sábado, 7 de abril de 2018

Kamisu Reina Volumen 1 cap. 1.5



Parte 5

Las personas tienen borradores en sus corazones.

Mientras su eficiencia es diferente de persona a persona y aunque algunos de ellos pueden ser muy malos, cualquier persona puede utilizar sus borradores.

Frotar, frotar. Está bien, aléjate. Eres una monstruosidad. Por favor vete. Frotar, frotar.

Dos semanas han pasado desde el incidente de la cartera de Mizuhara-san. Una semana desde que fui al acuario con Reina.

Incluso después de ese lapso de tiempo, nadie está hablando conmigo. Al igual que los días anteriores, sólo estoy sentada en mi asiento, que no se supone que este aquí, mirando por la ventana.

Me han debilitado mucho.

Sin embargo, me siguen borrando. Frotar, frotar.

Día a día, estoy siendo borrada. Poco a poco, me estoy desvaneciendo. Frotar, frotar. La mayor parte de mi existencia se ha convertido en migajas de borrador y estoy siendo aniquilada en mi escritorio.

No va a mejorar. Ya han llegado a estar tan acostumbrados a borrarme que nadie está dudando sobre esto, dejando a un lado sus sentimientos de culpa. Voy a seguir siendo borrada de forma mecánica. Si hay alguna emoción humana involucrada, entonces es una ligera irritación debido a que sus borradores se desgastan con el uso.

Y Reina sigue desaparecido en este mundo blanco y decolorado.

¿Por qué? ¡No voy a aguantar esto! Reina... ¿Por qué me dejaste, Reina?

¿Por qué no te presentas frente a mí? ¡Incluso si tienes secretos, no debería haber un obstáculo entre nosotras!

¿O es que ahora me odias?

Sea lo que sea, ¡quiero verte!

¡Quiero verte, quiero verte, quiero verte!

Pero no importa cuánto lo ruegue, Reina no aparece.

Y en algún lugar sé que nunca lo hará.

No hay ningún significado.

En esta clase sólo hay ruido irrelevante, irrelevantes imágenes, compañeros de clase irrelevantes y mi ser irrelevante.

No hay ningún significado más.

No hay ningún significado... en estar aquí.

—Adiós.

Susurro cuando me pongo de pie.

El maestro está diciendo algo. ¿Ah, yo estaba en medio de una "lección"?

Oh, él está enojado. Pero no consigo entender de qué trata todo esto - después de todo, él no está dirigiéndose a mí, ¿verdad?

Oh, no está enfadado. ¿Pero me pregunto por qué me mira así? Es la primera vez que alguien hace eso, así que no sé lo que significa. Pero se ve un poco como si tuviera miedo.

Dejo el salón.

A lo lejos, detrás de mí, la clase está haciendo un alboroto, pero es irrelevante para mí. Irrelevante. Completamente irrelevante.

Estoy sentada sola en medio de la escalera a la azotea. Es la segunda vez desde que he llegado aquí que el edificio de la escuela es tan ruidoso. ¿Qué hora es? El primer ruido fue probablemente la hora del almuerzo, por lo que debe ser el final de las clases.

Reina. ¿Alguna vez te veré de nuevo?

Por alguna razón, siento que no pasara. Me he estado sintiendo así desde que desapareció en ese parque acuático. Pero ¿Por qué? ¿Qué pasa con ella? No ha cambiado nada - yo todavía la necesito, por lo tanto, estoy desesperada.

Reina es todo para mí. No queda nada si la alejas de mí. Estoy vacía. Una masa tambaleante que no tiene huesos.

—Ah…

¿Qué debería hacer? ¿Cómo puedo conocer a Reina? ¡No lo sé! ¿Que se supone que haga? ¿Que se supone que haga? ¿Que se supone que haga?

De repente, oigo a alguien subir las escaleras.

Estoy lista. Podría ser que ha llegado como yo quise.

—... Saito-san.

Kimura-kun aparece delante de mí.

—Kimura-kun... has venido a hablar conmigo...

—Sí... no tengo razones para rechazar lo que estás haciendo...

Cierto. He colocado una carta en su casillero para llamarlo aquí. Al igual que Mizuhara-san lo hizo.

—También las traje aquí conmigo. Fue un dolor conseguirlas más allá de los ojos de los maestros—Él me explica mientras sostiene las llaves del techo.

—Mm. Gracias.

Le digo eso y acepto las llaves en sus manos visiblemente temblorosas. Tal vez, se ha dado cuenta del por qué lo llamé aquí.

—...

Se queda callado.

— ¿No vas a preguntar...?

— ¿Preguntar qué...?

Dice torpemente.

— ¿Por qué te pedí que trajeras las claves de la terraza?

Después de unos momentos, de mala gana me pregunta: "¿Por qué?"

A decir verdad, no estoy segura de cómo responderle. Porque a lo mejor - no, con seguridad - mi respuesta va a hacerle daño.

Pero eso está bien, ¿verdad? Después de todo, Kimura-kun es tan irrelevante como mis otros compañeros de clase.

Le contesto: "Para tomar venganza."

Su rostro se congela al instante.

Oh, así que estaba bien. Finalmente, pude confirmar mis sospechas.

— ¿V-venganza...?

Tartamudea estrepitosamente desconcertado y se pone aún más nervioso a causa de ello.

—Tú cortaste la cartera de Mizuhara-san y la pusiste en mi bolsa, ¿verdad?

— ¿Qué estás diciendo...?

Lo niega, todavía no puede admitirlo, a pesar de que sabe que no puede hablar por sí mismo.

— ¡Está bien! Yo no pienso preguntarte sobre ello.

De hecho, realmente no me siento como si estuviera interrogándolo y culpándolo. Como le dije una vez a Reina, que estaba a punto de llegar a esta situación, Kimura- kun simplemente pasó a ser el que pulsó el interruptor.

Mis palabras parecen haberlo calmado un poco.

—P-Pero... ¿cómo te enteraste?

¿Realmente quieres saberlo? ¿Eso no va a ser duro para ti?

—... ¿Debo responderte?

Finalmente nota el significado de mi respuesta, mira hacia abajo y dice:

—... No hay necesidad de eso.

—Está bien.

Con estas palabras, deslizo la llave en la cerradura.

Hay varias razones por las que sospechaba Kimura-kun.

Mis primeras dudas surgieron cuando empezó a conversar conmigo después de que había recibido la falsa carta de amor. Yo era consciente de que Kimura-kun no tenía sentimientos por mí, así que me pregunte por qué de repente llegó a ser tan suave.

Otra pista fue la reacción general cuando la cartera de Mizuhara-san se perdió. Todo el mundo me consideró la culpable de inmediato. En otras palabras, algo los llevó a creer que tenía un resentimiento contra ella. Por lo que yo sé, la única discordia entre Mizuhara-san y yo era la carta de amor, lo que significa que alguien debe haber transmitido esa historia. Pero sólo su grupo y yo, así como Kimura-kun lo sabían. Por supuesto, no le he dicho a nadie y Mizuhara-san y sus amigas no parecía que les gustaría decirles a todos acerca de ello.

Pero, sobre todo, nadie más que Kimura-kun fue quien propuso que el culpable debía haber tenido un resentimiento contra ella. Llamó la atención hacia mí de una manera descarada.

No sé por qué lo hizo. Tal vez tenía un resentimiento contra mí que no conocía, o podría haber tenido fuertes sentimientos sobre Mizuhara-san y Ashizawa-kun.

Pero no me importa.

Su historia es irrelevante para mí.

Giro la llave y la puerta se abre con un clic. Tentativamente le doy vuelta a la perilla de la puerta - sí, parece estar bien.

—... ¿Qué planeas hacer en el techo, Saito-san?"

—...

En silencio, me doy vuelta y lo miro.

— ¿Saito-san...?

Le respondo su pregunta con otra pregunta.

—Hey, Kimura-kun…

—De casualidad ¿tú conoces a Reina Kamisu?

Tal vez yo realmente pensaba que Reina estuviera esperándome en el otro lado de la puerta.

Este es un lugar al que nadie está autorizado a entrar, a pesar de estar tan cerca. Es un lugar que todos sabemos que existe, sin embargo, sólo unos pocos han ido realmente allí. Y por eso me sentí que iba a encontrarla aquí.

Pero, por supuesto, no hay ninguna señal de Reina.

Camino hacia el centro del techo y veo al alrededor.

Los estudiantes que van a casa, los postes de electricidad establecidos en intervalos regulares, el distrito comercial, nuestro río sucio, otra escuela, una casa, otra casa, un paisaje irrelevante. Pero una cosa dentro de este escenario irrelevante - el deslumbrante sol rojo que se oculta parcialmente detrás de un edificio en el horizonte – se siente relevante para mí.

El sol está a punto de esconderse, después de haber completado su trabajo, pero flotando en el límite, se siente como si me estuviera llamando.

Vuelvo a la puerta para bloquearla.

Ahora estoy completamente sola.

Me apoyo contra la valla y mientras se veo el sol lentamente ocultar su rostro, pienso una vez más en Reina Kamisu.

Reina desapareció. Sí, ella desapareció.

Una estudiante hermosa y popular de repente dejó de ir a la escuela y desapareció. Esto debería haber sido, obviamente, un incidente grave para esta escuela media en Shikura.

Sin embargo, nadie habla de ello.

Por supuesto, no hay nadie que me lo diría a mí, pero hasta yo puedo abrir mis oídos a los rumores. Es extraño. Reina Kamisu no aparece en cualquier lugar. Nadie habla de una chica tan extraordinaria. ¿Es eso posible?

Junté coraje y furtivamente le di una ojeada a su clase. En primer lugar, no podía creer lo que veía, entonces yo no podía creer lo que oía y, por último, no podía creerlo.

No existía su asiento. No existía su casillero. Su nombre no existe. Nada relacionado con ella existe.

Reina no está en ninguna parte.

Y cuando vi la cara de Kimura-kun cuando le pregunté sobre Reina, estaba convencida.

Reina Kamisu desapareció.

No es una simple muerte. Ella borró toda su existencia, todo lo relacionado con ella y desapareció. Sin dejar a nadie algo de sí misma y revocando por completo el hecho de que una persona llamada Reina Kamisu había existido, ella desapareció.

Con excepción de mí, su mejor amiga.

Pero incluso sólo tengo unos recuerdos vacíos, al igual que una gota de refresco al borde de una lata vacía. No recuerdo donde nos encontramos, como nos hicimos amigas, o cuando fuimos a otro lugar aparte del acuario. Nada.

Estos recuerdos se marchitan pronto, borrando su existencia de una vez por todas.

Reina está desapareciendo.

Reina, que era todo de mí, está desapareciendo.

No- no hay ninguna razón para que siga estando aquí.

Me subo a la valla. Tiene 15 cm de ancho, por lo que puede soportarme sin problemas.

Considero sacarme los zapatos, pero decido no hacerlo; No estoy tratando de cometer suicidio o cualquier cosa relacionada.

Simplemente voy hacia donde esta Reina.

Por supuesto, no puedo estar segura de sí puedo reunirme con ella de esta manera. Es sólo la idea absurda de que si ella no está aquí, ella no debe ser un “ser”. Es tan absurdo como pensar que un ave puede volar más allá del cielo llegando al espacio.

Pero no puedo pensar en otra cosa.

No hay otra manera, y si esa esta es la única manera, ¿por qué no intentarlo? No hay nada que me detenga. Repito: no tengo ninguna razón para estar aquí, así que no hay nada que me detenga.

De repente recuerdo lo que le dije a Kimura-kun.

Tomar venganza.

Sí, una pequeña venganza. Trayéndome las llaves, te comprometiste con lo que va a pasar ahora, ¿verdad?

Me pregunto si va a tendrá unas punzadas de remordimiento, a pesar de que no pudo cuidar de mí.

Miro hacia abajo y me voy un poco hacia atrás, asustada del dolor inminente que casi me olvido de algo. Esto le va a hacer daño. Diez veces... cien veces más que una jeringa. Pero no puedo flaquear.

¿Qué es importante para mí? Reunirme con Reina. Estar junto con Reina.

Eso es todo lo que cuenta. Eso es todo...

¡Sí, con fuerza!

Porque siento que puedo llegar más lejos de esta manera.

Doy un salto vigoroso.

De repente, el mundo gira y cambia completamente. Incapaz de comprender adecuadamente este mundo inesperado, casi me desmayo.

Yo sólo puedo decir que no es el lugar a donde quería ir. Me he encontrado en un juego trágico.

Aah... ¿he fallado? ¿He tomado la decisión equivocada después de todo...?

Pero-

Cuando estoy a punto de darme por vencida, me doy cuenta de que he ganado la apuesta.

—Reina...

Reina está delante de mis ojos.

—Reina, te extrañé...

Ella me da una suave sonrisa y es absurdamente hermosa.

—Reina... dime: ¿dónde estás?

—Estoy-

Me responde.

—Estoy aquí, Reina Kamisu está... Aquí.

Ah que bien.

¿Por qué no me di cuenta de una cosa tan simple?

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