamente.

[Ya que estás por este camino, ¿asumo que tienes algo que atender con nuestro almacén?]

[Sí.]

[Pues bueno, eres nuestro invitado. Sígueme, seré tu guía.] La chica se dio vueltas y empezó a caminar con un paso firme.

El joven vio sin expresiones su espalda.

[¿Qué sucede?]

[Ah… no es nada.] Rascando su cabeza, el hombre empezó a caminar detrás de ella.

[¡Riel!] Una voz sonó de la dirección en la cual se dirigían. Se acercaba. [Riel… ¡ah! ¡Allí estás!] Una mujer alta llego corriendo. [No me preocupes así. Cuántas veces necesito decirte que no puedes ir al bosque so…]

[Perdón, pero, ah, había un extraño animal, bueno, se alejó, pero lo perseguí a ese árbol, y…]

La explicación de la chica, tan ambigua como si fuera una excusa, se paró a la mitad. La mujer no la veía a ella.

[De… ninguna manera.] La mujer murmuró con una voz estremecida, ambas manos cubrían su boca. [No… eso no puede ser…]

[Perdón. He estado lejos por un buen tiempo.]

[¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?] La chica, incapaz de comprender la situación, rápidamente vio de atrás para adelante entre el joven y la mujer.

Sin embargo, ninguno explico nada, a cambio simplemente intercambiaron miradas, como si algún mutuo entendimiento pasara entre ellos y solo ellos.

[Estoy en casa.] El hombre lo dijo.

Los ojos de la mujer se abrieron, pestaño, luego empezaron a caer lágrimas. Su expresión se tornó en una mezcla de llanto y gozo. Entonces, con una temblante voz y muchas pausas, hizo lo que pudo para responder.


[¡Bienvenido… de vuelta!]

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