Gaikotsu Kishi-sama Volumen 1 cap 17

Capitulo 17: Esperando para infiltrarse (Parte 2)

Después de discutir los arreglos para la infiltración con Ariane, Danka reacomodó su capucha, poniéndola de nuevo sobre sus ojos antes de sentarse con los brazos cruzados sobre el pecho, y con calma cerrar los párpados. Al parecer, todavía había un excedente de tiempo antes de la infiltración.

“Bueno, entonces, debería también tratar de terminar el cuidado de algunos negocios…”

Mientras hablaba, me puse de pie y puse en mi hombro el saco. En respuesta, Ponta que estaba ronroneando por las caricias de Ariane dejó escapar un “Kyun!” En la parte superior de la mesa antes de levantarse y saltar sobre mi hombro

A pesar de que la mirada de Ariane era ligeramente de envidia mientras miraba a esta escena, mientras me miraba, ella abrió la boca y dijo: “Entiendo tus intenciones, pero…”

“No voy a huir de aquí ahora…”

Ella parecía estar preocupada por algo, pero cuando traté de convencerla, sacudió la cabeza como para decir que su preocupación era diferente.

“No estoy preocupada por una cosa así ahora. Yo quería decir volvieras tan pronto como sea posible”.

Después de decir esto, se dio la vuelta. De alguna manera u otra, me parecía haber ganado una confianza tentativa. Con un movimiento de cabeza, dije: “Regreso pronto” antes de salir de mi asiento. Ponta todavía tomó su lugar reservado habitual, y fue moviendo la cola de adelante hacia atrás juzgando por la sensación transmitida desde la parte de atrás de mi casco.

Saliendo de ese lugar, caminé por la calle y me dirigí hacia una zona llena de tiendas. Las tiendas estaban ya cerradas; el resplandor se filtraba a través de las ventanas y la luz de las farolas dispersas proporcionan las únicas fuentes de iluminación.

Cuando llegué antes de la tienda tenía intención de entrar, pero sus puertas ya estaban cerradas, al igual que todas las otras tiendas alrededor. Un cartel de madera con diseño de una espada y un escudo, así como el nombre de la tienda de armas grabado en él estaba colgado por encima de la tienda.

“Ahh ~, como era de esperarse, la tienda ha cerrado ya ~. No se puede evitar; Voy a tener que volver otra vez mañana…”

Mientras miraba si la tienda estaba todavía abierta, oí a un hombre joven hablando consigo mismo.

Cuando me di vuelta para mirar detrás de mí, un hombre de unos veinte años que estaba sentado en una carreta detenida en la calle frente a la tienda de armas tenía la cabeza inclinada. A juzgar por su atmósfera y su apariencia, él era probablemente un vendedor ambulante de algún tipo. Los diversos tipos de equipaje apilados encima de la carreta podían verse con la escasa luz que brillaba desde la calle.

“¿Vendedor-dono tiene negocios con esta tienda de armas?”

“¿Eh? Ah! H-Hola, Caballero-sama!”

Cuando lo llamé, el joven vendedor ambulante tenía una expresión de desconcierto por un instante cuando se volvió hacia mí. Cuando vio adecuadamente el casco plateado por encima de mi manto negro, saltó de su carreta y bajó la cabeza.

“Soy simplemente un aventurero que viaja; no hay necesidad de ser tan formal. Por lo tanto, vendedor-dono tiene negocios con esta tienda de armas?”

“¿Eh? Ah! Está bien. Había planeado venir aquí para abastecer de armas, pero mis arreglos para entrar en esta ciudad se retrasaron considerablemente… ”

El joven comerciante lo dijo con una sonrisa forzada. Este era sin duda un regalo del cielo. Las armas que recogí de los secuestradores no hace mucho tiempo eran un obstáculo que no podía tener.

“Oh, como cuestión de hecho, vine aquí con el deseo de vender armas a esta tienda, pero por desgracia, ya está cerrada… Si vendedor -dono está muy bien con eso, ¿Las comprarías?”

“¿Es realmente cierto?! Um, y ¿Podría mostrarme que tipo de armas son…?”

“Por supuesto. Aunque es el botín de cuando subyugué bandidos… ”

Con estas palabras, puse el saco que llevaba en el hombro en el suelo, ensanchando el agujero.

En mi respuesta, el joven comerciante tenía una expresión de evidente decepción, después de lo cual se apresuró a cubrirla con una sonrisa. ¿Era malo decir que eran bienes tomados de bandidos?

Saqué una de las espadas de la bolsa y se la entregué. El joven vendedor ambulante de mala gana tomó la espada, sacándola de su vaina con el fin de comprobar su estado.

Acto seguido, la sonrisa que el joven había mantenido para las apariencias cambió, revelando una mirada de alegría. Sin embargo, su expresión, que podía entenderse por completo, era demasiado honesta para un comerciante; como su cliente, podía verlo fácilmente…

El joven vendedor ambulante sacó una lámpara del portaequipajes, confiando en su luz al acercarse a cada arma para examinar su condición de una en una.

“¿De verdad las obtuviste de bandidos? Estas armas están forjadas con nada más un acero considerablemente bueno! No parece haber reparaciones necesarias; con un poco de afilado podrían venderse tal cual!”

En lugar de bandidos, fueron tomadas del grupo de secuestradores que tomaron a elfos cautivos, pero no había necesidad de decir eso.

Sin embargo, parecía que los bandidos básicamente no tenían buenas armas que tuvieran tan buena condición… probablemente porque la base de las facciones de bandidos era juntar a aquellos en quiebra y robar.

La decepción al enterarse de que las armas eran de bandidos era probablemente debido al hecho de que muy probablemente no serían productos de buena calidad.

Cuando el joven terminó de evaluar brevemente las armas, se cruzó de brazos frente a las armas puestas en una línea y dejó escapar un gemido mientras las miraba.

“Hm ~ m, las quince son armas de alta calidad en buen estado, pero la de aquí es de mayor calidad que el resto…”

La espada que el joven sostenía, si no me equivoco, era la que el hombre incompetente llevaba. Aunque incompetente, parecía haber tenido la mejor espada.

No hacía falta más que mirar la mano de obra de la funda y el brillo de la hoja para hacer una distinción clara entre las otras espadas.

En cualquier caso, no se dio cuenta que estaba absorto en deliberación, una voz de rozamiento escapó de él. Si hubiera escondido esa pieza anterior de información, probablemente podría haber negociado un precio más barato y venderla con un margen de beneficio en otros lugares…

Me preguntaba, ¿Esta persona tenía éxito como comerciante?

“Agregando todo junto, con la cantidad que tengo en la mano, no puedo darme el lujo de comprar todo… entonces, ¿Qué debería hacer?… hm ~ m.”

“¿Qué hay de 10 seok cada una, 150 seok por todo, vendedor -dono?

Ya que tenía una operación de infiltración después de esto, no quería llevar conmigo una cantidad excesiva de equipaje. No me molestaba obtener menos fondos en una ganga desfavorable ya que no estaba preocupado por el dinero en este momento.

“¿¡Eh!? ¿No es 30 cuando normalmente se compra una?!”

“… Vendedor-dono, lo mejor es guardar silencio sobre algunos hechos…”

Cuando el joven comerciante vomitó un precio demasiado honesto para cada espada y le ofrecí un consejo sincero, en pánico cubrió su boca con las manos.

Fue incluso divertido dejar que este comerciante bondadoso tuviera un mayor beneficio.

Como quería disponer de todas las mercancías con este comerciante en este momento, el precio no era un problema, y de nuevo sugerí el precio de 150 monedas de oro.

“¡Muchas gracias! Bueno ~, recientemente, el área alrededor de la frontera norte con frecuencia informó de daños debidos a los monstruos, así que vine aquí planeando vender armas y cosas tales como metales de alta calidad”.

“Hmm, ya veo. Siendo ese el caso, cuando avanzaba desde la carretera a través de la ciudad de Rubierute hace algún tiempo, he oído que recientemente un pez gordo había aparecido. En el momento de la preparación, la gente estaría dispuesta a comprar armas de calidad a un buen precio, ¿Verdad?”

“¿¡Es eso cierto!? Gracias por la valiosa información! ”

El joven era todo sonrisas con alegría mientras me daba una mirada llena de gratitud, apilando las armas en su carreta y, de muy buen humor, tiró de su caballo para dirigirse hacia la posada más cercana. La visión de él una y otra vez mirando hacia atrás en el camino, inclinando la cabeza, me hizo sentir que quería seguir apoyándolo a pesar de ser nuestro único encuentro.

Ponta parecía estar despidiéndolo con adiós mientras su cola oscilante se levantaba y se movía hacia atrás y adelante. Tengo la impresión de que si las circunstancias lo permitieran, incluso una bestia espíritu se uniría a él…

Teniendo tales pensamientos, deposité las 150 monedas de oro dentro de mi saco ahora más ligero y lo puse de nuevo en mi hombro mientras caminaba de regreso.

Ya que Ariane y Danka aún estaban en el mismo lugar, sería mejor reunirme con ellos antes de tiempo.

Volví al mismo lugar donde Ariane y Danka seguían sentados y me senté en el asiento vacante.

“Eres inesperadamente rápido. ¿Terminaste tu negocio?”

Ariane preguntó mientras utilizaba su adicional brocheta de carne recién ordenada como cebo para atraer a Ponta.

Los ojos de Danka permanecieron cerrados, con los brazos todavía cruzados.

“Sí, fui capaz de vender el botín de esos tipos a un buen precio”

“Estoy impresionada. El tan llamado negocio que tenias que resolver era…”

Cuando le dije sobre el contenido de mi negocio, Ariane tenía una expresión atónita mientras me miraba. Cuando la glotona Ponta saltó a la mesa, tentada por el cebo, Ariane la capturó, acariciando el pelaje de su vientre, y abrazándola.

Mientras veía tales interacciones, tuvimos una ociosa y alegre charla mientras esperábamos que el tiempo pasara.

La noche había avanzado considerablemente; por consiguiente, los puestos alrededor estaban en medio de terminar sus servicios. Danka, que había estado dormido hasta ahora, de repente se levantó y cruzó una mirada con Ariane.

Ariane asintió en silencio y dejó su asiento.

“Vámonos”

Mientras dejaba mi asiento, Ponta, que había estado durmiendo desapercibida en la mesa, levantó la cabeza y rápidamente corrió hacia mí. Después de recogerla y colocarla en su asiento reservado de costumbre, puse mi equipaje debajo de mi brazo y, con Danka como líder, caminamos después de él.

Bueno, sería bueno si todo terminara sin problemas──

Mientras murmuraba mis pobres deseos, caminamos a través de la calle oscura que casi no tenía personas.