lunes, 11 de junio de 2018

Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol5 cap2.6


Emergencia en el Suelo de Expedición

El rugir del hechizo incinerador de un reactor y el fuerte sonido de los propulsores zumbaron en el suelo. El aire, perturbado por las hojas rotantes, golpeaba salvajemente. Enterrados en una capa de nubes en forma de una gruesa niebla, más allá de las arenosas planicies, una aeronave revoloteaba.

Las cajas de madera fueron arrojadas por propósitos de investigación para llegar a la superficie sin problema. Por jalarlas de nuevo con lazos y revisar las lecturas, la tripulación no descubrió anormalidades. En otras palabras, el área directamente debajo de ellos no entró en contacto con el Shiantor, el cual instantáneamente reducía a cualquier ser que se arrastrara por la arena.

[Sin pistas en ningún lugar… a este paso, no podemos controlar el rumor que el Shiantor de pronto colapsó y murió.] Un joven Borgle lo murmuró mientras rascaba su calva cabeza. [En realidad, espero que ese rumor sea cierto. Para estar vivo y andar por ahí, no sobremos cuando pueda dar un golpe otra vez.]

[Hehe. Superar el miedo y ansiedad con una razón y tecnología significa ser una forma de vida inteligente.] Un Gremian lo dijo, moviendo sus dedos. La hombrera de su uniforme militar mostraba la insignia del rango de un Primer Técnico. [Colocamos una caja de pólvora en un área amplia rodeándonos. Están especialmente ordenados, diseñados para producir un gran sonido al daño que no es nada más que un simple impacto. Ese es el poder de desintegración que el Shiantor o como fuera, es activado, ¿cierto? Y si esa cosa aparece, definitivamente se asentara en una de nuestras cajas. Todo lo que tenemos que hacer es dejar de movernos si escuchamos un ruido.]

[Eso suena conveniente, pero ¿qué si el enemigo se arrastra debajo de nosotros?]

El Gremian, quien inflo su pecho en orgullo, dudo. [¿…Esa Bestia excavo un túnel debajo de nosotros?]

[Bueno, no lo sé, pero cuando venga, no me sorprenderán si así pudiera. El Shiantor está envuelto en misterio.]

[T-Tampoco podemos estar preparados para eso. La tecnología existe para responder a los problemas los cuales podemos comprender concretamente.]

[Si lo dices así, está bien conmigo.] La aeronave lentamente empezó a descender. Poniéndose sus lentes, el Borgle vio a las planicies cenicientas esparcidas abajo. [Los problemas no solo vienen y se presentan por sí solos a nosotros. Si la situación nos toma con la guardia baja, el que esté en pánico serás tú.]

[Ah…] El Gremian probablemente quería decir algo en retorno, pero solo hace unos meses, él había sido atrapado con la guardia baja por la situación y se mostró un lado vergonzoso de él. Reflejándose en esa experiencia, él se cayó.

[De todas formas, no bajes la guardia. No te diré que te prepares para un posible resultado, pero al menos alístate para actuar.]

[…Haré todo lo que pueda.] El Gremian lo murmuro amargamente.

Viendo como avanzaba, El Borgle, Grick Graycrack, pensó.

Hasta ahora, este primer técnico no era el tipo de persona que atendiera a las palabras de otros. Ahora, Grick pudo ver la resistencia en él, pero las palabras de Grick parecían ir a un oído y quedarse allí, en lugar de salir por el otro. Juzgando el hecho que el Gremian aceptó el papel de comandante de esta expedición, Grick supuso que los eventos de ese día debieron haber sido un profundo aprendizaje de experiencia para él.

Ese día, cuando un gran nido de Teimerre atacó y estuvo cerca de hundir el Plantaginesta, se perdió mucho. Muchas vidas perdidas, muchos heridos, y, más que nada, luego de ver a las chicas pelear, perdieron el precioso valor del conocimiento como la ignorancia.

Todo ese tiempo, fueron protegidos. Sus días de paz fueron pagados con la sangre de esas hadas. Vivieron pasando por los cuerpos de esas chicas que murieron en docenas sin pensarlo un segundo. Una combinación de culpa e impotencia se hundió dentro de sus estómagos. Una vez lo supieran, nunca volvería a ser ignorantes.

Grick ahora comprendía bien por qué la Guardia Alada mantuvo a las Leprechauns y Armas Excavadoras en secreto. La fiebre que se llevaba esas emociones, es la mejor. Incluso él, como alguien siendo protegido, sentía eso. Ni siquiera podía imaginarse lo que Willem, ese Emnetwyte sin poder quien deseaba proteger a esas chicas, sintió.

[…Eso es extraño.] Unas anormalidades llegaron a la vista de Grick mientras veía a la superficie de abajo.

[¿Q-Qué es esto? ¿Una Bestia?]

[No.] Grick sacudió su cabeza. No había trazos de una Bestia. De hecho, parece lo opuesto: pequeñas piedras apiladas en un círculo, leña quemada, y cajas de madera esparcidas yacían en las sombras de una peña. [Es lo que queda de un campamento.] Preservándose bien en las ventosas planicies que no era muy viejas. [Parece como que alguien olfateo al Shiantor, desapareció y se fue antes que nosotros. No sé qué Salvadores pudieron haber sido, pero debieron tener un buen sentido del olfato.]

[¿Qué?] El Gremain tensó sus pequeños ojos. Su visión no era tan efectiva en las distancias lejanas como los Borgles. [No crees que ellos se metieron en algo, ¿verdad?]

[Me lo pregunto.] Grick saco un par de binoculares que colgaban de su cuello y los tomó. El Gremian se los arrebato sin decir una palabra de agradecimiento y vieron abajo, casi recostados por fuera de la ventana.

[Las Ruinas K96 MAL. Rastros de los Emnetwyte bien preservados son muy raros, y algo muy bueno para los Salvadores… pero…] Grick cruzo sus brazos y frunció sus cejas—o más bien solo arrugo su frente como no tenía cejas. [Llegar a una oportunidad así de rápido solo después de escuchar que una Bestia desapareció… se me es algo extraño.]

[¿Estás diciendo que los recursos no fueron bien?]

[No, no es eso… bueno, en realidad…] Grick empezó a rechazarlo, pero, pensándolo, se dio cuenta que él Gremian tenía razón.

Para los Salvadores, el solo descender al suelo en sí era una gran apuesta. Cruzar la barrera desplegada en Regul Aire es un poco costoso. El combustible y comida necesaria para un viaje de vuelta tampoco salía barato. Si contrataban a alguien exterior a su grupo, necesitarían tratar con el posible riesgo. Algunos contratos requerían que los Salvadores entregaran dinero en un oficio especial preparado para pagarle a la familia del que fallecía en caso que algo pasara.

Claro, incluso después de desembolsar una gran cantidad de efectivo para bajar, las ganancias no eran garantizadas. No se sabía qué se encontraría—ese era el romance el cual los Salvadores veían, pero también era la dura realidad al mismo tiempo. Algunos viajes rendían espectaculares tesoros, y los otros no rendían nada en valor. Sin mucho que decir, las estadísticas favorecían al último.

Y debido a todo eso, todos los Salvadores, incluyendo a Grick, tenían personalidades peculiares. Podía encontrarse algo bueno… quizás. Algo bueno podía ocurrir… quizás. Incluso cuando se enfrentaba con tal información incierta, ellos entusiastamente sintieron la necesidad de bajar y revisarlo por sí mismos. Cualquiera que se llamara un Salvador tenía un mal hábito, pero…

[Se movieron rápido. El hecho que bajaron antes que nosotros significa que estuvieron observando esta área incluso más que los chicos de la Guardia Alada.] Grick lo dijo.

[¿Hm?] El Gremian no parecía entenderlo.

[Debió costar una muy buena cantidad. En este negocio, cuando no tienes la idea de lo que encontraras, tener los recursos tan de la nada es algo fuera de lo común.]

[¿Hmmm?]

[En primer lugar, venir aquí luego que la Bestia desapareciera es tan extraño en sí solo. Es un gran riesgo y sin regreso. Todo lo que lograron fue vencer a otros Salvadores… ah, lo veo. Incurrieron en todos esos riesgos y costos precisamente porque se movieron primero. En otras palabras, creyeron que podían recuperar sus pérdidas…]

[¿Hmmmm?] La pequeña palma del Gremian le dio un fuerte golpe a la espalda del Borgle.

El impacto llevo al frente a Grick, casi sacándolo por fuera de la ventana. [¿¡Ow!?]

[Me dejas atrás y te metes a tu pequeño mundo. Como sea, olvídate de esto. ¿Listo?]

[¿…Listo?]

[Claro que para descender. No podemos quedarnos aquí y ver por siempre. Volamos por todo el camino para regresar aquí.]

Ah, es cierto, Grick lo recordó. Las Ruinas K96 MAL. Un lugar donde muchos Emnetwyte una vez vivieron, ahora no era nada más que una ciudad fantasma. Tenemos cosas aquí.

[Oh, supongo que es mejor que revisemos antes de hacerlo. ¿Qué piensa, consejero? ¿Usted piensa que está bien que bajemos?] El Gremian pregunto.

[Nn… a-ah. Eso parece. No le veo algún problema ahora.]

[Entiendo. ¡Díganle al encargado de sistemas: retracte el segundo y sexto control de alas y prepárense para descender! ¡Apaguen el hechizo de reactor ahora, pero déjenlo listo para la reactivación en cualquier momento!] Gritando a gran voz por las pipas de transmisión, el pequeño Gremian se apresuró a bajar por el corredor.

Sintiéndose más bien incómodo por qué le pidieran consejo, Grick se mantuvo en sí. Bajo la mirada al suelo.

[¿…huh?]

Él vio un punto rojo. El tensar sus ojos no ayudo de mucho, por lo que se puso su par de binoculares en sus ojos. Ahora podía ver claramente: era una chica con una gran pieza roja envuelta en todo su cuerpo.

[¿……huh?]

Grick inclino su cabeza en confusión. Se quitó sus binoculares, los chequeó para asegurarse que no estuviesen rotos, luego vio otra vez a la chica que caminaba cruzando la tierra.
[¿¡¿¡……L-La chica del cabello gris!?!?]

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