domingo, 10 de junio de 2018

Shuumatsu Nani Shitemasu ka? Isogashii desu ka? Sukutte Moratte Ii desu ka? vol5 cap2.1



Capítulo 2: La Niebla en el Cielo

El Visitor Elq Harksten


Ella solo quería ser ‘alguien’. Es todo lo que deseaba al principio.

Una niña yacía profundamente dormida dentro de una pequeña y sólida barrera. En términos simples, la barrera creó un pequeño mundo aislado del exterior. La chica nunca dio un paso por fuera de esa barrera en toda su vida.

[Los Visitors tienen una gran presencia, con solo existir, abruman la mente de todos los seres vivos en el mundo exterior.] Un niño miembro de la familia, Ebo, lo dijo una vez.

[Casi todos sus padres y mayores rompieron sus almas en pequeños fragmentos con el fin de vivir en esta tierra. Pero no queríamos seguir el mismo camino. Eres el último Maestro. Queremos que te quedes así por siempre.] Esas palabras vinieron de otro miembro de la familia, Carma.

[Los tres del Poteau existen para guiar a los Visitors—o, ahora que casi todos se fueron en ese barco, existimos para guiar al solitario. Arriesgamos nuestros cuerpos y almas para protegerte de cualquiera que te cause daño, Maestro Elq Harksten.] Esas palabras salieron de otro miembro de la familia, Jay.

Al momento que la niña, Elq, fuese consciente, estos tres siempre estarían a su lado. Apoyándola. Enseñándole. Escuchando sus deseos, excepto que, sin embargo, no una cosa. Nunca le darían el permiso de salir de la barrera, para ver el mundo exterior con sus propios ojos.

Un día, Jay desapareció.

Entonces, Ebo dejo de aparecer.

Cuando Elq le pregunto a Carma a donde fueron, ella nunca obtuvo una apropiada respuesta.

[Una vez completen su misión, regresaran a casa.] Ella lo dijo, luego aparto sus ojos.

¿Misión? ¿Qué podía ser? Elq pensó. Pero, su ignorancia previno que indagara con más preguntas, y su juventud previno que pensara de acerca de su ignorancia.

En poco, Carma también se iría a otra parte, dejando a Elq sola en la pequeña barrera. Ella no sintió ansiedad o perplejidad, solo aburrimiento. Pero, esos días de aburrimiento continuaron más de lo que esperaba. Dentro de su mundo miniatura sin sol o luna, simplemente espero el regreso de su familia.

Elq pronto dejo de jugar con juguetes en su barrera. Todos sus animales de peluche se desgastaron y rasgaron por el rudo trato, así que los dejo en el muro solo para prevenir que recibieran más daño. Una vez Jay regresara, él seguramente los arreglaría.

Cuando el muro exterior de la barrera se rompió, hizo un gran ruido de ruptura. ¿Qué pasa? Pensó Elq. De seguro no era Ebo y los otros. Ellos no causarían tal ruidosa entrada. Pero ¿quién más pudo haber sido?

La respuesta pronto aparecería frente a los ojos de Elq. Un humano de cabello rojo, 16 años, usando una rara espada larga la cual parecía haber juntado muchos fragmentos de metal. Llamada Leila Asprey, ella era un tipo de arma llamada Regal Brave, enviada por la Santa Iglesia de la Luz para asesinar al poderoso Visitor Elq Harksten.

[…Agh…]

A Leila no le quedaba mucho. Heridas cubrían su cuerpo. Sangre fluía de su armadura. Incontables rasgaduras andaban en su ropa y piel. Cualquiera podía fácilmente llamarlas heridas mortales con un movimiento equivocado.

[¿Quién eres?] Elq envió una simple pregunta en forma de pensamiento.

Leila agonizaba, dejando salir un grito de alguna extraña ave. Ebo no sobre exageró. Cuando una gigante ballena simplemente tuerce el cuerpo, causa que los pequeños peces se disparen. Contra la inmensa alma de Elq, la insignificante alma de Leila no era más que una pequeña mancha de polvo.

Las rodillas de Leila bamboleaban, y casi colapsaba en el suelo. Pero, usando su espada, la Kaliyon Seniolis, como un báculo, apenas sí podía apoyarse. Un pequeño paso a la vez, como si arrastrara su pie, ella avanzó hacia adelante.

Elq no sabía qué pensar. Era joven, no entendía del todo el concepto de la muerte. La situación actual ocurriendo ante sus ojos, Leila estando al borde de la muerte debido a nadie más que la misma Elq, por completo sobrepaso los límites de su compresión. Pero precisamente porque no lo entendía, Elq se interesó más. ¿Qué en el mundo está sucediendo? ¿Qué intenta hacer?

[¿Qué haces aquí?] Elq envió otro pensamiento.

Este segundo impacto enviando a volar a Leila al muro. Pero, incluso con la sangre manchando los muros y el suelo, ella volvió a levantarse.

Wow. No sé qué ocurra, pero es increíble. El interés de Elq solo se intensifico viendo muchas nuevas cosas por primera vez. Y su emoción solo hizo que sus pensamientos fueran más fuertes.

[Yo…] Leila empezó, pero luego se pauso para toser la sangre que fluía de su garganta. [Soy Leila Asprey. Solo soy un Brave que te asesinara y salvara al mundo.]

[Suena problemático.]

Todo el cuerpo de Leila temblaba como si fuera golpeado por luz. Pero, ella se las arregló para decir esas palabras. [Eso es.] Mientras la sangre bajaba del borde de sus labrios, luego sonrió sin miedo.

Ella no entendía el concepto de la muerte, dolor, o sufrimiento. Aunque, viendo a Leila, Elq pudo sentir toda la determinación que ella tenía al estar parada allí. Ebo, Jay, y Carma, todos también eran poderosos, nunca le mostraron ese tipo de emoción a Elq.

[¿Por qué quieres salvar al mundo?] Pregunto Elq.

[…Ah—.]

Clavando su espada para apoyarse, Leila se dio de un momento para pensarlo. Bueno, supongo que si voy a ser honesta, puede que sea ahora, ella murmuro para sí. [Hay alguien a quien amo.]

La expresión de Leila en ese momento. Su sonrisa. Su gentil y deslumbrante sonrisa. Viendo eso, Elq de pronto quiso ser como ella. Una semilla de inspiración se arraigó dentro de Elq.

[Me di cuenta que es una estúpida razón ir y matar a un Dios, pero ¿qué se supone que haga? Incluso cuando él es más estúpido. De no actuar a lo tonto primero, él lo haría. Willem es todo un estúpido.]

Los efectos de los impactos se sobrepusieron, tratando de esparcir la consciencia de Leila. Sus ojos parecían perder la concentración, como si fuera un sueño, pero continúo caminando para acercarse, un paso a la vez. Eventualmente, ella llego directo para enfrentar a Elq.

[Pues bien, pequeño Dios. No es nada personal, pero buenas noches. Espero que tengas dulces sueños.]

Leila levantó su espada, entonces, lentamente, y claramente, la llevo directo al pecho de Elq. La espada perforó gentilmente el pequeño cuerpo de Elq, como si palmearas la cabeza de un bebé.

Elq pestaño de la confusión. Los Visitors, seres inmortales, no podían encontrarse con la muerte a menos que sea su patria, y el camino se había perdido hace tanto. De sentir el dolor, sus cuerpos no podían reconocerlo como peligro. Sangre fluía de la herida.

Las grietas por la espada se abrieron ligeramente, y la débil luz empezó a verterse en las brechas, significando que la activación del Talent se sostenía en Seniolis, la Kaliyon de más alto estándar forjada por la humanidad. Tiene la habilidad de convertir a quien sea en mortal sin excepciones.

Luego de un momento, la luz tenue se debilito, entonces desapareció por completo.

El corazón y mente de Leila moría, mientras se le acaba la fuerza y cerró sus ojos.

¿Huh?

La visión de Elq de pronto se volvió negra, como si una cortina hubiera descendido ante sus ojos. Una sensación de flote envolvió su cuerpo. Ella parecía que caería por siempre y para siempre. Bajando, bajando en una vasta oscuridad. Fue lo más, más profundo. Con eso, la joven Visitor cayó a un largo letargo conocido como muerte.

Los Braves tuvieron éxito derrotando a los malos Visitors, eliminando la más grande amenaza del mundo. Justo como en todas las historias de héroes, la justicia prevalecía, y el fuerte protegía al débil.

Por desgracia, vidas se perdieron, pero no fueron en vano. Sus sacrificios hicieron que la humanidad sobreviviera. Cada muerte tenía un significado. La única cosa que quedaba era celebrar este maravilloso final…

Pero mientras las masas se regocijaban inocentemente, una noche, el Quasi Brave Navrutri Teigozak robó el cuerpo del Visitor Elq Harksten de la bóveda sellada del almacén y la saco en secreto. Los fragmentos del alma del Visitor no solo sirvieron como uno de los ingredientes con los que se creó la humanidad, sino también la llave para la salvación de la humanidad de la destrucción. Apuntando para desbloquear la puerta de la salvación, el True World extrajo el alma del cuerpo que Navrutri llevo y trataron de aplastarlo en piezas.

Sin embargo, no les fue bien. Hubo muchas razones para eso. Al tiempo de la batalla decisiva, nadie sabía del paradero del fundador del True World, Nils D Foreigner. Una asociación de doctores robó un número de investigaciones del True World, realizando su trabajo que podía llevarlos al logro del trato de muchas enfermedades. Por lo tanto, grupos de aventureros atacaron la organización impulsados por su sentido de la justicia y convicción hacia el malvado grupo True World que era una amenaza para el imperio.

Todo tipo de razones interfirieron con las otras en formas complejas para producir el inevitable resultado. El alma, la cual necesitaba ser aplastada a pedazos tan finos como la arena, casi mantuvo la mitad de la forma original, mientras que la otra mitad cayó a piezas del tamaño de piedrecitas. Claro, eso probó ser insuficiente para ser la llave de la salvación.

Las historias de heroísmo ya no tenían sentido. Nadie oro por un milagro o un intento revertir la situación. La antigua sabiduría capaz de resolver todo lo que nunca despertaría. Y naturalmente, la humanidad se quedó en el curso original de la devastación.

Tres cosas quedaron por la secuela.

Las terroríficas Bestias las cuales llevaban un profundo odio en toda su vida y continuaron su violenta arremetida hasta que no quedara ninguna presa a la vista.

Los cuantos refugiados que apenas sobrevivieron al primer año antes de buscar seguridad en el cielo.

Y por último, los fragmentos esparcidos del alma de Elq Harksten, que estaban abandonos en alguna parte.

[Tuve otro sueño acerca de la tierra en el cielo.]

Dentro de un espacio ilusionado creado por el Shiantor, una chica de cabello rojo le hablaba al vacío viento en frente de ella con un bostezo.

[¿Esa hada otra vez? ¿La que arrastro a una bestia pequeña al lago?] Fuera de ese vacío aire, un gran pez volador apareció.

[No, es la que se presionó luego de eso. Este sueño es uno diferente. Unas hadas se reunieron dentro de un busque y causaron un alboroto. No pueden hablar, pero lloran, ríen y gritan.]

[Parece que un disturbio se acerca.]

[Sí, los otros son molestos.] La chica de cabello rojo lo dijo, y el pez asistió en aprobación. […Me pregunto quiénes eran.]

[¿Hmm? ¿A qué te refieres?]

[Cuando soñaba, estaba en un nostálgico lugar. Dentro de esa pequeña barrera, la vez cuando Ebo y Jay todavía estaban aquí.]

[Ah, nuestro barco, huh.]

[Allí, parece que hay historias que se esparcen. En los hoyos de la pared, o pegados entre los gabinetes, en las ilustraciones de los libros… cuando los encontré, aprendí de esos niños. Qué hacen, qué piensan, qué sienten… solo por leer un libro, puedo leer sus vidas.]

[La barrera en la que estamos ya es como un sueño, pero ¿todavía sueñas sobre eso? Supongo que estás en esa edad…] El pez comento, pero la chica realmente no lo entendía. [Todos esos niños son como tú, Elq.]

[¿Yo?]

[Esos idiotas que aplastaron tu alma no tienen el poder o habilidad. Básicamente, no terminaron el trabajo. Los fragmentos son de todos tamaños, y todavía están conectados con los otros. Esas hadas en tus sueños son el resultado de partes de tu alma… como el cabello que te cortaste hace tiempo o algo así. Ya que no moriste como se debe, esos fragmentos de tu alma no pudieron asentarse. Y aunque con esa conexión, ves sus vidas como sueños.]

[¿Y mis sueños realmente pasan, fuera de este mundo de barrera?]

[Así es.]

[Esas chicas hacen bromas y se apenan y causan disturbios… ¿realmente pasa todo eso?]

[Mhm.]

Ah, ya veo, Elq pensó. Es interesante. El mundo de barrera creado por la Primera Bestia en la cual ella residía proveyendo a la ingenua Elq más del entretenimiento suficiente, pero las efímeras vidas de esas hadas en el cielo proveían una estimulación completamente diferente. Ella disfrutaba de sus sueños, o más bien las vidas de los fragmentos de sus propias vidas, como un tipo de entretenimiento que le permitiría experimentar esas cortas y placenteras historias.

Luego de eso, el tiempo paso.

Aunque, dentro del mundo creado por el Shiantor, el pasar del tiempo no tenía significado. Cada día pasaba exactamente de la misma manera como el anterior. El sentido común de cada ciclo del alza del sol y cada mañana volviéndose el hoy y el hoy volviéndose al mañana no aplicaba. Un constante hoy simplemente continuaba por siempre y para siempre.

Entre la monotonía de nunca terminar, el solitario sueño de Elq cambiaba poco a poco. Las islas frotantes caían a manos del Teimerre. Algunas hadas prevenían esos ataques haciendo que su Venom pasara a alocarse. Algunas personas lo notaron y tuvieron la idea de usar a las hadas, quienes anteriormente no fueron nada más que perturbaciones cercanas viviendo dentro de los bosques, como armas que protegían las islas.

[Recientemente, mis sueños han sido algo malos.]

Viendo a las devotas hadas perseguir sus ambiciones hacía que el sueño de Elq fuera divertido, pero recientemente ya no lo veía así. Ahora, ella solo veía a las hadas matarse con el fin de salvar las vidas de otros, como simples herramientas.

Más tiempo pasó.

Como siempre, cuando la noche llego, Elq veía la vida de las hadas. Ella observaba como las hadas aprendían el lenguaje de las personas de las islas, recibían espadas, y se volvían en soldados mientras que eran tratadas como armas.

En este punto, algunas hadas empezaron a tener el sentido del yo y el deseo de vivir. Por alguna razón, Elq no pudo ver a esas hadas por un tiempo luego que nacieran. Solo después que crecieran conectando su historia a sus sueños. De acuerdo a Carma, esos fragmentos, luego de pasar por muchas reencarnaciones, se volvían más en una existencia independiente, despertando su conexión con Elq en el proceso. Eso significaba que Elq entre los relatos desaparecería eventualmente juntos. Ella tampoco estaba feliz por escuchar las nuevas buenas.

Entonces, un día, una particular hada apareció en el sueño de Elq. Esa hada tenía el cabello claro del cielo azul y ojos del color de la superficie del calmado océano. Ella tenía la fuerza, y por lo tanto uso esa fuerza que ya firmemente había decidido. Ella blandió la Kaliyon Seniolis y derroto a un Teimerre especialmente grande, perdiendo su propia vida en el proceso. Ella salió por solo ese propósito.

Ah, esto otra vez no. Solo por ver el comienzo de esa simple y cercana historia por terminar, Elq se deprimió un poco más. Esa hada se volvería igual a todas las otras. Ella arrojaría su vida sin conocer la diversión o felicidad. Elq fácilmente predijo esa conclusión.

Su predicción sería exactamente correcta, si no fuera por tres puntos. Primero, el hada de pronto tuvo el deseo de caminar en una ciudad extranjera. Dos, un travieso gato le robo su preciado broche y huyo. Y tercero, luego de caer de un alto edificio, ella aterrizo sobre él y casi aplastaba al hombre de cabello negro.

¿¡Te lastimaste!? ¿¡Sigues vivo°? ¿¡Tienes un órgano aplastado!? Un—

Pues bien, mucho en conocerte, Señor Supervisor.

Eventualmente, el hada noto los sentimientos en su interior.

…Y si le pido un beso o algo así. ¿Qué debería hacer?

Su determinación para morir se canceló, ella cayó en un confuso remolino de resentimiento, pero, ella levanto su cabeza y decidió perseguir sus aspiraciones.

Elq se fascino por la historia de esa hada, esa vida la cual una vez le perteneció. Ella sintió que el hada tomo algo importante de ella, pero no sabía qué era.

El hada amaba a alguien y renunció a su propia felicidad por esa persona. Ella fue sin dudar a un campo de batalla donde la muerta la esperaba. Ah, eso es. Elq lo notó: la chica le recordaba a Leila, la Regal Brave humana que una vez mató a Elq Harksten. Elq había muerto deseando convertirse en Leila. Ella le tomo admiración en su sepulcro.

Ese deseo se hizo realidad. Todas las hadas en el sueño de Elq arrojaban sus vidas sin siquiera pensar en su propia felicidad. Ella nunca les prestó atención a esos elementos, ya que ella no comprendía los conceptos del amor o la felicidad muy bien. Sus sueños se habían vuelto aburridos recientemente, pero ahora Elq se dio cuenta del resultado de su propio deseo. Ella quería interactuar con el mundo exterior. Ella quería mover una gran espada y sacrificarse como Leila. Todo el tiempo, esos deseos infantiles la llenaron una y otra vez, consumiendo incontables vidas en el proceso.

Pero ahora, esta chica de cabello azul… Kutori Nota Seniolis rompió ese patrón. En lugar de seguir los deseos de Elq, ella tenía sus propias aspiraciones. Amaba a alguien, y no escondía esos sentimientos. Ella quería llevarle felicidad a esa persona y encontrarse también. Ella se dirigió a una batalla a pesar del miedo y confusión en su interior.

Dentro de sus sueños, Elq no era más que una joven chica colocada en las ruinas de la vieja nave de los Visitors. Ella no comprendía lo que había dicho, ni sentía nada. Sin embargo, cuando despertó en el mundo de barrera, ella se enojó. ¿Cómo pudo ser tan mala? Ella quería vomitar. La Iglesia de la Santa Luz tenía razón. Elq Harksten era un Dios malvado quien merecía morir.

[No deberías preocuparte.] Carma lo dijo casualmente. [Todas las chicas mueren y nacen de ti, así que no eres la que las daña. No solo eso, pero esas islas en los cielos son protegidas con tu poder, ¿cierto? Eres la buena aquí.]

No, Elq pensó. Kutori podía ser yo, pero yo no soy Kutori. Incluso las hadas siendo partes de Elq, tenían su propia personalidad individual y aspiraciones. Elq no peleaba desesperadamente como ellas. No podía. Solo podía verlas a una distancia y admiraba a esos que podían.

El tiempo paso.

Elq observaba como Kutori se quebraba dentro de esa pelea. Al principio, sus sueños no eran nada más que una forma de diversión donde ella podía experimentar cortas y gustosas historias. No eran más que una forma para divertirse ya que no podía hacerlo dentro del mundo de barrea. ¿Y por qué? ¿Por qué pasa esto?

[Tuve un sueño. Es probable que sea el último.] Kutori lo dijo.

Lo sé, Elq pensó.

[No puedo recordarlo muy bien, pero siento como que quiero salvar a alguien. Hay sentimientos que quiero transmitir.]

También lo sé. No soy tú, pero tú eres yo. Vi que perseguías a Willem todo este tiempo.

[Lo entiendo todo. Pero te lo pido.]

Me imagine que dirías eso.

Elq no podía decir que quería decirle a Kutori que se detuviera, que viviera un poco más, dejar que Elq viera su historia un poco más. Y simplemente verla hasta al último momento.

Elq no derramo una sola lágrima en su sueño. Pero, no podía dejar rasgar la historia de la chica del cabello azul y del chico de cabello negro hasta el final.

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